Oportunidad
—Iré a ver a Evan y creo que es hora de que me
marche a mi casa— solo dio media vuelta y se encamino hacia el interior, solo
me gire para ver la copa de los arboles de Central Park que ondeaban por el
viento
—Evan
—Que hay con Evan?
—Es el único que ha sido capaz de llenar ese vacío—
cruce mis brazos y cerré mis ojos dejando que el viento jugara con mi cabello,
había estado a punto de que al fin me dejara tranquila, pero no lo había podido
hacer, aunque me negara aun lo amaba.
—Evan mi…, tu…, que diga nuestro hijo —salte al
escuchar su voz justo detrás de mí,
—Si
—Bella, cuando supe la verdad me aleje de lo que
estaba haciendo, no era lo mío, yo solo podía estar con una sola mujer y esa
eres tú, nadie es lo suficientemente importante para llenar el espacio que
dejaste o mejor dicho el que te hice dejar— sus manos se adueñaron de mi
cintura obligando a pegar mi espalda contra su firme pecho, su mentón de nuevo
estuvo sobre mi hombro, un suspiro se escapo de mis labios, su risa me hizo
estremecer— Bella perdóname
—Edward…— me gire sin separarme de él, pegue mi
rostro a su pecho, mi cabeza estaba intentando comprender cada una de las cosas
que habían sucedido en este día, cada día me demostraba que en realidad deseaba
a Evan en su vida y a mí, pero era difícil perdonarlo después de todo lo que
había pasado entre nosotros, pero lo amaba, realmente lo amaba, nadie jamás me
había dicho que el amor doliera tanto, la opresión en mi pecho regresaba, cubrí
mi boca con una de mis manos intentando no escuchara mis sollozos, me estrecho
entre sus brazos
—No llores amor— levante mi rostro, escuchar
"amor" de sus labios, me había provocado escalofrió, pero uno
reconfortante como el que no sentía hace tanto, note su sonrisa torcida y de
nuevo esa mirada dulce
—Porque no puedo odiarte, lo intente, juro que lo
intente pero no lo logre
—Presiento que es por la misma razón que yo no pude
odiarte, porque te amo— dejo descansar su frente contra la mía y yo acomode mis
manos sobre su pecho, cerré mis ojos y solo sentía su aliento chocar contra el
mío, me apretó mas contra él, sus labios apenas rozaron los míos y un jadeo se
escapo, estaba provocando un sinfín de sensaciones en mi cuerpo, aquellas que
solo él era capaz de lograr y me estaba demostrando que solo él seguía siendo
el único que lograba que mi cuerpo reaccionara así a su toque
—Te advierto que si lastimas a Evan yo misma me
encargare de hacer que te arrepientas, sabes que soy capaz de acabar con tu
carrera
—Es una amenaza— me mostro su sonrisa torcida
—Puede que lo sea, por mi hijo soy capaz de
cualquier cosa
—Bella yo soy capaz de hacer cualquier cosa por
ambos—Rozo su nariz con la mía— eso quiere decir que me perdonas?
— Aun no puedo perdonarte del todo, pero te estoy
ofreciendo una segunda oportunidad, una que espero sepas aprovechar porque no
abra una tercera
—No necesitare una tercera oportunidad mi amor, no
lo arruinare, no dejare que se alejen de mi, si aun quieres regresar a Londres
cuando esto termine, yo iré con ustedes
—Harías eso por nosotros?
—Es que aun no te queda claro, soy capaz de hacer
cualquier cosa por ustedes, son lo único que me importa—sus labios rozaban los
míos, eso evitaba que mi mente trabajara de manera correcta, ahí estaba de
nuevo provocando que mis ideas no tuvieran sentido
—Mami…— abrí los ojos al escuchar la voz quebrada
de mi hijo, me libere del agarre de Edward y me dirigí al interior de la casa,
al pie de las escaleras estaba Ángela con mi pequeño en brazos amenazando con
llorar, en cuento mi vio estiro sus bracitos hacia donde yo estaba, acorte la
distancia para poder tomarlo en mis brazos, sus ojitos aun estaban un poco
rojos por el llanto, bese sus mejillas
—Quieres comer amor— suspiro y asintió, descansando
su cabecita en mi hombro, sentía ganas de llorar por el dolor que le habían
provocado, Evan estaba triste por lo que mis padres le habían hecho, los odiaba
más que nunca.
—Despierta dormilón— sonreí al notar que la simple
voz de Edward había logrado que Evan levantara su rostro y sonriera al verlo.
