La vida perfecta
—Alice esta en el hospital y esta algo nerviosa— no
tuvo que decir más para que me pusiera de pie, bese a mi pequeño que se alegro
al saber que su primita estaba por nacer, pero su carita cambio cuando le
dijimos que no podía acompañarnos, pero le prometimos que lo llevaríamos al día
siguiente.
No tardamos en llegar y en la sala de espera ya
estaban los padres de Jasper y Emmett quien sostenía a su pequeño, los salude
antes de dirigirme a la habitación de Alice, me quede de pie cuando la vi,
estaba de pie sosteniéndose la espalda con una mano mientras con la otra no
dejaba de regañar a su pobre esposo que solo asentía sin ocultar una sonrisa lo
que parecía enfurecer mas a la duende.
—Creo que no deberías de estar regañándolo, el ha
sido muy complaciente
—Me está pidiendo que me calme, y que respire, por
dios como se nota que no es él quien está sintiendo los dolores —me acerque y
la abrace hasta donde nuestras barrigas no lo permitieron, gracias a ese
detalle una sonrisa se formo en sus labios
—El tiene razón, debes de calmarte y respirar— iba
a protestar pero se lo evite hablando primero— a mi no me vengas con el cuento
de que no sé lo que estas sintiendo porque yo ya pase por eso
—Pero…
—Nada de peros, no puedes decir que los que estamos
en esta habitación no te entendemos porque te equivocas, Rose, Bella y yo
sabemos por lo que estas pasando, pero cuando pase esto veras que valió la
pena— Esme la abrazo y ella asintió, su mirada se suavizo
—Como no pensé en decir eso antes, era la tercera
vez que se quejaba como si no supiéramos nosotras lo que era— me susurro Rose
con una enorme sonrisa
—Ya estas más tranquila hermosa— Jasper se acero de
manera cautelosa a su esposa que regreso a la posición en la que la había
encontrado cuando llegue.
—Ni creas que me volverás a tocar Jasper Hale,
olvídate que pasare por esto de nuevo, ya que si lo deseas será mejor que
busques la manera de que seas tú el que lo tenga, ahí sabrás lo que es …— se
tomo el vientre por una nueva contracción que fue un poco más larga, Jasper la
sostenía mientras le indicaba que respirara de la misma manera que él lo hacía,
sabía que ellos como hombres poco sabían de lo que era sentir un dolor de
parto, pero al estar ahí apoyándote era lo mejor que uno podía pedir, recargue
mi rostro en el pecho de Edward que me abrazo.
—Tu no pasaras nuevamente sola por esto amor, yo
estaré ahí sosteniéndote y apoyándote como debió ser la primera vez— fue un
pequeño beso, en el que apenas nuestros labios se sintieron.
Poco después nos hicieran abandonar la habitación
ya que el momento había llegado, nos acomodamos en la sala de espera, Carlisle
me había ofrecido que podía reposar en alguna de los cuartos pero me negué ya
que sabía que las camas de los hospitales eran de verdad incomoda. Cerca de una
hora después una enfermera nos indico que todo había salido de maravilla que
ambas estaban bien y que podíamos pasar, no lo repitió dos veces, al entrar
presencie una escena grandiosa Alice estaba con las mejillas teñidas de rojo
por él es esfuerzo pero eso no le impedía que hubiera una enorme sonrisa en su
rostro, acariciaba el rostro de la pequeña que descansaba en sus brazos y
Jasper no hacía más que observarlas con verdadera adoración, me sentí mal de
romper ese momento pero quería conocer a mi sobrina además de despedirme de
para poder marcharme a casa a descansar.
En la mañana me desperté y me sobresalte al notar
que pasaban de las nueve, tome la pequeña nota que había sobre la almohada de
Edward,
"Llámame en cuanto despiertes mi bella durmiente"
Te amo.
Edward
Sin perder más tiempo así lo hice, lo primero que
hice fue discutir por no despertarme, pero ni se inmuto ante mis protestas,
simplemente decía si, aja, claro, lo que me hacia sentirme mas furiosa
—Ya puedo hablar— pregunto soportando las ganas de
reír, acepte con un simple si— No te desperté porque hacía tiempo que no
dormías tanto y de verdad te hacía falta, además creo que es tiempo de que
comiences a hacer lo que hablamos hace un par de meses
—Edward aun…
—Mi vida estas a menos de un mes y no quiero correr
riesgos, además ya avise a la empresa de que volverás a estar en casa
descansando mientras llega el momento, esto ya lo habíamos hablado y habías
aceptado
—Pero al menos podría estar esta semana
—No Isabella, te quedaras en casa no quiero que
corras peligro
—Eres un completo exagerado— le colgué, me metí a
la ducha, tome un hermoso vestido y unas bailarinas a juegos, llame a Peter
para que viniera por mí y me trasladara a la oficina, me lleve un refrigerio ya
que no había desayunado nada.
Al llegar a mi piso tanto Stacy como Megan estaban
sorprendidas de verme, les di los buenos días y entre a mi oficina, apenas
estaba sentándome cuando mi amiga entro cerrando la puerta tras de sí, mantenía
enarcada una ceja y una mirada penetrante, pero bien sabia ella que eso no me
intimidaba en lo mas mínimo.
—Tenia unos papeles pendientes — le pregunte
mientras encendía mi computadora
—Tu no deberías de estar aquí, Edward…
—Edward es un exagerado, pudo siquiera avisarme
para dejar las cosas listas, lo hare en esta semana para la que sigue comenzar
a reposar
—Cuando Edward se entere estará furioso, entiende
que el solo te cuida
—Hablaremos de mi esposo o nos pondremos a
trabajar—pregunte enarcando una ceja, odiaba tener que hablarle en ese tono pero
no me dejaba alternativa
—Voy por los papeles—salió, por lo que aproveche en
leer un par de correos doce de ellos eran asuntos de la empresa, que decidí
arreglar de inmediato, había uno de Damián que me avisaba que planeaba viajar
para cuando nacieran mis pequeños, lo que me lleno de alegría, tendría a un
gran amigo a mi lado.
Junto con Megan revisamos los documentos,
reprogramamos la agenda e hicimos las citas con las personas que yo sentía eran
las más capacitadas para hacerse cargo de esos negocios, agradecí cuando
llegaron con mi encargo de donas y helado de limón, Megan solo se burlo pero me
ayudo a terminar las donas de la caja.
Tomamos un descanso para que nuestro cerebro se
oxigenara y comenzamos a hablar de detalles fuera del ámbito laboral, note que
se quedaba callada y cambiaba bruscamente la conversación y cuando pregunte
ella suspiro para contarme lo último que había sabido de mi madre.
