Celos
No quería abrir los ojos, no quería despertar de
este maravilloso sueño, aun podía jurar sentir las caricias y los labios de
Edward sobre mi piel, su aroma embriagante, sus jadeos perforando los sentidos
y su manera de hacerme tocar el cielo, no quería que al abrir los ojos todo
esto desapareciera, no sería la primera vez que soñaba con una de nuestras
tantas noches, esas en las que solo éramos el y yo, en las que nos entregábamos
sin restricción, nunca había sido solo sexo siempre habíamos hecho el amor.
Apreté la almohada contra mi pecho y una lagrima
bajo por mi mejilla, odiaba soñar porque era muy duro despertar y darse cuenta
de que nada era real
—¿Mi amor, que sucede?— apreté los ojos fuertemente
mientras un nuevo sollozo salía de mis labios, ahora escuchaba su voz, sentí
una caricia en mi espalda, abrí los ojos para encontrarme con la dulce mirada
de Edward, estire mi mano para tocar su mejilla.
—Estas aquí, eres real— sus labios se unieron a los
míos, un beso que me dejo en claro que todo había sucedido y que no era
producto de mi imaginación, se separo lentamente y yo solo pude sonreír
—Siento que te despertaras sola, tuve que ir al
hospital por una emergencia
—Está bien— se acomodo junto a mí, lo abrace y me
quede así dejando que sus caricias me relajaran, tome su muñeca para ver la
hora, apenas iban a ser las 7, demasiado temprano, bien podía dormir un poco
mas y parecía que él pensó lo mismo porque ambos volvimos a dormir.
Una melodía extraña sonaba inundando la habitación,
abrí los ojos e intente enfocar de donde provenía, tuve que separarme de Edward
y envolverme en una de las mantas, encontré el teléfono de Edward en el suelo
"Esme" fue el nombre que apareció
—Diga
—¿Bella?, que no es teléfono de Edward— la vocecita
de Alice fue la que me contesto, no respondí así que solo desperté a Edward y
le entregue el teléfono.
Se levanto de la cama y salió de la habitación,
8:30 marcaba el reloj junto a su cama ya era hora de regresar a mi casa y darme
un buen baño, decidí a vestirme y acomode un poco la habitación antes de salir
y encontrarme con Edward
—¿A donde crees que vas?
—Tengo que ir a casa para cambiarme y después creo
que pasare por Evan
—Te acompaño, si eso no te molesta— asentí
Cada uno se fue en su auto, al llegar a mi casa fui
directo a mi habitación y el dijo que me esperaría en el estudio, el agua
recorría mi cuerpo relajándome, aun me parecía algo tan irreal, después de
tanto tiempo ambos habíamos estado juntos, habíamos hecho el amor como solíamos
hacerlo, nuestros cuerpos seguían respondiendo de la misma manera con la misma
intensidad o me atrevería de decir que había aumentando, tal vez debido a todo
el tiempo en que nos habíamos mantenido lejos.
Salí de la ducha me envolví en la toalla y me
detuve frente a mi armario, me reí de mi al notar lo que estaba haciendo, había
a pasado más de 10 minutos observando que usaría, cosa que no hacía desde hace
mucho tiempo, mi arreglo siempre era impecable pero no lo hacía para
impresionar a nadie, tome un jeans oscuro, una blusa gris y un lindo abrigo,
acomode mi cabello y cuando la imagen del espejo fue de mi completo agrado fui
hasta donde sabía que estaba Edward, en el trayecto me encontré con Ángela que
me indico que el desayuno estaría listo en menos de 15 minutos y me aviso que
saldría con Megan, ambas se habían hecho buenas amigas, era agradable que eso
sucediera ya que Ángela tenía que salir a distraerse y que mejor que fuera con
Megan.
Lo encontré con un álbum entre sus manos, me senté
a su lado y deje descansar mi cabeza en su hombro, le platique cada una de las
fotografías, en su mayoría solo estábamos Evan y yo, en otras estaba con
Damián, Ángela e incluso con John y Grace.
Se detuvo un par de minutos en la fotografía del
último cumpleaños de Evan, un sinfín de globos de colores y un enorme pastel
con tres velitas, yo lo sostenía en lo que él se preparaba a para apagar las
velitas, bese su mejilla y siguió observando el resto de las fotografías, llego
hasta la última que había sido en nuestras últimas vacaciones de navidad, ambos
en la nieve, Evan apenas se podía mover por la gruesa chamarra, la gorrita y la
bufanda
—Siento que me he perdido tanto
—Siento eso, pero creo que aun hay muchas cosas más
delante
—Si las hay y esta vez no me perderé una sola— rozo
mis labios después de cerrar el álbum, su mano se coloco en mi nuca evitando
que me separara de él— Quiero hacer las cosas bien, así que amor, quieres ser
mi novia?
