No me dejes caer: Capítulo 30



Decisiones


Me cambie y acomode mi cabello antes de que Edward saliera de la ducha, me tumbe sobre la cama para esperarlo, sin poder evitarlo mis ojos se cerraron, escuchaba todo los sonidos de mi alrededor pero mis ojos se mantenían cerrados, una puerta abrirse, el sonido del armario y como se hundía el colchón a mi lado y el inconfundible aroma de mi dios griego, escuche mi nombre antes de sentir sus labios en los míos

—Pequeña, despierta

—No soy pequeña— hice un mohín sin abrir los ojos logrando que riera

—Para mi lo eres, vamos abre los ojos, nos estarán esperando para desayunar—abrí los ojos

—Primero quiero hacer algo

—Que pasa por esa cabecita— hundí mis dedos en su cabello húmedo, logrando que se inclinara lo suficiente para unir nuestros labios, fui yo la que lo profundizo como si de ese beso dependiera mi vida, aun la idea de perderlo estaba en mi mente, aunque sabía que era una tontería y solo un sueño no podía dejar de pensar en ello, su cuerpo quedo sobre el mío sin dejar que todo su peso cayera en mi, comencé a jadear por la intensidad del beso, la falta de aire fue lo que nos hizo romper el beso

—Buenos días amor

—Me encanta tu manera tan peculiar de darme los buenos días— dijo contra mis labios

—Vamos a desayunar

—Isabella, siempre me dejas queriendo más

—No hare nada en esta casa, pero siempre está la posibilidad de irnos temprano

—Si creo que nos iremos temprano a casa— me ayudo a levantarme, nos acomodamos la ropa antes de bajar, apreté su mano antes de entrar en la cocina me aterraba ver decepción o otra clase de mirada en los ojos de Esme

—Ya era hora que bajaran, mama no nos deja desayunar sin ustedes

—Buenos días— salude a todos

—Cariño me ayudas a llevar esto a la mesa— Esme me extendió un plato con hot cake, lo tome sonrojándome, ella me sonrió y beso mi mejilla, los deje sobre la mesa junto con lo que traían las chicas.

El desayuno fue tranquilo y esta de mas que delicioso, Emmett comía por 2 lo cual no era extraño, pero fue divertido ver como él y Carlisle pelearon por el ultimo hot cake, pero al final fue Alice quien se lo comió, cuando terminamos fuimos a la sala de entretenimiento ver una película, bueno ese era el plan, uno que no pude completar

—Cariño me acompañas— asentí, Edward apretó mi mano antes de que fuera tras de Esme me guio hasta el estudio donde aun estaba la manta y la almohada, las acomode antes de sentarme junto a ella

—Esme yo…

—Cielo todo está bien, puedes respirar o Edward va a matarme por hacer que su novia sufra un colapso nervioso— deje que el aire entrara a mis pulmones

—Siento lo de anoche, estoy tan avergonzada

—Bella, no tienes porque estarlo, es lo más normal

—Pero…

—Cielo, yo también fui joven te entiendo—me guiño un ojo, mis mejillas comenzaron a arder— vamos a fingir que no sucedió nada

—Siento que te falle

—En lo absoluto, no se necesita ser adivino para saber que hay intimidad entre ustedes, créeme que he visto cosas peores— abrí los ojos, ella solo sonrió tomando mi mano— pero no hablare de ello

—Si creo que yo tampoco quiero saberlo

—Porque durmieron aquí—señalo las cosas de Edward

—No quieres saberlo— reí

—Viste las fotografías de Edward— tomo el álbum que estaba en la mesita central

—Si, espero que no te moleste por tomarlo

—Bella, vamos a aclarar algo— su voz se volvió seria— eres parte de esta familia y todo lo que hay en esta casa te pertenece de igual forma, eres libre de tomar lo que quieras

—Gracias— abrió el álbum, una sonrisa nostálgica se dibujo en su rostro al ver cada una de las fotografías se detuvo en la imagen de su boda— Esme, puedo preguntarte algo?