—Y…— le cuestione
—Como ya te dije lo leí en una de esas revistas,
pero supe que era verdad cuando escuche a tu padre hablar de ello con Maxwell
cuando íbamos en el ascensor
—Así que Phil resulto ser exactamente igual que
ella y solo la utilizo para quitarle todo lo que poseía para después dejarla en
la calle — asintió
—Tu papá dijo que ella lo había llamado para
pedirle ayuda
—Inaceptable—gruñí
—Pero él se negó a hacerlo, dejo bien en claro que
no lo haría mucho menos después de la manera en la que se había comportado, que
era verdad que él la había amado pero que ella se encargo de hacerlo abrir los
ojos— tomo una bocanada de aire y un poco del té que había en sus manos
—También dijo que por mucho tiempo ella lo había
manejado y que lo había alejado de cosas valiosas, que la última vez que se
habían visto había causado demasiado daño y que él no podía ayudar a la mujer
que había lastimado a su más grande tesoro, Tú— me señalo con una sonrisa, mi
corazón dio un salto al escuchar que era lo más importante para mi papá,
después de tantos años sabia que él me consideraba valiosa y me quería
—Y que no iba a permitir que se acercara a nadie de
su familia, le recordó lo de una orden de restricción por lo que no podía
acercarse a ustedes, que si lo intentaba o si algo les sucedía el se encargaría
de hundirla en la cárcel— termino el contenido de su taza— dijo que lo único
que había hecho por ella era comprarle un pasaje en un vuelo con destino a
Dinamarca donde vivía una prima
—Se fue, al fin salió de nuestras vidas— dije sin
poder contener una sonrisa y respirando con tranquilidad.
—Puedo saber a qué se debe esa sonrisa? — gire mi
rostro y me encontré con Edward que caminaba lentamente hasta donde estaba
sentada, su rostro estaba tenso, estaba enojado, me levante con cuidado con su
ayuda, lo abrace y el tardo en envolverme en sus brazos pero lo hizo, beso mi
cabello y dejo sus labios cerca de mi oído— sabes cómo lograr que el enojo
desaparezca, te amo aunque seas una cabezota
—Se fue— me separe y leí el desconcierto en su
mirada—Renée al fin se fue, salió de nuestras vidas
—Como lo sabes? — pregunto sin ocultar la sonrisa
que se formo en su bello rostro, aunque el intentara negarlo sabía que había
estado preocupado por la amenaza que había lanzado contra nosotros, ahora le
había quitado un peso de encima.
—Alguien me lo conto— me reí, el miro sobre mi
hombro y le sonrió a Megan que se ruborizo y salió dejándonos solos
—Bueno chica desobediente, vamos por nuestro
pequeño y después al hospital a ver a la duende y a la mini—duende—le golpee en
la cabeza por llamar de esa manera a la bebe.
A los dos días Alice había salido del hospital por
lo que gran parte del día lo pasábamos ahí, ya que mi esposo se había empeñado
en que no fuera atrabajar me iba con su hermana y Esme, eran días realmente
grandiosos, verla en esa nueva faceta de madre era algo increíble, su
perspectiva de tratar a la pequeña Madeleine como muñeca había desaparecido,
algo que debo de agradecer.
Dos semanas después me sentía realmente cansada,
apenas y dormía por las noches debido a los movimientos de mis pequeños, ya no
podía evitar hacer tantos movimientos por lo tanto Edward se despertaba junto
conmigo.
A Edward le había surgido una cirugía en Phoenix
por lo que debía de viajar, había sido una larga discusión ya que no quería
dejarnos solos por el tiempo, pero al recordarle que hacían falta dos semanas
para la fecha y que la semana siguiente podía ser la de riesgo él se decidió a
ir, claro no sin antes dejarme en casa de Esme ya que aseguró estar más
tranquilo, nos despedimos por la mañana antes de que se marchara.
Mi cuñado el grandulón se había ofrecido a pasar
por Evan para que nosotras no nos moviéramos, era un gesto que le agradecía ya
que me quitaba esa preocupación, Ángela estaba junto conmigo en este momento
parecía que fuera mi niñera gesto que le agradecía a mi amiga. La llegada de
Evan con Emmett fue divertida nos contaron las aventuras que habían tenido solo
de la guardería a la casa y era sorprendente lo que ese par podía hacer en tan
poco tiempo, ahora solo podía esperar a lo que Emmett sería capaz de enseñarle
a Alex o puede que con él se comportara por ser su hijo y solo llevara por el
mal camino al mío.
Tome el celular que Carlisle me proporciono ya que
el mío lo habíamos olvidado, después de 4 timbres escuche la inconfundible voz
de mi esposo
—Hola amor como estas? — mi voz era serena
—Bien pequeña y tu como te has sentido
—Bien—note que Carlisle abría los ojos y Esme solo
sonreía— solo quería saber a qué hora regresaras
—Mi vuelo sale en 3 horas y media, así que cálculo
que estaré contigo poco entre 8 y 9 todo depende del tráfico de camino a casa
—Crees que podrías llegar antes?
—No lo sé amor, es que acaso no puedes estar sin mi—
se burlo
—Claro que puedo estar sin ti por un tiempo
más—tome aire—es solo que no se si nuestros pequeños te quieran esperar
—Que dijiste? — grito provocando que retirar el
teléfono de mi oído
—No grites— lo reprendí, pero sonreí al ver las
sonrisas amplias de Carlisle y Esme
—Dime que es una broma y que no es lo que creo que
es
—Hmm… estoy en el hospital con contracciones, bueno
en este momento estoy de los más relajada—me encogí de hombros
—Porque no me lo dijiste desde un principio
—Edward…
—Te dije que no era buena idea venir…
—Edward…— volví a llamarlo pero el seguía hablando
—Tu estas sola, no debí de aceptar venir, que
irresponsabilidad de mi parte dejarte…
—Edward…—lo dije en un tono al borde de la
desesperación
—Sabia que no debía de dejarte, lo sabía, ¡pero no!
aquí estoy a 5 hrs de vuelo, soy…
—Anthony Cullen, ¡Cállate! — Lo escuche guardar
silencio y note la mirada divertida de Carlisle y Emmett—primero tranquilízate,
no es tu culpa que los mellizos decidieran nacer antes, ahora solo consigue un
vuelo y ven, no quie…
—Bella, Bella…—lo escuche gritar pero había soltado
el teléfono debido a una nueva contracción, respiraba como me indicaba Esme que
me sostenía de la mano; solo escuchaba a Carlisle que había tomado el teléfono
y hablaba con Edward, le pidió que se tranquilizara y prometió que él nos
cuidaría en lo que el llegaba, pero que debía de darse prisa ya que no sabíamos
cuanto tardaría.
—Como no vi la cara de Edward cuando le dijiste que
sus pequeños estaban por nacer—le lancé una de mis almohadas—porque la
agresividad
—Como que porque, te estás burlando de Edward quien
puede que no esté nuevamente a mi lado—lo ultimo lo dije en un susurro, hasta
ese momento había sido consciente de que lo más probable es que de nuevo se
repitiera la historia, él no estaría cuando nuestros bebés nacieran
—Lo siento hermanita—se acerco para darme un beso
en la frente, aunque le sonreí sabia que esa alegría no estaba presente en mi
mirada.
Me alegro ver a Rose que llego y me dio un fuerte
abrazo, había dejado al pequeño Alex con su mamá para poder estar conmigo en el
hospital un gesto que le agradecía, en cambio Alice me había llamado para
disculparse por no acompañarme pero ella no tenia con quien dejar a Mady, me
relajo el tener a Emmett ya que no paraba de hacerme reír cuando notaba que
miraba el reloj, en un par de ocasiones una verdadera sonrisa había aparecido
en mis labios, solo para darme cuenta del que había abierto la puerta no era mi
esposo, Edward aun no llegaba y Emily había dicho que posiblemente en menos de
una hora los tendría en mis brazos.