—Supongo que sí— enarco una ceja y yo solo reí— si
Cullen seré tu novia nuevamente
Sus labios volvieron a estar con los míos, nos
separamos al escuchar una disculpa por parte de Ángela que se había sonrojado,
nos indico que el desayuno estaba listo, asentí y tome la mano de Edward para
ir al comedor que daba una maravillosa vista a Central Park.
Desayunamos mientras platicábamos de nuestros 3
años perdidos, era difícil hablar de ellos, pero había demasiadas cosas que
debíamos de saber, me hablo de los diferentes trabajos de investigación que
había realizado y el sin numero de conferencias que había dado, las horas en el
hospital, con todo eso me di cuenta de que todo ese tiempo, se había refugiado
en su trabajo de la misma manera que yo lo había hecho en un principio, pero yo
en cambio tenia a Evan que me había hecho recuperarme, era el que le daba otro
sentido a mi vida, el que me hacia sonreír en los días más difíciles y en
cambio Edward no había tenido nada.
Después del medio día decidimos que era hora de ir
por nuestro pequeño, habíamos esperado recibir una llamada diciendo que Evan
nos extrañaba, pero todo parece que se estaba divirtiendo tanto que no se
acordaba de nosotros, a mi me dolía un poco al saber que podía estar lejos de
mi.
Nos fuimos en el auto de Edward, era como regresar
en el tiempo, en todas aquellas veces que hicimos este mismo recorrido, salíamos
juntos de casa para ir a la de sus padres, en las luces rojas se inclinaba para
besarme y su mano se posicionaba en mi rodilla y yo sonreía, en la primer luz
roja ambos nos quedamos en silencio, note su mano colocarse cerca de mí y
sonreí, fui yo la que dio el primer paso me acerque a él y lo bese hasta que la
luz cambio, acomodo su mano sobre mi rodilla
Se detuvo frente a la puerta de la hermosa casa de
sus padre, me ayudo a bajar del auto y sin soltar mi mano entramos, todo estaba
en silencio seguimos hasta llegar al jardín trasero y ahí los encontramos,
Jasper y Carlisle encendiendo la parrilla, las chicas acomodando la mesa y
Emmett jugando con Evan que reía mientras lo perseguía.
Apreté la mano de Edward para que se quedara un
momento más ahí, ahora recordaba porque amaba a toda su familia, siempre habían
sido tan unidos eran la familia que yo siempre había deseado, aun teniendo el
status que poseían se comportaban como una familia común, los lujos y todas
esas banalidades pasaban a segundo plano.
Sus sonrisas eran verdaderas, no como aquellas que
muchos dejaba ver en sus rostros, siempre había querido una familia así, y
ahora tenía la oportunidad de crear esa familia, con Evan y Edward a mi lado lo
haría posible, sus labios rosaron mi frente, acune su rostro entre mis manos
para poder besarlo, no era un beso como los anteriores, era uno especial, uno
en el que le pedía perdón por privarlo de estar con su hijo aunque se lo
merecía y por la paciencia que había tenido, después de la manera en la que lo
había tratado él no había desistido y seguía intentando acercarse a mí,
demostrarme lo importante que era para él, nuestra gran noche me había servido
para abrir los ojos.
Nos separamos en la busca de oxigeno, sus brazos me
rodearon, se enderezo obligando a que mis pies abandonaran el suelo, envolví su
cuello con los míos y volví a besarlo, sabía que los dos estábamos disfrutando
de este momento, su lengua acaricio mi labio inferior pidiendo permiso para
poder entrar, entreabrí mis labios para que su lengua tuviera acceso, un
carraspeo nos hizo separarnos y me sonroje al notar que era Carlisle que nos
observaba con una enorme sonrisa
—Hola papá, ¿que tal paso la noche Evan?— me dejo
de nuevo sobre el suelo para saludar a su padre.
—Tuvimos una gran noche de películas, tu madre y yo
ya necesitábamos algo diferente y Evan nos hizo la noche… bastante interesante.
—¡Mami!— observe sobre el hombro de Carlisle y lo
vi correr hacia donde estábamos abandonando a Emmett, me disculpe y fui a
recibir a mi bebé en mis brazos, me lleno el rostro de besos
—Y no hay un beso para mí— la sonrisa de Evan se
hizo más amplia y beso a Edward que mantenía su mentón apoyado en mi hombro
—Comedemos hambuguesas— dijo con emoción señalando
la parrilla y a Emmett que se estaba refunfuñando porque Rose le estaba
colocando un delantal, parecía que alguien había perdido una apuesta.
