Los finales felices no existen o si?
—Ya puedes darme las llaves de mi auto
—No sé qué es lo que te pasa, también se que no
somos lo que se denomina amigos, lo único que sé es que ambos necesitamos un
poco de alcohol, ve y cámbiate— entre a casa me cambie rápidamente antes de
Salir tome un suéter extra
—Toma ponte eso, no creo que quieras entrar al bar
con tu disfraz y dame las llaves de mi auto
—Gracias— se lo coloco le quedaba un poco más justo
que a mí pero al menos ya dejaba de verse ridículo
Maneje hasta un bar que estaba en una de las
orillas de la ciudad, mi celular no había parado de sonar las 8 veces que vi el
numero solo aparecía un nombre "Bella", porque clase de imbécil me
tomaba, antes de que volviera a sonar lo apague, la mirada de Jacob era de
desconcierto pero no dijo nada, ambos entramos sin hablar y así nos mantuvimos
un par de cervezas después, solo estábamos uno en compañía del otro era
ridículo lo sé, pero lo que menos quería era tocar ese tema
—Que es lo que sucede contigo— le di un sorbo a mi
cerveza, centrando toda mi atención en la pantalla donde se trasmitía un
partido de golf, como si yo lo comprendiera— ya entiendo estas molesto con la
princesita, que fue lo que paso?
—No quiero hablar de ello Jacob
—Tan malo es?— pidió otra ronda de cervezas
—Ya te lo dije no hablare de ello
—Vamos dilo
—No hablare de ello
—Tan malo es
—Lo suficiente para terminar con muchas cosas
—Que quieres decir con eso— apoyo su cerveza con
más fuerza de la que hubiera querido.
—No quiero hablar— bebí lo que quedaba para tomar
la siguiente, después dejamos la cerveza para seguir con whisky lo cual no fue
lo más sensato ya que la mezcla vaya si que nos afecto, pero al menos nos hizo
olvidarnos del porque estábamos ahí, platicamos de cosas sin sentido.
Fui directo a mi casa ya que Jacob se había
marchado en taxi, no sin antes decirme que en algún momento se lo tendría que
contar, entre a casa sin hacer mucho ruido bueno en realidad ese era el plan,
aunque en realidad fue todo lo contrario ya que se me atravesaron algunas
figuras de porcelana de Esme e hicieron mucho ruido al estrellarse contra el
piso, lo que provoco que Emmett y mi padre bajaran a encontrarme, Emmett
comenzó a reírse de mí y mi padre solo me veía un poco sorprendido.
—Que es lo que haces aquí, nosotros pensamos que te
había marchado por alguna emergencia en el hospital
—Hijo, están bien las cosas con Bella?— porque mi
padre tenía que ser tan observador
—No me la menciones
—Espera Edward, que sucedió con mi hermanita
—No sé y no me importa, solo quiero dormir— los
hice a un lado y subí las escaleras lo más rápido que pude, pero el que se
estuvieran moviendo no era de gran ayuda, solo me quite los zapatos y me deje
caer en la cama donde me quede dormido
BVOP
Como era posible que hubieran dejado algo como esto
para el ultimo minutos, encontraría a los responsables de dar las indicaciones
para repartir los obsequios, gracias a ellos me había perdido una parte de la
velada, camine por los pasillos abriéndome paso entre la multitud y buscando a
mis amigos y a Edward y ahí lo vi pasar casi corriendo rumbo a la puerta, le
grite un par de veces pero nada sucedió, que es lo que le pasa a este hombre,
cuando llegue a la puerta vi el volvo salir se había ido y sin decir nada,
podría ser alguna emergencia en el hospital que otro motivo, regrese a buscar a
los demás ellos podrían decir algo
—Porque tan sola?
—Que no habíamos quedado en que te mantendrías
alejado de mí y de Edward
—Solo preguntaba, es que te note algo perdida
—Busco a mis amigos
—Te dejaron sola
—No, lo que sucedió fue que Susan me pidió que me
hiciera cargo de coordinar la entrega de obsequios, de casualidad no sabes
quienes eran los encargados de hacerlo
—Ni idea, pero si quieres puedo investigar
—Sí, necesito decirles un par de cosas a esos
irresponsables
—Vamos a buscar a tus amigos— su mano se deslizo
por mi cintura, empujándome ligeramente
—Puedo hacerlo sola y no me toques
—Solo quiero ayudar
—Solo aléjate de mí, no pienses que por tu
"disculpa" voy a confiar nuevamente en ti, solo somos conocidos
—Ok que tengas suerte en su búsqueda— agradecí que
desapareciera, ahora solo quedaba la parte de encontrar a mis amigos rodeé el
salón un par de veces pero no los veía por ningún lado, les pregunte a algunos
compañeros de las chicas me indicaban en donde los habían visto por última vez
pero nada
—Bella— me gire buscando a quien me había llamado y
ahí abriéndose paso estaba Leah
—Que bien, al fin encuentro a alguien
—Te estuvimos buscando
—Y donde están los demás
—Se acaban de marchar, al no verte pensaron que ya
te habías ido
—Perfecto y ahora solo debo de conseguir un taxi
—Nada de eso, vamos yo te llevo
—No es necesario
—Vamos tu me ayudaste cuando Jake se puso pesado
—Y donde esta?