—Tranquila hermanita, yo lo llamo— Emmett salió de
la habitación, Esme se acomodo junto a mi envolviéndome con sus brazos, estaba
con los nervios a flor de piel, moría de las ganas de conocer a mis angelitos
pero a la vez no quería que llegaran ya que Edward no estaría con nosotros
—Que te dijo? —pregunte al ver a Emmett entra de
nuevo
—No contesto, creo que aun viene en camino— sin
poder evitarlo pequeñas lagrimas escaparon de mis ojos, posiblemente no estaría
para cuando el momento llegara
—El estará aquí, él no se perdería el nacimiento de
sus bebés— me aseguro Esme, asentí e intente relajarme
—Hermanita me encontré algo merodeando por el
pasillo que creo te gustara ver— enarque una ceja y cuando abrió la puerta vi a
Ángela que tenia abrazado a mi hijo y en su mano traía una flor
—Hola mi amor—lo abrace fuertemente cuando estuvo
junto a mí, me entrego la flor y se disculpo por qué no fuera un tulipán, pero
no había encontrado uno así que se robo una flor del jardín de Esme, le dije
que no tenía importancia ya que lo que importaba era el detalle, nos giramos de
nuevo a la puerta cuando se abrió de golpe, cuando reaccione mi padre ya estaba
junto a mí, mantenía el saco en su mano y el rostro pálido
—Bella, vine en cuanto me avisaron, lo siento hija
estaba en junta—le di un beso diciéndolo que no importaba, Emmett tomo a Evan
cuando una nueva contracción apareció intente hacer los menos gestos posibles
para que mi hijo no se alarmara, pero creo que no fui muy buena, no pude evitar
reírme del rostro de mi padre, se había contraído como si él hubiera sentido la
presión que ejercían mis pequeños
—Charlie estas bien?
—Eso debe de doler—hizo una mueca ganándose una
nueva risa de mi parte
—Te aseguro que duele, pero nada que no pueda
soportar
Una hora y media más tarde las contracciones se
habían hecho más seguidas, habían sacado a todos de la habitación, solo
Carlisle y Esme se habían quedado a mi lado, el dolor era intenso pero no
entendía porque razón no había llegado la hora, me aplicaron un medicamento
para acelerar el proceso pero nada sucedió un par de estudios revelaron que se
habían movido y la posición en la que estaban no era la adecuada.
—Sabes que no queríamos hacerlo de no ser
completamente necesario, pero ellos están listo y no cambiaran de posición si
no lo han hecho en casi 7 horas no lo harán ahora, así que la única alternativa
es una cesárea— me informo mi ginecóloga y amiga, Carlisle intento comunicarse
nuevamente con Edward pero no hubo respuesta, le mando un mensaje de texto y
deje que fuera él quien firmara la autorización
—Tranquila hija todo saldrá bien—Esme beso mi
cabello yo solo asentí presionando su mano debido a una contracción más
dolorosa, apreté mis labios no quería gritar, no iba a hacerlo
Minutos después entraron un par de enfermeras para
prepararme cuando estuve lista los camilleros llegaron por mí, Esme me pidió
tranquilizarme y me aseguro que todo estaría bien, me beso la frente y fue
tomando mi mano hasta donde tenía permitido; Carlisle había entrado conmigo
para no dejarme sola en este momento, el quirófano era un lugar frio y solo
escuchaba las voces de los que estaba ahí presentes, pero nada que lograra
entender, me acomodaron para colocarme la anestesia la cual admito era más
dolorosa de lo que imaginaba
—Lista para darle la bienvenida a los mellizos?
—Negué y Emily sonrió— Es hora
Todos tomaron lugares específicos y yo solo cerré
mis ojos, el momento que había esperado con tanta emoción había llegado y
Edward de nuevo iba a perdérselo, sabía que no era su culpa tampoco mía ni de
los bebes, estas son cosas que suceden sin tener una explicación.
—Pensamos que no llegarías? —abrí los ojos al
escuchar a mi amiga
—No me perdería el nacimiento de mis hijos—sonreí
abiertamente al verlo llegar junto a mí, se inclino para besarme suavemente—te
dije que no estarías sola en este momento
—Te amo—fue lo único que pude decir y él me regalo
una enorme sonrisa me perdí en su mirada, por fin me sentía relajada, el
silencio fue roto por la voz de Emily
—Edward, quieres cortar el cordón— note sus ojos
brillar y yo solo asentí.
Un par de segundos después escuche un hermoso
llanto, vi que una par de chicas tomaban un bultito y poco después el segundo
llanto más agudo, mi sonrisa no podía ser más amplia, al fin tenia a mis bebes
conmigo, correctamente dicho, los teníamos con nosotros.
—Son perfectos y están sanos— me beso dejando que
sus lagrimas se mesclaran con las mías, se marcho al sitio donde se los habían
llevado, hubiera querido hacer los mismo pero no me era posible, lo vi regresar
con un bultito en sus brazos envuelto en una mantita azul, me lo acerco para
conocerlo y vi sus hermosos ojos chocolate, y una pequeña mata de cabello
cobrizo como él, le di un beso y se lo llevo para regresar con nuestra pequeña
princesita.
—Mi mini—Bella— me susurro al mostrármela, tenía mi
cabello y mis ojos—te dije que lo conseguiríamos
Se la entrego a una de las enfermeras que se había
acercado, sentí mis parpados pesados lo último que escuche fue la voz de mi
esposo al susurrarme "Nos veremos cuando la anestesia pase".
EPOV
A veces quisiera hacer un poco mas por ella pero
sabía que hacia hasta donde me era posible, últimamente le había costado más
poder dormir y sabia que se debía a los constantes movimientos de nuestros
hijos, verla dormir en estos momentos era lo más relajante, su rostro sereno y
su respiración pausada.
Justos habíamos pasado toda clase de momentos en
este embarazo, la alegría de saber que seriamos nuevamente padres, ese día
había sido uno de los mejores y el peor hasta este momento fue cuando por culpa
de su madre había estado a punto de perder a nuestros bebés, solo recuerdo la
voz débil de Bella llamándome y a los pocos segundos la tenía en mis brazos,
intentamos que respondiera pero no lo hizo al contrario nos dimos cuenta de que
estaba sangrando, no lo pensamos dos veces y nos dirigimos al hospital donde la
tendieron de inmediato, mi padre me obligo a quedarme fuera debido al estado en
el que estaba, pero todo se había solucionado, los tres estaban bien, lo
difícil fue explicarle los acontecimientos de esa noche a mi hijo.