—Hhmm, eso suena bien
Entre todos nos pusimos a terminar de arreglar todo
para la comida, Evan jugaba con Edward, mientras que Carlisle y Emmett se
encargaban de la carne y Jasper había salido en busca de algo que habían
olvidado. Nosotras nos acomodamos en la mesa Esme frente a mí, Alice al lado de
Esme y Rose junto a mí, platicaba con Esme pero sentía la mirada de las chicas
—Bella— la voz tímida de Alice me hizo girarme
hacia ambas que se habían acercado más
—Lo sentimos tanto— la mano de Rose tomo la mía—se
que te dimos la espalda cuando tu mas nos necesitabas
—Y eso me dolió, eran las únicas personas que tenia, pero sabía que eso iba a suceder, ustedes se pondrían del lado de Edward, es por eso que me fui lejos de aquí
—Nos cegamos al dejarnos guiar por tu pasado, fui una
estúpida lo sé, nosotras mejor que nadie sabíamos lo mucho que amabas a Edward—
Alice se había colocado al otro lado, se notaba su arrepentimiento
—Y aun así me dieron la espalda
—Se que eso no va a cambiar porque nosotros te
juzgamos, no teníamos derecho a hacerlo, pero lo hicimos y eso no va a cambiar
estamos arrepentidos y digo arrepentidos porque también Emmett y Jasper lo
están
—Alice eso ya no importa
—Se que nosotros no te dimos el privilegio de
defenderte solo te juzgamos, no te dimos la oportunidad de hablar y estas en
todo tu derecho en no escucharnos, pero lo que te voy a decir no es sobre
nosotros
—No comprendo a donde quieres llegar con esto
—Tienes que saber algunas cosas de Edward
—Alice creo que sé suficiente, no quiero que me
recuerdes diciéndome con cuantas…
—No Bella, no te diremos eso, lo que queremos que
sepas es que Edward se volvió otro cuando tú te fuiste
—Claro me die cuenta de ello— intente levantarme,
no quería escucharlas, que es lo que se proponían recordando esa parte, hacerme
pensar con cuantas chicas estuvo
—No hablamos de ese lapso, hablamos del momento en
que supimos la verdad— Rose apretó mi mano antes de continuar, tomo aire— él se
encerró en su trabajo, doblaba guardias, no era el chico que todos conocíamos,
su vida giraba alrededor de encontrarte
—Hizo hasta lo imposible por encontrarte, no me
gustaba que estuviera solo en su departamento, procuraba ir a menudo con él,
pero había veces que ni siquiera abría, por lo que tuve que hacerme de mi
propia llave, le molesto pero después se resigno
—Ya te conto de que Jake le dio un buen golpe por
lastimarte y hacer que te fueras de la ciudad
—Que Jake hizo que cosa?— esa parte si me la había
perdido
—Fue cerca de 3 semanas después de que supimos que
era un error, Jake llego aquí y lo primero que hizo fue darle un buen golpe y
él no se defendió, Emmett y Jasper lo sostuvieron para que no lo hiciera de
nuevo, hablamos con él y Leah , ella se molesto por no tomarnos la molestia de
llamar para saber si habías pasado la noche en su casa
—Así que Jake le dio su merecido— sonreí sin poder
evitarlo, las tres me vieron con sorpresa— lo siento Esme, pero se lo tenía
bien merecido, me hubiera gustado ser yo, pero creo que me hubiera hecho más
daño
—No te culpo hija, yo también pensé lo mismo cuando
eso sucedió—se encogió de hombros y sonrió tímidamente— sufrió bastante al
saber que se había equivocado, le dolió saber que te había alejado de su vida
por una tontería y se hundió mas al saber que no te habías marchado sola
—Papá fue bastante duro con él, no le importo verlo
lastimado por saber que se había equivocado al alejarte, aun viéndolo como
estaba le mostro tus estudios, le dejo saber que sería padre y que por su
estupidez posiblemente jamás conocería a su hijo— me gire a donde estaban
jugando, Evan sosteniendo el balón y corría para que Edward no lo alcanzara,
algo que era difícil ya que lo alcanzaba lo tomaba en brazos y lo dejaba de
cabeza en lo que el reía
—Evan fue lo que me dio la fortaleza para seguir,
por él tome la decisión de irme de la ciudad—tome la mano de Esme entre las
mías— tu mejor que nadie me comprenderás Esme, esto no solo lo hice por mí, lo
hice por él, no hubiera soportado que Edward lo rechazara, tenía que proteger
lo único que me quedaba de él, una madre hace cualquier cosa por proteger a sus
hijos
—Yo te comprendo, como ya te lo había dicho antes
hija yo no te culpo de nada, lo que hiciste fue solo por amor a ese pequeño,
sin importar que su padre se comportara como el mayor tonto que existe
—Porque no decirlo, porque no decir que estabas
embarazada
—Simple Ali, el pensaba que lo engañaba con
Demetri, si le hubiera dicho que estaba embarazada el hubiera pensado que no
era suyo, no me iba a arriesgar, hice lo que fue mejor, me marche a comenzar de
nuevo, una nueva ciudad, nuevo trabajo, tenía que luchar no solo por mi si no
por mi hijo