—Dime cariño

—Esta fotografía me llamo la atención, aunque ambos se ven felices su mirada…

—se ve vacía— acaricio la imagen— Edward no te ha contado nada—negué sin entender— no sé si sabrás pero los Cullen tienen una descendencia importante en Inglaterra

—Si

—Te diré que lo que estás viviendo con Edward es algo muy similar a lo que vivimos Carlisle y yo, veras mi familia era una buena posición pero aun así los padres de Carlisle se oponían a que saliéramos, pero lo que sentíamos era más fuerte, no nos importo, nos casamos ignorando sus palabras, sus padres duraron mucho tiempo sin dirigirle la palabra a Carlisle por haberse casado conmigo

—No te importo su rechazo

—En un principio fue duro como su familia se negaba a vernos juntos, pero nada de lo que hicieron nos separo, ellos querían darle una lesión a Carlisle así que hicieron como que no era su hijo, no lo ayudaron en lo absoluto, pero no fue necesario ambos salimos adelante el siempre ha sido un hombre que busca superarse y el bienestar para su familia y lo hizo, después de que naciera Emmett sus padres cambiaron de actitud, se disculparon por la manera en que me habían juzgado, no es una relación excelente pero es aceptable

—Ellos no estuvieron en su boda?

—No lo estuvieron, es por eso que esa felicidad que sentíamos no se ve reflejada en nuestras miradas, aunque Carlisle lo negara el hubiera querido que sus padres estuvieran ahí, y yo no podía dejar de sentirme culpable por ser la causante de su distanciamiento—tomo mi mano nuevamente— veo mi historia repetirse en ustedes, es difícil, pero si es lo que realmente quieren no dejen que nada se interponga, ambos se merecen ser felices, Carlisle y yo lo somos

—Nunca pensé que ustedes…

—No todo es perfecto, hay veces que se sufre de más pero lo vale si con ello obtienes lo que deseas

—Nunca pensaste que un día despertarías y no tendrías a Carlisle, no te invadió el miedo a perderlo—asintió

—Te sientes así con respecto a Edward

—Es un gran hombre que se merece ser feliz, y estando a mi lado no sé si lo llegue a conseguir a veces creo que estaría mejor con alguien más, pero no puedo ni imaginar mi vida lejos de él, lo amo en verdad que lo amo, pero me asusta todo esto que siento, es tan repentino es inesperado, yo… yo tenía un rumbo trazado y llego él para cambiarlo

—Mi niña, es normal que te sientas así, pero quiero que quites de esa cabecita la idea absurda de ser menos, eres una gran mujer, una de la que estoy orgullosa y satisfecha de que este al lado de mi hijo, los tres han hecho las mejores elecciones, Rose es una chica sencilla con carácter, uno que logra controlar a Emmett, Jasper es un chico paciente lo que necesita para estar junto Alice y tú… es imposible definirte en una sola palabra, pero una que se acerca es que eres fuerte, a pesar de todo lo que te ha tocado vivir eres una mujer valiosa, que lucha por lo que quiere— me abrace a ella

—Espero que no estés torturando a mi novia

—Solo tuvimos una plática bastante productiva— beso mi mejilla— Bella cuando quieras hablar siempre estere para ti

—Gracias

Después de la hora de la comida Edward y yo nos despedimos, cuando abrace a Emmett solo susurro "ya se habían tardado conejitos" le di un golpe en el pecho sin controlar las ganas de reír por el nuevo apodo, la tarde fue lo suficiente productiva me encantaba sentir el roce de nuestros cuerpos, las caricias, las palabras dulce cargadas de deseo, lo amaba y no me cansaría de decirlo

El tiempo puede que pase de manera lenta como lo había hecho durante gran parte de mi vida, pero ahora había pasado mas a prisa de lo que hubiera querido, mi graduación estaba a un escaso mes, estaba emocionada porque al fin terminaría, en estos meses habían sucedido algunas cosas importantes, había asistido a la maravillosa sesión de fotografías para la revista, había utilizado un vestido diseñado por las chicas, había sido un diseño hermoso todos en esa habitación las habían felicitado, sin duda tenían un enorme futuro, me había quedado con un hermoso recuerdo de esa sesión un álbum con las mejores fotografías, pero lo más interesante había sucedido apenas hace 15 días.