—Se fue, le dije que hablaríamos mañana, aquí no
era el mejor lugar y Edward lo vimos marcharse
—Pensé que les había dicho algo a ustedes
—No lo hizo, anda vámonos ya
—Si quiero salir de este lugar
Me convenció de quedarme a dormir en su casa, y
tomando en cuenta de que ya eran más de las 3 acepte, pero no sin antes llamar
a Edward para avisarle que me quedaría en casa de Leah, pero jamás contesto,
después de un par de intentos mas termino mandándome a buzón directamente así
que me resigne y le deje uno avisándole que llegaría temprano a casa, aunque
había algo que no me dejaba de mantener inquieta.
Su casa era grande y lo mas sorprendente es que
vivía a solo un par de manzanas de la casa de mis padres y nunca la había
visto, me ayudo a quitarme el vestido y lo agradecí al fin podía respirar con
normalidad, una pijama y ambas dormimos en su habitación, bueno el dormir es
solo un decir ya que esa sensación de vacío en mi estomago se acrecentaba.
Me levante a las 8 apenas había dormido 3 o 4
horas, le agradecí por la ropa que me prestó, tome un taxi y fui directo a mi
departamento donde esperaba encontrarlo, pero nada sucedió estaba vacío, esto
en definitiva estaba muy mal, solo había un lugar donde podía estar pero no
iría vestida de esta manera, tome una ducha y me vestí de manera sencilla un simple
jeans un sweater gris y unas bailarinas, en menos de 15 minutos estaba entrando
a su casa, salude a Esme y cuando le pregunte por Edward solo me dijo que no
había salido de su habitación, llame un par de veces hasta que una voz que no
reconocí como la de él me indico que entrara, lo vi sentado en el borde de la
cama con las manos en su rostro
—Edward este bien— me acomode en cuclillas delante
de él, intente retirar sus manos de su rostro
—No me toques— se levanto bruscamente haciéndome
perder el equilibrio y caer, me levante al instante y acomode mi ropa para
enfrentarme a él y su mala actitud
—Edward porque no conteste mis llamadas
—Para que iba a hacerlo—cruzo sus brazos sobre su
pecho su mirada era penetrante podía decir que algo intimidante.
—Que te sucede?— toque su mejilla y de inmediato su
mano la retiro de manera brusca
—No te hagas la inocente Isabella
—Edward que es lo que está pasando, no entiendo
porque tienes esa actitud conmigo yo soy la que debería de estar molesta
—Tu molesta?
—Si debería de estarlo, te fuiste de la fiesta sin
avisarme, pudiste mandarme un mensaje o algo si tenias algo importante, pero no
lo hiciste te llame y no contestaste
—Eres admirable, en verdad que eres una excelente
actriz, pero dime te divertiste conmigo
—No sé de qué me hablas— en sus ojos había un
brillo diferente no era de aquel amor abrazador si no todo lo contrario era
como si mi simple presencia le causara asco
—Basta de juegos, siempre te defendí y anoche me
quedo claro que en realidad eres una cualquiera— mi mano dio contra su mejilla
—Como te atreves a hablarme así
—Desapareciste de la fiesta para ir a la cama de
Demetri, como fui tan estúpido y creerte
—Yo no he estado con Demetri, el único hombre con
el que he estado durante estos últimos meses eres tú
—No quiero escucharte, no intentes enredarme con
tus mentiras
—Tú simplemente te marchaste de la fiesta y no
respondías mis llamadas, pase la noche en casa de Leah
—Basta de mentiras Isabella— sus manos me habían
tomado de los brazos ejerciendo más presión de la necesaria
—Me estas lastimando
—Y crees que tu no me lastimaste, saber que todo lo
que vivimos en estos meses no fue más que una farsa, siempre creí que en
realidad me amabas— me soltó alejándome de él
—Porque me dices esto
—No te hagas la inocente, que ayer me quedo
bastante claro que no sentiste nada que eres una…—detuvo mi mano antes de que
llegara a tocarlo
—No te permito que me hables de esta manera— grite
furiosa en este momento no me importaba el lugar donde estábamos
—Tú no eres nadie para decirme que es lo que puedo
o no decir, te duele escuchar la verdad
—Así que no soy nadie— me dolía el pecho con cada
palabra
—Escúchame bien Isabella, no quiero volver a verte,
te quiero fuera de mi vida— su voz fue serena lo que me hizo sentirlos como
filosas dagas que se incrustaban en mi pecho oprimiéndolo más de lo que ya
estaba
—Eso es lo que quieres?
