No me dejes caer: Capítulo 46



 Verdad, Dolorosa Verdad



El abogado de mi padre se aclaro la garganta, una clara indicación de lo incomodo que se había transformado el ambiente

—Si lo prefieres puedo esperar afuera en lo que terminan de arreglar lo que quiera que estén arreglando— la mirada de mi padre se volvió a posar en mi, dio una profunda inhalación


—Puedes quedarte— asentí atravesando la habitación hasta sentarme en el sillón, saque mi celular de la bolsa y comencé a jugar con él

—Bueno Charlie, la situación no pinta nada bien, Renée ha pedido el 50% de los bienes y por ley le corresponden, pero también ella en un principio estuvo sacando fuertes sumas de efectivo de las cuentas que compartían, no sé porque motivo se detuvo

—Si lo que quiere es el divorcio se lo daré, pero intenta arreglar sobre los bienes, no quiero que ella siga tocando un solo centavo

—Es algo difícil pero intentare hacer todo lo que esté en mis manos

—Podrías pedir que me manden estados de cuentas quiero ver cuántos es el dinero que me ha quitado y que hare, aunque no entiendo porque se detuvo

—Volveré mas tarde, con su permiso— el hombre salió dejando de nuevo la habitación en un completo silencio, el único sonido era el de los aparatos

—Y ha que debo que estés aquí— me levante dejando mi bolso en el sillón

—He estado pensando muchas cosas— tome aire— una de ellas es que te venderé mis acciones, no me sirven de nada

—Porque haces esto?— parecía sorprendido

—Con Edward tuvimos una "platica" sobre ello, y una de ellas fue que con todo esto solo estaba eligiendo el camino equivocado, lo que menos deseo es ser una persona como la que tú eres, y con todo esto iba directo a ese sitio

—Me haces sentir como un ogro

—Fuiste peor que eso, mucho peor— lo mire directamente a los ojos, había sorpresa, dolor por lo que acababa de decirle, sabía que no debía de alterarlo aun no estaba del todo bien

—Dime cuanto es lo que vas a pedir por las acciones que tienes en tu poder

—Creo que de eso hablaremos cuando estés fuera de aquí, no es el lugar ni el momento

—Gracias por considerarlo

—Debiste de ser más cuidadoso en las cuentas que compartías con Renée, en este momento estarían en ceros

—Es sorprendente que no las haya vaciado— suspiro

—Hable con Sloane y logre que me diera los numero de cuentas que tenias en conjunto con ella, después moví mis contactos y logre que le negaran el acceso, no fue que ella se detuviera fue solo porque ya no pudo continuar

—Porque hiciste eso

—Creo que era injusto que Renée se aprovechara de que tú estabas en el hospital, ella no podía seguir vaciando las cuentas mientras se divertía con ese hombre

—El empresario Canadiense?— yo asentí

—Lo sabías?— cruce mis brazos sobre mi pecho

—Lo sospechaba— acomodo su almohada y enderezo un poco más su cama con el control— pero aun no me queda claro porque lo hiciste

—Lo hice porque no somos iguales, aunque no eres santo de mi devoción no soy la clase de persona que tu intentaste crear— la puerta se abrió dejando entrar a medico que supongo seria el que estaba a cargo de estarlo revisando, tome mis cosas

—Ya te vas?

—Solo venía a decirte que te venderé las acciones, puedes despreocuparte de que mientras tu estas aquí yo haga algo, yo no soy de las que apuñalan por la espalda, hablaremos cuando estés fuera de aquí

—Gracias por venir

—Si vine fueron por dos razones, la primera por negocios y la segunda por qué Edward me lo había pedido, nos veremos cuando estés fuera

No había esperado a que contestara solo había salido, su semblante era sombrío, sabía que no recibía muchas visitas, el solo se había encargado de alejar a los que alguna vez había considerado sus "amigos", me dirigí hasta el área de consultorios

—Hola Anne, esta Edward?

—Está atendiendo a un paciente, pero no debe de tardar en salir

—Lo esperare

—Quieres un café, té o algo

—Un café estará bien

—Sin azúcar, cierto?— yo solo asentí, en un instante me entrego mi café, vi que un hombre mayor salía del consultorio y en seguida el teléfono de Anne comenzó a sonar, era Edward pidiéndole algo y a juzgar por la hora sabía lo que era, le pedí que no le dijera que estaba ahí, así que no o menciono

—Pidió un café— ella asintió, se iba a levantar pero la detuve— yo me hago cargo

Llame a la puerta un par de veces antes de entrar, entre y ni siquiera levanto la vista, tenía una mano en su cabello mientras con la otra hacia anotaciones en uno de los expedientes, deje su café sobre el escritorio, el solo agradeció sin siquiera mirarme.

