Verdad, Dolorosa Verdad
El abogado de mi padre se aclaro la garganta, una
clara indicación de lo incomodo que se había transformado el ambiente
—Si lo prefieres puedo esperar afuera en lo que
terminan de arreglar lo que quiera que estén arreglando— la mirada de mi padre
se volvió a posar en mi, dio una profunda inhalación
—Puedes quedarte— asentí atravesando la habitación
hasta sentarme en el sillón, saque mi celular de la bolsa y comencé a jugar con
él
—Bueno Charlie, la situación no pinta nada bien, Renée
ha pedido el 50% de los bienes y por ley le corresponden, pero también ella en
un principio estuvo sacando fuertes sumas de efectivo de las cuentas que
compartían, no sé porque motivo se detuvo
—Si lo que quiere es el divorcio se lo daré, pero
intenta arreglar sobre los bienes, no quiero que ella siga tocando un solo
centavo
—Es algo difícil pero intentare hacer todo lo que
esté en mis manos
—Podrías pedir que me manden estados de cuentas
quiero ver cuántos es el dinero que me ha quitado y que hare, aunque no
entiendo porque se detuvo
—Volveré mas tarde, con su permiso— el hombre salió
dejando de nuevo la habitación en un completo silencio, el único sonido era el
de los aparatos
—Y ha que debo que estés aquí— me levante dejando
mi bolso en el sillón
—He estado pensando muchas cosas— tome aire— una de
ellas es que te venderé mis acciones, no me sirven de nada
—Porque haces esto?— parecía sorprendido
—Con Edward tuvimos una "platica" sobre
ello, y una de ellas fue que con todo esto solo estaba eligiendo el camino
equivocado, lo que menos deseo es ser una persona como la que tú eres, y con
todo esto iba directo a ese sitio
—Me haces sentir como un ogro
—Fuiste peor que eso, mucho peor— lo mire
directamente a los ojos, había sorpresa, dolor por lo que acababa de decirle,
sabía que no debía de alterarlo aun no estaba del todo bien
—Dime cuanto es lo que vas a pedir por las acciones
que tienes en tu poder
—Creo que de eso hablaremos cuando estés fuera de
aquí, no es el lugar ni el momento
—Gracias por considerarlo
—Debiste de ser más cuidadoso en las cuentas que
compartías con Renée, en este momento estarían en ceros
—Es sorprendente que no las haya vaciado— suspiro
—Hable con Sloane y logre que me diera los numero
de cuentas que tenias en conjunto con ella, después moví mis contactos y logre
que le negaran el acceso, no fue que ella se detuviera fue solo porque ya no
pudo continuar
—Porque hiciste eso
—Creo que era injusto que Renée se aprovechara de
que tú estabas en el hospital, ella no podía seguir vaciando las cuentas
mientras se divertía con ese hombre
—El empresario Canadiense?— yo asentí
—Lo sabías?— cruce mis brazos sobre mi pecho
—Lo sospechaba— acomodo su almohada y enderezo un
poco más su cama con el control— pero aun no me queda claro porque lo hiciste
—Lo hice porque no somos iguales, aunque no eres
santo de mi devoción no soy la clase de persona que tu intentaste crear— la
puerta se abrió dejando entrar a medico que supongo seria el que estaba a cargo
de estarlo revisando, tome mis cosas
—Ya te vas?
—Solo venía a decirte que te venderé las acciones,
puedes despreocuparte de que mientras tu estas aquí yo haga algo, yo no soy de
las que apuñalan por la espalda, hablaremos cuando estés fuera de aquí
—Gracias por venir
—Si vine fueron por dos razones, la primera por
negocios y la segunda por qué Edward me lo había pedido, nos veremos cuando
estés fuera
No había esperado a que contestara solo había
salido, su semblante era sombrío, sabía que no recibía muchas visitas, el solo
se había encargado de alejar a los que alguna vez había considerado sus
"amigos", me dirigí hasta el área de consultorios
—Hola Anne, esta Edward?
—Está atendiendo a un paciente, pero no debe de
tardar en salir
—Lo esperare
—Quieres un café, té o algo
—Un café estará bien
—Sin azúcar, cierto?— yo solo asentí, en un
instante me entrego mi café, vi que un hombre mayor salía del consultorio y en
seguida el teléfono de Anne comenzó a sonar, era Edward pidiéndole algo y a
juzgar por la hora sabía lo que era, le pedí que no le dijera que estaba ahí,
así que no o menciono
—Pidió un café— ella asintió, se iba a levantar
pero la detuve— yo me hago cargo
Llame a la puerta un par de veces antes de entrar,
entre y ni siquiera levanto la vista, tenía una mano en su cabello mientras con
la otra hacia anotaciones en uno de los expedientes, deje su café sobre el
escritorio, el solo agradeció sin siquiera mirarme.
—Te han dicho lo sexy que luces trabajando— le
susurre, se sorprendió al verme pero me beso
—Te sientes mal?— enarque una de mis cejas y me
acomode sobre su regazo— o a que debo tu visita
—Fui a ver a Charlie— sonrió
—Y como salieron las cosas?
—No altere a tu paciente si es lo que te preocupa—
negó rodando los ojos
—De que hablaron?
—Le venderé las acciones, si el pierde su empresa
que sea por su incapacidad
—Solo de eso hablaron?
—Sí, si hubiéramos hablado de otra cosa puedo
apostar que se abría alterado y hubiera caído en paro de nuevo
—Así que te preocupa?— acaricio mi rostro
—No cargare con su muerte en mi conciencia, soy
cruel, insensible algunas veces pero no soy una asesina
—Nunca dije que lo fueras amor, bueno cambiemos de
tema, dime a qué hora saldrás del trabajo?
—Después de las 2, tengo una junta al medio día y
tengo que arreglar un asunto pendiente
—Mamá dijo que se llevaría a Evan por el resto del
día. No preguntes porque, ya que no estoy enterado
—Algo me había dicho. ¿Que te parece si vamos a
comer solo tú y yo?