—Pensé que eras más inteligente y que no debía de
explicarte las cosas— una sonrisa irónica se formo en su rostro, me había
lastimado más profundo de lo que alguien cree que una palabra puede herir, me
daba la espalda mantenía la vista fija en la ventana, yo solo apretaba los
puños
—Espero que te des cuenta de que el que está en un
error eres tú, y para cuando lo hagas yo ya no estaré ahí
—Sé lo que vi— gruño, retrocedí un par de pasos,
aunque no lo demostrara abiertamente su actitud me estaba asustando
—Está todo bien?— unos golpes en la puerta nos
hicieron comprender que ya todos nos habían escuchado
—Chicos que es lo que está pasando?— pregunto Esme
entrando a la habitación, tome aire
—Si lo que quieres es que salga de tu vida, así lo
hare, será como si nunca nos hubiéramos conocido, desde este momento considérame
muerta— ni siquiera me vio mantuvo su vista fija en el otro extremo de la
habitación, me acerque unos pasos hasta quedar frente a él me perforo con la
mirada, me quite el anillo y se lo extendí— esto te pertenece
—No lo quiero
—Yo tampoco— lo deje sobre su mesita de noche y
salí de la habitación pasando de largo al lado de Esme y Carlisle , en el
pasillo estaban los demás recargados en la pared
—Bella que es lo que está pasando?— la mano de
Alice me detuvo
—Todo termino, vez porque te dije que yo no creo en
los finales de cuentos— los vi por última vez antes de comenzar a bajar por las
escaleras
—Bella
—Déjenla que se vaya, ella no tiene nada que hacer
en esta casa, aquí solo hay gente decente
— me detuve, como se atrevía a decirme
estas cosas, sé que mi pasado no era el mejor pero porque tener que gritarlo,
sus palabras eran certeras iban directo a lastimarme y lo estaban haciendo, me
gire para encararlo pero no me atreví, quería llorar pero no lo haría delante
de él, si era lo que quería no lo haría
—Suficiente Edward— grito Esme
—Es la verdad
—Que es lo que pasa?— cuestiono Esme tomando fuerte
el brazo de Edward
—Ella simplemente dejo al descubierto la clase de
chica que es en realidad— la cara de todos era de confusión, Alice y Jasper se
habían detenido a la mitad de la escalera para verlo, Rose y Emmett estaban más
cerca de él, note la mirada furiosa de Rose, me veía a mí y después a él— Ayer
se acostó con Demetri, yo no estaré con alguien como ella
—Bella— la voz de Alice fue baja había dolor en
ella
—Niégalo— demando ignorando la voz de Alice
—Yo no hice nada, no sé de donde sacas eso, yo no
me acosté con Demetri
—Mentirosa— mi pecho me dolía, mi garganta me
quemaba y mis ojos me ardían, la mirada de todos era de enojo y de decepción
—Sera mejor que te vayas Isabella— la voz de Alice
fue dura no se movió del lado de Jasper, Emmett sostenía a Rosalie y Carlisle y
Esme se mantenían al lado de Edward, solo me di media vuelta y salí de ese
infierno, tropecé en el último escalón logrando un raspón en la palma de mi
mano, me levante como pude, subí a mi auto y acelere a fondo, frene en seco
había estado a punto de chocar con un auto que pasaba por ahí, las lagrimas
nublaban mi visión.
Después de haber manejado 1 hora sin destino fijo,
había regresado a mi departamento con solo entrar la realidad me golpeo
bruscamente, necesitaba entender que es lo que había sucedido había sido tan
rápido, lo único que recordaba con total claridad eran las palabras ásperas y
llenas de odio de Edward, ya no tenía nada, había perdido mi trabajo, a Edward,
a unos grandes amigos, ellos se mantendrían al lado de su hermano y amigo era
de esperarse, reí con ironía al darme cuenta de que volvía a estar sola.
Mi departamento era el infierno, tenía que salir de
este lugar, todo lo que había en el me lo recordaba, hasta su aroma se sentía
en el ambiente, en este momento esto era más como un veneno que me consumiría
lenta y dolorosamente, pero a quien podía recurrir, camine a mi estudio donde
su aroma casi no se percibía ya que el no acostumbraba a estar ahí, tome la
correspondencia no tenía nada mejor que hacer, leí cada una la mayoría se
trataba de ofertas de empleo, pero ninguna que valiera la pena todas en la
misma ciudad y un cargo pequeño, pero ahí estaba entre mis manos encontré mi
salvación, lo pensé un par de segundos antes de tomar el teléfono.