—Es un niño hermoso y no lo digo porque sea mi
sobrino ni mucho menos físicamente, me refiero a que es como eres en realidad,
cálido, alegre, inteligente…
—Eres una excelente madre, yo en tu lugar me
hubiera vuelto loca, no hubiera podido hacer ni una cuarta parte de lo que tú
has logrado, comenzar de cero, traer al mundo a un pequeño encantador, formar
tu propia empresa y convertirte en el terror de miles y aun así seguir siendo
una excelente madre y esto lo digo porque te he observado, la manera en que lo
tratas— las palabras de Rosalie me hicieron llorar, ellas se habían portado muy
mal conmigo me había dado la espalda, pero era lo lógico ellos estarían del
lado de Edward
—No puedo decir que se una excelente madre pero al
menos lo intento, hago todo lo que está a mi alcance
—Nos hubiera gustado estar junto a ti en esa etapa
que debió de ser hermosa, además de que te favoreció, apuesto a que muchas te
envidiaron— sonreí y negué
—Fue una gran etapa no lo niego, pero no pude
disfrutarla como me hubiera gustado, en primer lugar porque hubiera deseado que
Edward estuviera conmigo y en segundo porque estuve a punto de perderlo, fui a
dar al hospital y tuve que estar en reposo, aunque no me gusto la idea de estar
en cama gran parte del embarazo, lo hice por mi bebé, la primera vez que lo
tuve en mis brazos y que lo escuche llorar supe que todo había valido la pena.
Los brazos de Rose me rodearon y yo hice lo mismo,
deje que pequeñas lagrimas se me escaparan, no podía odiarlas después de todo,
tal vez la confianza tardaría en regresar, pero ellas seguían siendo de las
pocas personas que podía considerar lo más cercano a mi familia.
—Perdónanos Bells—Alice nos abrazaba a ambas yo
solo asentí, un par de brazos nos rodearon a las tres
—Porque hay abrazo colectivo?— reímos al escuchar
la voz de Emmett, Rose se quejo e hizo que nos soltara, limpie mis mejillas
sonriendo al ver a Rose golpearlo, pero eso no le impidió abrazarme como solía
hacerlo, obligándome a levantarme, me removí para que me dejara de nuevo en el
suelo pero no lo hizo
—Sueta a mi mami— reí al escuchar la vocecita de
Evan, me dejo en el suelo, alcance a tomarlo antes que tocara el suelo ya que
había tropezado
—Padre e hijo son igual de posesivos, si que estas
en problemas Bells— se burlo Alice de mi situación, se que era divertida y eso
que ellos no lo habían visto alejar a Edward
—Pregúntale Edward si es divertido que nuestro hijo
sea tan posesivo— el gruño y todos rieron
—Basta de charlas y a comer
Emmett comenzó a servir las hamburguesas, la
primera y la que dijo era muy especial fue para Evan, se la termine de preparar
en lo que regresaban de lavarse las manos, se acomodo junto a Esme que estaba
feliz de tenerlo junto a ella, Edward me entrego la mía y se acomodo junto a
mí, reímos al ver que Emmett se había servido tres y Rose solo lo regañaba como
si fuera un niño pequeño mientras que el seguía agregándole los vegetales
ignorándola.
—Está todo bien?—asentí, sabía que se había
percatado de que había hablado con las chicas, se inclino para besarme, ambos
reímos al notar que alguien debajo de la mesa se metía entre nosotros, Edward
lo ayudo a salir y lo acomodo entre nosotros, provocando la risa de todos
—Como si no tuvieras suficiente con uno, te
consigues otro en miniatura— señalo Rose mirando significativamente a Evan
—Si era capaz de soportar a uno, creo que el mini
no ocasiona problema, además es comprensible que sea tan aprensivo conmigo,
estaba acostumbrado a tenerme solo para él— le ayudaba a sostener su
hamburguesa para que comiera, sus caritas eran adorables
—Hermano sí que tienes problemas— observe la
sonrisa de Emmett antes de comenzar con la segunda hamburguesa en lo que todos
apenas le habíamos dado una sola mordida
—Solo tengo que hacer que me comparta a su mami—
reímos al ver que Evan se giraba para verlo entrecerrando sus ojitos para después
acomodarse en mis piernas, Edward gruño antes de darle una mordida a su
hamburguesa, yo acaricie su mejilla guiñándole un ojo
—Buena suerte en ello— reí al escuchar que lo
habían dicho Emmett y Carlisle al unisonó
La plática fue respecto a todo lo que habían hecho
desde que Evan había llegado a casa la noche anterior, desde ver la película,
jugar a las escondidas que fue lo más divertido ya que habían dejado que Evan
los buscara, había tardado mucho en encontrar a Emmett así que decidió dejarlo
escondido y se fue con Esme por un vaso de leche
—No creas que eso se quedara así, me quede atorado
atrás del librero— no pude dejar de reír de imaginarme a Emmett oculto mientras
mi hijo disfrutaba de la noche con Esme, los ojos de Esme y Carlisle brillaban
cada vez que mi hijo los llamaba abuelitos, el los adoraba.