—Hago las reservaciones para después de las 3, paso
por ti
—Te estaré esperando— lo bese envolviendo mis
brazos en su cuello, me separe sin querer hacerlo pero ambos teníamos trabajo—
será mejor que me vaya, tengo que revisar una par de cosas antes de aplastar
unos cuantos
Discutió un poco por mi manera de decir las cosas,
lo silencie con un beso y me fui directo a la oficina. Estuve revisando varios
papeles antes de la junta y no precisamente eran números, había comenzado a
buscar algún lugar para nuestra boda religiosa, sería muy fácil hacerla en la
ciudad pero quería algo mas intimo, algo diferente, había descartado Venecia,
aunque era u lugar hermoso no quería que los recuerdos regresaran, aunque
todavía podríamos visitarla para nuestra luna de miel, mas no sería el lugar
del enlace, quería tener propuestas para que Edward solo me ayudara a
decidirme. Tenía mi lugar de ensueño pero quería que fuera él quien dijera la
última palabra, sabía que solo bastaba con decirle que quería que fuera ahí
para que él lo consiguiera.
—Bella tienes 5 minutos para estar en la sala de
juntas— le agradecí a Megan por recordármelo, le encargue que guardara todo, no
quería que Edward viera todo el papeleo, le dejaría esa tarea fácil.
La junto fue como cualquier otra, hubo discusiones
por no poder llegar a un punto de acuerdo en común, había diferentes puntos a
tratar ya que se acercaba el fin de año y debíamos de tener todo listo para
cuando el nuevo año comenzara, debíamos de hacer algunas modificaciones para
seguir manteniéndonos a la cabeza, Damián había volado para estar presente, la
junta termino antes de lo previsto así que mi amigo y yo nos fuimos a mi
oficina para conversar un rato, el se había enterado de todo lo que había
pasado.
—Y dime como llevas la vida de casada?
—Bastante bien, me gusta estar con él
—Y tú que decías que él era pasado, yo siempre supe
que lo que necesitaban era hablar
—Claro— dije sarcástica
—Bella, con solo verlo me bastó para saber que ese
hombre estaba loco por ti, y simplemente adora a su hijo, aunque solo lo vi una
vez junto a él supe que era sincero
—Sabes recuerdo que él dijo que le habías dicho un
par de cosas, que fue lo que le dijiste
—Pensé que lo habías olvidado— sonrió, se acomodo
en la silla— solo le dije que había sido un estúpido en alejarte, pero que
sabía que tenía una oportunidad para conquistarte, que solo debía de mover bien
sus cartas, que apostaba que el sabia que eras una mujer orgullosa y que le iba
a costar mucho trabajo pero que si realmente te amaba lo intentara que no había
mujer más valiosa que tu.
—Me costó mucho perdonarlo, creo que aun le guardo
un poco de resentimiento pero lo amo
—Es lógico que aun sientas resentimiento, poco a
poco irá desapareciendo, se que él se encargara de ello
—Lo hace— sonreí
—Tienes una cara de mi esposo es el mejor en TODO
—Y lo es, es un gran hombre, un padre ejemplar y un
excelente esposo y amante
—De quien estás hablando?— me levante para
abrazarlo, mantenía su semblante serio y una ceja levantada
—Hablo del hombre con el que me veo, cuando no está
mi esposo— el sonrió negando— sabes que no hay otro hombre más que tu
—Y nuestro hijo no cuenta?
—Sabes a lo que me refiero Cullen
—Lo sé amor— rozo mis labios
—Lamento romper la burbuja, pero sigo aquí— reí al
ver el rostro de mi amigo
—Edward creo que recuerdas a Damián— envolví la
cintura de mi esposo que sonrió asintiendo y estrecho la mano de mi amigo
—Como olvidarlo, la primera vez que lo vi pensé que
era el hombre que había logrado hacer que te olvidaras de mí
—Eso era una tarea difícil, te debo de decir que
hubo muchos que lo intentaron, pero nadie lo logro
—Y me alegro de que fuera así— besó mi coronilla—
teníamos planeado ir a comer, nos acompañas?
—Muchas gracias por la invitación, pero tengo otros
planes— me guiño un ojo— pero me permitirían ir a visitar al enano, tengo mucho
sin verlo
—Claro, cuando desees puedes ir, las puertas de
nuestra casa están abiertas— sonreí abiertamente al escuchar las palabras de mi
esposo
—Gracias, me voy si no quiero llegar tarde a mi
cita, creen que pueda a ir a verlo mañana por la mañana antes de que mi vuelo
salga
—Claro, a Evan le fascinara verte— tomo su
portafolio, beso mejilla
—Un placer el verte de nuevo Edward— estrecho su
mano y salió dejándonos solos
—Bueno será mejor que nos vayamos a comer
Fuimos a mi restaurant de comida italiana, amaba
ese lugar, aparte me hacia recordar cada una de nuestras salidas, habíamos
venido a este lugar un sinfín de veces y lo seguiríamos haciendo, aun nos
encontrábamos con un par de fotógrafos de vez en cuando, ya no éramos la
novedad por lo que podíamos ser un poco más normales, al que aun no dejaban del
todo tranquilo era a Evan, por lo que Edward seguía manteniendo su propio
guardaespaldas, la beneficiada en todo esto fue Ángela que comenzaba a salir
con el chico Ben, era perfecto para ella, y ambos eran muy responsables no
dejaban que los sentimientos interfirieran en sus trabajos.
Regresamos a casa justo cuando Dafne y Vicky se
marchaban, fuimos al estudio donde estaba el hermoso árbol de navidad, en solo
un par de semanas seria la fecha esperada por nuestro pequeño, sería la primera
navidad que Edward pasaría con nosotros y la primera que pasaríamos en familia,
tome un libro de la estantería y me recosté en el sillón mientras Edward tocaba
una dulce melodía en el piano. Cada nota me hacia relajarme y sentirme bien,
aun tenia algunos pequeños asuntos por arreglar pero mi felicidad era casi
completa.