Cada mes que pasaba había algo nuevo y lo que me
hacía sentir más feliz era el hecho de que yo podía participar en cada una de
las tareas que iban destinadas para mis pequeños; una de las cosas que más me
había divertido eran las quejas de mi esposa por sentirse prisionera en nuestra
propia casa, no había podido contener las ganas de reír y mas por saber que
apenas era el primer día que estaba, no quería ni imaginar cómo se pondría
después de un par de semanas. Ese tiempo lo habíamos dedicado para que fuera
tiempo en familia, al principio salíamos a diferentes partes, pero conforme el
embarazo continuo ella opto por pasar más tiempo en casa debido a la invasión
de los medios, ella era conocida como una de las mujeres con un carácter
fuerte, se podía enfrentar un sinfín de hombres y salir airosa de cada
enfrentamiento, pero estar frente a una cámara eso si que la hacía vulnerable.
Había durado un tiempo en que notaba que sus
hormonas estaban demasiado alteradas, sabía lo que ella buscaba con su
cercanía, sus besos y sus caricias me dejaban claro que ella deseaba que
hiciéramos el amor, yo la deseaba igual o aun más de lo que ella lo hacía, pero
debido a que había estado a punto de abortar no podíamos arriesgarnos, solo
deseaba que ella no se imaginara cosas extrañas, dado que su cabecita solía
hacerlo no me admiraría que así fuera.
Cuando me llevo a escoger las cunas y los muebles
para el cuarto de mis hijos no pude reprimir una sonrisa, apenas entramos ella
toco una de las cunas que era bonita pero unas cuantas más adentro estaba una
maravillosa, se lo hice saber y ella admitió que le gustaba, note su semblante
al ver el precio, le asegure que ese un detalle del que no debía de
preocuparse, yo quería lo mejor para mi familia y estaba dispuesto a dárselo,
ella miraba una par de cajoneras cuando me percate una hermosa mecedora que
sabia le encantaría así que la agregue a la lista sin que ella se diera cuenta.
La visita al centro comercial había sido una
experiencia agradable, creo que en este momento sabia como se sentía Alice
cuando hacia sus visitas continuas a las tiendas, era difícil elegir entre esas
pequeñas prendas, cada una estaba elaborada de una manera delicada y que sabia
se verían maravillosas en mi mini—Bella, también elegí un poco de ropa para mi
pequeño. Nos dirigimos a Victoria Secret's ya que Bella argumento que
necesitaba un poco de ropa interior, ella no se dio cuenta del efecto que
tuvieron esas palabras en mí, la amaba y con solo imaginarla en esas pendras mi
cuerpo reaccionaba, es por eso que opte por quedarme afuera, ya que de lo
contrario perdería el autocontrol, lo que no me esperaba fueron sus palabras y
la mirada triste.
Aunque aparento que nada había pasado sabía lo que
ella anhelaba, hice lo de cada noche le leí un cuento a mi hijo después de que
Bella lo arropo, Max se acomodaba en los pies de mi pequeño, había pasado de
ser un cachorrito a un perro de tamaño considerable, había intentado hacer que
Evan dejara que Max durmiera fuera pero se había negado, salí sin hacer ruido y
me dirigí a nuestra habitación, tome mi pijama y me recosté a los poco minutos
mi esposa salió del baño llevando una de mis playeras ya que las encontraba mas
cómodas, se acomodo en la cama removiéndose hasta que logro una posición
cómoda, la bese deseándole buenas noches y ella se durmió.
La mire por unos minutos y me acomode junto a ella
primero acaricie su rostro son la punta de mis dedos, al instante note que su
piel reaccionaba a mi tacto, bese su cuello hasta llegar y morder suavemente el
lóbulo de su oreja, deje que su aroma me llenara, apoye una de mis manos en su
vientre y fue cuando la note brincas
—Se que estas despierta—abrió sus ojos en
los cuales leí el desconcierto
—Que haces? — fue lo único que pregunto
antes de que se lo aclara con un simple gesto, la bese de la manera que lo
había deseado, al instante sus labios se movieron junto con los míos y al
sentir sus manos en mis mejillas me dio a entender que ella lo deseaba, moví mi
mano por su vientre y me acerque a sus senos que habían crecido haciéndolos más
apetecibles, me detuve al escuchar su voz entrecortada, le cuestione si de
verdad deseaba que lo hiciera y su respuesta me dejo en claro lo que ella
pensaba, mi pequeña esposa seguía menospreciándose y viendo defectos donde
noslos había
—Se porque haces esto, y creo que la imagen no
será agradable, estoy gorda, buenas noches Edward — la vi cerrar los
ojos e intentar volver a dormir, podía dejarla pero no lo haría porque ella
debía de saber que yo la deseaba de la misma manera que el primer día que la
hice mía.
—Mi vida escúchame— la obligue a mirarme, sus ojos
demostraban el dolor interno que sentía— te vez completamente…
—Gorda— como podía decir eso, es que no se daba
cuenta lo hermosa que lucia
—La palabra que iba a decir era divina— me incline
hasta que mis labios chocaron con su oído— y deseable, te deseo Bella, para mí
siempre serás perfecta, amo ver tu cuerpo desnudo porque eres hermosa y creo
que esta pancita te hace ver a un mas adorable
—Enserio? — sus ojitos brillaron ante mis palabras
—Claro mi vida, recuerda que si no quería que
hiciéramos el amor, era por lo que sucedió un par de meses, pero creo que si
somos cuidadosos nada malo sucederá— le pedí y así lo hizo, fui cuidadoso en
cada caricia y cada movimiento, como había extrañado sentir su cuerpo contra el
mío, sus pequeños jadeos y la manera en que cerraba los ojos y mordía su labio
inferior tratando de callar los gemidos que querían escapar de sus labios, deje
que ella tomara el control para no obligarla a esforzarse de mas, quería que
esto fuera perfecto para ella, que ella disfrutara de nuestra unión, coloque
mis manos en su cadera para ayudarla en sus movimientos, ella lo estaba
disfrutado de la misma manera que lo hacía yo, era simplemente perfecta, logro
que termináramos casi al mismo tiempo, dejamos que nuestras respiraciones se
mezclara, la ayude a acomodarse y la abrace.
—Fue mucho mejor de lo que me lo imaginaba — no
pude evitar sonreír ante tal afirmación, había logrado mi objetivo ella lo
había disfrutado
—Fue Excelente, pero ahora debes de descansar y
mañana puede que lo repitamos — la pegue mas a mi cuerpo y pronto cayo dormida.
Cada día que pasaba mi esposa irradiaba una enorme
felicidad además de que lucía hermosa, jamás me cansare de decir que era el
hombre con mayor suerte, intentaba pasar el mayor tiempo con ella y mas con las
constantes amenazas que llegue a recibir, solo había una persona que podía ser
la responsable, y esa era "Renée", acudí junto a la única persona que
sabia me ayudaría a proteger a mi esposa y mis hijos.