De postre fue helado de diferentes sabores, yo opte
por de fresa, Evan de chocolate, siempre elegía uno diferente porque sabía que
el adoraba robarme de mi helado aunque esta vez se sumaba el de Edward, me
lanzaba un par de miradas picaras pero rodaba los ojos al ver a Evan que se
mantenía junto a mí y eso solo indicaba una cosa, no podía acercarse.
Intente robar un poco del helado de Evan pero fui
descubierta, entrecerró sus ojitos y yo lo imite, pego su frente contra la mía,
yo lo abrace y comencé a hacerle cosquillas, su risa hizo que algunos mas
comenzaran a reírse junto con él, después de un momento lo deje terminar su
helado y parte del mío
—Enano tenemos un juego pendiente
—Si!— Emmett se lo llevo en brazos
Entre todos levantamos todo y lo llevamos de vuelta
a la cocina, ayudamos a Esme que se negaba a que lo hiciéramos, Edward
enjabonaba mientras yo los enjuagaba, solo se escuchaban los gritos de Emmett
cuando estaba a punto de perder y los gritos de júbilo de mi hijo. Terminamos
de poner todo en su sitio y nos fuimos a donde estaba Emmett con Evan y Rose
Nos divertimos viendo como Evan vencía a Emmett que
intencionalmente lo estaba dejando ganar, un gesto que me pareció bastante
enternecedor de su parte, ya que él era un chico competitivo que no le gustaba
perder y estaba dejando que Evan lo derrotara, y algo que no pase desapercibido
fue la mirada de Rose, parecía fascinada del comportamiento de Emmett con mi
pequeño mostrito.
Después de la cena y de una plática bastante entretenida
por parte de Emmett , decidimos que era hora de marcharnos, Evan se quedo
dormido en los brazos de Edward que no dejaba de verlo, Alice nos hizo prometer
que aprovecharíamos el domingo y eso solo era ir de compras, me negué
rotundamente pero Edward termino accediendo.
El viaje a casa fue tranquilo Evan iba
profundamente dormido en su sillita, Edward se encargo de dejarlo en su cama y
me ayudo a colocarle la pijama, encendí su lamparita antes de salir, no me
gusto la idea de tener que despedirme de Edward, pero tuve que hacerlo,
prometió llegar temprano para desayunar para después comenzar con mi tortura
personal, aprovechamos que no tendríamos interrupciones para despedirnos con
tranquilidad, sus labios acariciaban los míos, se movían a un ritmo lento pero
exquisito, diferentes partes de nuestro cuerpo comenzaron a reaccionar, nos
separamos aprovechando que aun manteníamos una parte de nuestro autocontrol.
Esa noche no pude quitar la sonrisa tonta que había
tenido en toda el día, abrí los ojos debido a la luz que se colaba por mis
ventanas, y como siempre ahí junto a mi estaba Evan abrazando su osito, mi
celular sonó para avisarme que había llegado un mensaje, sonreí al ver que era
de Edward, que solo decía "Te amo", desperté a Evan quien intento
ocultarse entre las mantas, pero al decirle que iríamos con sus tíos salto de
la cama.
Nos arreglamos para poder bajar a la cocina, Edward
ya nos esperaba ahí, ayudo a Evan a sentarse en su sitio me beso en la mejilla
ganándose una mirada reprobatoria por parte de nuestro hijo, creo que esta vez
Evan era más celoso que Edward.
Llegamos directamente al centro comercial a la
tienda en la que me había acorralado, la chica me vio con sorpresa y esta
aumento cuando vio que Edward tenía a Evan en uno de sus brazos y con el otro
tomaba mi mano, las chicas llegaron varios minutos después en los que yo había
estado revisando la ropa.
Ellas negaron al encontrarme curioseando en la ropa
que exhibían, me arrastraron al interior de una habitación donde había un
perchero con muchísimas prendas y todas para Evan, parecía que habían
encontrado su mini—modelo, al principio Evan estuvo conforme con que lo
vistieran pero después de un rato se quejo y comenzó a hacer pucheros, Edward
se lo llevo a comprar un helado ignorando las palabras de Alice que quería
seguir torturándolo, ambas comenzaron a guardar las prendas en diferentes
bolsas, yo me negaba a que no me dejaran pagar por ellas, pero Alice podía ser
demasiado intimidante para su tamaño, después de varios intentos bufo y me
señalo con el dedo.