Damián había cumplido había ido a visitarlo antes
de regresar a Londres, Evan había estado encantado de verlo, en poco rato que
mi amigo estuvo ahí nuestro hijo se olvido de nosotros y se dedico a mostrarle
todo lo que había hecho en la escuela y lo que había aprendido con sus tíos,
después todo había transcurrido como un domingo normal, habíamos estado en la
casa de Esme poniéndonos de acuerdo sobre lo que haríamos esa navidad.
La semana paso en un abrir y cerrar de ojos, Ángela
había tenido que ir a ver a su familia por algunos problemas que se habían
presentado, aunque las chicas y Esme se habían ofrecido a cuidar de Evan, por
las mañana estaba conmigo en la oficina mientras que por las tardes estaba con
Edward el saldo un estetoscopio roto, no le había hecho mucha gracia pero al
ser Evan solo lo había dejado pasar, en la oficina había logrado hacer que una
copiadora fallara y mover algunas cosas de la computadora de Megan
El jueves justo después de la hora de la comida,
estaba terminando de hacer las cotizaciones por los lugares que me gustaban
para la boda, escuche que llamaban a mi puerta un par de veces, y después
entraron
—Hola
—Charlie— le señale una de las sillas y el se
sentó, tenia mejor aspecto que la última vez que lo había visto pero aun se
notaba débil
—Espero no interrumpir, quería hablar de un par de
cosas y ya que estaba cerca decidí llegar
—Si quieres hablar de la venta de las acciones solo
te puedo decir que será mejor que vuelvas mañana con uno de tus abogados, es lo
correcto
—Eso hare— se levanto pero no se movió, levante m
mirada para verlo— Eres feliz
—No hablare de mi vida personal contigo
—Solo quiero saberlo
—Soy absolutamente feliz, tengo todo lo que deseo,
un esposo maravilloso, un hijo al que amo y la familia que siempre desee
—Supongo que cuando dices familia te refieres a la
familia de Edward
—No conozco otra familia que no sean ellos
—Tan mal padre fui
—Te agradezco mi educación sin ti no estaría aquí,
pero en los demás aspectos fuiste horrible
—Intente ser el mejor padre
—Pues fracasaste, parecía que te esforzabas por ser
el peor, no entiendo cómo es que ambos fueron capaces de hacerme todo lo que me
hicieron
—Se que fui un poco duro
—No fuiste un poco duro, fuiste insensible me
tratabas como si fuera una basura, delante de ti yo no tenía valor
—Bella…
—No intentes decirme que fue por mi bien o para
hacerme crecer, porque esa sería la excusa más estúpida
—Yo…
—Ahora que yo soy madre se que yo no podría hacerle
algo a si a mi pequeño y sé que Edward tampoco, él es un padre ejemplar, algo
que tu nunca fuiste— me levante
—Tanto es tu odio hacia mí?
—Siempre fuiste un ciego cuando se trataba de mi,
jamás viste todo lo que hacía y lo que estaba sacrificando para tratar de
complacerte y hacer que me mostraras un poco de tu afecto
—Nunca te falto nada, estuviste en los mejores
colegios, viajes por todo el mundo, te di un auto que muchos ni siquiera pueden
atreverse a soñar con él, asistías a las fiestas más exclusivas y aun así
puedes …
—Me encerraron en un internado los mejores años,
mientras todos los de mi edad iban al cine, al centro comercial yo estaba
encerrada en 4 paredes, lejos de ustedes, jamás fueron a visitarme al colegio,
es que crees que una llamada resolvería ese vacío, cuando regrese tu ya habías
elegido el camino que yo iba a seguir, no te molestaste en preguntar que
deseaba hacer de mi vida, simplemente me impusiste, yo jamás pedí ese auto,
detesto los regalos caros y por tu cara sé que no lo sabias
Si nada te gustaba que sea lo que querías
—Me hubiera bastado con un bien hecho Bells,
escucharte decir un te quiero, el saber que estabas orgulloso de mí, pero
hacías todo lo contrario, no te cansabas de humillarme, de hacerme sentir la
chica inservible, no te importo que mi madre se la viviera criticándome, que me
pusiera una mano encima
—Sabes que el ambiente laboral en que te
desenvuelves es solo para lo más fuertes
—Y para eso tenias que humillarme cada que podías
—Yo solo …
—No tienes una idea de todo el daño que me
hicieron, me dañaron de peor manera
—Te hice ser invencible en este ambiente
—Estuvieron por mandarme a la tumba—grite golpeando
el escritorio
—No crees que exageras, por el que te hiciera
quedar en ridículo un par de veces, y que tu madre…
—Sabias en todo lo estuve envuelta?, tienes una
idea de todo lo que ustedes me orillaron a hacer para olvidarme de sus malos
tratos, para olvidarme de que yo no era nada, solo me recordaban cuando tenían
que estar en algún evento y debía aparecer la fabulosa familia Swan
—Apareciste en un par de portadas en tus noches de
fiesta y eso que, no era lo que esperábamos pero ya lo habías hecho que tiene
eso de sorprendente
—Que ciegos estuvieron ,a ti no te importaba nada
más que tus negocios y Renée no hacia más que pavonearse con sus amigas que no
veían lo que realmente sucedía
—Eres una chica inteligente como para hacer algo
que te dañara— me reí de manera sarcástica, conteniendo las ganas de llorar
—Sabias que bebía más de la cuenta, que usaba
drogas, que gracias a mi madre deje de comer
—Que estás diciendo?