—Flash Back—

No era más que una de esas juntas aburridas, caídas, ganancias, compras, ventas, inversiones, nada nuevo y que no hubiera escuchado ya en las noticias de esta mañana, continúe corrigiendo un escrito mientras seguía escuchando la voz de mi padre, me detuve al escuchar una nueva propuesta, subir la tasa de intereses de nuestros clientes, sería razonable de no ser porque la quería incrementar en un 20%, lo cual era una locura mejor dicho un robo

—Yo me rehusó totalmente Charlie, me parece un incremento injustificado

—Nadie te pidió tu opinión, tu estas aquí para escuchar y acatar nuevas reglas

—Desde el momento que estoy en esta oficina tengo voz y voto, definitivamente esto se me hace un robo

—Tú que sabes de esto, deja este trabajo a los que sabemos mover este negocio

—No me subestimes, conozco cada aspecto de esta empresa como la palma de mi mano y es por eso mismo que sé que esto es un robo

—Sal inmediatamente de esta sala Isabella

—Te molesta que alguien te diga las cosas, se que mas de alguno piensa lo mismo que yo, lo veo en sus rostros , pero son tan cobardes que no se atreven a decirlo

—Basta Isabella, fuera de aquí— tome mis cosas frustrada y camine hasta la puerta, tome la manija pero en lugar de abrirla regrese sobre mis pasos hasta quedar cerca de mi padre— deberías de estar fuera de esta sala, no eres requerida ni tus comentarios estúpidos

—No seré parte de esto, yo no planeo robar, así que Renuncio— todos me veían como si en ese momento tuviera unos ojos extra o peor aun una cabeza extra

—Que has dicho— la voz de mi padre sonó insegura?

—Renuncio Charlie, iré por mis cosas y en un rato tendrás sobre tu escritorio mi carta de renuncia

—Isabella, si sales de esta empresa olvídate de que voy a volver a darte empleo, no me importa que seas una Swan, nadie se va sin sufrir las consecuencias

—No es esta la única empresa donde puedo trabajar

—Me encargare de que ninguna empresa te contrate, me estas escuchando ninguna en esta ciudad, sabes que lo hare

—Suerte— me dirigí hasta mi oficina

Había logrado salir de la oficina sin ver a mi padre, me sentía libre al fin, lo único que tenía que resolver era que haría con tanto tiempo libre, en vez de ir al departamento fui directo al hospital donde tuve que esperar a que Edward terminara de ver a algunos de sus pacientes, después de las 5 entre

—Hola Dr. Cullen— me senté sobre su escritorio

—Hola amor, que agradable sorpresa, ocurrió algo malo?—dejo sus manos sobre mis rodillas

—Porque debió de ocurrir algo malo— tome sus manos y las acomode en mi cadera

—Son poco mas de las 5 demasiado temprano para que estés aquí, así que dime si no tengo una razón para tener mis dudas

—Solo que me acabo de unir a las estadísticas

—De que estadísticas hablas

—A la de los graduados desempleados— me encogí de hombros

—Renunciaste?— cerré los ojos y asentí, sus labios chocaron con los míos de una manera un tanto agresiva, lo envolví con mis piernas sintiendo como sus manos me tomaban de la espalda baja y me recorrían para quedar al borde del escritorio mas pegado a su cuerpo— en verdad lo hiciste?

—Si— respondí contra sus labios

—Es excelente

—Edward, me quede sin empleo

—Pero te libraste de tu padre

—Sera un poco difícil encontrar un trabajo nuevo

—Eres la mejor

—A mi padre no le gusto y sé que moverá sus influencias para cerrarme las puertas, será difícil pero no imposible

—Eso quiere decir que te tendré mas tiempo para mí— asentí

—Aun tienes trabajo?

—Solo revisar un par de expedientes

—Que opinas si intentamos lo del cambio de escenario— no hizo falta más palabras para que comenzara a besarme de manera apasionada y nuestras manos a recorrer cada parte de nuestra anatomía

—Fin Flash Back—

—Mi amor— me removí en la cama, su aliento chocaba contra mi mejilla

—Ya voy

—Claro— mi cuerpo se despego de la cama, abrí mis ojos por la sorpresa

—Que haces?

—Tengo que ir por unas cosas al hospital y regreso para irnos

—Que hora es?— roce sus labios— Ya me dirás a donde vamos

—Son cerca de las 6, el lugar es una sorpresa para ti, yo tengo que ir a dar una conferencia, pero si deseas quedarte no hay problema, solo son tres días

—Claro que voy contigo, no soportaría estar lejos de ti por 3 días, aunque temo un poco que mi equipaje lo haya arreglado Alice

—Todo estará bien— me beso suavemente— no tardo, nuestro avión sale a las 8, estaré de regreso en menos de 40 minutos

—No entiendo porque no dejaste todo arreglado ayer

—Tengo que recordar que fui secuestrado por mi tentadora novia

—Ups— soltó una carcajada, me beso nuevamente antes de salir al hospital, me metí a la ducha tenía poco tiempo para estar lista, toda la semana había intentado sacar la información de a donde iríamos, cuando me informo que tenía que dar otra platica sentí un vacio en mi, pero esta vez no había nada que me detuviera a acompañarlo, bueno la facultad era una, pero por favor solo serian dos días y todo lo que estaban viendo ya lo sabía, así que no me perdía de nada.