EVOP
Me desperté con un enorme dolor de cabeza, y de
nuevo todo esos recuerdos regresaron a mi cabeza y ahí estaba el odio intentando
abrirse camino hacia la mujer que amaba pero no podía crecer porque yo la
seguía amando, entre a la ducha me cambie tome un par de aspirinas y me deje
caer sobre la cama cerrando los ojos, fue un dulce tacto lo que me hizo abrir
los ojos, mi madre estaba inquieta lo podía leer en su mirada, era muchas
preguntas sin ser pronunciadas, pero no estaba listo para contestarlas.
—Está todo bien Edward?
—No
—Quieres hablar?
—No
—Ok, preparare el desayuno te estaremos esperando—
beso mi mejilla para salir y dejarme nuevamente sumido en mis pensamientos, me
senté en la cama dejando mi rostro apoyado en mis manos, así estuve por un
largo rato hasta que un par de golpecitos me hicieron volver a la realidad a
esa fría y cruel, le dije que pasara y sin mirar supe que se trataba de ella,
su aroma invadió mi espacio y su voz resonó en mi cabeza.
—Edward estas bien?— sentí sus manos sobre las mías
—No me toques— me levante provocando que perdiera
el equilibrio y callera, se levanto acomodo su ropa y me miro frunciendo el
ceño
—Edward porque no conteste mis llamadas
—Para que iba a hacerlo—cruce mis brazos
—Que te sucede?— su mano acaricio mi mejilla, mi
piel reacciono ante su fino tacto pero ella había estado con otro solo se
estaba burlando, retire su mano de mi piel
—No te hagas la inocente Isabella— como es que
podía ser tan única y venir y fingir que nada había pasado
—Edward que es lo que está pasando, no entiendo
porque tienes esa actitud conmigo yo soy la que debería de estar molesta— la vi
con intención de acercarse un poco, mantuve mi mirada fija en la suya y eso la
detuvo
—Tu molesta?—pregunte con ironía y enarcando una de
mis cejas
—Si debería de estarlo, te fuiste de la fiesta sin
avisarme, pudiste mandarme un mensaje o algo si tenias algo importante, pero no
lo hiciste te llame y no contestaste
—Eres admirable, en verdad que eres una excelente
actriz, pero dime te divertiste conmigo— note que se tensaba con esas palabras,
sabía que la había descubierto, mantuve mi ojos en los suyos en verdad que no
entendía como había sido capaz de hacer esto
—No sé de qué me hablas
—Basta de juegos, siempre te defendí y anoche me
quedo claro que en realidad eres una cualquiera— apenas acabe la frase cuando
su mano se estampo contra mi mejilla, bastante más fuerte de lo que hubiera
esperado de ella, pero ese dolor no se comparaba con el que me había provocado.
—Como te atreves a hablarme así
—Desapareciste de la fiesta para ir a la cama de
Demetri, como fui tan estúpido y creerte— retrocedí un par de pasos apretando
el puente de mi nariz
—Yo no he estado con Demetri el único hombre en mi
con el que he estado durante estos últimos meses eres tu
—No quiero escucharte, no intentes enredarme con
tus mentiras—se acerco un poco
—Tu simplemente te marchaste de la fiesta y no
respondías mis llamadas pase la noche en casa de Leah
—Basta de mentiras Isabella— la tome de los brazos
y el alce unos cm del piso, cuál era su juego
—Me estas lastimando
—Y crees que tu no me lastimaste, saber que todo lo
que vivimos en estos mese no fue más que una farsa, siempre creí que en
realidad me amabas— su rostro se estaba contrayendo por mi agarre, la solté y
se tambaleo un poco
—Porque me dices esto?
—No te hagas la inocente, que ayer me quedo
bastante claro que no sentiste nada por mí, que eres una…—detuve su mano que se
dirigía de nuevo a mi rostro, la soltó y me aleje de nuevo no la quería cerca
—No te permito que me hables de esta manera
—Tú no eres nadie para decirme que es lo que puedo
o no decir, te duele escuchar la verdad— utilice el mismo tono de voz que ella,
a estas alturas ya todos en esta casa deberían de habernos escuchado.
—Así que no soy nadie
—Escúchame bien Isabella, no quiero volver a verte,
te quiero fuera de mi vida— me dolió pronunciar cada una de esas palabras, pero
no podía soportar estar con alguien que solo se había burlado de mí
—Eso es lo que quieres?