— Ese semestre había tomado la decisión de acabar
con mi vida lentamente— sus ojos estaban muy abiertos, había dolor— Recuerdas
aquella vez que estuve hospitalizada y que solo me llamaste para regañarme por
no asistir a trabajar, ese día había llegado al límite ya no lo soportaba, tome
una dosis más alta, busque una sobredosis quería morir ya no soportaba tener
esta "maravillosa vida", como tú la llamas
—Eso es imposible
—Eso es lo que sucedió, y si estoy aquí no es por
ustedes, si sigo aquí es porque Edward me hizo entrar en razón, estuvo conmigo
apoyándome, me obligo a asistir a terapias, cuido mi alimentación, no me dejo
sola, su familia también estuvo ahí apoyándome, y que hacían ustedes?, los
juzgaban, los trataban como si fueran las peores personas, cuando lo único que
hacían era preocuparse por mi
—Yo no sabía…
—Como lo ibas a saber, lo único que te importaba
eran los negocios, mi madre solo le importaba sus eventos, cuando se trataba de
mi no importaba— las lagrimas bajaban por mi rostro, el pecho me dolía
—Bella…
—No solo me dañaron a mí, humillaron a Edward y no
sabes el daño que le hicieron a mi bebé, lo asustaron ese día paso una mala
noche, me pegunto que porque no lo querían, podía soportar que me siguieran
lastimando a mí, pero que lastimen a mi bebé no tiene perdón
—Se que no hay palabras para decir que lo siento,
te lastime de una manera muy profunda
—Si decidí venderte tus acciones es porque no
quiero tener nada que ver contigo, quiero cerrar este ciclo, después de esto
estaré completa
—Solo quieres olvidarte de mí y de tu madre?
—Como si eso fuera posible, ustedes se encargaron
de marcar mi vida
—Bella si pudiera hacer algo
—Ya nada tiene caso Charlie, el daño está hecho,
solo quiero entender que fue lo que sucedió?, creí que en algún momento ustedes
si me habían querido, pero recuerdo las palabras de Renée para ella siempre
implique una carga, como una madre puede decir eso de sus hijos, Evan nació en
un momento bastante difícil pero aun así, el fue lo único importante.
—No sé qué fue lo que nos sucedió, trabaje tan duro
para que nada les faltara que cuando me di cuenta tu ya no eras mi princesa que
saltaba a mi alrededor, que me pedía que le contara un cuento, te habías
alejado
—Tu me alejaste, nunca tenias tiempo, no había nada
más importante que tus negocios, Renée no hacia más que socializar , después m
enviaron lejos y pocas veces los veía, con suerte pasaba mis vacaciones con
ustedes, tienes una idea lo fue quedarse en el colegio en las vacaciones,
rondando sola en los pasillos, prácticamente se olvidaron de mi
—Mi Bells
—No me llames así
—Bells…— se levanto con intensión de acercarse
—Vete, quiero que te vayas, tu y yo no hablaremos
de nada que no sea trabajo, después de que veamos lo de las acciones quiero que
salgas de mi vida y de la mi familia
—Bella por favor
—Vete, es que no es suficiente el daño que me
causaron— oculte mi rostro en mis manos, sentí su mano en mi cabello— NO ME
TOQUES, LARGO!
—Perdóname hija
—Hija?— me reí de manera irónica— solo vete
Lo escuche abandonar la oficina, mordí mi labio
inferior ahogando el grito de rabia que quería salir de mi garganta, al fin
había sacado todo lo que sentía, le había dicho cada una de las cosas que había
acumulado, el escuchar llamarme Hija había hecho que la opresión en mi pecho se
intensificara, esas palabras las había esperado por tanto tiempo y ahora las
decía, ahora que estaba dispuesta a dejarlo.
EPOV
Como ya algunas noche me había quedado revisando un
par de expedientes, ahí junto a mi estaba la mujer más hermosa que descansaba
plácidamente, siempre me había intrigado como una mujer de apariencia tan
angelical podía ser de carácter tan fuerte, era el diablo en persona para
muchos, pero para mí era un ángel, mi diosa.
Desde hace un par de noches había estado algo
intranquila en sueños para ser más exactos desde que habíamos tenido nuestra
pelea, sé que no había tenido el suficiente tacto para decirle las cosas pero
no tenía otra alternativa, aun seguía siendo esa madre amorosa y la esposa que
adoraba, pero su deseo de venganza no dejaba de asustarme, a veces tomaba
actitudes que me desconcertaban, era tanto el afán de vengarse que no le
importaba lo que tuviera que hacer, me había dolido el escuchar como hablaba,
como se expresaba de esa manera tan fría, en ese momento la sentí perdida, y no
se me ocurrió otra cosa más que huir, necesitaba pensar que es lo que debía de
hacer para lograr que entrara en razón, no me había dolido el golpe me había
lastimado mas su actitud.
Se había alterado y con el golpe que había recibido
debía de tener un horrible dolor de cabeza, aunque no me agradaba la idea de
llegar y discutir de nuevo regrese para verificar que estuviera bien, entre
intentando hacer el menor ruido pero la casa estaba en silencio, fui directo a
la habitación y estaba vacía, fui a la de Evan baje las escaleras para ver si
estaba en la sala o el estudio pero me llamo la atención que la puerta de la
terraza estuviera abierta, y ahí la vi en el suelo tan vulnerable y con la ropa
más delgada, es que no se daba cuenta de que estábamos a —4º, me asuste al
notar que estaba fría y no respondía, encendí la chimenea y la cubrí con una
manta, intentaba hacer que me hablara pero nada me decía, estaba dispuesto a
llevarla al hospital cuando se puso de pie y lo siguiente estaba sobre mi
llorando, la apreté contra mi pecho intentando tranquilizarla, amaba a esta
mujer aunque tuviera sus arranques bipolares, sabía que ella había crecido en u
ambiente muy conflictivo y todo eso le trae repercusiones en este momento.
Intente resistirme a sus intentos de seducción,
pero quien pude negarse teniendo a una mujer como ella en sus brazos y con tan
solo un diminuto conjunto de ropa interior, ella estaba insegura de su cuerpo,
creo que toda mujer lo estaba después de un embarazo, decían que su cuerpo no
era el mismo y de verdad que no lo era, a ella le había favorecido había
resaltado sus bellas curvas, sus senos se habían hecho un poco más prominente,
su cadera más ancha, su cintura aun era pequeña, toda ella era perfecta, y era
mía, solo mía, sin contenerme la hice mía como desde hace tiempo lo deseaba, la
casa era solo nuestra no había peligro de interrupciones y mejor aun no había
quien pudiera escuchar esos hermosos jadeos que yo provocaba, mi nombre salir
de sus labios, el sabor de su piel y el estar dentro de ella la convertían en
mi droga, no había mejor sensación que sentirnos como uno mismo, me preocupaba
el lastimarla pero parecía que ella lo estaba disfrutando tanto como yo, que su
herida la había olvidado.