Me envolví en una toalla y me coloque la ropa que Alice me había dicho que debía de usar, ella sabía a dónde su hermano me pretendía llevar pero no había logrado que me diera ni una pista, solo me decía "te va a encantar", "déjate consentir", ambas maletas estaban junto a la puerta y ambas tenían un pequeño candado del cual Edward tenia la llave según mi quería cuñada era para evitar que descubriera nuestro destino

—Lista amor?

—Si

—Anda el taxi nos está esperando

Después de registrar nuestro equipaje, nos acomodamos a esperar que fuera la hora de abordar, en lo que esperábamos decidimos tomar un café, las sillas era de lo mas incomodas pero que él me mantuviera rodeada en sus brazos dejaba eso en un segundo plano

Pasajeros del vuelo 5542 favor de abordar por la puerta numero 18
Pasajeros del vuelo 3729 favor de abordar por la puerta numero 7

—Vamos es hora de abordar—Negué al darme cuenta de que íbamos en la sección de primera clase, me dejo junto a la ventanilla, después de despegar me perdí viendo las nubes, pero mi mente intentaba descubrir cuál era el destino, había hecho un excelente trabajo ocultándolo, un par de labios acariciaron mi cuello me hizo regresar a la realidad

—En que piensas?

—Ya me dirás a donde vamos

—Porque eres tan impaciente—me encogí de hombros, beso mi cuello mordió el lóbulo de mi oreja, la piel se me erizo al sentir su aliento chocar en mi oído— Hawái

—Hawái— dije un poco más alto de lo necesario, el solo sonrió— Edward Cullen, estás seguro que es cuestión de trabajo

—Completamente, solo tengo que dar una plática mañana por la mañana y tendremos el resto del fin de semana para nosotros— rozo mis labios

—Buenos días, algo que pueda ofrecerles para beber

—Así estamos bien gracias

—Luna de miel?— pregunto la mujer con una amplia sonrisa

—No, aun no— sonrió Edward, la mujer sonrió nuevamente

—Si necesitan algo solo avísenme— asentimos y ella siguió su camino, me acomode sobre su pecho rodeando su cintura, lo escuche tararear una melodía que me hizo dormir, me desperté solo para ir al baño, fui cuidadosa para no despertarlo, cuando regrese una azafata ya estaba junto a él coqueteándole

—Me permites— tome mi lugar, acomode mi cabeza sobre su pecho y lo abrace de nuevo

—Quieres algo mi amor

—Agua— bese su cuello

—Solo agua—repitió el, la chica asintió y fue

—No crees que los celos son innecesarios

—No te puedo dejar un minuto solo— vi a la chica acercarse, se que era de muy mal gusto pero era para que aprendiera a no coquetearle a cualquiera, me adueñe de sus labios, sintiendo como sus manos apretaban mi cintura

—Disculpen— dijo cortante, estire mi mano aceptando la botella le di las gracias y roce los labios de mi novio

Un par de besos después volvimos a caer profundamente dormidos hasta que llegamos a nuestro destinos, fuimos de los últimos en bajar, tomamos nuestro equipaje y nos dirigimos a nuestro hotel, había reservado una suite con una maravillosa vista al mar, salí a la terraza en lo que Edward hablaba con el chico que había llevado nuestras cosas, el sonido de las olas al romper era relajante, sonreí al ver que había un jacuzzi un par de ideas cruzaron mi mente

—Te gusta?

—Me encanta

—Hoy solo tengo que registrarme, que te parece si vamos un rato a la piscina

—Si, solo me voy a cambiar— me dirigí a mi equipaje, respire profundamente era el momento de la verdad, reí al ver que estaba dividido en 4 uno con lo que debía de utilizar cada día esto era demasiado pero me ahorraba el hecho de buscar cómo combinarlo, tome lo que era para este día un bikini negro un vestido azul oscuro que se ajustaba en la cintura, me di una ducha rápida para refrescarme, el bikini lucia bien, acomode mi cabello

—Amor ya estas lista

—Dos minutos

—Cuanto es eso en tiempo real

—Muy simpático Cullen— salí terminando de acomodar el vestido, su mirada me recorrió y yo hice lo mismo se veía muy bien con una bermuda y una camisa delgada con los primeros botones abiertos

—Hermosa— corrí hasta donde estaba, salte sobre él envolviendo mis piernas en su cintura, me sostuvo con una hermosa sonrisa en su rostro— te comportas como una niña

—Niña— enarque una ceja, bese su nariz mi lengua recorrió sus labios que se entreabrieron, moví mi cadera logrando que sus ojos se cerraran y un jadeo escapara de sus labios—Una niña hace eso?