—Pasa hijo, solo dame un minuto— me indico una de
las sillas frente a su escritorio en lo que terminaba de hablar por teléfono,
aun me era extraño que Charlie Swan me llamara hijo pero era agradable saber
que él me había aceptado. — Lo siento un par de movimientos
—No te preocupes, créeme cuando te digo que estoy
acostumbrado a esta clase de llamadas— él sonrió al saber que me refería a mi
esposa
—Una mujer dedicada— se levanto y se acomodo en la
silla delante de mí, me ofreció algo de tomar y acepte un café— bueno no quiero
parecer descortés pero a que debo tu visita
—No quisiera molestarte pero es que tu eres la
única persona a la que se me ocurrió recurrir antes de llevar esto a lo legal —
note que se alarmo
—Problemas con Bella? — negué al comprender que lo
que él había entendido
—No quiero que pienses que me separare de
Bella—aclare y note su rostro relajarse— amo demasiado a mi esposa para
siquiera pensar en ello, no podría vivir sin tenerla a mi lado
—Entonces cuando te refieres a lo legal de que
estás hablando— saque de mi portafolio las cartas que me habían llegado y se
las extendí, y le indique que las leyera, su rostro se torno rojo debido a la
furia contenida, las amenazas eran claras quería dañar a Bella y mis hijos—
Hace cuando comenzaste a recibir esto
—Las primeras llegaron después de la discusión en
tu casa, pero no hubo problema ya que Bella estaba en casa y cuando salía lo
hacíamos juntos, después dejaron de llegar y hace una semana comenzaron a
hacerlo de nuevo y esta vez me preocupa porque ella está de regreso en su
rutina normal—señale
—Pero ella no ha cumplido alguna de sus amenazas?
—Hay un par de guardaespaldas cuidándola, de los
cuales Bella ni lo sospecha, ambos descubrieron a un hombre que la vigilaba
intentaron detenerlo pero huyo y no lo han vuelto a ver— me había puesto
furioso al saber que se les había escapado, pero estaba tranquilo de saber que
la protegían bien, al menos Renée en este momento sabia que Bella estaba
vigilada y se andaría con cuidado antes de hacerles algo
—No has pensado que hay sitios en los que la puede
atacar sin que los guardaespaldas la estén vigilando— doblo las cartas y las
dejo sobre el escritorio— por ejemplo el tocador
—En la agencia pedí que uno de los guardaespaldas
fuera una chica para cuidar esos detalles, en la empresa reforcé la seguridad
con ayuda de Maxwell y Megan la vigila mientras este en la empresa, ella sabe
que cualquier cosa extraña debe de llamar a los de seguridad y a mí
—Pensaste en todo— me dio una palmadita en el
hombro
—Claro , es la seguridad de mi esposa y de mis
hijos, al igual que a Bella redoble la seguridad de mi hijo
—Ve si Emmett puede conseguirnos una orden de
restricción para que no se acerque a Bella o mi nieto—asentí— yo les diré donde
encontrarla para que se lo notifiquen
—Gracias Charlie—me levante debido a que era tarde
y sabia que Bella podría sospechar— tengo que irme o alguien se dará cuenta de
lo que sucede
—Tiene que estar relajada, así que vete y no dudes
en avisarme de cualquier cosa— me dio un abrazo y salí rumbo a mi casa.
Al llegar me extrañe de no escuchar un solo ruido,
los busque por las habitaciones pero no los encontré, al llegar a la cocina
escuche la risa de mi hijo y los vi en la piscina, fui hasta ellos y me
encontré con la mejor vista que podía pedir
—Definitivamente eres la mamá más sexy— le dije al
verla tomando el sol con solo un bikini negro que dejaba al descubierto su
vientre, respondió de manera sarcástica
—Sabes que lo digo en serio amor— la bese apartando
un mechón que estaba fuera de lugar.
—Papi, me enseñadas a nada— el grito de mi hijo me
hizo verlo chapotear en la piscina, le indique solo me cambiaba y estaría con
él, entre corriendo a nuestra habitación y me cambie, Bella me ayudo a
colocarme el bloqueador lo que supe que había sido una mala idea ya que su roce
me estaba excitando, necesitaba inmediatamente entrar al agua y distraerme, la
ayude a entrar a la piscina y cuando estuvo dentro tome a mi hijo y comenzaron
las clases; esto era realmente divertido ver a mi hijo solo salpicar sin
avanzar y escuchar la risa de mi esposa era algo de lo que no cambiaria.
Cuando logro mantenerse a flote y comenzó a nadar
de verdad deje que fuera hasta Bella que lo recibió con un beso, note su gesto
y me moví para quitarle a nuestro hijo por si se había lastimado, intente
disculparme pero ella me lo impidió, tomo mi mano y la dejo sobre su vientre
para sentir a mis hijos moverse, la primera vez que los sentí había sido
maravilloso, saber que estaban bien era un gran aliciente, poco me importo que
tuviéramos público y la bese, la exclamación de Evan no se hizo esperar
—Tus hermanitos se están moviendo, quieres
sentirlos — le pregunto de manera tierna y el asintió, Evan disfrutaba el pasar
tiempo con Bella ya que ambos comían muchas cosas y simplemente como ese
pequeño detalle el sentir a sus hermanitos, sería un excelente hermano mayor lo
más lindo era cuando les contaba algún cuento que recordaba, claro que los
mezclaba como esa vez que ricitos de oro fue a la casa de la abuelita en
compañía de los tres cochinitos.
La orden de restricción se llevo a cabo y se nos
informo cuando Renée fue notificada, ella negó de todo lo que se le acusaba
pero la orden siguió en curso al igual que la vigilancia en mi familia.
Sin pensarlo ya estaba en su octavo mes lo que nos
acercaba a la maravillosa fecha, por las noches solo la sentía removerse y dar
algunas exclamaciones, escucharla cantarles a los bebés era simplemente
fascinante tenía una voz hermosa y la mayoría del tiempo me hacia dormido solo
para poder escucharla, otras veces abría los ojos para hacerle compañía, ella
pensaba que no lo notaba pero siempre estaba despierto cuando ella lo estaba.
El nacimiento de Mady la pequeña de Alice había
sido todo un acontecimiento al igual que cuando nació Alex, la pequeña era muy
hermosa tenía los ojos azules como su papá y todo indicaba que heredaría el
cabello rebelde por cortesía de los Cullen, Jasper que la miraba embelesado al
igual que Alice tenía un brillo diferente, su vida estaba por cambiar y lo
haría de la mejor manera. Una nueva pelea con mi hormonal esposa debido a que
era tiempo de que comenzara a quedarse en casa ya que si mi hermana había dado
a luz ella tendría poco tiempo, sabía que cuando es un embarazo múltiple se
puede acortar el tiempo debido al espacio en el vientre.
Salí de una cirugía para encontrarme con el recado
de que mi esposa había asistido a la empresa, termine de arreglar unas notas
antes de marcharme a su oficina, abrí la puerta sin anunciarme y ver una enorme
sonrisa en su rostro
—Puedo saber a qué se debe esa sonrisa? — me dirigí
hacia donde estaba y la ayude a ponerse de pie, estaba enojado por ser tan
cabezota y no ver que solo lo hacía por su bien, me abrazo pegándome a su
cuerpo dejando que barriguita chocara contra mi abdomen, no pude contener una
sonrisa y abrazarla con suavidad, bese su cabello y me acerque a su oído para
que solo ella me escuchara ya que Megan seguía ahí — sabes cómo lograr que el
enojo desaparezca, te amo aunque seas una cabezota
—Se fue— no entendí lo que me quiso dar a entender
con esas palabras, pero había felicidad en su rostro—Renée al fin se fue, salió
de nuestras vidas
—Como lo sabes? — no pude ocultar la felicidad al
escuchar esas palabras, después de todo al fin se había marchado y nos había
dejado tranquilo, ahora sabía que mi familia estaba segura, le informe que
iríamos a ver a las duendes y me golpeo por llamar a su a nuestra pequeña
sobrina.