—Ni te atrevas a decir que no la aceptas, es un
regalo de ambas
—Es demasiado, un par de prendas las puedo aceptar
pero no todo eso que pretenden que me lleve
—Isabella, que parte de la que es un regalo es la
que no comprendes— bufe y mejor regrese a la tienda a ver qué otra cosa me
podía encontrar
Evan y Edward llegaron con un helado, mientras
conversaban animadamente, Edward hizo un par de vueltas hasta el auto antes de
que todas las bolsas estuvieran en su sitio, consideraba que era una
exageración esa ropa era suficiente para que Evan no tuviera que repetir una
sola pieza en más de 4 meses.
—Mamá hizo reservaciones para ir a comer a un nuevo
restaurante— nos aviso Alice a lo que solo pudimos asentir, llevaba a Evan
tomado de la mano quien sonreía, sus ojitos brillaba al ver algunos aparadores,
un juego de luces me desconcertaron, lo levante acodando su cabecita en mi
hombro intentando ocultarlo, el comenzó a inquietarse, entramos a una de las
tiendas que estaban cerca, cerraron las puertas para que nadie más entrara,
agradecía que las chicas conocieran a la dueña que no dudo en hacerlo cuando
ellas se lo habían pedido
Esperamos un par de minutos para ver si de esa
manera se alejaban pero fue lo contrario llegaron unos cuantos mas, lo peor es
que no había otra salida, me mantenía sentada en la parte más alejada de la
puerta y Edward en cuclillas acariciando la cabecita de Evan, ambos
intentábamos tranquilizarlo, Edward se desespero se quito el suéter y me lo paso,
lo observe extrañada al igual que las chicas
—Abraza fuerte a Evan, has que se recueste en tu
hombro y cúbrelo
—Estas loco, pretendes que salgamos así
—Mi amor no hay otra salida y si dejamos que pase
más tiempo será peor— asentí al saber que tenía razón, obligue a que Evan se
quedara en esa posición y lo cubrí con la prenda que Edward me había entregado.
Apenas pusimos un pie fuera del lugar las luces
comenzaron a brillar, aferre a Evan a mi cuerpo quien comenzó a inquietarse
debido a los gritos de los fotógrafos, todos gritaban mi nombre y el de Edward,
además de preguntas absurdas, Edward paso un brazo por mi cintura y me hizo
entrar al ascensor, respire un poco al sentirme lejos de todo ese caos, jamás
me acostumbraría a tener toda la atención puesta en mí, me quito a Evan quien
amenazaba con llorar, apenas las puertas se abrieron y prácticamente corrimos
hasta el auto, me subí en la parte trasera junto con Evan lo seguro en lo que
Edward salía del estacionamiento.
Comencé a platicar con Evan intentado que olvidara
el episodio tan desagradable que había tenido que pasar, ahora sabían que yo
era la madre y podía apostar que en el periódico o en alguna maldita revista
saldría nuestro nombre, Edward me dirigía un par de miradas nerviosas atreves
del retrovisor.
Esme intento cancelar la comida cuando le contamos
lo sucedido, pero nosotros accedimos a ir, ya habían tomado un par de
fotografías, ya no podíamos ocultarlo más, ahora solo debíamos protegerlo de
que no sobrepasaran los límites de la seguridad de nuestro hijo. Agradecimos
que en el restaurante se nos diera una mesa en una sección privada, como
siempre Emmett no pudo esperar para bromear por lo ocurrido, "Aun no
pierden la costumbre, tienen que alzar revuelo a donde van", me disculpe
con Rose antes de golpearlo, Evan sonrió y se oculto en el pecho de Edward aun
riendo cuando Emmett lo observo fijamente
Logramos pasar desapercibidos cuando partimos del
lugar, nos fuimos a casa de Esme donde apenas entramos Evan desapareció junto
con Jasper y Emmett, quien lo había retado a un nuevo partido, las chicas se
disculparon al decir que tenían que seguir trabajando en su nueva colección,
Esme tuvo que ver algunas cosas sobre un proyecto de decoración junto con
Giselle, mientras que Carlisle tenía que mandar un par de cosas al hospital
—Ven, Evan está muy cómodo derrotando a Emmett— me
deje guiar al jardín
Se sentó en la escalera intente sentarme junto a él
pero me acomodo en sus piernas, sus labios de inmediato se acomodaron sobre los
míos, comencé a marcar el ritmo dejando que su lengua jugara con la mía, el
aire nos hizo falta obligándome a abandonar sus labios.
—Evan no deja que te toque ni por equivocación
—Soy su mamá, él solo me cuida— asintió, se giro un
par de veces
—Ya que no está cerca debo aprovechar— sonreí al
sentir sus labios de nuevo sobre los míos, me perdí en esos labios, olvidando
donde estábamos, olvidando todo lo que nos rodeaba y solo perderme en sus
labios, sus caricias y ese dulce sabor.