—Pensé que eras más inteligente y que no debía de
explicarte las cosas— una sonrisa irónica se formo en mi rostro, me gire hacia
la ventana yo no tenía la misma fortaleza de ella para fingir
—Espero que te des cuenta de que el que está en un
error eres tú, y para cuando lo hagas yo ya no estaré ahí
—Sé lo que vi— un gruñido se escapo de mi garganta
como se atrevía a amenazarme con que me iba a arrepentir
—Está todo bien?— la voz de mi madre se notaba algo
preocupada, no era la forma de que ellos se enteraran, pero para estas cosas no
hay una manera sencilla de decirlo , la puerta se abrió no quise mirar
—Chicos que es lo que está pasando?
—Si lo que quieres es que salga de tu vida, así lo
hare, será como si nunca nos hubiéramos conocido, desde este momento
considérame muerta— sacudí mi cabeza me parecía haber escuchado una nota de
dolor en su voz, pero debía de recordar que era Isabella la mejor actriz, desde
cuando nos estaría manejando, no solo a mi sino a todos, la sentí acercarse
hasta colocarse delante de mí y me extendió el anillo— esto te pertenece
—No lo quiero— metí mis manos a mis bolsillos
—Yo tampoco— la vi dejarla sobre la mesita de noche
antes de salir, mis padres me vieron con incertidumbre, mis hermanos estaban
hablando con ella, que es lo que esperaba para largarse de una buena vez, pase
entre mis padres y la vi bajar por la escalera mis hermanos iban detrás de ella
me detuve al inicio
—Déjenla que se vaya, ella no tiene nada que hacer
en esta casa, aquí solo hay gente decente— dije remarcando la última palabra,
sus ojos brillaban pero se mantenía callada no se defendía
—Suficiente Edward— me reprocho mi madre tomándome
del brazo
—Es la verdad
—Que es lo que pasa?— cuestiono mi madre apretando
su agarre
—Ella simplemente dejo al descubierto la clase de
chica que es en realidad— la cara de todos era de confusión, era hora de que se
dieran cuenta de quién era en realidad Isabella Swan— Ayer se acostó con
Demetri yo no estaré con alguien como ella
—Bella— la voz de mi hermana fue baja pero dejo
clara la nota de decepción
—Niégalo— demando ignorando la voz de Alice
—Yo no hice nada, no sé de donde sacas eso, yo no
me acosté con Demetri— su voz se comenzaba a quebrar pero su mirada se mantenía
firme
—Mentirosa— mi voz fue áspera, le deje en claro lo
mucho que la aborrecía, sus mirada nos recorrió a todos
—Sera mejor que te vayas Isabella— la echo mi
hermana quien se mantuvo al lado de Jasper, Emmett sostenía a Rose que la veía
de manera asesina y mis padres se mantenían a mi lado, solo dio media vuelta y
desapareció, escuchamos un golpe seco y mi madre bajo rápidamente las escaleras
cuando llego a la puerta escuchamos un rechinido se había marchado
—Edward
—Ahora no Jasper
—Edward que fue lo que paso
—Me engaño, anoche ella se acostó con Demetri, me
utilizo
—Eso no puede ser cierto
—Yo la vi Alice— grite
—Tranquilízate hijo— mi madre me rodeo con sus
brazos logrando tranquilizarme
—Estaré en mi habitación
BVOP
Ya habían pasado cerca de 15 días de que todo se
había terminado, me encontraba con Megan que aunque se negaba me ayudaba a
guardar las cosas de Edward, era lo único que quedaba en el armario, lo mío ya
había sido enviado a mi nuevo hogar, lejos de todos y de todo, donde tenía que
comenzar de cero.
—Bella, tienes que hablar con él
—No
—Bella él tiene que saberlo
—No, es solo mío— me deje caer con mi espalda
recargada en la pared junto a mi armario
—Pero el…
—El ya me sustituyo, además después de todo lo que
dijo—lleve las manos a mi rostro al recordar, que hace una semana al entra a un
café del centro de la ciudad lo había visto con otra mujer, sonreía y tenía su
mano tomada, choco su mirada con la mía y aunque me sentí morir no hice nada,
me mantuve serena como si no me importara, compre mi rebanada de pastel y salí
del local.