—No papi— reía intentando que Edward dejara de
hacerle cosquillas
—Ya tranquilos los dos, vamos a comer
—Tenemos un asunto pendiente tu y yo— reía al ver
la actitud seria de Edward y la risa de Evan
—Metete con alguien de tu tamaño— baje a Evan y el
tomo mi mano tirando de mí para ir al comedor.
—Con que con alguien de mi tamaño, así que lo
arreglaremos tu y yo—tomo mi cintura sonriendo
—Corre amor— soltó mi mano y corrió a esconderse
debajo de la mesa, Edward comenzó a hacerme cosquillas, aunque intente
liberarme me era imposible, coloco una de sus manos detrás de mi cabeza deje de
reírme al saber lo que se aproximaba
—Auch— se quejo Edward, dirigí mi vista hacia donde
él la dirigió
—Sueta a mi mami— no pude evitar reírme ante la
frustración de Edward, Evan había corrido a ayudarme y lo había pisado para que
me soltara
—Lo pagaras— se escondió detrás de mí, abrazando
mis piernas
—Basta, vayan a lavarse las manos y nada de juegos—
señale la dirección al baño, con mi otra mano en mi cintura, ambos enarcaron
una ceja— Ahora, que no pienso repetirlo
—Vamos antes de que tu mami se enoje
Entre en la cocina y me encontré a Ángela ayudando
a Dafne a preparar los platos que serian servidos, me lave las manos antes de
ayudarlas, fue un pequeño interrogatorio en el que mi amiga me felicito y dijo
que después de lo que había sucedido esta mañana, Evan nos necesitaría a los
dos, sabía que era verdad, cuando entre al comedor ya estaban los dos uno al
lado del otro y parecían bastante entretenidos en una plática, Evan fruncía en
ceño y Edward sonreía
—Sucede algo?
—Teno hamble— grito sonriendo, coloque su plato
delante de él y comenzó a comer, lo imite sin apartar la mirada de ambos, ayer
no veía siquiera la oportunidad de que arreglaríamos las cosas con Edward y que
le daría una segunda oportunidad, me guiño un ojo al notar que lo observaba
rodee los ojos y el sonrió, como en los viejos tiempos
El resto de la tarde paso de manera tranquila,
vimos un par de películas y estuvimos jugando con él, le di un baño después de
que Edward prometiera que le compraría un pastel si lo hacía, apenas estuvo
listo salió corriendo hacia la cocina, para ver si su papa había cumplido la
parte del trato.
—Y mi papi?— me encogí de hombros marque el
teléfono no de Edward y se lo extendí a Evan, no le contesto lo volvimos a
intentar y el timbre del celular de Edward llego en el recibidor, corrió para
encontrarse con su pastel, una cena muy "nutritiva" y divertida, Evan
robaba pastel del plato de Edward cuando este se distraía, me sonreía
constantemente, le indique con la mira justo en momento en que Evan robaba un
poco más al verse descubierto sonrió.
Esa noche decidí que dormiría conmigo, para no
perder la costumbre le pidió a Edward que le leyera un cuento, solo que esta
vez fue completamente diferente, yo mantenía a Edward en mis brazos, Edward
estaba junto a mi leyendo el cuento, debo de admitir que era muy bueno, le daba
voces diferentes a los personajes y hacia muchos gestos, logrando la risa y el
asombro de Evan, que poco a poco fue cayendo dormido en mis brazos, se acomodo
en mis brazos pegando su rostro en mi pecho y aferrando mi playera con una de
sus manitas, Edward dejo de leer al notar que se había quedado dormido dejo el
libro de lado y se inclino para besarlo, sonrió aun dormido
—Es perfecto
—Lo dices porque es una copia tuya, eres un
engreído— enarque una mis cejas y sonreí
—Piensas que solo lo digo porque es un replica mi—
asentí sonriendo— Te equivocas, lo que lo hace perfecto es que es nuestro, es
una parte de ambos
—Los genes no estaban de mi lado, por si no te has
dado cuenta es una réplica casi exacta de ti
—Pero tiene tu cabello, el cual me fascina
—A mí me gustan sus ojos, son idénticos a los
tuyos, cada vez que los veía era como estar viéndote a ti— suspire sin apartar
la mirada de mi pequeño, note que se separaba de mí, es que acaso había dicho
algo que lo molestara, lo vi acomodar la cama en seguida me quito con sumo
cuidado a Evan y lo cubrió con las mantas y dejo su osito junto a él, se
acomodo al otro lado , solo sentí sus manos en mi cintura y después me encontré
entre sus piernas con las espalda pegada a su pecho, sus manos se entrelazaron
con las mías, recargue mi cabeza en su pecho
—Sabes que nuestro hijo es celoso—susurro contra mi
cabello
—Porque lo dices?