Había intentado que fuera a ver a su padre no
estaba en el mejor de los estados, pero estaba arrepentido, el mismo se había
sorprendido que era yo el encargado de estar al pendiente de que su salud fuera
en progreso, era mi trabajo eso era cierto, había jurado proteger la vida y eso
era lo que estaba haciendo.
Deje mi expediente en la mesita de noche y me
acomode en la cama atrayéndola a mi pecho, hundió su rostro en mi pecho
logrando que mi piel se erizara, su mano quedo en el borde de mi pantalón, esto
sí que era una tortura, su respiración era normal y mi nombre salió de sus
labios y un Te amo, al menos sabia que hasta en sus sueños estaba presente,
como cada noche me quedaba dormido y en la madrugada escuchaba la puerta
abrirse una pequeñas pisadas, había cambiado lo de recorrer un banquito para
subirse, ahora en cambio se acercaba a mi lado y tiraba de mi mano, amaba la
palabra "papi", lo ayudaba a subir y lo dejaba junto a Bella él se
acurrucaba junto a su mami buscando ese calor que ella desprendía, era una escena
que no me cansaba de ver, los dos personas más importantes y las que había
jurado proteger, había pensado un par de veces que sería bueno darle un
hermanito a Evan, pero aun no se lo proponía a Bella, le estaba dando tiempo a
que las cosas tomaran su rumbo. Me alegre cuando Bella había ido a visitar a su
padre, se había preocupado un poco por el pero su orgullo le impedía darse
cuenta de ello, pero al menos ya habían hablado una sola vez.
Un par de semanas habían pasado y al fin había dado
de alta a Charlie, lo mantendría en vigilancia por cerca de un mes para ver que
no hubiera algún problema, las tardes en mi consultorio se habían convertido en
mi hora favorita la razón Evan estaba conmigo, las enfermeras lo adoraban y es
que era imposible no amar a este pequeño, si hacia algunas travesuras la peor
arruinar uno de mis estetoscopios especiales, cuando lo vi me moleste pero al
ver la carita de mi pequeño y que parecía asustado desistí de dejar salir el
enojo solo le dije que tuviera más cuidado y el asintió, a Bella le había
parecido muy gracioso y no había dejado de reír cuando se entero, había dejado
a Evan con mi papa en lo que estaba en una cirugía, me encantaba ver que mi
hijo adoraba pasar tiempo con mi padre a veces solo lo tomaba de la bata o revoloteaba
a su alrededor.
Iba caminando rumbo a mi consultorio, había ido a
recoger unos estudios al laboratorio, saliendo del ascensor me encontré a
Charlie que estaba mas pálido y con la mirada perdida, coloque mi mano sobre su
hombro y él se giro sorprendido
—Buenas tarde, se siente bien?
—Si solo que tuve un par de…— se cayó sabiendo que
no debía de hacer eso
—Dije que nada de emociones fuertes, vamos al
consultorio para revisarlo— camine a su lado ambos no decíamos una sola
palabra, me extraño llegar y no ver a mi secretaria solo le deje una nota
avisándole que estaba con un paciente para que no pasara a nadie mas
Abrí la puerta lo deje pasar, vi que su mirada se
ensombrecía y note que veía al pequeño que felizmente dibujaba, ni siquiera se
había percatado de nuestra presencia
—Enano, eres tu el que atenderá a mis pacientes?—
levanto la mirada con su característica sonrisa pero al ver a Charlie se borro,
bajo de la silla y se escondió detrás del escritorio, ambos nos sorprendimos,
le indique a Charlie que se sentara cuando estuve cerca el salió de su
escondite extendiéndome sus bracitos— que te sucede?
—Él lastimo a mami y gito muy feo— me susurro sin
girar para verlo
—Vamos campeón, él no te hará daño— se aferro a mi
cuerpo el semblante de Charlie era triste al ver que su propio nieto le temía,
me senté en mi silla con Evan en mis piernas
—Evan, estoy en lo correcto— pregunto tímidamente,
mi hijo levanto la mirada para verlo, después me vio a mí y le señale a
Charlie, el solo asintió
—Bueno enano tu sigue en tu dibujo en lo que yo
reviso a tu abuelo— vi la sorpresa en el rostro del hombre, me levante dejando
a mi hijo para que siguiera dibujando, hice el chequeo de rutina y notaba que
Evan no perdía detalle.
—He seguido cada una de las indicaciones
—Según escuche cuando salía del ascensor tuvo un
par de emociones y esas no iban en las indicaciones, especifique nada de
emociones fuertes
—Fui a hablar con Bella— levante la mirada al
escuchar el nombre de mi esposa, por su cara no había salido nada bien, negué regresando
al expediente y seguir con las anotaciones— me dijo algunas cosas que no puedo
creer
Tome a mi hijo en brazos que hizo un mohín al
quitarlo de mi lugar, tome su hoja y los colores que tenia ahí para él, salí
para encontrarme con Anne que se encargo de cuidar a mi pequeño hijo, esta
platica él no la tenia porque escuchar, no sabia como iba a terminar, aunque no
sabía si era el momento, su corazón aun estaba en recuperación.
—Ahora si podemos hablar con libertad— me acomode
en mi silla y deje mis manos entrelazadas sobre mi escritorio
—Como fue que conociste a mi hija?