—Fue el día que…
—Si— deje que mi cabeza chocara con la pared y
lleve las manos a mi vientre
—Flash Back—
Entre en mi auto y arranque lo que menos quería era
estar cerca, él ya me había sustituido, demasiado rápido, es que acaso todo el
teatro que me había hecho solo se había tratado de una farsa para estar con
alguien mas, además no lo culpaba quien querría estar conmigo, no era la mujer
más hermosa, al contrario era una chica con muchos problemas, y vaya que los
tenía en este momento, me la pasaba en la cama solo salía para ir a la facultad
donde agradecía no tener que hablar con nadie, me levantaba con una horribles
nauseas pero debía de ser a todo lo que cenaba, algunas de ellas sonaban
asquerosas pero en verdad que se me antojaban, me detuve en el semáforo y al
instante mi cara dio contra el volante, alguien se había estampado contra mi
auto provocando que el mío golpeara al de adelante, solo esto me podía pasar a
mí, llame a mi seguro para que se hiciera cargo.
—Está bien señorita.— gire mi rostro al hombre que
estaba de pie junto a mi ventanilla, se notaba preocupado
—Si— lleve mi mano a mi frente al sentir que algo
se deslizaba, me comencé a marear odiaba la sangre
—Segura?— negué frenéticamente, tome un pañuelo y
limpie la sangre, llamo a una ambulancia aunque me negué termine en el hospital
en medio de diferentes estudios, dios solo había chocado y tenía una pequeña
cortadita en la frente
—Isabella— reaccione a la mano que pasaba delante
de mis ojos
— Lo siento Dr. Rivers— ahí estaba siendo examinada
por el médico de la familia, que no paraba de hacerme preguntas estúpidas,
hasta que llego a una que me hizo estremecer
—Isabella, cuando fue tu último periodo?—comencé a
sacar cuentas una vez, luego otra para verificar
—Hace casi 2 meses
—¿Has tenido relaciones sin protección?
—Si
—Pediré unas pruebas de embarazo y necesito que
tomes vitaminas, se nota que no has comido bien y necesitas descansar, no
podemos arriesgarnos por tus antecedentes.
—Cuando me darán los resultados
—Mañana a las 10, en mi consultorio
— Fin Flash Back—
—Que quieres que haga con sus cosas?
—Que se las entregues, junto con esto— le extendí
la pulsera que me había regalado y que había prometido no quitarme
—Bella por favor no lo hagas
—Ya no hay vuelta atrás, ya tengo un trabajo y no
cualquiera, iniciare como socia y pronto lograre hacerme de mi propia empresa,
tengo una nueva casa que es fantástica y lo mejor es lejos de aquí
—El tiene que saber que será padre
—Para qué?, el piensa que lo engañe con Demetri,
crees que con esa estúpida idea va a pensar que es suyo, es mío solo mío,
gracias a este bebé es que no me hundí—acaricie mi vientre que aun se mantenía
plano, cuando me lo confirmaron en vez de gritar de emoción había llorado, me
sentía mal pero era una parte de ambos, esta personita no tenía la culpa de lo
que había sucedido, había sido creada con amor, o eso quería creer.
No me atrevía a confesar que lo había llamado, pero
lo único que conseguí fue un gruñido que pude descifrar como un “vete al infierno” Lo había intentado,
pero si esperaba que me arrastrara a pedir un perdón de algo que no había hecho
se tendría que esperar sentado ya que eso no sucedería.
—Y para eso necesitas marcharte
—Tengo que comenzar de nuevo por mi bebe, voy a
seguir con mi nueva meta y cuando los vuelva a ver voy a demostrarles a todos
lo equivocados que estaban al juzgarme.
—Nos mantendremos en contacto, cierto
—Sí, pero me debes de prometer que no les dirás
nada a ellos, nadie debe de saber donde estoy ni de la existencia de mi bebe,
cambiare todo, John accedió a ayudarme, es un gran hombre. Ni pensar que mi
padre deseaba quitarle su empresa.
—Es tu nuevo jefe, cierto?
—Socio, promete que no les dirás mi paradero, tengo
que alejarme para sanar todo, recuerda que debo de estar bien, ya que de mi
dependerá alguien, ya no soy solo yo
—Lo prometo no les diré nada, así me rueguen no lo
hare
—Gracias— la abrace, era la única que podía
considerar mi amiga y pensar que por una de mis estupideces estuve por perderla
El viernes llego, hice mi rutina, me vestí con uno
de mis mejores trajes ese que se entallaba a mi cuerpo, que dentro de poco no
podría utilizar, arregle mi cabello y comencé a maquillarme, en el espejo se
encontraba una chica…—moví mi cabeza— fue duro el despertar de ese maravilloso
sueño solo para darme cuenta de que el "siempre juntos" jamás
existió, me maquille lo mejor que pude, ocultaría cada rastro de tristeza que
se mantenía en él, en lo único que él no se había equivocado es que era una
excelente actriz, practique la mejor de mis sonrisas no dejaría que nadie se
diera cuenta de cuánto me dolía.