—Me estas provocando mi amor

—Y eso tiene algo de malo?

—Para nada, aun quieres ir a la piscina?

—Si— reí ante su puchero—Tenemos toda la noche para nosotros

—No sé si la noche me baste— me sonroje logrando que riera más fuerte, me dejo de nuevo sobre el suelo para que tomara lo que me hacía falta, un bolso con todo lo necesario, protector solar y bronceador, tome mis gafas de sol y le extendí a Edward las suyas, fuimos primero a la sala de conferencias donde se estaban registrando todos los asistentes, saludo a un par de hombres que al igual que él eran cardiólogos, me tense un par de veces al notar las miradas penetrantes que me dirigían y por la forma en que Edward me mantenía pegada a su cuerpo sabia que el también las había notado.

La piscina estaba un poco llena así que nos fuimos a la playa, encontramos un lugar disponible bajo una palapa, un chico nos dio un par de toallas para estar mas cómodos, Edward pidió un par de bebidas, se mantuvo sentado sin quitarme la vista de encima, me acomode ahorcadas y con su ayuda me quite el vestido

—Dime como lograre que todos mantengan su vista lejos de ti, eres demasiado tentadora para tu propio bien

—No creo que eso sea posible— sonreí al escuchar su gruñido— amor ellos solo pueden ver, pero tú puedes ver y tocar, y me encanta sentir tus manos sobre mi cuerpo

—Bella, me estas provocando de nuevo— solo reí

El resto de la tarde lo pasamos solo relajándonos, entramos un rato al mar cosa que me puso un poco nerviosa no me gustaba mucho entrar desde que un día practicando surf con algunas de mis amigas del internado, me había golpeada con una roca y había tomado bastante agua, solo me aferre al cuerpo de Edward aunque no me gustaba que el agua llegara más arriba de mi cintura con él a mi lado me sentía segura, sería capaz de ir al mismo infierno.

Cenamos en uno de los restaurantes cercanos pero que nos habían recomendado, la noche paso rápidamente no dejábamos de reír ante la cara de enfado de Edward, se había levantado para atender una llamada, y un chico me había enviado una bebida pensando que estaba sola, la deje de lado cuando al fin se acerco mi novio regreso y el pobre chico salió asustado ante la mirada asesina que Edward le lanzo

Regresamos a nuestra habitación después de media noche, el camisón era de un short diminuto honestamente parecía mas un bóxer la blusa de tirantes delgados, lave mi rostro antes de regresar con Edward, no se dio cuenta de que había salido estaba demasiado entretenido leyendo un par de papeles me acomode junto a él, apoye mi cabeza en su pecho desnudo dejando que me rodeara con su brazo, di un vistazo a lo que estaba leyendo era un articulo medico, intento apartarlo pero sostuve su mano en su sitio

—Si tienes que prepararte para mañana, no hay problema, esta noche solo podemos dormir

—No te molesta

—No amor, primero está tu presentación de mañana— bese su cuello un par de veces antes de caer dormida, el sueño esta vez había sido totalmente agradable era la tercera vez que soñaba con lo mismo y cuando despertaba repetía la misma acción llevar instintivamente mis manos a mi vientre solo para ver que este era plano y no abultado como el de mi sueño, abrí los ojos y con lo único que me encontré fue con una nota sobre la almohada

Bella
Siento que tengas que despertar sola
Pero no me atreví a interrumpir el sueño de mi hermoso ángel
Me tome la libertad de pedir tu desayuno, lo llevaran a las 10:30
La conferencia será a las 10 así que a medio día, estaré de regreso
Te amo, Edward

El reloj marcaba las 10:20, en 10 minutos mi desayuno estaría tocando a la puerta, tome la bata del baño para cubrir mi cuerpo lave mi rostro y acomode mi cabello, el sonido de la puerta me indico que mi desayuno había llegado y era justo a tiempo tenía un poco de hambre