—La primera vez que la vi fue un bar, ella estaba
con sus amigos si así le podríamos llamar
—Ella me dijo que… es que no puede ser cierto—
enarque una ceja, el tomo aire— dijo que llego a beber de mas, que uso drogas
—Lo hizo, la primera vez que hable con ella, fue
cuando la sacamos de un bar
—Como nunca me di cuenta de ello
—Creo que para usted eran más importantes sus
negocios que lo que pasaba con su hija, lo hacía a menudo y había señales muy
claras que usted ni notaba
—Como cuales
—Un día que llego con los ojos irritados, ella le
dijo que se había desvelado y le creyó, la realidad es que es un efecto
secundario de algunas drogas
—Y lo de la sobredosis y el dejar de comer
—Es verdad, la encontramos a tiempo, ese día Jasper
nos hizo ir por unas cosas que había olvidado y al verla supe que no estaba
bien, ella era una bomba de tiempo por eso intentamos acercarnos a ella, pero
fue demasiado tarde, ella tuvo que tocar fondo para comprender, y si recuerda
el desmayo del baile, la razón fue la anorexia que comenzaba
—Y no te importo estar con una chica como ella—
entrecerré los ojos al escuchar esas palabras
—Yo siempre vi a la hermosa mujer que había en su
interior, a esa chica que usted humillaba y hacía sentir inferior, nunca me
explique como usted podía tratarla de esa manera, y más me sorprendía saber que
usted permitía que su madre le pusiera una mano encima, fue varias a veces a su
departamento, le gritaba, la llego a llamar prostituta, pero eso es algo que
usted sabe por qué la escuche, ella no solo iba a hablar iba a lastimarla,
dígame como un padre puede hacerle eso a su propia hija
—La amas?—su mirada se poso en la mía
—Con toda mi alma, por ella sería capaz de
cualquier cosa
—Si la amabas porque la dejaste
—Por una mentira, caí en una trampa y la lastime,
pero ahora estamos juntos y nada me alejara nuevamente de ella
—No sé qué fue lo que me sucedió, intente darle lo
mejor, nunca le falto nada
—Le falto lo más importante, el saber que ustedes
la amaban, el dinero no da la felicidad
—Notaba lo que le sucedía pero Renée siempre me
decía que era solo para llamar la atención y yo le creía
—Creo que no puede culpar de ello solo a Renée
usted la lastimo, la humillaba, ella siempre se esforzaba por obtener un poco
de reconocimiento, aunque no lo dijera o se negara a aceptarlo yo sabía que
ella solo quería escuchar que usted la consideraba buena, pero eso jamás
ocurrió.
—Los celos son los peores enemigos— enarque una
ceja, tomo aire y tomo el porta retrato que había sobre mi escritorio, ese en
el que estábamos los tres— ella es una empresaria formidable, no hay quien se
le resista, llego a cerrar tratos que ni yo mismo había logrado y de nuevo Renée
me lleno la cabeza de ideas, diciéndome que posiblemente estaría utilizando
otros métodos
—Bella siempre ha sido una mujer integra, jamás se
acostaría con alguien por conseguir cerrar un trato— gruñí al escuchar lo que
habían llegado a pensar de ella
—La hice perder tantas cosas, la obligue a madurar
y la convertí en una mujer fría
—Ante ustedes se colocaba esa mascara de frialdad y
arrogancia, fue difícil hacerla confiar, ella se comportaba como esa niña
superficial, pero solo era una barrera para no ser lastimada, implico un gran
trabajo pero me permitió ayudarla, lo único que ella necesitaba era sentir ese
cariño que le habían negado
—Es increíble ver la clase de mujer que es, ya no
es la niña a la que le iba a contar cuentos que saltaba cuando me veía llegar,
en sus ojos ya n veo esa dulzura y el amor que los embargaba
—Ella es la mujer más hermosa a pesar de lo que Renée
le hacía creer, es inteligente, responsable, es la mejor en su área y aun así
no descuida a su familia, está al pendiente de nuestro hijo y cuida nuestra
relación, mantiene un equilibrio
—Es tarde para darse cuenta de todos los errores
que cometí, la manera en la que la descuide, como me deje envolver por las
palabras de Renée.
—No solo puede culpar a Renée de lo que sucedió, es
un error mutuo
—Lo sé estoy consciente de ello, nunca me quise dar
cuenta de la clase de mujer en la que se convirtió Renée, ambos éramos muy
jóvenes cuando nos casamos, y también fuimos padres a muy temprana edad, ella
quería a Bella pero se arrepentía de haberse embarazado tan rápido, cuando
subimos de posición ella comenzó a vivir una vida llena de lujos dejando de
lado a nuestra pequeña, no la culpe ya que ella se había sacrificado algunos
años cuidando solo a nuestra hija
—Pero no es un motivo para ser una arpía
—Hasta ahora me doy cuenta de que ella estaba
celosa de nuestra hija, recuerdo cuando descubrimos que se había marchado a
vivir ella sola de manera totalmente independiente, las palabras de Bella la
lastimaron porque fueron realidad, Renée sentía celos de ella por a simpe razón
de que en ella veía todo lo que había deseado, Bella es una chica de una
belleza natural, es inteligente, sobresale entre la multitud, tiene gracia y
elegancia innata, pero sobre todo es una mujer exitosa
—Así que los celos son la razón de los malos tratos
a mi esposa?— se me hacia increíble estar escuchando eso, no sabía si debía de
creer o no, pero que se ganaba Charlie con mentir, ya iba a obtener de vuelta
su empresa que más le daba, lo único que realmente llamaba mi atención era ver
ese brillo en sus ojos cuando hablaba de Bella
—Los celos y el que me supieran manipular, yo amaba
a Renée pero ahora no se si ella en algún momento lo hizo, no sé si lo único
que la mantenía junto a mi era el dinero y la posición social que yo le daba
—Creo que ella lo dejo en claro con lo que hizo
—Es una pena que tuviera que perder mi empresa y a
punto de morir para darme cuenta la clase de monstruo en la que convertí,
quisiera recuperar a mi pequeña Bells pero eso es demasiado tarde ella no me
quiere en su vida y quien me querría después del daño que le provoque, no
obstante con eso también perdí mi oportunidad de disfrutar de mi nieto
—Bella es una mujer orgullosa eso lo debes de
saber, es dura a veces un tanto cerrada pero en el fondo una gran mujer, solo
es cuestión de encontrar la manera de acercarte y no cometer un solo error, y
que te puedo decir de mi hijo, el no te odia, el solo esta asustado por lo que
recuerda de ti, la ventaja es que aun es pequeño y fácilmente puedes recuperar
lo que perdiste.