Dos semanas después e habían llamado para realizar
una cirugía a un senador, lo malo es que debía de viajar hasta Phoenix, esto
nos había ocasionado una discusión con mi esposa, yo no deseaba dejarla sola
pero ella insistía que debía de hacerlo ya que era mi trabajo además de que
estarían bien, acepte al saber que tenía razón además regresaría por la noche,
esa noche dormimos en casa de mis padres ya que no quería dejarla sola y mi
madre se ofreció a cuidarla, le di un largo beso antes de marcharme al
aeropuerto.
El vuelo había sido tranquilo y había llegado con
muy buen tiempo, la cirugía fue un éxito, fui a comer a un restaurante que me
habían recomendado, al terminar fui a un centro comercial para comprar un
regalo para Bella y Evan, tenía un poco mas de 4 horas en lo que salía mi
vuelo, me extraño ver que mi padre me llamara pero fue una enorme sorpresa
escuchar la voz de mi esposa
—Hola amor como estas?
—Bien pequeña y tú como te has sentido— le pregunte
mientras recibía la bolsa con el regalo de nuestro hijo
—Bien, solo quería saber a qué hora regresaras
—Mi vuelo sale en 3 hrs y media, así que cálculo
que estaré contigo poco entre 8 y 9 todo depende del tráfico de camino a casa
—Crees que podrías llegar antes? — pregunto de
manera tímida
—No lo sé amor, es que acaso no puedes estar sin mi—
le dije de manera burlona
—Claro que puedo estar sin ti por un tiempo más, es
solo que no se si nuestros pequeños te quieran esperar— me quede quieto y no
pude evitar gritar
—Que dijiste?
—No grites— me regaño
—Dime que es una broma y que no es lo que creo que
es— rogaba que solo se tratara de eso, no podía ser que…
—Hmm… estoy en el hospital con contracciones, bueno
en este momento estoy de los más relajada— al escucharla decir contracciones no
pude evitar contener la respiración, nuestros pequeños estaban por nacer y yo
estaba lejos
—Porque no me lo dijiste desde un principio— salí
corriendo para tomar un taxi pero ninguno se detenía
—Edward…
—Te dije que no era buena idea venir…— comencé a
hablar más para mí que para ella, estaba reprendiéndome por no estar ahí y a
ver elegido mi trabajo en lugar de mi familia, no podía ser consciente de nada
más que de pensar lo que Bella estaba pasando sola, bueno no estaba sola ya que
mi padre y mi madre debían de estar con ella, pero no era lo mismo
—Anthony Cullen, ¡Cállate! — Me calle al escucharla
de nuevo—primero tranquilízate, no es tu culpa que los mellizos decidieran
nacer antes, ahora solo consigue un vuelo y ven, no quie…
—Bella, Bella…—le llame al ver que su regaño se
había entrecortado, no era algo típico de ella, nunca dejaba algo a medias así
que eso no podía ser nada bueno
—Escúchame hijo, Bella y los bebés están bien, solo
debes de intentar llegar lo antes posible, al paso que va puede que en menos de
6 horas este lista
—Cuida bien de ellos, estaré ahí antes de que
nazcan—agradecí que un taxi se detuviera, llegue al aeropuerto antes de lo que
quisiera, estuve buscando salidas en un vuelo antes pero no encontraba ninguno
directo, estaba al borde de la desesperación, no podía quedarme a esperar mi
vuelo si lo hacía llegaría demasiado tarde.
Me senté en una de las sillas de la sala de espera
con las manos en mi rostro mientras pensaba que hacer, fue ahí cuando recordé
que hace un par de meses había operado a un gran empresario que me había dado
su teléfono por si necesitaba algún favor, no soy de los que suele pedir la
retribución de mi trabajo, pero este era un caso especial, se trataba del
nacimiento de mis hijos.
—Corporativo Nott— di mi nombre y espere que me
comunicaran con Dominic, había sido mi paciente un par de veces
—Edward que bueno es saber de ti— me saludo con su
característica efusividad
—Dominic, Buenas tardes, lamento si soy inoportuno
pero necesito de tu ayuda— dije de manera tímida
—Lo que sea por el hombre que me salvo la vida
—Sabes que es mi trabajo, pero en este momento
necesito saber si cuentas con algún avión privado
—Claro mi amigo, es que acaso deseas hacer algo de
lo que no quieres que se entere tu esposa— me reí ante su deducción
—Si tiene que ver con mi esposa pero la amo
demasiado como para hacer algo que la lastime— el rio y murmuro "te tiene
en sus manos" — estoy en Phoenix y mi esposa esta por dar a luz y no creo
llegar a tiempo es por eso que recurrí a ti
—Ahora veo la angustia— me sorprendí de escuchar
eso, yo no había sido consciente de que sonaba angustiado, pero lo estaba por
pensar en no estar junto a Bella— En donde estas?
—En el aeropuerto
—En este momento llamo para que tengan listo un
avión para cuando llegues, debes de ir a mi hangar privado y te llevaran
directo a New York
—Muchas gracias, después me dirás de qué manera te
lo puedo pagar
—Es poco en comparación con lo que yo te debo,
tienes donde anotar la dirección— escribí la dirección que me dio y me fui
directamente, me quede atorado en el trafico por 20 minutos, que no pudieron
chocar después de que pasara el vehículo donde iba, al llegar al lugar
especificado ya todo estaba listo para el despegue, estaba nervioso y no podía
evitar ver mi reloj para ver que ya había perdido cerca de 2 horas y si las
cuentas de mi padre eran correctas solo tendría menos de 4.
Apenas estuvimos en el aeropuerto les agradecí a
los pilotos y me abrí paso entre el mar de gente que estaba en la terminal,
llegue y tome un taxi para ir al hospital solo rogaba con que fuera el tiempo
suficiente, me alarme al ver que llegaba un mensaje de mi padre en el que me
avisaba que a Bella le realizarían una cesárea, que lo lamentaba pero que no
podían posponerla más, le indique al taxista los atajos y llegue en la mitad
del tiempo, le pague sin esperar mi cambio y entre directamente al mi
consultorio, deje mis cosas y le pedí a Ane que investigara el quirófano donde
tenían a Bella, me cambie con uno de mis trajes de cirugía y cuando salí mi
secretaria me indico el quirófano, me importo poco aventar a todo el que se
cruzaba, subí un par de pisos donde estaban los quirófanos, entre al cuarto de
aseo para esterilizarme y ahí me encontré con una enfermera
—Relájese Dr. Cullen, la cesárea de su esposa
apenas está comenzando— le agradecí su información y la ayuda, cuando entre la
mirada de todos se posaron en mi y note el semblante alegre de Emily
—Pensamos que no llegarías?