—Te cuida demasiado, me dijo que eras de él, al
principio se negó a compartirte pero logramos llegar a un acuerdo— reí eso era
algo que yo sabía, Evan se había encargado de alejar a todo aquel que se me
acercaba demasiado.
—Es lógico que piense que solo soy de él, siempre
me ha tenido a mí
—Pero eso va a cambiar, porque vamos a intentarlo
cierto— me mantuve un momento sin decir nada y después asentí— ahora nos tendrá
a ambos, y debe de aprender a compartirte, ya no solo serás para él
—Te estás escuchando, pareces un niño
—Tiene que aprender a compartir, además no creo que
sea muy agradable que cada vez que me vea cerca de ti me pise o algo— comencé a
reírme al recordar lo que le había hecho, él era muy posesivo conmigo y era
compresible ya que estaba acostumbrado a tenerme solo para él, además sería
divertido ver como Edward lograba hacer que Evan me compartiera—No es gracioso
—Para mí lo es
—Bella creo que ya es hora de que me vaya, pero
prometo que estaré aquí temprano
—Te esperamos para desayunar?— me separe de él,
dejando espacio para que se levantara
—Sí, aquí estaré para desayunar
—Muchas gracias por lo que hiciste por nosotros
—Solo hice lo correcto después de mucho tiempo,
protegí a mi familia, descansa— beso mi mejilla, rodeo la cama y beso
nuevamente a Evan y salió de la habitación. Me gire hacia Evan que dormía
plácidamente, salte de la cama y salí corriendo al pasillo, lo vi comenzar a
bajar las escaleras
—Edward— se giro y me recibió entre sus brazos,
envolví su cuello con mis brazos, acerco sus labios a los míos y yo acorte la
distancia, comenzó como un simple roce, pero nuestros labios se conocían a la
perfección rápidamente fue subiendo de intensidad, había extrañado el
movimiento de sus labios junto con los míos, su lengua jugar con la mía, sentí
ambas manos moverse, una acariciaba mi cintura mientas que la otra subía por mi
espalda hasta llegar a mi cuello, tuvimos que separarnos con brusquedad en
busca de aire
—Te extrañe tanto— me dio un beso entre cada
palabra
—Me hiciste mucha falta— admití sonrojándome, aquí
estaba de nuevo abriendo mi corazón que podría ser herido nuevamente en
cualquier momento, mas no me importaba ya nada
—Descansa y no dudes en llamarme si necesitas algo—
asentí, me beso nuevamente y después se marcho, regrese a mi habitación me
coloque la pijama para acomodarme junto a Evan, no tarde en caer profundamente
dormida y no me extrañaba después del día tan agitado que había tenido, a mitad
de la noche me desperté al escuchar a Evan sollozar estaba teniendo una
pesadilla, lo abrace y comencé a tararear su melodía hasta que se tranquilizo,
las pesadillas no lo abandonaron en toda la noche, me desperté 4 veces más, en
la última de ellas se despertó asustado tarde un poco en tranquilizarlo y logro
contarme que lo que perturbaba su sueño era el hecho de que mis padre lo habían
asustado y porque ellos no lo querían.
Me dolía ver que mis padres no tenían escrúpulos,
no habían tenido suficiente con arruinar mi vida, ahora querían arruinar la de
mi bebé, pero no se los permitiría a él no lo dañarían, nadie lo haría, logre
convencerlo de que ellos no importaban, que tratara de olvidar lo que había pasado,
que recordara que Esme y Carlisle lo adoraban, comenzó a contarme una de las
tantas tardes que había pasado con ellos, la sonrisa regreso a su rostro y
volvió a dormir tranquilo.
A las 7 en punto Megan me llamo para avisarme que
las cosas perecían volvían a su estado normal, con eso se refería que comenzaba
a estabilizarse la situación, lo cual era una excelente noticia ya que indicaba
que pronto comenzarían a rodar un par de cabezas y sabia quien sería el
primero, me acomode junto a mi hijo después de colgar, había decidido que este
día Evan no iría a la guardería, lo dejaría dormir después de la mala noche que
había pasado, intente hacer lo mismo pero me fue imposible, comencé a ver la
televisión para distraerme, al no ser suficiente decidí que me daría una ducha
y tal vez eso me ayudaría pero no fue así, dos horas después Evan se levanto
por lo que fuimos a desayunar
—Bella, te sientes bien?