—Buenos días Sra. Cullen, donde dejo su desayuno

—Buenos días, en la terraza está bien— miles de mariposas se habían liberado en mi estomago al escuchar Sra. Cullen, debí de haberlo corregido pero me gusto como sonó

—Se le ofrece algo más

—Gracias, así estoy bien

Un plato de fruta, un par de waffles con zarzamora, café y jugo, ese era mi desayuno, me dedique a saborear los wafles, el sonido de mi celular me hizo dejar de lado mi delicioso desayuno, y ese sonido solo era cuando llamaba una persona

—Hola Ali

—Bella, como la están pasando?, te gusto la sorpresa?, te gusto la ropa?, espero que utilices la ropa como te la deje acomodada

—Ali esas fueron muchas preguntas, pero me la estoy pasando de maravilla, me encanto la sorpresa, la ropa es muy… tu y me gusta prometo que la utilizare como esta acomodada

—Sé que llegan el domingo a medio día, los estaremos esperando para comer

—Ni yo sabía a qué hora regresaríamos

—Bueno te dejo para disfrutes de tus mini—vacaciones

—Saludos a todos

—Adiós cuñadita, diviértete

Me arregle después de desayunar, hoy toco un bikini rojo un short blanco y un top rojo, acomode mi cabello, tome las hojas que Edward había estado leyendo la noche anterior me acomode en la terraza y comencé a leerlo bueno más bien dicho intentar leerlo ya que no entendía casi nada, lo mío eran los negocios nada que ver con la medicina, que si se dañaba una de las válvulas del corazón o el nódulo tricúspide bla bla bla… prefería los números

—Divirtiéndote?

—Hola amor— rozo mis labios, me entrego un tulipán blanco una de mis flores favoritas

—Te gusto el desayuno?

—Muy buena elección

—Creí que la medicina no era lo tuyo— señalo el documento de mis manos

—Lo mío son los números, no había nada que hacer y quise leerlo pero es imposible—sonrió

—Solo me cambio y haremos lo que quieras

—Lo que quiera?— una sonrisa traviesa cruzo mi rostro

—Fuera de esta habitación

—Ahora eres tu el que no quiere— hice un mohín

—Amor, no crees que deberíamos de disfrutar de Hawái, no sabemos en cuento tiempo podremos viajar juntos de nuevo

—Viajaremos después de mi graduación

—Es en un mes

—Anda cámbiate, quiero ir a un par de tiendas

Estuvimos entrando y saliendo de un par de tiendas, compramos un par de cosas que podríamos utilizar y otras que apostaría les fascinarían a las chicas, comimos cerca de donde estábamos, mariscos fue la elección, y después un poco mas de tiendas hasta cerca de las 6 que tuvimos que regresar ya que teníamos que asistir a una cena dedicada a todos los ponentes y Edward era uno de ellos, me moleste porque no me lo había dicho antes, era seguro que se acabaría tarde y de nuevo no estaríamos juntos, entendía que ayer por la noche no había pasado nada porque tenía que prepararse, pero cuando se lo había insinuado por la mañana se había negado es que ya no deseaba estar conmigo, había alguien mas

—Si pudiera elegir en tener algún poder me encantaría el poder leer tu mente

—Edward no sé si tengo algo que pueda utilizar para la cena de esta noche, me lo pudiste decir antes

—No tienes de que preocuparte, se lo dije a Ali y ella empaco lo necesario, tu vestido esta en el armario

—Yo no lo vi entre mis cosas

—Venia entre las mías, hay algo más?— era tan obvia, se había dado cuenta de lo que pasaba por mi mente, era una estupidez pero podía ser una posibilidad, entre en la habitación
—Bella

—No es nada, a qué hora debemos de estar en la cena?

—A las 9

—Me daré una ducha, tengo que arreglarme— cerré la puerta del baño, llene la tina y entre en ella para relajarme y sacar esas absurdas ideas que comenzaban a vagar en mi mente, era estúpida lo sé pero como no dudar de algo tan perfecto

—¿Bella, sigues viva?

—Salgo en unos minutos

—Ya van a ser las 7:30— me intente levantar pero resbale y caí de nuevo dentro—Está todo bien?

—Si, ya salgo— no había sentido el tiempo pasar, juraría que era más temprano y no que había durado más de una hora ahí dentro, seque mi cuerpo y mi cabello, me envolví en la toalla para salir a la habitación, Edward estaba acostado viendo la televisión

—Segura que está todo bien?

