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Despertamos un poco antes de la hora de comida,
tome mi bikini del día, que resulto ser uno de color blanco, un short del mismo
color y una blusa azul, arregle mi cabello solo para notar de nuevo la hermosa
sortija que adornaba mi dedo, era divina y cara,
como lograría hacer entender a este hombre que odiaba esta clase de cosas.
Comimos en el hotel la verdad es que ambos moríamos
de hambre, en el ascensor mi estomago había roto el silencio logrando que
Edward riera, fruncí el ceño y justo ahí su estomago hizo el mismo sonido ambos
reímos, prácticamente devore lo que había en mi plato estaba hambrienta, apenas
y había tocado mi comida la noche anterior una porque no sabía bien y dos
porque en mi aveza seguían vagando ideas absurdas, y que me ganaba por comer la
risa de mi simpático novio, no pude evitar hacer un mohín se estaba divirtiendo
al verme comer de esa forma tan poco característica en mi
—Deja de burlarte
—Lo siento— tosió disimulando su risa
—Debo de admitir que esta comida tiene mejor sabor
que la de ayer por la noche— susurre
—Concuerdo contigo, dime amor que deseas hacer
después
—Podemos ir a comprar…
—Quien eres?—enarco una de sus cejas y sus labios
se curvaron en una sonrisa divertida
—Quiero un helado, ayer vi una heladería italiana y
esos son mis favoritos
—Entonces vamos por tu helado
Su pulgar acariciaba el dorso de mi mano mientras
nos dirigíamos a nuestro destino, una chica había estado a punto de caer pero
había sido atrapada por la mujer que iba junto a ella, yo solté una risita
ganándome una mirada envenado, pero no me importo eso le sucedió por no tener
la vista al frente y tenerlos puestos en algo que me pertenecía.
—Disfrutas el dolor de esa chica
—Eso le pasa por estar viéndote y no el lugar donde
pisa
—Ahí está la heladería— señalo, chille de emoción
en verdad que amaba estos helados, apreté su mano y camine más aprisa—no creo
que se vaya a ir Bella
—Quiero uno de…— era difícil decidir entre todos
los sabores, mi vista viajaba de derecha a izquierda, era una decisión difícil —Tiramisu
—Yo uno de Menta— me extendió el mío, lleve de
inmediato la cuchara a mi boca, sabia igual de bueno que como lo recordaba
—Tenia mucho sin comer uno de estos, cuando
intentaba hacerlo mi madre siempre encontraba la manera para impedirlo
"pretendes comer eso?, dios que no te has visto en un espejo"—imite
su voz
—Amor, olvídate de eso
—Quieres?— le extendí la cuchara con helado , solo
negó y beso mis labios
—Sabe mejor en tus la…—metí la cuchara en su boca
antes de terminara la frase y robe un poco del suyo
—Algo que quieras hacer?
—Vamos a la playa antes de que te de un nuevo
momento Alice
—Muy simpático, pero vamos aun puedo tomar un poco
de sol
El sonido de las olas y el olor lograban relajarme,
pero había algo mas relajante aun, las manos de Edward sobre mi cuerpo
ayudándome con el bronceador, eso sí que era relajante, excitante ponía a
prueba todo mi autocontrol y apuesto que el de él
—Lista, vamos
—Hmm, que dices si te espero aquí
—No es una opción
—Edward, bájeme— ignoro mi petición que más bien
había sonado como una orden, sentía el agua salpicar mi piel, se erizo era un
poco fría, la risa de Edward era música para mi
—Si tú quieres—sentí el agua en mi cintura
—Creo que cambie de opinión—envolví mis piernas en
su cintura, camino un poco mas hasta que el agua cubrió casi llegando al borde
de mi pecho
—Crees que dejaría que algo te pasara?
—No, pero después de esa desagradable experiencia
no había vuelto a entrar al agua
—Hace cuanto fue eso?