—Es solo que no dormí muy bien— me serví una taza
de café, Evan le estaba llamando a Edward para ver si vendría a desayunar con
nosotros, apenas colgó cuando el timbre sonó y Edward apareció con su
característica sonrisa, beso a Evan y después de acerco a mi
—Buenos días— me tomo de la cintura y se inclino
para besarme
—Mi mami!— reí al ver que Edward se había detenido
dando un bufido de frustración
Se acomodo junto a Evan, desayunamos como siempre
con la vocecita de Evan de fondo, Ángela se encargo de bañar a Evan, mientras
Edward y yo salimos a la terraza.
—Que sucede?—pregunto al fin después de varias
miradas furtivas
—De que hablas?
—Te notas cansada amor
—Evan paso una maña noche, despertó varias veces en
la madrugada y todo por lo sucedido ayer— me obligo a recargarme en él y
comenzó a acariciar mi espalda— no hagas eso o me quedare dormida
—Es lo que intento amor—hice un mohín y me separe
un poco de él, me acerque lentamente a sus labios y el acorto la distancia
besándome, abandono mis labios para adueñarse de mi cuello
—Edward por favor— mi autocontrol no tardaría en
derrumbarse si no lo detenía
—Lo siento— asentí nos mantuvimos en silencio, su
mano entrelazada a la mía, era un silencio agradable, un momento después llego
Evan, jugamos con él hasta después de la comida que fue cuando Edward tuvo que
marcharse ya que haría guardia sustituyendo a uno de sus compañeros, prometió
que llamaría a Evan antes de que durmiera.
La tarde paso rápidamente, Evan había estado más
tranquilo vimos un par de películas, lo acomodo de nuevo en mi cama junto a mí,
encendí el televisor en Bob esponja, solo escuchaba la risita de Evan cuando
sucedía algo que le parecía gracioso, a las 9:30 mi celular comenzó a sonar.
—Si
—Hola amor— sonreía al darme cuenta de quién era,
Evan me veía pendiente para saber quién era, no se había dormido por que
esperaba a que su papa le llamara
—Que tal va la guardia?
—Bien, creo que no dormiré mucho, hay varios
pacientes delicados
—Eso no suena bien, te dejare hablar con Evan antes
de que se enoje por acaparar a su papa
—Descansa mi amor— deje que Evan y Edward hablaran
se despidieron y poco después mi hijo cayo dormido y yo junto con él.
Una semana había pasado, Esme había estado una
tarde y se alegro de saber que Edward y yo habíamos hablado y que estábamos
habíamos aceptado darnos una oportunidad por Evan y por nosotros, Evan ya no se
molestaba tanto con la cercanía de Edward, es mas ya no decía nada si
encontraba a Edward abrazándome pero aun se molestaba si lo veía con
intensiones de besarme, cuando veíamos películas se acomodaba entre nosotros,
Edward se notaba frustrado por las acciones de nuestro pequeño, yo solo le
murmuraba "Es Evan", y el rodaba los ojos
El viernes había llegado y con eso un maravilloso
día, me levante antes de que mi despertador sonara, me di una ducha y me
arregle como de costumbre una falda ajustada y una blusa de manga corta,
zapatillas altas, me maquille de manera natural y deje mi cabello suelto,
desayune junto con Evan, lo lleve a la guardería y de ahí directo al trabajo
—Hola Bella, ya están todos en la sala de juntas—
me aviso Megan entregándome una carpeta con los papeles necesarios
—También están mis abogados
—Si, suerte— le sonreí antes de entrar a la sala de
juntas que se encontraba en un gran murmullo, ahí estaba Demetri junto a su
padre, sonrió y yo solo enarque una ceja, en uno de los extremos vi a mi grupo
de abogados y entre ellos estaba Emmett.