—Sé que estuvieron demasiado tiempo lejos, pero
hagan esas cosas en otro sitio
—Solo vete entrometido— le dije aun rozando los
labios de Edward y el sonrió
—Mami— ambos gruñimos al saber que teníamos que
separarnos, me levante de las piernas de Edward y abrace a Evan que me extendía
los bracitos, Emmett se estaba riendo tomándose el estómago, Edward se levanto
lanzándole una mirada asesina, se acerco a nosotros pero Evan coloco sus
manitas en su pecho para que no se acercara a mí.
—¿Que sucede mi amor?— retire sus manitas del pecho
de Edward
—Mi mami— se lo grito antes de encender su rostro
en mi cuello, ambos intercambiamos una mirada de sorpresa, Evan comenzaba a
sentir a Edward como una amenaza lo cual no era nada bueno y solo había una
solución pero la tendríamos que hacer ambos
—Evan, pequeño— se inclino hasta dejar su rostro a
la altura de él, sentí que movía su cabecita para verlo— que es lo que pasa
amor
—Es mi mami— volvió a envolverme en sus bracitos,
acaricie la mejilla de Edward que parecía desconcertado y debo de admitir que
yo también lo estaba, jamás lo había visto comportarse de esta manera, con
Damián se molestaba y peleaba algunas veces, pero esto era diferente, me gire
hacia Emmett que no dejaba de reír le di un golpe en la cabeza obligándolo a
detenerse, en lugar de entrar a la casa fui hasta el jardín , le indique a
Edward que me dejara a solas con él, asintió antes de entrar de nuevo a la casa
y darle un nuevo golpe a Emmett, me senté en el césped dejando a Evan delante
de mí, mantenía su vista en el césped con el que jugaba
—Corazón – suspiro antes de levantar su mirada— que
es lo que pasa?
—Edes mi mami
—Si amor soy tu mami, pero porque te molestas con
tu papi— se acomodo en mis piernas oculto su rostro en mi pecho y comenzó a
jugar con los botones de mi abrigo, acaricie su espalda hasta que se quedo
profundamente dormido.
Me levante y entre de nuevo a la casa donde todos
estaban platicando, la mirada de Edward era inquieta. Las bromas de Emmett no
se hicieron esperar pero lo mande callar antes de que siguiera arruinando las
cosas.
Nos despedimos de todos y nos marchamos a casa,
Edward no dejaba de ver a Evan por el retrovisor y llevarse la mano a su
cabello, estaba nervioso, apreté su mano y el sonrió.
Dejamos a Evan en su cama, sabía que no tardaría en
despertar ya que la hora de la cena estaba por llegar, tome la mano de Edward y
lo conduje hasta mi habitación, me acomode en mi cama y el hizo lo mismo, me
acomode sobre su pecho.
—Evan te ve como una amenaza, tenemos que hablar
con él
—Lo sé, aunque se ve feliz de tenerme con él no le
gusta que le robe tu atención
—Te lo dije es idéntico a ti— bese su cuello el
solo negó, sentí que me alejaba de su cuerpo iba a pelear cuando vi a un
mostrito acercarse con su mantita en una de sus manos, corrió para subirse a la
cama y se acomodo en mis piernas dejando su cabecita descansar en mi pecho
Nos mantuvimos en silencio por unos segundos, no
pude evitar sonreír, como alguien tan pequeño nos ponía en esta clase de
aprietos, quería a Edward cerca de él más no cerca de mí, algo que demasiado
difícil.
—Corazón— acaricie su rostro y me regalo una
hermosa sonrisa, pero frunció el ceño al ver que Edward tenía su barbilla en mi
hombro, estiro su manita para alejarlo pero la tome entre la mía
—Te molesta que este junto a tu mami
—Es mi mami
—Amor…— sus ojitos se posaron en los míos y me
quede si palabras
—Para tu mami tú eres el más importante, ella te
ama, yo también te amo, pero también quiero a tu mami
—Mía
—Corazón tu eres el más importante y nada va a
cambiar eso— lo apreté contra mi pecho— tu papi y yo te amamos, pero yo también
quiero a tu papi
—Ya no me quiedes?— sentí una presión en mi pecho
al escuchar esas palabras, como podía pensar que yo no lo quería, sus ojitos se
comenzaron a humedecer
—Amor yo jamás te dejare de querer, la manera que
quiero a tu papi es diferente— me incline hasta estar cerca de su oído— te
quiero mucho más que a tu papi, solo no le digas
—Me quiedes mas que a mi papi— se cubrió su boquita
pero sonrió, yo asentí, por ahora que creyera eso era suficiente, eso ayudaba a
que dejara que Edward se acercara mas a mí, eso lo ayudaría a acostumbrarse a
vernos juntos.