—7 u 8 años, no estoy segura
—Y dime que hacías cuando venias a la playa
—Lo normal, tomar el sol, nadar en la piscina,
compras
—Esto es más divertido— sentí su mano entrar debajo
de la parte inferior de mi traje
—Edward, alguien puede vernos
—Déjate llevar
—Quien lo pensaría el correcto Dr. Cu…— sus dedos
comenzaron a acariciarme haciendo que toda frase coherente desapareciera de mi
mente
—Que decías amor— su sonrisa torcida había
parecido, como le hacía para deslumbrarme y dejarme sin una frase coherente con
una sola sonrisa
—Es injusto
—Es excitante— dijo en tono ronco
—Edward— eche la cabeza hacia atrás, sus labios
fueron directamente a mi cuello, mi cadera se comenzó a mover para aumentar su
roce, el movimiento del agua hacia más fácil la tarea—detente!
—Amor…— otra pareja se acercaba hacia donde
estábamos, su mano abandono su tarea y solo sostuvo mi cintura— seguiremos con
esto más tarde
—Podemos regresar
—Creo que tengo un problemita— reí divertida al
saber y sentir su "problemita"—No es gracioso Swan
—Para mí lo es, además me gusta saber que soy yo la
que provoco ese problemita
—Y mientras sigas moviéndote no va a descender
—Autocontrol Cullen, Autocontrol— me burle mas
fuerte
—Bella— frunció en ceño
—Quiero ir a la orilla
—Si amor solo dame unos minutos
—Ya lo tengo— su mirada mostraba confusión— sé cómo
controlar tu problemita
—Ahora eres capaz de arreglar este problemita
—Siempre lo soy Cullen, siempre soy yo la que
termina con ese que tu llamas problemita, aunque yo no lo considero de esa
forma, a mi me encanta
—No me estas ayudando Swan
—Ok, cierra tus ojos, no me vea así Edward, confías
en mi?
—Ciegamente
—Entonces cierra tus ojos
—Ahora planeas hipnotizarme o alguna cosa rara
—Solo hazlo
—Y ahora?— se veía tan lindo con sus ojos cerrados,
me contuve de las ganas de besarlo y hacer que su problemita terminara de la
manera que nos satisfacerla a ambos
—Imagina…— enarco una ceja
—Edward cierra los ojos— lo hizo con una enorme
sonrisa
—Ahora imagina… un hermoso prado— bufo pero su
semblante se estaba relajando, asintió— y ahí está Emmett en falda
—Isabella!— reía a carcajadas
—Sexy no lo crees?
—Traumatizante diría yo
—Pero funciono
—Con esas imágenes cualquiera regresa a la
normalidad
—Ahora si podemos volver a la orilla—no fue
necesario pedirlo dos veces regresamos a la orilla donde estaban nuestras
cosas, se dejo caer sobre la toalla y yo sobre el
—No ayudas demasiado a mi autocontrol—sonreímos,
tome aire
—Lo siento
—Porque te disculpas
—Porque fui una tonta
—No lo eres
—Ayer te notaba extraño y las ideas más absurdas
cruzaron por mi cabeza
—Así que era eso lo que tenías
—Si
—Yo no tengo ojos para otra mujer que no seas tú,
aunque esa que…
—Cullen— intente levantarme, se giro dejándome
debajo de el
—Amor es una broma, solo eres tú, es que no fui
suficientemente claro— beso la sortija
—Edward?— vi a la chica que estaba parada a un lado
de nosotros y la reconocí como la chica de la fotografía
—Sarah?— se levanto para abrazar a la chica, ella
revolvió su cabello, que era esto?, al diablo con todo no me iba a quedar
viendo este rencuentro con su ex—novia, las sonrisas que compartían, Edward aun
me daba la espalda, me puse el short como pude tome mi bolso y camine lo más
aprisa que pude de regreso al hotel
—Bella— escuche su voz y camine mas rápido, me
sentí herida quería llorar pero no lo haría, resbale pero me sostuvo antes de
caer— Amor
—No.. No me toques
—Bella amor que…
—Regresa con tu amiguita, yo me voy para que te
diviertas— tomo mi cintura y prácticamente me arrastro de regreso
—Deja de ser tan impulsiva amor
—Esperabas que te felicitara por saludar tan
efusivamente a tu ex—novia – se detuvo— no me veas así Cullen, creíste que no
me daría cuenta que es la misma chica con la que estas en la fotografía— soltó
una carcajada
—Ahora te burlas, suéltame o grito, ya me canse de
esta situación