—Buenos días señores
—Isabella que alegría verte— si creía que
adulándome conseguiría algo estaba muy equivocado
—También me alegro de verlos aquí Sr. Abernathy
—Siempre supe que serias una de las chicas con un
gran futuro, y me alegro de poder hacer negocios contigo y más ahora después de
los problemas que nos causo a todos esa inestabilidad
—Su empresa está al borde la ruina y yo estoy
dispuesta a comprar 80% de las acciones
—Eso no lo creo posible…
—No tiene opción— comencé a jugar con la pluma,
Demetri me estaba fulminando con la mirada y yo solo le sonreí de la manera mas
burlona
—Fuera hay varias empresas que estarían dispuestas
a asociarse conmigo que es lo que pensé que planeabas a hacer tu
—No hay quien desee asociase con ustedes, ya me
encargue de ello, en este momento yo soy su única opción
—Eso no es verdad
—Puede llamar a quien lo desee, aunque es una
pérdida de tiempo, esto es lo que ofrezco— escribí la cantidad en un papelito y
se la extendí
—Espero que sea solo una broma o que sea el valor
de una sola acción— comencé a reír, haciéndolo enfurecer
—Esos $30 000 dls, es lo que pienso pagar por el
80%, es que no se da cuenta de que su empresa ya no vale nada, no se arrepiente
de no aceptar mi primera oferta
—No te venderé mucho menos por esa cantidad
—No hay nadie más que vaya a asociarse con ustedes
—Es lo que tú crees— vi que ambos comenzaban a
hacer llamadas junto con los ejecutivos que los acompañaban, bostece sin poder
evitar y comencé a girar en mi silla giratoria, los escuchaba gruñir cuando la
respuesta era un no, mire mi reloj para comprobar que habían pasado 20 minutos
—Suficiente, ya se dieron cuenta de que nadie se
asociara con ustedes, firme
—No hasta que haga un mejor ofrecimiento
—El doble y es mi última oferta
—Es una burla
—Reconsidérelo, soy su única opción
—Que es esto Isabella, pensé que negociaríamos
—Pensó mal, quiero acciones y las conseguiré, solo
piense que si no me vende ahora, mañana el valor será menor
—Cuando tu padre se entere…
—El está en la misma situación, estos son negocios
y caerá el que se lo merezca
Paso de ser una negociación civilizada a los
gritos, Demetri comenzó a intervenir y me alegraba de que no fuera tan listo
después de todo no se había dado cuenta de que todo lo que le estaba por
suceder a su familia seria su culpa
—No seguiré perdiendo mi tiempo, sabe las
consecuencias y si fuera más inteligente escucharía a sus abogados y vendería—
me levante dispuesta a salir apenas había dado un par de pasos
—Venderé
—Papá— gruño Demetri poniéndose de pie, le extendí
el contrato donde se hacia el traspaso de las acciones por la cantidad acordada
—Ya tenias todo listo?
—Sabia que lo haría— volví a acomodarme en mi
silla, Emmett hablaba con los abogados del padre de Demetri, media hora después
de un ambiente tenso, los abogados de ellos dieron la aprobación, antes de que
firmara Demetri casi chillaba porque no lo hiciera
—Es una nada papa
—No tenemos opción— sonreí al ver que comenzaba a
firmar, me lo extendió cuando firmo la última línea.
Comencé a revisarlo junto con Emmett, me sorprendió
ver la seriedad con la se comportaba, era como si fuera otra persona, sabia
separar perfectamente su faceta de niño divertido con el profesional que tenía
delante
—Esta todo en orden— sentencio Emmett a lo que yo
solo asentí
—Esto quiere decir que el 80% ya es mío y puedo
comenzar a hacer movimientos?— todos asintieron
—Que es lo que pretendes con todo esto Isabella—
gruño Demetri ya fuera de si
—Eso es todo Señores, en verdad que fue un placer negociar
con ustedes— el asístete de maxwell les entrego el cheque
—Maldita sea Isabella contesta porque haces esto
—Tengo que recordarte nuestra última conversación—
me levante apoyándome en la mesa, el palideció— tu arruinaste mi vida y yo jure
que te aplastaría y lo acabo de hacer, por tu culpa tu familia está en la ruina
—Todo esto lo has hecho por una estupidez
—Para mí no es una estupidez, me arrebataste lo
único que valía la pena, ahora yo te quite lo único que te importa
—Que quieres que haga
—Suplica y tal vez lo reconsidere— veía a ambos
lados solo para comprobar que todas las miradas estaban puestas en el— Veo que
no te importa tanto conservar tu status
—Es lo que deseas— se hinco ante la mirada atónita
de su padre, camine hasta quedar cerca de él— tu ganas, hiciste que me
humillara delante de ti
—A eso le llamas rogar?— negué— eres patético, no
sirves para nada, quiero ver como sobrevivirás en tu nueva vida
—Es que esto no es suficiente, que es lo que
deseas?