Mis padres pasaron por mí, como iban a dejarme
llegar sola a mi graduación, nadie dijo nada en el trayecto, baje apenas se
detuvo el vehículo me acomode en una de las sillas, acomode mi toga , podía ver
el semblante de todos estaban felices por haber terminado yo también lo estaba
pero también estaba vacía.
—Que te sucede preciosa— lo había buscado por más
de una semana para que me aclarara lo que había sucedido pero ya nada tenía sentido
ya todo había terminado
—Déjame tranquila Demetri
—Cuando esto termine tenemos que hablar
—Yo no tengo nada que hablar contigo
—Se que te interesa, o es que no quieres saber
porque tu novio termino contigo
—Tú!
—Tomen sus lugares— nos indicaron lo que el
aprovecho para huir, ahora estaba claro el lo había provocado, nos había
separado y eso lo pagaría, me había arrebatado lo único que realmente me
importaba
Todo lo que pasaba a mi alrededor dejo de
importarme, solo pensaba cual sería la manera más dura de vengarme, no tenía
idea de con quien se había metido, regrese al escuchar el llanto de la chica
que estaba a mi lado, la entrega de diplomas comenzó y con ella la lluvia de
aplausos y ovaciones, las luces de las cámaras inundaban el ambiente, me
levante al escuchar mi nombre, camine con paso firme mi rostro el alto y la
mejor sonrisa, estreche la mano de cada uno de los profesores para tomar mi
diploma y posar para un par de fotografías, de ahí pude apreciar a mis padres
de pie Renée se limpiaba la mejilla, la muy hipócrita estaba llorando, el
momento de la despedida llego cuando debes de decir adiós para siempre a
algunos y solo un hasta pronto a otros, todos lloraban y se abrazaban, Jesica y
Mike fueron los únicos de mis supuestos amigos que se acercaron a mí para
felicitarme
—Dime Bella que se siente que terminen contigo— me
susurro cuando estuve sola
—Maldito que fue lo que hiciste
—Puse a prueba la confianza de tu novio, pero es
sorprendente que no existiera de haber existido te abría escuchado
—Como sabes…
—Bella, si te hubiera escuchado no habría pasado
eso, ahora dime crees que una relación donde no hay confianza vale la pena?, no
me lo agradezcas, pero sabes muy bien que te hice un enorme favor
—Favor?— sentía la rabia aumentar en mi interior,
creía que era un favor
—Bella te dije que me iba a vengar de ustedes, el
que me hicieras quedar como un estúpido más de una vez no se lo perdono a
nadie, fue tan sencillo engañarlo a él y a ti
—Que …
—Fue demasiado sencillo, alguien utilizando un
vestido igual que el tuyo, sabía que tu novio te buscaría y así lo hizo, se
encontró con Lauren le indico donde estábamos y cuando abrió la puerta se quedo
estático contemplando a la chica y el vestido en el suelo, pensó que se trataba
de ti, no encendió la luz ni hizo nada para comprobar que fueras tu, en verdad
que es estúpido, se creyó lo que le dije y se fue, y a ti solo tuve que
mantenerte ocupada en una tarea de organización, la perfecta Isabella jamás
dejaría que algo saliera mal.
—Tú eres el único estúpido
—Creo que no lo soy, logre sepáralos, pero sabes
que siempre estaré esperando por ti
—Jamás estaría contigo, me das asco
—Se que te duele admitirlo, pero en un futuro
estaremos juntos ya lo veras
—Tú comenzaste este juego, es mi turno y no olvides
que siempre las fichas están a mi favor
—Esta vez no lo estuvieron— se burlo
—Pero será diferente— lo abrace sintiendo como se
quedaba rígido por mi repentino movimiento, me alce de puntillas para alcanzar
su oído— no voy a descansar hasta destruirte como la asquerosa rata que eres,
así que te recomiendo que disfrutes mientras puedas. Volveré por ti.
Me separe de él, le lance un beso y camine hacia el
lado contrario, su rostro se había contorsionado ante cada una de mis palabras,
camine hasta donde estaban mis padres esperando por mí, me abrazaron porque
había mucha gente presente, las apariencias ante todo, tomaron un par de fotos
de los Swan, después de esa farsa nos fuimos directo a la camioneta ya que
ellos me llevarían a casa.
—Donde festejaran?