—Con mayor razón debes de conocerla
—Suéltame Cullen
—Sarah— levante la mirada para ver a la chica
delante de mí, con una enorme sonrisa, si eran cínicos
—Es ella?—pregunto señalándome con un movimiento de
cabeza y una sonrisa
—Quien más, ella es mi Bella, mi prometida
—No me habías dicho que estabas listo para
condenarte— como se atrevía a hacer ese comentario, las manos de Edward se
ciñeron más sobre mi cintura
—Apenas se lo pedí ayer y acepto
—Quien no te aceptaría primo— condenarte quien se …
oh, oh, espera un minuto acababa de decirle primo, el coraje que había sentido
se había transformado en vergüenza, mis piernas amenazaban con fallar
—Prima…— le susurre a Edward
—Si amor es mi prima— beso mi frente
—Edward no para de hablar de ti, ya te conocía por
fotografías que me había enviado pero debo de decir que eres aun más hermosa en
persona, dime que tuvo que hacer para que estés con él— dijo de manera
juguetona
—Creo que es todo lo contrario, no sé qué es lo
bueno que he hecho yo para estar a su lado
—Puedo— señalo mi mano, se la extendí y la vi
sonreír al ver el anillo
—Bien hecho Ed., hiciste buena elección
—Quien te dice que fui yo…
—Si te hubiera ayudado Alice la piedra habría sido
tres veces más grande y Emmett te habría aconsejado que le dieras otra cosa en
lugar de un anillo, quizá un balón o mejor aún, uno de sus héroes de acción de
edición limitada—no pude evitar reír ante tal afirmación, además me agradaba
saber que este anillo lo había elegido solo Edward sin ayuda, eso aumentaba su
valor
—Veo que aun tienes presente su carácter
—Aunque no nos vemos, nos mantenemos en contacto,
un e—mail al mes es algo
—Y estás sola?
—No, yo vengo con Mark de vacaciones, ya sabes de
incognito sin que mi padre se entere, bueno aunque te puedo apostar que lo sabe—
se encogió de hombros sin quitar su sonrisa
—Aun sigue sin aceptar a Mark?
—Sus acciones así lo demuestran pero es más que
obvio que ya se resigno solo se hace el duro no puede dejar el orgullo a un
lado
—Solo te cuida
—Es sobre protector
—No olvides que si te hace algo Emmett y yo le
recordaremos lo que es meterse con una Cullen
—Cuidado Isabella son unos sobre protectores, no me
sorprendería de que Ed se convirtiera en tu sombra
—Creo que eso ya lo note, pero aun así es perfecto—
respondí tímidamente, mis mejillas me ardían, me había comportado como una
tonta
—Me tengo que ir, fue un placer conocerte Isabella
—Bella, solo Bella
—Cuando se van?
—Mañana
—Es una lástima, espero encontrarlos pronto y
encontrar una invitación para la boda— me dio un beso en la mejilla como
despedida.
—Te la enviare y por favor no digas nada aun de
nuestro compromiso
—Así que nadie sabe que te comprometiste, ni Alice?
—Nadie, así que guarda el secreto
—Seré una tumba— desapareció de la misma manera en
que había llegado, me gire y enterré mi rostro en su pecho
—A veces eres demasiado impulsiva y cabezota,
estábamos hablando de que no hay otra mujer para mí y te enojas
—Lo siento, ya no me digas nada soy una estúpida—
me deje caer cubriendo mi rostro con mis manos, me sentía avergonzada por ser
tan insegura
—No lo eres amor, es solo que debes de confiar más
en ti, dime una cosa crees que Esme tendría esa foto si ella fuera mi ex—novia?—
negué
—Es que…—sus labios quedaron sobre los míos, los
entreabrí para dejar su lengua entrar
—Mi tonta Bella
—Te amo
Nos quedamos el resto de la tarde tomando el sol,
caricias esporádicas, besos que teníamos que detener si no queríamos dar un
espectáculo, después de las 6 nos fuimos a la habitación, entre al baño moje mi
rostro y acomode mi cabello, tenía que ver cuál era el plan para esta noche
—Edward— la habitación estaba en silencio, camine
hasta la terraza y ahí en el jacuzzi estaba con los ojos cerrados— hay espacio
para mi
—Por supuesto— me acomode sobre sus piernas
ahorcadas, me extendió un copa con champagne
—Que celebramos?