—No puedo estar más orgulloso de la elección de mi
hija, aunque jamás creí que diría esto— tomo aire y dejo el porta retrato en su
lugar— Bella no pudo encontrar mejor hombre con quien formar una familia, tú me
has demostrado que eres un hombre recto, responsable de muy buenos principios,
otro en tu lugar me hubiera dejado morir y no me estaría escuchando como lo
estás haciendo y mucho menos me estaría intentando ayudar para recuperar a mi
hija y estar junto a mi nieto.
—No mentiré diciendo que eres una persona de mi
total agrado, no lo puedo ver con buenos ojos no después de saber que usted fue
uno de los responsables de las acciones que llevaron a mi esposa casi a la
muerte, pero noto el arrepentimiento en su mirada se que habla con sinceridad,
además de que le debo mucho
—Porque me debes algo?
—Porque usted me dio a la mujer perfecta, a mi
compañera, sin ella no tendría a mi otro gran amor, a mi pequeño— me importaba
muy poco el escucharme cursi o que se yo, era la verdad, aunque fuera unos
monstruos como padres había hecho a criatura más perfecta, habían traído a este
mundo a mi esposa.
—Hare hasta lo imposible por obtener su perdón, una
tarea difícil pero que debo de cumplir para poder tener paz y tranquilidad,
además me interesa conseguir que Evan me vea como su abuelo y no como el
monstruo que cree que soy
—Evan es pequeño, es fácil hacer que se acerque a
ti, pero Bella es cosa totalmente diferente, y en la que prefiero no
intervenir, con mi hijo le puedo ayudar
—Deja de tratarme de usted, solo dime Charlie—
asentí
—Puedes venir mañana por la tarde a un
electrocardiograma y quizá puedas traer una pequeña caja de chocolates
rellenos, que le encantan a tu nieto— el sonrió, por primera vez veía una
sonrisa real en aquel rostro demacrado, porque debemos de esperar al borde de
la muerte para recapacitar sobre nuestros errores, para darnos cuenta de la
clase de personas que somos en realidad, jamás comprenderé eso.
—Y con Bella que me propones— pregunto tímidamente
—Ella es algo más complicado que una caja de
chocolates, ella es un tanto extraña, detesta los regalos caros, creo que solo
es cuestión de que te acerques paulatinamente, que seas honesto y que las
palabras que le días se las digas de corazón, porque realmente te nace decirlo
y no solo para obtener su perdón, debes de estar consciente de que no creo que
sea algo rápido, esto tomara tiempo un largo tiempo
—Gracias, a pesar de haberte tratado como lo hice
me estas ayudando para recuperar a mi hija y a mi nieto
—Solo dos cosas, la primera y la más importante, no
dejare que lastimes a ninguno, no olvides que son lo más importante que tengo y
por ellos soy capaz de hacer cualquier cosa— asintió— y segundo Bella jamás
debe de enterarse de esta conversación bueno al menos no por ahora, si lo hace
puedo estar seguro que me tomara como un traído por ayudar al enemigo y me
mandara a dormir a la sala si bien me va
—Así que mi hija te da un poco de miedo— se burlo
—Digamos que su temperamento es algo con lo que no
me gusta enfrentarme a menudo, amo a Bella y no me gusta pelear con ella
—Se dice solo es precaución— reí abiertamente, mi
esposa era un ángel pero tenía un temperamento que hacía temblar a cualquiera.
Evan se había despedido de Charlie con un simple
movimiento de su muñeca, el hombre se notaba un poco más tranquilo después de
nuestra charla, había hablado con mi papa de lo que había hecho y el solo me
dijo que no podía estar más orgulloso de mi, esas palabras me habían indicado
que había hecho bien, que no estaba traicionando a Bella como lo había llegado
a pensar. Apenas llegamos a casa Evan corrió al estudio donde sabia que estaría
Bella, la encontramos en el sillón revisando un reporte, nuestro pequeño se
había acomodado junto a ella, me incline para besarla y sonreí al ver que Evan
solo se cubría el rostro, ya no se enojaba se había acostumbrado a ver la
cercanía entre ambos.
Después de dejar a Evan en su habitación Bella me
había contado lo que había sucedido con su padre, ella estaba tranquila porque
al fin le había dicho a su padre todo lo que sentía, pero estaba molesta porque
no sabía que pensar, eran demasiadas emociones las que sentía y podía asegurar
que así era, si a mí me había desconcertado el cambio era más que obvio que a
ella la había dejado en shock.
Al día siguiente Charlie fue puntual al llegar a su
cita, sonreí al notar la cajita con un moño que traía en sus manos, al entrar a
mi consultorio vimos a Evan en el piso apilando bloques, un regalo de Alice
para mantenerlo entretenido en el hospital, Charlie lo saludo y él le respondió
tímidamente, cuando le mostros lo que le había llevado no dudo en levantarse,
pero se giro para verme yo le sonreí y asentí a lo que él los tomo diciendo un
"Glacias". La semana paso, mi padre lo había citado un par de veces,
yo desconocía de lo que hablaban pero todas esas veces le servian para mantenerse
cerca de Evan, ahora ya no solo seguía a uno de sus abuelos andaba detrás de
los dos mientras andaban por los pasillos. Charlie había asistido a un par de
chequeos mas conmigo y en cada uno de ellos le había llevado un regalo, Evan ya
no le temía la última vez que se lo había encontrado había soltado mi mano para
correr y abrazarlo, la sonrisa que había en el rostro del hombre era de
felicidad, al menos se había ganado a uno, ahora solo le seguía faltando la más
importante y las más complicada.
BVOP
Con mi padre habíamos llegado a un acuerdo sobre el
cómo serian los pagos de las acciones, le daría un plazo mayor para que
cubriera su deuda, se las había vendido al mismo precio en que las había
conseguido, solo quería recuperar mi dinero ya no me importaba ganar, ese día
mi por la tarde había llegado un enorme ramo de tulipanes, no había visto la
tarjeta ya que sabía de parte de quien eran, le mande un mensaje agradeciendo
por el detalle y solo había contestado "Yo no te he enviado nada
amor", abrí la tarjeta
Espero que aun sean tus flores favoritas, gracias
por ser tan considerada
Charlie
Aun recordaba cuales eran mis flores favoritas, no
sé qué es lo que estaba tramando pero no planeaba averiguarlo, hice que las
flores las sacaran de mi oficina, durante el resto de la semana llegaron un par
mas, hubo invitaciones para cenar que rechace.