—Si, solo necesitaba descansar de mi momento Alice— sonreí el me imito

—Es mi turno de usar el baño, no tardo

—Donde esta mi vestido

—En el armario— tenía que ser Alice la mente detrás de este vestido, aunque por su diseño sabia que también Rose había participado, era uno de sus diseños, era un mini vestido strapless con una flor en el pecho de color beige, busque la lencería para la ocasión, me enfunde una bata de seda que había encontrado entre mis cosas, me comencé a maquillar solo algo natural, en la playa odiaba maquillarme ya que el calor suele dañarlo

—Te ves hermosa

—Y eso que aun no término— acomode mi cabello un moño desordenado adornado por pequeños prendedores brillantes, me acabe de vestir, las zapatillas eran demasiado altas para mi gusto pero no tenía opción

—Alice me dijo que utilizaras esto— tome la pequeña cajita donde había un juego de aretes con pequeños rubíes era excelentes ya que contrastaba con el color del vestido

—Estoy lista y aun faltan 10 minutos

—Wow, bellísima— rozo mis labios antes de extender su brazo caballerosamente, bajamos hasta el salón donde se llevaría a cabo, saludamos a un par de médicos que estaban ahí con sus esposas, algunas de ellas me cayeron bastante mal eran una réplica de mi madre no sabían hablar de otra cosa que no fueran viajes entre otras cosas, una de ellas me presumía lo que había hecho durante el año que si su esposo había viajado a Paris y ella había estado en las tiendas más exclusivas

—Pero tu aun eres muy joven para conocer estos sitios—bufe dejando mi temperamento salir

—Claro que los conozco algunos de esos diseñadores son los que me han vestido para eventos benéficos

—A ti

—Creo que no me he presentado, Isabella Swan— la mujer había cerrado la boca y no volvió a intentar presumir al menos no delante de mí

Me mantuve al tanto de la plática que mantenía Edward con uno de sus colegas, su brazo me mantenía rodeada, la cena había estado aceptable, aunque los platos habían sido muy abundantes solo pude terminar la mitad, una mirada reprobatoria de Edward fue lo que recibí y que yo ignore, sonreía cuando debía de hacerlo pero la verdad es que aun estaba inquieta, bailamos un par de piezas platique con una mujer bastante interesante.

Pasada la media noche, Edward me propuso ir a caminar por la playa, no era una mala idea además la luna estaba en todo su esplendor, el tomo mis zapatillas cuando estuvimos en la playa.

—Siento si te aburriste

—No, fue agradable conversar con Margaret aunque no puedo decir lo mismo de otras, son una réplica de mi madre y eso me dio escalofrió

—Confías en mí

—Si

—Cierra tus ojos

—Que pretendes?

—Sabia que te ibas a resistir, así que vengo preparado—cubrió mis ojos con una especie de pañoleta

—Si caigo será tu culpa Cullen

—Eso jamás pasara mientras este junto a ti— beso mi nuca activando todas las terminaciones nerviosas de mi cuerpo, pego su pecho a mi espalda tomo una de mis manos y con su otra mano envolvía mi cintura me guio entre la fina arena, se detuvo un nuevo beso y quito lo que cubría mis ojos— ábrelos amor

Era una especie de caminito iluminado por pequeñas velas, me gire para observarlo, el solo me indico con la mirada que las siguiera, camine entre las velas solo eran eso, mi estomago estaba hecho un nudo, unos pasos más las velas formaban un circulo y en el centro había un ramo de tulipanes blancos y en él una nota, conocía esa caligrafía

Sorprendida?
Y aun falta lo mejor…

—Sorprendida— me gire para preguntar de que iba todo esto, las flores resbalaron de mis manos junto con la nota, mis manos las tenía sobre mi boca evitando que un chillido saliera de mis labios, ahí estaba con una rodilla apoyado en la arena su sonrisa torcida y un hermoso brillo en sus ojos

—Bella mi amor, aun intento descubrir que es lo que hice para estar a tu lado, eres la mujer que quiero junto a mí, quiero que estés ahí cada mañana, que seas lo primero que vea al despertar y lo ultimo al dormir, con la única que quiero compartir un futuro, te amo Bella, te amo mi amor, es por eso que ya no puedo esperar, Bella aceptarías ser mi esposa?— mi estomago parecía una revolución de sensaciones, la garganta estaba cerrada y mis ojos estaban húmedos un par de lagrimas descendían por mis mejillas, pose mi mirada en la cajita que sostenía, ahí había un hermoso anillo, un anillo de compromiso, me quise pellizcar para saber que no estaba soñando que era una realidad, pose mis ojos en los suyos y leí la duda por mi silencio