—Que pronto te convertirás en mi esposa— bebimos el
contenido de nuestras copa antes de dejarlas de lado
—Se la manera de enmendar mi terrible error
—El monstruo de los celos?
—Si
—Que es lo que tie…— coloque un dedo sobre sus
labios, con mi lengua delineé sus labios baje por su cuello hasta la clavícula,
acaricie su pecho con la yema de mis dedos, roce sus pezones y cada musculo a
mi paso, me detuve al llegar al elástico de su traje, fue ahí cuando sus manos
reaccionaron rozaron mi espalda hasta llegar a las tiras de mi traje, deshizo
el nudo lo arrojo fuera del jacuzzi
Pegue mi pecho al suyo aflojando su traje para
poder introducir mis manos, sus labios se adueñaron de los míos un beso suave
como una caricia, deje su lengua empujo mis labios para permitirle entrar y
acariciar la mía, levanto su cadera logrando que nuestros sexos rozaran, se
quito la única prenda que tenia puesta, me levanto un poco para sacar la mía,
no pude evitar gemir al notar su erección contra mi
—Humm— enterré mis dedos en su cabello, sus labios
besaban mis senos, su lengua rozo la punta de mis pezones logrando un nuevo
gemido aun más fuerte, lo apreté mas a mi pecho, metió uno a su boca lo
succionaba lentamente una mano recorría mi espalda y la otra comenzaba a
acariciar y presionar mi clítoris, el placer que estaba sintiendo era
inigualable, mis dedos seguían enredándose en su cabello
—Bella— mordió mi cuello un poco más fuerte de lo
que habitualmente lo hacía, se acomodo en mi entrada coloco sus manos en mi
cadera para controlar que mi cadera no bajara tan aprisa, lo sentí abrirse paso
en mi interior lentamente.
Uní nuestros labios en un beso lleno de deseo, gemí
un par de veces sin dejar de moverme al ritmo que me estaba marcando con cada
una de las embestidas, mordí mi labio para evitar gritar
—Quiero escucharte— sus jadeos y sus palabras
pronunciadas con esa voz ronca, me estaban llevando al borde del placer uno que
solo el lograba despertar en mi
—Humm, Oh Edward— mis gemidos eran demasiado altos
pero eso no importaba, acelere el movimiento de mi cadera logrando mayor
fricción, lo sentí tensarse al instante mi cuerpo también lo hizo, encaje mis
uñas en su espalda, gimió en mi cuello el sonido mas excitante seguido por el
mío, deje mi rostro contra su cuello, solo sentía nuestros pechos subir y
bajar, nuestra respiración irregular, me alzo un poco solo para salir de mi me
giro para que mi espalda quedara pegada contra su pecho iba a replicar, pero
comprendí que lo había hecho para que pudiera ver la hermosa puesta de sol
—Es hermosa
—No mas que tu— beso mi nuca
—Dime estoy perdonada— coloque mis manos sobre las
suyas que me envolvían, beso mi mejillas
—Si, aunque si se vuelve a repetir una sola vez no
bastara
—No se repetirá
—Que dices de ir a un club, es nuestra última noche
aquí—asentí
—Solo quiero quedarme un poco mas aquí, entre tus
brazos
—Puedes quedarte el tiempo que quieras, mi amor
—Edward, nadie en sabe que tú me…— levante mi mano
con el anillo
—Que te iba a pedir ser mi esposa?— asentí— se
hubiera arruinado la sorpresa, porque lo fue?
—Una maravillosa, creo que debemos de comenzar a
arreglarnos si en verdad vamos a salir
—Vamos— me extendió una toalla para que me
envolviera y el hizo lo mismo, levante nuestra ropa.
En menos de 2 horas ambos estábamos en el ascensor,
yo con un short corto y ajustado una blusa de manga corta que se ajustaba a mi
cuerpo, unas zapatillas altas haciendo que mis piernas lucieran más largas.