—No me interesa nada de ti
—Si no te interesa, porque comprar nuestras
acciones— se levanto
—Nadie dijo que yo las quería para mí, por favor su
empresa es inservible
—Inservible?— gruño, asentí
—Si me disculpan tengo cosas más importantes que
hacer, que perder mí tiempo con gente tan patética como ustedes
—Te vas a arrepentir
—Es que aun no te queda claro que puedo hacerte más
daño del que tú podrías— apretó los puños, levante mi vista a mis ejecutivos
que tenían el semblante rígido— Louis, Daniel, quiero que se encarguen de hacer
lo necesario para vender estas acciones al mejor postor
—Con eso nos obligaras a vender lo que nos queda
—Sí y quedaran en la ruina, te recomiendo que
compres el periódico dentro de dos días, ahí aparecerán como la empresa que
quedo en la ruina, adiós vida social, adiós lujos, estarás en la calle
—Isabella— su voz estaba rota, es que iba a llorar?
—Te dije que siempre gano— di media vuelta y Salí
al pasillo, entre lo mas rápido al ascensor, había terminado, lo había dejado
en la calle
La tarde pasó sin nada más emocionante, bueno solo
que ya había un par de interesados en comprar las acciones que había adquirido,
dispuestos a pagar bastante bien.
Antes de salir de la oficina mi teléfono comenzó a
sonar, lo tome en lo que buscaba mis cosas, era mi pequeño que me pidió que
pasara a buscarlo a casa de Edward, no era la primera vez, así que me dirigí en
busca de mi bebé, logre evitar el tráfico, acomode mi ropa antes de toma el
ascensor, llame un par de veces a la puerta pero nada sucedía no se escuchaba
ni un solo ruido, volví a tocar en lo que buscaba mi teléfono en mi bolso
—Lo siento estaba acomodando un par de cosas— entre
pero todo el departamento estaba oscuro
—No veo nada, es una nueva manera de ahorrar
energía o es que te has quedado sin luz por no pagar— solo escuche que se reía
suevamente, poso sus manos en mi cintura y comenzó a hacerme caminar, se detuvo
y encendió la luz
—Sopesa Mami— había una mesa puesta para tres y
Evan ocupaba ya uno de los lugares, no pude evitar sonreír
—Que es todo esto?— me gire hacia Edward, se
inclino para poder besarme
—Solo quería que cenáramos los 3— me condujo hasta
mi silla, la retiro para que me sentara
—Y tú jovencito, porque no me dijiste nada
—Mi papi, me dijo que eda una sopesa y que no podía
decite
—Es mi culpa, yo lo obligue a que no te dijera nada
—Me pometio una caja de chocolates— se cubrió la
boca con las manitas, y Edward sonrió nervioso
—Eso no debía de saberlo tu mama
Evan no dejo de platicar de todo lo que habían
hecho, desde que Edward había pasado por el a su escuela, las compras en el
supermercado y lo más entretenido la preparación
—Mi papi llamo muchas veces a mi abuedita— sonreí
al ver el sonrojo de Edward mientras Evan comía su helado de chocolate
—Y tu abuelita soporto que tu papi le llamara tantas
veces?
—Se dio de él cuando vino y lo enconto cubieto de…
como se llama papi
—Harina— se levanto llevando con él un par de
platos
—Espera aquí, no tardo solo llevo estos platos—
tome los que habían quedado y lo seguí dejando que Evan terminara su helado,
entre a la cocina y lo encontré presionándose el puente de la nariz— muchas
gracias la cena estaba deliciosa además de que fue un gran detalle
—Esme contribuyo, gracias a ella esto no fue un
desastre— deje los platos en el lavavajillas para después colocarme delante de
él, coloque mis manos en su pecho
—La intensión es la que cuenta, muchas gracias, me
encanto el detalle— lo bese y el correspondió,
—Mami puedo cómeme tu helado?— tuve que sepárame de
los labios de Edward para poder contestarle a Evan, Edward se había vuelto a
relajar
—No entiendo porque te avergüenzas, por lo menos tu
cocinas mejor que yo— roce sus labios – regresemos con nuestro pequeño
Lo encontramos comiendo de mi helado, siguió platicando
as aventuras de su papá, yo solo deje mi mano descansar en la rodilla de Edward
y la presionaba cuando lo sentía tensarse, entre los tres terminamos de
acomodar la cocina, escuche la puerta abrirse y por ella aparecieron Esme y
Carlisle que nos ignoraron a Edward y a mí para comenzar a consentir a su nieto
—Buenas noches— saludo Edward al ver que no
pensaban hacerlo ellos
—Bella, ¿como estas cariño?