—No lo sé yo tengo otros planes más importantes
—Regresaste con ese…— señalo Renée
—No Renée— me gire hacia la ventana para ver los
edificios por los que pasábamos
—Es lo mejor que te pudo pasar
—Entonces que es lo que harás?—pregunto mi padre
desviando la conversación
—Voy a viajar por un tiempo
—De esa manera no encontraras trabajo, aunque …
—Ya tengo uno Charlie
—Quien te contrato— tenía su mirada clavada en mí,
no creía que fuera capaz de hacerlo
—No crees que ese es mi problema
—Apuesto a que es un trabajo de segunda
—Piensa lo que quieras— abrí la puerta al notar que
estaba fuera de mi edificio— gracias por traerme y un consejo mas Charlie,
cuida la empresa
No le había dado tiempo a decir nada, en vez de
entrar a mi edificio camine hacia central park me senté en una las tantas
bancas a observar la gran cantidad de personas que ahí se encontraban,
familias, parejas, chicos paseando sus mascotas, niños, esto es lo que echaría
de menos, la nostalgia me estaba invadiendo por lo que decidí regresar.
Me cambie con algo más cómodo para el viaje en el
que me estaba embarcando, tome la pequeña mochila me asegure de que todo
estuviera apagado ya en la puerta me detuve unos segundos mirando el
departamento vacio, apoye la cabeza en el marco de la puerta y sonreí de lado
al recordar los buenos momentos que pase ahí junto con Edward, unos que solo
eran recuerdos y que lo mejor era tratar de olvidarlos di media vuelta y cerré
la puerta detrás de mí, me despedí del portero que me deseo un buen viaje antes
de cerrar la puerta del taxi me esperaba, casi no había trafico por lo que
llegue al aeropuerto mucho antes de lo que debía de llegar, registre mi
equipaje y me acomode en la sala de espera, revise por tercera vez que tuviera
todos mis papeles en mi bolso, el celular me parecía estarme obligando a
tomarlo y lo hice mis dedos acariciaron las teclas hasta abrir el directorio un
nombre en particular me obligaba a apretar un botoncito y así lo hice, lo
apreté contra mi oreja escuchando el tono de marcado un par de veces, en mi
interior rogaba que no contestara pero como siempre eso no sucedió
—Hola Isabella
—Alice, yo…
—No crees que ya fue suficiente el daño que hiciste
o es que te falto algo porque si es así dímelo para poder terminar con esto
—Alice las cosas no son como tú crees. Yo lo amo…
—Bella nosotros creímos en ti, mi hermano creyó en
ti y que es lo que tú hiciste. Solo intentamos ayudarte lo cual evidentemente
fue una pérdida de tiempo, por una parte me alegro que las cosas ocurrieran
antes de que mi hermano se uniera a ti. Sin duda ese hubiera sido el peor error
de su vida. —suspiro sonoramente. — Si de algo me arrepiento ahora es del
momento en que te creí y te di mi amistad…
Al escuchar sus palabras me quede sin habla
por unos segundos, de nuevo la opresión en mi pecho estaba presente y me
maldecía internamente por ser tan masoquista ¿Qué es lo que esperaba con esta
llamada?
—Siento lo de la pérdida de tiempo. — suspire
mirando el tablero con las salidas y llegadas. — Cuida bien a Edward.
—Yo si lo cuidare porque a mi si me importa. — ella
estaba molesta y se notaba que lo que menos quería era hablar conmigo, pero era
la última vez que lo haríamos
—No temas que en otro momento interfiera en
sus vidas, porque eso es algo que ya no sucederá. Adios Alice. — dije antes de
colgar y tomar mi bolsa que estaba en la silla junto a mí.
Solo había dado dos pasos cuando mi teléfono
comenzó a timbrar, al ver la pantalla vi la imagen de Alice, dudando un poco
rechace la llamada, pero insistió de nuevo al volver a rechazar fue la imagen
de Jasper, seguida de la de Emmett. Me mantuve en mi sitio por unos minutos
mirando el aparato y debatiéndome en si debía de responder o seguir ignorándolos,
la respuesta llego claramente con la llamada de mi vuelo. Si quería comenzar de
nuevo lo mejor era no tener ninguna clase de tentación por lo que lo apague y
lo arroje al interior de uno de los cestos de basura antes de ir junto a la
azafata y entregar mi boleto.
Fui hasta mi asiento en la sección de primera
clase, un pequeño capricho que me podía permitir en este momento. Varios
minutos después el avión comenzó a
avanzar sobre la pista tomando velocidad y elevándose. Mire por la ventanilla
como este tomaba altura y la ciudad se iba convirtiendo en una mancha, me
aparte de la ventanilla apoyándome en mi cómodo asiento cerrando los ojos con
fuerza. Ya no tenía nada que me atara a este lugar y lo mejor era comenzar
lejos de todos a los que pudiera lastimar y sobre todo en un lugar en el que yo
pudiera sanar y comenzar de nuevo por mi bien y el de mi bebé. Con solo pensar
en él una sonrisa rota se formo en mis labios y acaricie mi vientre.
...
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