Llegamos a un club, nos acomodamos en la barra ya
que el lugar estaba lleno, las chicas que estaban cerca se comían a mi no… que
diga prometido, que extraña sonaba esa palabra pero a la vez era la mejor que
había en mi vocabulario en este momento, ahora es cuando no sabía si había sido
buena idea venir a este lugar, pedí un Martini y el solo una cerveza, una chica
se coloco entre ambos casi haciéndome caer de mi lugar, me acomodo el cabello
—Hola, soy Amanda, bailamos— mire a Edward ceñuda
—Lo siento pero…
—Anda— tomo su mano, él la retiro como si el toque
le hubiera quemado, toque el hombro de la chica se giro con un semblante
molesto pero este cambio a uno de sorpresa y rabia al sentir como mi Martini se
derramaba por su blusa—Que haces estúpida
—Solo te enseño a no coquetear y mucho menos tocar
a mi prometido— la vi divertida, respire profundo y deje que mi voz se
suavizara para que sonara lo suficientemente filosa— ve y arrástrate con otra,
ninguna zorra toca lo que es mío
—Esto no…— bufo dio media vuelta y se fue, solo
sentía las miradas de los que estaban cerca, las chicas se giraron a otro lado
—Hay ese Martini en verdad estaba bueno— pedí otro,
Edward solo sonrió y me rodeo con sus brazos
—Eres peligrosa
—No dejare que ninguna zorra se te acerque, se de
lo que son capaces de hacer y también se cómo detenerlas
—Eso me queda claro, bailamos
—Si— la música era excelente, algunas chicas que
estaban cerca de nosotros comenzaron a moverse más provocativamente pero Edward
solo tenía ojos para mí, me pegue completamente a su cuerpo y deje que la
música fluyera, su cuerpo se movía junto al mío, metí mis manos en los
bolsillos traseros de su pantalón, así estuvimos por más de 2 horas, me había
podido relajar ya que ninguna "chica" se había intentado acercársele
de nuevo.
Regresamos al hotel caminando por la playa casi
desierta, ahí había un par de parejas bastante entretenidas que ni se inmutaron
al vernos cerca, llegamos a nuestra habitación después de las 2, no me dio
tiempo de buscar mi pijama, además con lo que parecía que Edward tenía en mente
no la utilizaría, sus caricias y sus besos me hacían perderme, me deje llevar
en el mar de sensaciones que volvían a hacerse presentes.
El sonido de un teléfono y el movimiento del cuerpo
al que me encontraba aferrada me hizo despertar, lo escuche decir un par de
palabras agradecer y volver a su posición inicial
—Pequeña
—Un rato más, estoy cansada
—Amor tenemos que levantarnos, nuestro vuelo sale
en 3 horas
—Las cosas— me levante sobresaltada a punto de
resbalar de la cama, me tomo del brazo evitando mi caída y se burlo de mi falta
de equilibrio
—Relájate ya todo está en su lugar, solo debes de
guardar lo de ayer y revisar que no olvidemos nada
—Tu…
—Si yo acomode las cosas cuando te bañabas, sabía
que llegaríamos tarde y nos esperaba una noche algo larga
—Que hora es?
—Las 5
—Dormimos menos de 2 horas
—Puedes dormir en el avión, quieres darte una ducha
—Me acompañas
—Pero solo será una ducha o de lo contario
perderemos nuestro vuelo
—Anda, algo rápido— bese sus labios, una sonrisa
traviesa atravesó su rostro y me siguió.
Habíamos llegado con el tiempo justo para tomar
nuestro vuelo, nos acomodamos en nuestros asientos, lo bese un par de veces
antes de caer profundamente dormida entre sus brazos, estaba agotada, adolorida
este fin de semana había sido demasiado productivo y hasta había logrado darme
cuenta de que tenía más flexibilidad de la que creía.
