Sorpresas
Siempre me había gustado la quinta avenida por
muchas razones, pero la principal de todas por lo cerca que estaba Central
Park. Me adentre en un elegante edificio donde de inmediato localice a mi cita.
— ¿Sr. Jackman?— pregunté al hombre que estaba
junto al ascensor jugando con un par de llaves y que no rebasaba los cuarenta.