—Me dejaras estar cerca de tu mami— el negó y
Edward bufo llevándose las manos al cabello
—No vas a dejar que este junto a nosotros— hice un
puchero y él sonrió, estaba cediendo
—Prometo que no la alejare de ti— hizo un mohín se
removió al sentir las manos de Edward, lo abrazo y el intento zafarse, comenzó
a hacerle cosquillas y cedió, se quedo en los brazos de Edward.
Cenamos juntos Evan entre nosotros, un par de veces
Edward me dio un beso ganándose una mirada de reproche, yo negaba, estaba
tentando a la suerte. Me alegro escuchar que le pido que le leyera un cuento,
me di un baño en lo que lo hacía, me coloque un pijama de pantalón y una blusa
de tirantes, deje mi cabello suelto, escuche unos golpecitos y después Edward
entro.
—Parece que accedió en darme una oportunidad con su
mami, quien lo diría nunca le pedimos permiso a tu padre para salir y ahora le
tengo que pedir permiso a mi hijo— me encogí de hombros sonriendo, se acerco
hasta envolverme en sus brazos
—Tenemos que hablar de algunas cosas— asintió en lo
que comenzaba a besar mi cuello— necesito que me pongas atención Cullen
—Necesitas que te ponga atención o que no te
perturbe— lo separe de mi y lo guie hasta mi cama, se acomodo junto a mí y en
un rápido movimiento me acomode sobre él
—Quien tiene el control ahora— sonreí y sostuve sus
manos antes de que tocaran mi cuerpo— estoy segura que para mañana todo mundo
sabrá que tenemos un hijo, no quiero que perturben a Evan
—Los medios pueden ser muy agresivos
—Lo sé, y por eso debemos de mantenernos junto a
él, al menos en lo que las cosas se calman, debemos de turnarnos para llevarlo
y recogerlo de la guardería
—Puedo acomodar mis horarios— sus manos se ciñeron
en mi cintura
—Solo debemos de repartirnos que días va ir cada
uno
—Déjame ir por el esta semana, me servirá para
ganármelo un poco mas
—entonces yo puedo llevarlo— asintió
—Amor hay otra cosa— se acomodo apoyando su espalda
en la cabecera de la cama sin separarme de él— Creo que sería más fácil para
Evan aceptar que este cerca de ustedes en especial de ti, si pasáramos mas
tiempo juntos
—Eso significa?
—Se que es demasiado rápido, pero estoy proponiendo
que regresemos a vivir juntos, quiero estar con ustedes
—Y yo te quiero junto a nosotros, eso ayudaría a
que Evan se acostumbre a tu cercanía— su sonrisa se amplio y unió nuestros
labios.
Acune su rostro profundizando nuestro beso, sus
manos comenzaron a acariciar por encima de la ropa, pase mi lengua por sus
labios que se entreabrieron, pero nos separamos para tomar un poco de aire,
ambos sonreímos para volver a besarnos, el movimiento de sus manos iba subiendo
por mis costados, llegaba al borde de mis senos y regresaba a mi cintura gruñí
cuando hizo lo mismo, parecía que estaba disfrutando el jugar con mi
autocontrol, introdujo sus manos dentro de mi playera y un pequeño jadeo se
escapo de mis labios, comenzó a subir nuevamente cada roce hacia que mi piel se
erizara, detuve mi mano antes de que descendiera y la deje sobre mi seno, lo
acaricio sobre el encaje de mi sostén, abandono mis labios para besar mi cuello
en lo que sus dedos hacían a un lado el encaje acariciando mi pezón que estaba
completamente sensible, sus labios bajaban lentamente, deslizo el tirante para
descubrir esa parte de mi cuerpo que se había endurecido debido a su toque,
gemí al sentir su lengua rozar mi pezón, hundí mis dedos en su cabello
—Papi— aleje a Edward de mi cuerpo y estuve por
caer de la cama, me acomode la pijama y respire cuando levante mi vista para
ver que la puerta era abierta cuidadosamente, y una cabecita se asomaba, Edward
extendió sus brazos y el corrió hasta él, solo había ido porque su lamparita
estaba apagada y no le gustaba dormir sin ella, lo bese antes de que Edward lo
regresara a su habitación, su teléfono comenzó a sonar me debatí en contestar o
no, se detuvo justo cuando iba a tomar la llamada, lo deje de nuevo en la
mesita de noche y comenzó a sonar de nuevo.
—Si
—Quien eres tú y que haces con el teléfono de
Edward— note que Edward entraba de nuevo a la habitación, y se sorprendió al
verme con su teléfono— quiero hablar con Edward
—Tanya…?— él se sorprendió al escuchar ese nombre,
lo note tensarse y atravesar la habitación en un par de pasos, yo retrocedí con
el teléfono aun pegado a mi oreja.
...
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