—Disculpen— levante la mirada hacia la chica que
nos estaba hablando
—Si— talle mis ojos
—Hemos llegado, ya están bajando
—Gracias— moví a Edward logrando que me presionara
más contra su cuerpo
—Despierta dormilón, llegamos
—Humm
—Edward, podrás dormir más tarde, ahora debemos de
bajar por nuestro equipaje
—Ya voy— me acomode el cabello tome mi bolso, tome
su mano para bajar
—Creo que debemos de ir a dejar nuestras cosas y
después a tu casa, nos esperarían para comer
—No creo que podamos hacerlo
—Esme nos estará esperando
—No me refería a eso, si no al ir al departamento
primero, llegaron por nosotros— señalo a una duendecilla saltarina
—Bella!
—También me da gusto verte— aproveche su abrazo
para ocultar la piedra, no quería que se diera cuenta aun, lo debía de hacer
junto con todos—Hola Jazz
—Que tal la pasaron
—Fue excelente— sonreí pasando mi brazo por la
cintura de Edward
—Vamos a casa ahí nos contaran todo, los están
esperando
Durante el camino tome la mano de Edward quien
sonrió al sentir la piedra en el interior y no en el exterior como debía de
ser, le señale a Alice con un ligero movimiento de cabeza casi imperceptible
que el comprendió, acomode mi cabeza sobre su hombro y la voz de Alice comenzó
a hacerse lo más parecido a un murmullo hasta que desapareció.
—Que bueno que han regresado
—Eddie deberías de tratar de no agotarla tanto, se
suponía que era un fin de semana de descanso
—Cállate Emmett
—Cuando te vas a comportar— abrí un poco los ojos,
a enorme sonrisa de Emmett estaba delante de mí
—Hola Bells
—Hola Em —abrí los ojos para encontrarme con todos,
me bajo para poder saludarlos
—Descansaste?
—Si Esme, fue magnifico
—No tienen hambre?
—Si— respondimos Edward y yo al unisonó, apenas
habíamos comido una barra de granola.
—Vamos a comer hermanita, te presumo que yo me
encargue de la carne de las hamburguesas— paso una mano sobre mis hombros
mientras me guiaba al jardín
—Es segura esa comida?— me gire para preguntarle a
los demás que rieron
—Hieres mis sentimientos
—Solo espero no morir
—No lo harás, veras que te encantaran
—Por las dudas, pido estar cerca de Carlisle
—Y eso porque?
—Necesito un medico cerca
—Hey yo también soy uno— gruño Edward
—Ups…— reí junto con los demás, lo abrace y roce
sus labios en manera de disculpa, me apretó contra su cuerpo
—Hey! Compórtense no están solos— grito Emmett, nos
separamos con una sonrisa en los labios
Emmett resulto ser bueno en la cocción de las
carnes, habían quedado muy ricas, fácil podía decir que eran las hamburguesas
más ricas que había comido en años. Les contamos todo lo que habíamos hecho
claro lo que se podía contar, vi la mirada de Alice posarse en mi mano la vio
por un par de segundo antes de que un chillido se escapara de sus labios, había
estado jugando con el inconscientemente, me tense intente esconder mi mano,
Edward la tomo entre la suya
—Alice que es lo que te sucede?