—No me perdería el nacimiento de mis hijos—me
acerque al rostro de mi esposa que me sonrió, me incline para besarla—te dije
que no estarías sola en este momento
—Te amo—fueron las únicas palabras que salieron de
sus labios y las únicas que me bastaron para sentirme bien, me perdí en su
mirada que reflejaba la felicidad completa del momento
—Edward, quieres cortar el cordón— nunca pensé lo
que significaban esas palabras, me alegre de la sola idea y vi a mi esposa que
asintió.
Me acerque a Emily que sacaba a mi pequeño, hice el
corte y unos segundo s después el comenzó a llorar, se lo llevaron para pesarlo
y medirlo, hice lo mismo con mi princesa, el escuchar el llanto de ambos era
una sensación contradictoria, estaba feliz porque estaban aquí y sabia que
estaban bien, pero sus llantos activaban una fibra en mi interior que me hacia
sentir vulnerable al no saber la razón de sus lagrimas
—Son perfectos y están sanos— bese a Bella que no
dejaba de sonreír, ambos teníamos lagrimas bajando por nuestras mejillas, me
acerque al lugar donde tenían a mis hijos, eran tan pequeños y más hermosos de
lo que me había imaginado, me acerque a mi pequeño que había sido el primero y
lo tome en brazos, lo bese y el abrió sus ojitos eran iguales a los de Bella,
se removió en mis brazos y mi padre se acerco para ajustar bien mi agarre, lo
vi contemplarlo y regalarme una hermosa sonrisa, me acerque a Bella que abrió
sus ojos cuando se lo acerque, le dio un beso y fui a tomar a nuestra pequeña,
quería que los viera antes de que la anestesiaran por completo.
Al tomar a mi pequeña repare en el pequeño detalle
de que tenía sus ojos y su cabello, lo habíamos conseguido, tenía mi Bella en
miniatura, la bese de igual manera que lo había hecho con mi hijo y se la
acerque a mi esposa que comenzaba a sentir los efectos de la anestesia
—Mi mini—Bella— le susurre mostrándosela, ella
sonrió y la beso—te dije que lo conseguiríamos
Una de las enfermeras me la quito para llevarlos a
hacer unos estudios de rutina y después a los cuneros, vi que se llevaban a mis
hijos y regrese mi atención a mi esposa a la cual se le cerraban los ojos la
bese y le susurre que nos veríamos en cuanto despertara.
La cirugía termino y a Bella la trasladaron a su
habitación, nosotros fuimos en donde estaban todos, me sentía el hombre más
feliz, al saber que había logrado estar en la cirugía, había conocido a mis dos
pequeños y estaban bien.
—Edward lograste llegar— me abrazo mi madre, para
después separarse y preguntar— como están?
—Los tres están en perfectas condiciones— sonreía
ante el abrazo de mi hermano
—Papi! — abrace a mi hijo que había llegado de la
mano de Ángela
—Hola campeón— lo lance y lo atrape a lo que el
dejo escapar una risita
—Y mi mami?
—Tu mami está bien y tus hermanitos también— el
abrió los ojos y aplaudió
—Donde etan?
—Vamos a ver si ya están en los cuneros— el asintió
y lo lleve hasta la habitación donde estaban los cuneros, claro que todos
fueron detrás, solo escuche la voz de mi hermano al decirme que era un
envidioso por no querer presentarle a mis hijos, me detuve delante del cristal
y ahí los vi
—Cuales son papi— Evan había pegado su rostro y sus
manos en el cristal logrando que las enfermeras que revisaban a los bebés
sonrieran
—Son los dos que están por donde están la enfermera
de bata verde— dejo escapar una expresión de asombro y no paro de decirle a
todo el que se acercaba cuáles eran sus hermanitos; Charlie llego junto a
nosotros y observo a mis hijos, su rostro estaba relajado y una enorme sonrisa
se formo en su rostro y me dio unas palmaditas en la espalda
Llego la hora de irse, mi madre se ofreció a quedarse
con Bella ya que suponía que venía cansado por mi viaje relámpago y lo estaba
pero nada me separaría de estar junto a mi esposa cuando despertara, deje que
se llevaran a mi hijo que hizo un mohín pero accedió cuando le dije que mañana
podía estar temprano para visitar a su mami y sus hermanitos
BPOV
Un pitidito conocido fue lo primero que escuche
cuando comencé a ser consiente delo que había a mi alrededor, me moví un poco
logrando sentir un dolor punzante en mi vientre, deje escapar una exclamación
de dolor, abrí los ojos para encontrarme con la habitación en penumbras, apenas
era iluminada por la luz que entraba por la ventana de la calle y por la que se
filtraba por debajo de la puerta, no hizo falta verlo para saber que Edward
estaba aquí conmigo, la calidez de su tacto al tocar mi frente y su aroma
inconfundible fueron suficientes.
—Hola— me sorprende de mi voz, se había escuchado
algo ronca debido a que me acaba de despertar, además de que sentía arder la
garganta por la resequedad que sentía
—Hola mi vida—se inclino y beso mi frente, mi
nariz, mis mejillas, la comisura de mis labios hasta llegar a mis labios, fue
un beso corto pero lleno de amor, su frente permaneció pegada a la mía,
nuestras respiraciones se mezclaban, era un momento especial en el que ambos
deseábamos decir tantas cosas pero no había palabras para expresarlas, al menos
eso me sucedía a mí.
—Tengo sed— acaricie su mejilla y el movió su
cabeza para disfrutar el roce
—Aun no puedes beber nada, pero hay algo que puede
ayudar— humedeció mis labios logrando que esa sensación descendiera un poco,
nos quedamos unos minutos solo perdiéndonos en la mirada del otro, tomo una
gran bocanada de aire — Gracias amor
—Porque agradeces? —que no se daba cuenta de que la
que debía de agradecer era yo, el estaba conmigo como lo había prometido
—Por nuestros hijos, son hermosos—la sonrisa más
hermosa se formo en su rostro
—No olvides que tu participaste, sin tu ayuda no
hubiera sido posible, en los tres casos es gracias a ti—se acomodo junto a mí y
yo me acomode en una posición más cómoda en la que no sintiera tanto el dolor
punzante de la herida.
A la mañana siguiente, habían llevado a mis
pequeños para que los alimentara, había sido perfecto poder hacerlo, eran tan
pequeños y completamente hermosos, aunque digan que es algo irreal estaba
segura que ambos reconocían mi voz y la de Edward, abrían sus ojitos cuando les
hablábamos y eso hacía saltar mi corazón. Evan llego después de las 10 no había
asistido a la guardería por ser un día especial, llevaba dos peluches, una
hermosa osita con un enorme mono rosa y un leoncito, Carlisle lo dejo en la
cama junto a mí y sonrió al conocer a sus hermanitos
—Son pequeños como Alex—afirmo dejando sus regalos
de lado y acariciando el rostro de la pequeña que tenía en brazos
—Quien es? —pregunto con timidez
—Ella es tu hermanita
—Hola Sophie—beso su cabecita logrando que ella
abriera sus ojitos y lo observara sabia que debía de reconocer su voz ya que
Evan platicaba con ellos, señalo al bebe que Edward mantenía en brazos— y él es
Dedek
—Si corazón él es Derek— Edward se lo acerco y lo
beso de la misma manera que había besado a Sophie
—Sophie y Derek, que bonitos nombre—señalo Esme
abrazando a Evan y dándole un gran beso
—Si ellos son Sophie y Derek Cullen—no pude evitar
sonreír, mis pequeños eran reales y estaban con nosotros.