—Si Edward, si quiero ser tu esposa— mi voz salió entrecortada, sentí el anillo deslizarse en mi dedo anular, beso mi mano y después la sortija, se levanto de un salto y me tomo en sus brazos mis pies se separaron de la arena y sentí como comenzaba a girar conmigo

—No llores, amor

—Te amo Edward Cullen— grite el solo sonrió, envolví mis brazos en su cuello y uní nuestros labios ya no como su novia si no como su prometida, era su prometida nos separamos dejando nuestras frentes unidas

—Moría de nervios de que algo saliera mal

—Todo fue perfecto

—Siento si hoy estuve un poco distante, pero necesitaba que todo esto fuera perfecto

—Y lo fue, indudablemente perfecto

—Vamos a la habitación— me abrazo rozo mis labios, me coloco sobre su hombro y camino de prisa hasta la entrada del hotel, ahí me ayudo a ponerme las zapatillas, le dijo algo a un chico este asintió me dedico una sonrisa que correspondí, ambos teníamos una sonrisa de completa felicidad

Entramos a la habitación no le di tiempo de encender las luces, tome su camisa entre mis manos acercándolo a mí, sus manos tomaron mi trasero y me levanto haciendo que lo envolviera con mis piernas, el deseo se sentía a flor de piel

—Quise hacer esto desde la mañana, pero sabía que tenía que esperar, ahora sé que valió la pena—lo susurro contra mis labios

—Te amo

—Necesito encender la luz para llegar a la cama

—No, te quiero ahora— mi espalda choco contra la pared sin hacerme daño, bese la línea de su mandíbula su cuello, aproveche que él me sostenía para desabrochar su pantalón, mis manos rozaron su erección un gemido se desprendió de sus labios, sus dedos hábilmente hicieron de lado mi ropa interior, comenzó a acariciar el punto más sensible de mi anatomía, tuve que rodear su cuello con mis brazos para no caer, intentaba decir su nombre pero solo salían jadeos que eran silenciados por sus labios, mi cuerpo pedía mas que sus dedos— Edward, por favor

—Por favor que amor

—Te quiero dentro, necesito sentirte, por favor—gemí cerca de su oído

—¿Quieres esto?— sentí la punta de su miembro en mi entrada, me estremecí ante su contacto, mantuve uno de mis brazos en su cuello e hundí una de mis manos en su cabello, me adueñe de sus labios en un beso demandante, solo lo rompí al sentir entrar dentro de mí, sus movimientos empezaron lentos sus manos me ayudaban a impulsarme logrando una penetración más profunda, ambos gemíamos sobre los labios del otro, repetí su nombre un numero incontable de veces seguido de jadeos, escuche mi nombre entre jadeos, lo amaba, amaba a este hombre, mis paredes se estrecharon en torno a su miembro, sin poder evitarlo un grito salió de mi garganta acompañado de un gruñido, escondió su rostro en mi cuello solo sentía su respiración, los latidos acelerados de ambos.

Me bajo lentamente hasta que mis pies volvieron a tocar el suelo, deje caer el vestido junto con el resto de mi ropa, lo ayude a él ha hacer lo mismo, me dirigió hasta la cama se recostó sobre mí, apoyando su peso sobre sus brazos, acaricie su rostro retirando el cabello que se había pegado a su frente

—No deja de sorprenderme futura Sra. Cullen

—Es verdad?, seré la Sra. Cullen, tu esposa

—Bella Cullen, me gusta cómo suena— sus labios besaron la piel en medio de mis senos, bajo hasta mi vientre, intente contener el reír pero no pude

—Me haces cosquillas—ignoro mis palabras y volvió a repetir la acción, regreso a mis labios se giro dejándome sobre él

—No veo un futuro sin ti a mi lado

—Yo no me veo sin ti, eres todo para mí— apoye mi cabeza en su pecho escuchando solo el latir de su corazón, comenzó a acariciar mi espalda logrando que todas las terminaciones de mi cuerpo volvieran a reaccionar, bese su pecho

—Lista para la siguiente ronda

—Si y para la que le sigue

Lo hicimos un par de veces más durante esa noche, me pareció ver los primeros rayos de sol antes de quedarme dormida en sus brazos, de nuevo ahí estaba ese sueño, mi subconsciente me estaba dando un claro mensaje de lo que realmente deseaba.


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