Esa semana le había mostrado a Edward los lugares
en los que deseaba que fuera nuestra boda, se había sorprendido porque no se
había dado cuenta de que había estado trabajando en ello, había insistido en
saber qué lugar quería yo pero me negué a decirle porque quería que el dijera
cual le parecía mejor, quedo en pensarlo, al día siguiente estaba en nuestra
habitación recostada viendo la televisión cuando llegaron, Evan subió
inmediatamente a mi cama para darme un beso y bajar para que Edward le diera un
baño
—Esto te pertenece amor— me beso entregándome un
sobre y salió rumbo a la habitación de Evan
La curiosidad era demasiada, lo abrí con cuidado y
leí cuidadosamente los papeles que estaba ahí, sonreía al ver las imágenes y
las formas para llenar, fui hasta la habitación de mi hijo y quede detrás de la
puerta al escucharlos discutir
—Quiero mis muñecos
—Es un baño rápido enano, debemos de bajar a cenar
con tu mami
—Quiero mis muñecos
—Evan— reí por lo bajo al notar la voz de fingido
enojo
—Po favo papi
—Quieres que tu mami nos regañe por dejarla sin
cenar
—Como si yo…— me reía al ver a Edward intentando
separar a Evan de sus piernas, le entregue lo que pedía y entro a la tina sin
que se lo pidiéramos nuevamente, los deje para no interrumpir ese momento.
La cena fue tranquila, escuchaba los nuevas
travesuras de mi hijo, en este momento es cuando amaba que Carlisle fuera el
jefe del hospital de otra manera no soportarían las travesuras que mi pequeño
diablillo hacia, como cada noche Edward se quedo en la habitación de Evan para
contarle un cuento.
Apenas la puerta se abrió le salte encima, adoraba
los buenos reflejos que poseía, me sostuvo con una enorme sonrisa y lo bese
hasta que la falta de oxigeno nos hizo separarnos
—Veo que acerté— asentí
—Les dije que seria a finales del próximo mes— abrí
los ojos sorprendida— tengo que llamar el martes para confirmar la fecha
—Como lo supiste?
—Te conozco amor, así que tal vez merezcas un premio
esta noche
—Si creo que te lo mereces— sonreía de manera
sensual, el solo aseguro la puerta antes de comenzar a besarme.
Al fin había llegado navidad y nos estábamos
preparando para marcharnos a casa de Esme, a mi me habían encargado el postre,
un par de pasteles por petición de Emmett y de Evan, las chicas me habían
enviado el vestido que utilizaría, no me quejaba me habían evitado el quebrarme
la cabeza pensando que utilizaría, además era un diseño de ellas así que era
divino era de un hermoso color rojo, con un escote bastante pronunciado, y
abombado de la parte inferior, me hice medio moño dejando que el cabello
callera en sus ondas naturales, me estaba colocando mis zapatillas cuando por
la puerta entraron los hombres más guapos.
—Simplemente divina
—Gracias, ambos lucen muy guapos— Edward me beso y
fue al armario por nuestros abrigos
—Mami— gire mi atención a mi pequeño que me
extendía un tulipán y una hermosa sonrisa— pala ti
—Muchas gracias amor, vamos a ponerla en agua— tome
su mano y fuimos a buscar un florero donde ponerla, estos detalles eran los que
me encantaban, eran las sorpresas que tenia día a día con mi hermosa familia.
El trayecto fue corto, había tomado otra ruta para
evitar el tráfico, Evan había entrado corriendo a la casa directamente hasta el
árbol y un gritito de emoción nos indico que ya había descubierto que los
regalos ya estaban debajo, salude a cada uno, debo de decir que cada una de las
chicas lucia realmente divina, cada vestido mostraba su personalidad Esme me
había abrazado y había susurrado "Gracias por el mejor regalo de navidad,
el tenerlos aquí es lo mejor que me pudieron dar"
Todos estábamos en la sala conversando, Evan estaba
probando los bocadillos y él que no le gustaba se lo deba a Edward para que se
lo comiera, mi esposo mantenía su brazo firmemente en mi cintura, bese su
mejilla y un cojín nos golpeo, mi hijo se comenzó a reír pero se tapo su
boquita al ver que lo observábamos.
Me levante por mas bocadillos y un poco de agua,
ahí en la cocina estaba la nueva cocinera con su hija según nos había informado
Esme, ambas me sonrieron al verme entrar, la chica inmediatamente dejo lo que
estaba haciendo para servir un poco mas de bocadillos, un par de brazos
rodearon mi cintura y sus labios besaron justo detrás de mi oreja
—Cullen pueden comportarte— las mujeres sonrieron y
se giraron para darnos un poco de privacidad
—Es que luces irresistible y no te lo había podido
decir
—Puedes comportarte— le señale a las mujeres que
estaban dándonos la espalda
—Te he dicho que te amo
—Me lo has dicho unas 10 veces desde que me levante
esta mañana— sonreí rozando sus labios, le entregue una de las charolas para
que me ayudara a llevarlas a la sala.
Una hora más tarde llegaron los Hale, ya estábamos
completos no sabía quien estaba más ansioso por cenar si mi hijo o Emmett,
pasamos al comedor que estaba finamente arreglado, flores de diferente colores
que inundaba la habitación con un dulce aroma, estábamos por sentarnos cuando
Emmett se aclaro la garganta
—Familia…— la voz de Emmett había sido casi un
susurro, abrace a Edward que me sonrió
—Pueden ponernos un poco de atención— grito Emmett
logrando que todos lo observáramos, tomo a Rose por la cintura y beso su
coronilla, tomo aire
—Buenas noches— Edward me apretó más contra su
cuerpo y sostuvo la copa antes de que esta se resbalara de mi mano
—Charlie— fue lo único que pude decir, pero me
sorprendí más al ver que mi hijo corría hasta sus brazos
...
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