—Bien Esme, muchas gracias por la ayuda— le dije al
oído cuando me abrazo, ella sonrió y asintió, después abrace a Carlisle
—Llegamos a tiempo— vi que Edward asintió
—De que me perdí
—Evan vendrá a dormir a casa con nosotros, creo que
les hará bien que salgan solo ustedes, además de que ya tenemos todo listo para
nuestra noche de películas y veremos Buscando a Nemo
Así como habían llegado se marcharon llevándose a
Evan, les dije que era la primera vez que dormía lejos de mi y que lo más
seguro es que lloraría, ellos me aseguraron que eso no sucedería pero de ser el
caso me llamarían y me lo llevarían a casa.
Entre al estudio de Edward en lo que buscaba algo
en su habitación, me sorprendí ver que ahí mantenía varias fotografías de
ambos, cada fotografía me recordó a un momento especial de nuestra relación, él
las mantenía a la vista mientras que yo las había dejado en una caja, mis ojos
comenzaron a arder
—Que sucede?— deje la fotografía en su sitio, sus
ojos se encontraron con los míos
—Nada
—Mientes— tomo mi rostro entre sus manos— que es lo
que sucede amor
—Es solo que no recuerdo todo— recargue mi cabeza
en su pecho
—Bella…
—Sabes hoy deje a Demetri en la ruina— levanto
nuevamente mi rostro, aunque su rostro estaba serio sus ojos brillaron
—Porque haces todo esto
—Ajuste de cuentas, si él me quito lo único que me
importaba, yo solo hare lo mismo— halo de mí hasta que ambos estuvimos sentados
en el pequeño sillón
—Bella te amo y eso no cambiara, pero no me
gustaría que todo esto te cambiara, cuando te vi de nuevo en esa cena debo de
decir que me dejaste impresionado lucias más hermosa de lo que recordaba, pero
me desconcertaste cuando hablaste con tus padres, te comportaste como una
verdadera Swan— acaricio mi mejilla
—Me comporte como ellos se comportaron conmigo,
pero eso no me cambiara, Evan es lo que me mantiene
Decidimos salir a caminar un rato por las calles
casi desiertas, era una zona bonita pero no se comparaba como en la que yo
vivía, no hicieron falta las palabras, llegamos a un pequeño café que estaba
cerca, en el lugar había un ambiente cálido y había varias parejas que disfrutaban
de la música clásica, Edward y yo comenzamos a recordar algunos de los momentos
que habíamos pasado juntos, ambos nos sorprendimos de recordar detalles que
pensábamos ya no estaban presentes.
Cerca de las 11 regresamos a su casa recordando las
constantes burlas de Emmett y la manera en que llegaba a dejarlo callado, el
viento era sumamente frio debido a que estaba cerca diciembre, froto mis brazos
con sus manos intentando que tomara un poco de calor, su departamento era
cálido pero algo sombrío, aunque Alice había ayudado en la decoración se notaba
algo sombrío algo que no me cuadraba con Edward.
—Bella— sus dedos acariciaron suavemente mi mejilla
mientras la otra se apoderaba de mi cintura, envolví su cuello con mis brazos
rompiendo la distancia que nos separaba, fue un beso lleno de pasión y deseo
contenido, Edward dejo sus dos brazos en mi cintura y me levanto un par de
centímetros, me separe de sus labios en busca de aire y note que ya no
estábamos en el pasillo si no en su habitación, mis pies tocaron nuevamente el
suelo y observe la habitación, era algo pequeña, una cama matrimonial, una
cómoda una televisión de pantalla plana un armario de tamaño regular, una
ventana por la que se filtraba la poca luz de la calle y la puerta que debía de
ser la del baño
—Bella yo lo…
—No digas nada y bésame— comencé a desabrochar su
camisa lo más rápido que podía, ya que mis dedos temblaban como si fuera
primeriza
Nos despojamos de nuestra ropa quedando solo en
ropa interior, mis labios debían de estar hinchado, sus manos masajeaban mi
cadera mientras mis dedos recorrían su pecho, reconociendo cada parte de su
anatomía, me levanto obligándome a envolver mis piernas en su cintura, me
acomodo en la cama con sumo cuidado sin dejar de besar mi cuello.