—Yo…— vi que posaba su mirada en Edward y solo
asentía levemente
—Alice…— Edward se levanto interrumpiendo la voz de
Esme, un nuevo chillido se escapo de los labios de Alice
—Que es lo que se traen?— la mirada de Emmett iba
de Edward a Alice, todos los demás estaban igual de confundidos, me tomo de la
mano y me hizo levantarme junto a él, envolvió mi cintura con una de sus manos
y con la otra mantenía mi mano entre la suya
—Bueno hay algo que aun no les hemos dicho, algo
que paso en Hawái
—Edward se mas claro— me sentía avergonzada de
sentir todas las miradas puestas en nosotros, sentí que giraba mi anillo
posicionando la piedra a la vista de todos, extendió mi mano, la cara de
sorpresa acompañado de un brillo de emoción bailo en los rostros de todos y
como era de esperarse el chillido ensordecedor de Alice
—Le pedí a Bella que se casara conmigo y acepto
—Felicidades cariño— me vi envuelta en los brazos
de Esme, mientras que Edward estaba en los de su padre quien asentía a lo que
este le decía
—Así que lista para llevar el apellido Cullen
—Si Em— lo abrace
—Lo sabía, sabía que pronto iba a suceder— Alice
saltaba sin soltarme
—Hey Ali, no acapares a Bella— Rose me quito a
Alice de encima— Felicidades, te mereces ser feliz
—Gracias Rose— me abrace a ella, quien lo diría
nuestra amistad había empezado bastante mal y ahora podía decir que era mi
mejor amiga claro junto con Alice
—Felicidades Bella, lo atrapaste— sonrió Jasper
señalando a Edward
—Lo hice pero no sé como
—Hija, es un gusto saber que de verdad serás una
Cullen— me abrace a Carlisle, me había llamado hija
—Cariño, ya pensaste en tus padres
—Mama, no le arruines el momento— pidió Alice, y
fue ahí que recordé ese insignificante detalle mis padres como se los diría
—No había pensado en ellos, creo que se los diré en
un tiempo más
—Pero notaran el anillo, la prensa está sobre
ustedes
—Siempre hay otras opciones— desabroche la cadenita
que llevaba coloque la sortija en ella y la abroche la oculte debajo de mi
blusa— lo llevare conmigo sin que lo noten
—En algún momento lo tendrás que llevar en la mano
delante de todos
—Prefiero esperar un poco, tal vez después de la
graduación lo haga
—Si creo que es lo mejor esperar un tiempo antes de
que todos sepan nuestro compromiso— secundo Edward abrazándome por detrás
—Nosotros no diremos nada— prometió Rose
—Se que no lo harán
—Y ya pensaron en una fecha?— observe a Edward
antes de observar a Alice, no lo había hablado
—No aun no lo hemos hecho, pero de lo que estoy
seguro es que quiero que sea en unos meses tal vez 5 o 6
—Tanto— hice un mohín, todos rieron
—Quieres que sea antes?—pregunto sorprendido
—Si entre 3 o 4 como máximo
—Por mi puede ser el mes que entra
—Se puede— sonreí
—No!, eso no me da el tiempo para planear la boda,
3 meses es apretado pero será espectacular
—Alice, eso les corresponde a ellos— interrumpió Carlisle
—Creo que eso lo hablaremos cuando ambos
concordemos en una fecha
—Solo no tarden demasiado, hay tantas cosas por
hacer
—Te lo prometemos
—Bella hay algo más que debes de saber y en lo cual
ya estamos trabajando
—De que se trata
—De un baile temático
—No es halloween— todos habíamos regresado a
nuestros lugares, yo entre los brazos de Edward
—Dijeron que hacen diferentes bailes y fiestas
cuando se acerca la graduación, así que nos unimos, la facultad de diseño,
economía, literatura, derecho y psicología para hacer esa fiesta
—Ya se habían tardado, siempre son buenas
—Sera un baile de época, ya sabes vestidos clásicos
—Suena bien, aunque no sé si me agrada la idea de
un corsé
—Creo que a mí si me gusta la idea— susurro Edward
a mi oído le di un golpe en el pecho y me sonroje
—No quiero saber de qué hablan, porque no guardan
sus comentarios para cuando estén solos— pidió Emmett
—Y cuando será?
—el viernes de la próxima semana— dijo una
duendecilla alegre
—Planeábamos hacerlos nosotras, pero el tiempo es
muy corto y con los trabajos que tenemos por entregar se nos complicara
—Creo que se a lo que se refieren— recordé el
último trabajo que debía de entregar en 4 días y del cual no llevaba nada,
bueno solo el titulo y la introducción, eso era algo
—Bien creo que podemos a ir a buscarlos este fin de
semana— Alice salto emocionada y comenzó a decir palabras sin sentido,
vestidos, corsé, zapatillas, lencería, genial, maquillaje
—Alice solo relájate— pidió Esme
—Esto será genial mamá
Las fiestas de final de curso eran las mejores yo
siempre había estado detrás de la organización de alguna y sabia que esta no
sería la acepción, aunque la idea de los vestidos de época era original lo
tomaba como algo sin sentido, pero estaba segura de que sería una fiesta
demasiado interesante que jamás olvidaría, Edward estaría conmigo no solo en la
fiesta sin que pronto lo estaríamos para siempre.
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