Las visitas no se habían hecho esperar, estaba
feliz de ver a las personas que tenían un lugar importante en mi corazón,
Damián había llegado junto con John y Grace dos días después, los regalos
habían sido maravillosos, ropita y juguetes, Jacob y Leah también se habían
presentado, al igual que Megan con Owen su ahora prometido.
Después de 4 días al fin me habían dado de alta, la
verdad que lo había esperado con impaciencia pero debido a que se había tratado
de una cirugía había tenido que permanecer un poco más, no me había gustado
porque mantenían a mis bebés en los cuneros, pero la parte buena era que al
menos podía dormir por las noches, al estar en casa toda esa calma se
terminaría y seria el momento de enfrentarme a las noches en vela, pero valía
la pena, todo lo que tuviera que ver con mis hijos lo valía.
Agradecí que Edward hubiera tomado nuevamente
vacaciones, eso me aligeraría un poco el trabajo ya que entre ambos nos
levantábamos por las noches cuando los mellizos lo exigían, se despertaban dos
veces por la noche, sé que no era mucho pero no hay que olvidar que era por
partida doble, amamantarlos y cambiarlos no era tarea difícil, lo mas difícil
venia cuando se trataba de volver hacerlos dormir, nos tomaba cerca de 15
minutos lograr que durmieran, una canción de cuna era suficiente y amaban que
la cantara Edward o yo.
Un pequeño sollozo se escucho a través del monitor,
me gire hacia el reloj y note que eran las 3, no tenían ni 20 minutos que habían
dormido, parecía que mi pequeña nos había engañado y ahora solicitaba nuestra
presencia
—Yo me encargo de mi princesa, vuelve a dormir un
poco— me acomode nuevamente en la cama y deje que Edward fuera a revisarla,
supe cuando había llegado y la había tomado porque ella había dejado de
sollozar, me desperté al notar que eran cerca de las 3:30 y Edward a un no
regresaba, tome mi bata y fui a la habitación de los bebes, lo encontré
contemplando a Derek, lo abrace por la espalda logrando asustarlo
—Pensé que Sophie te había dado problemas y por eso
no había regresado—me giro para dejarme delante de el
—Estaba incomoda un poco de aire, pero cuando lo
expulso se durmió
—Son hermosos —susurre observando a ambos dormir
tranquilamente
—Que esperabas son nuestros—rodé los ojos logrando
que él me regalara esa sonrisa torcida que amaba.
—Siempre tan modesto Dr. Cullen—me burle y el solo
me beso
—No sé si ya lo dije pero gracias—dijo contra mis
labios.
—Y esta vez porque me agradeces?
—Te agradezco por tantas cosas, por dejar que te
ayudara, por perdonarme después de haberme comportado como el mayor idiota, por
dejarme entra nuevamente en tu vida, por darme a mis tres maravillosos hijos,
por ser mi mujer perfecta, eres una madre amorosa, una esposa inigualable y una
amante esplendida— lo ultimo lo dijo con una sonrisa picara yo solo lo golpee
juguetonamente en el brazo
—Yo soy la que te debe la vida, sin ti no
estaríamos disfrutando este momento y lo que nos depara el futuro
—Cuando te conocí me enamore de ti, pensé que era
solo una ilusión algo pasajero, pero solo basto un roce de tu piel y un par de
palabras para saber que eras la mujer que quería a mi lado, es por eso que
estuve contigo cuando más lo necesitabas, en ese momento te hice una promesa y
la cumplí
—Que promesa? —aparto el mechón de cabello que
estaba en mi rostro y me envolvió en uno de sus brazos
—Te prometí que estaría ahí para sostenerte y no te
dejaría caer en el abismo en el que se había convertido tu vida—sonreí al
recordar esa promesa
—Puede que otras las hayas roto, pero esa la
cumpliste, no me dejaste caer en la oscuridad que había elegido, siempre
estuviste a mi lado, aun cuando estuvimos separados me diste una razón para
seguir adelante, me diste a Evan—pegue mi rostro contra su pecho sintiendo como
me apretaba contra su cuerpo, acariciando mi piel debajo de mi camisón y sus
labios besar mi cabello
—Y siempre estaré para ti, cada minuto de mi vida
lo dedicare a hacerte feliz a ti y a nuestros hijos—levante mi rostro para
besarlo dulcemente
—Creo que deberíamos aprovechar que nuestros
angelitos están durmiendo para hacer lo mismo—me agrado escuchar eso, por las
noches nuestros pequeños se despertaban logrando espantar nuestro sueño.
Nos aseguramos de que estuvieran bien arropados,
verificamos que los monitores estuvieran encendidos antes de salir de la
habitación, le dimos un vistazo a Evan y nos dirigirnos a la nuestra que estaba
a un lado, nos acomodamos en la cama yo aun con cuidado debido a la herida de
la cesárea que me mantenía sin hacer ningún esfuerzo, me acurruque en los
brazos de mi esposo para poder dormir.
Es en este momento que me doy cuenta de que todo lo
que viví tuvo un motivo, cada experiencia por horrible que fuera me llevo a un
camino mejor, el intentar terminar con mi existencia me llevo a conocer al amor
de mi vida, por cursi que llegue a sonar; los desplantes de mi padre me
hicieron convertirme en la mejor en mi área, aunque sabía que no había sido la
mejor manera, pero era una mujer exitosa y se lo agradecía.
Había encontrado a una verdadera familia, que me
había abierto los brazos sin mirar mis errores, se alegraban en mis triunfos y
lloraban mis penas, es la familia que siempre soné. Las peleas con Edward
aunque algunas habían sido infantiles otras en cambio nos habían hecho madurar,
aceptar nuestros errores y mejorar como personas, pero lo más importante era
que nos había demostrado que nuestro amor era verdadero y que podía contra todo
lo que se nos cruzara; Y qué decir de las maravillosas noche que compartimos,
esas son las mejores y las mas especiales, sin ellas no tendríamos lo más
preciado que hay en nuestras vidas en este momento, sin ellas no tendríamos a
nuestros hijos.
El comienzo de un par de sollozos fue lo que me
despertaron, levante mi rostro para encontrarme con la mirada dulce de mi
esposo que me miro de manera dulce, se inclino para besarme y susurra un te
amo, ese simple gesto fue suficiente para hacer mi corazón saltar, lo vi salir
de la cama y tomar mi bata para ayudar a colocármela, los sollozos se habían
convertido en gritos, ambos exigían nuestra presencia, el segundo round había
llegado.
—Me toca hacerme cargo de Derek—señalo mi esposo
cuando entramos a la habitación
—Eso nos deja a ambas cariño—abrace a mi pequeña
para comenzar a alimentarla en lo que Edward cambiaba a Derek que había dejado
de gritar pero seguía sollozando, pero con solo escuchar la voz de su papá
parecía controlarlo.
Esta es mi vida ahora y no cambiaría nada de lo que
me llevo a ella, ya que es simplemente perfecta.
Hermosa historia! :)
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