Arquee mi espalda para facilitarle el que
desabrochara mi sostén, lo retiro con sumo cuidado, mordí mi labio inferior,
sus pupilas se había oscurecido iba de mis ojos a mis senos, mordió lentamente
mi cuello seguido por mi clavícula
—Mi amor— su voz era ronca y sumamente sexy
—Hazme el amor Edward, te necesito— frote mi sexo
con el suyo logrando sentir su creciente erección y como comenzaba a
humedecerme.
Su boca fue directo a tomar uno de mis pezones
logrando que un gemido se escapara de mis labios, sus labios en es parte de mi
anatomía lograban que mi respiración se entrecortara, siguió con el otro
logrando el mismo efecto que en el anterior aunque esta vez lo sentí mucho más
intenso, su mano de se había introducido dentro de la única prenda restante,
llegaron a la parte más intima y que solo el conocía, sus dedos aun recordaban
el punto exacto para hacer delirar y gritar su nombre, sus labios abandonaron
mis seños para besar mi mandíbula, levante mi cadera para que pudiera quitar mi
única prenda, el se deshizo de la que él llevaba, me sonroje al saber que
estaba totalmente expuesta, instintivamente intente llevar mis manos a mi
vientre pero él me lo impidió
Sus labios besaron cada parte de este, me
estremecí, aunque sabía que había recuperado mi peso, no podía evitar sentirme
diferente, en verdad había cambiado.
—Sigues siendo igual de hermosa, el embarazo solo
remarco tus hermosas curvas— me sonroje al darme cuenta de que entendía mi
temor
—Creo que…
—Eres Bellísima, mi amor— beso mi vientre un par de
veces más, subió hasta mis senos y lamio cada uno de los pezones haciéndome
gemir nuevamente, se adueño de mis labios enrede mis dedos en su cabello, se
separo un segundo para colocarse un condón, volvió a besarme con mayor
intensidad ahogando un gemido , la punta de su miembro estaba rozando mi
entrada, mi cadera pero él se alejo un poco, gruñí y el sonrió sin apartar sus
labios de los míos, cuando nos hizo falta el aire, fue directo a morder el
lóbulo de mi oreja.
Comenzó a entrar lentamente, gemí contra su oído al
mismo tiempo que él lo hacía contra en mío, se quedo quieto al estar
completamente dentro de mí, moví mi cadera ligeramente para que comenzara a
moverse, sus movimientos eran lentos una tortura, moví mi cadera al ritmo que
quería que lo hiciera, lo comprendió de inmediato porque así comenzó a embestir
de una manera rápida y sumamente placentera
—Ed…ward
—Sigues siendo mi perdición
—Y tú la mia, Edw... hmmm— se detuvo dentro de mi
antes de que pudiera protestar se giro dejándome sobre él, comencé a moverme
manteniendo mis manos apoyadas sobre su pecho que me ayudaba a impulsarme, las
suyas se adueñaron de mis senos, los masajeaba después solo sus pulgares acariciaban
mis pezones.
Ni él ni yo, lo pudimos evitar los gemidos se
habían transformado en algo más fuerte, pequeños gritos, era un placer que
había extrañado y que solo él era capaz de darme, mis paredes comenzaron a
estrecharse alrededor de su miembro, sus manos se acomodaron en mi cintura
ayudándome en la mejor parte, me impulsaba mas rápido hasta que el orgasmo
inundo mi cuerpo seguida por el de él, me deje caer sobre su pecho, una capa de
sudor cubría nuestros cuerpos, la respiración era muy agitada y nuestros
latidos irregulares.
Salió lentamente de sin apartarme de su cuerpo,
bese su cuello ya que mi rostro estaba oculto en lo que lograba tranquilizarme
—Eres única— acaricio mi espalda— la mejor
—Te amo Edward, nunca lo he dejado de hacer,
después de ti no ha nadie eres el único hombre que conoce cada parte de mi
cuerpo, que conoce el punto exacto para hacerme vibrar
—Tenemos toda la noche por delante mi amor— regrese
a besar sus labios sintiendo sus manos recorrer mi cuerpo, sería una noche
larga pero sin duda la mejor en mucho tiempo, deseaba sus caricias, sus besos y
sobre todo sentirlo dentro de mi cuantas veces fuera posible y sabia que as
seria esta noche, recuperaríamos el tiempo perdido.
...
Hola Titi:
ResponderBorrarHe vuelto a leer tu historia y no me canso. Es dantastica.
Gracias y saludos