—Te han dicho lo sexy que luces trabajando— le susurre, se sorprendió al verme pero me beso

—Te sientes mal?— enarque una de mis cejas y me acomode sobre su regazo— o a que debo tu visita

—Fui a ver a Charlie— sonrió

—Y como salieron las cosas?

—No altere a tu paciente si es lo que te preocupa— negó rodando los ojos

—De que hablaron?

—Le venderé las acciones, si el pierde su empresa que sea por su incapacidad

—Solo de eso hablaron?

—Sí, si hubiéramos hablado de otra cosa puedo apostar que se abría alterado y hubiera caído en paro de nuevo

—Así que te preocupa?— acaricio mi rostro

—No cargare con su muerte en mi conciencia, soy cruel, insensible algunas veces pero no soy una asesina

—Nunca dije que lo fueras amor, bueno cambiemos de tema, dime a qué hora saldrás del trabajo?

—Después de las 2, tengo una junta al medio día y tengo que arreglar un asunto pendiente

—Mamá dijo que se llevaría a Evan por el resto del día. No preguntes porque, ya que no estoy enterado

—Algo me había dicho. ¿Que te parece si vamos a comer solo tú y yo?

—Hago las reservaciones para después de las 3, paso por ti

—Te estaré esperando— lo bese envolviendo mis brazos en su cuello, me separe sin querer hacerlo pero ambos teníamos trabajo— será mejor que me vaya, tengo que revisar una par de cosas antes de aplastar unos cuantos

Discutió un poco por mi manera de decir las cosas, lo silencie con un beso y me fui directo a la oficina. Estuve revisando varios papeles antes de la junta y no precisamente eran números, había comenzado a buscar algún lugar para nuestra boda religiosa, sería muy fácil hacerla en la ciudad pero quería algo mas intimo, algo diferente, había descartado Venecia, aunque era u lugar hermoso no quería que los recuerdos regresaran, aunque todavía podríamos visitarla para nuestra luna de miel, mas no sería el lugar del enlace, quería tener propuestas para que Edward solo me ayudara a decidirme. Tenía mi lugar de ensueño pero quería que fuera él quien dijera la última palabra, sabía que solo bastaba con decirle que quería que fuera ahí para que él lo consiguiera.

—Bella tienes 5 minutos para estar en la sala de juntas— le agradecí a Megan por recordármelo, le encargue que guardara todo, no quería que Edward viera todo el papeleo, le dejaría esa tarea fácil.

La junto fue como cualquier otra, hubo discusiones por no poder llegar a un punto de acuerdo en común, había diferentes puntos a tratar ya que se acercaba el fin de año y debíamos de tener todo listo para cuando el nuevo año comenzara, debíamos de hacer algunas modificaciones para seguir manteniéndonos a la cabeza, Damián había volado para estar presente, la junta termino antes de lo previsto así que mi amigo y yo nos fuimos a mi oficina para conversar un rato, el se había enterado de todo lo que había pasado.

—Y dime como llevas la vida de casada?

—Bastante bien, me gusta estar con él

—Y tú que decías que él era pasado, yo siempre supe que lo que necesitaban era hablar

—Claro— dije sarcástica

—Bella, con solo verlo me bastó para saber que ese hombre estaba loco por ti, y simplemente adora a su hijo, aunque solo lo vi una vez junto a él supe que era sincero

—Sabes recuerdo que él dijo que le habías dicho un par de cosas, que fue lo que le dijiste

—Pensé que lo habías olvidado— sonrió, se acomodo en la silla— solo le dije que había sido un estúpido en alejarte, pero que sabía que tenía una oportunidad para conquistarte, que solo debía de mover bien sus cartas, que apostaba que el sabia que eras una mujer orgullosa y que le iba a costar mucho trabajo pero que si realmente te amaba lo intentara que no había mujer más valiosa que tu.

—Me costó mucho perdonarlo, creo que aun le guardo un poco de resentimiento pero lo amo

—Es lógico que aun sientas resentimiento, poco a poco irá desapareciendo, se que él se encargara de ello

—Lo hace— sonreí

—Tienes una cara de mi esposo es el mejor en TODO

—Y lo es, es un gran hombre, un padre ejemplar y un excelente esposo y amante

—De quien estás hablando?— me levante para abrazarlo, mantenía su semblante serio y una ceja levantada

—Hablo del hombre con el que me veo, cuando no está mi esposo— el sonrió negando— sabes que no hay otro hombre más que tu

—Y nuestro hijo no cuenta?

—Sabes a lo que me refiero Cullen

—Lo sé amor— rozo mis labios

—Lamento romper la burbuja, pero sigo aquí— reí al ver el rostro de mi amigo

—Edward creo que recuerdas a Damián— envolví la cintura de mi esposo que sonrió asintiendo y estrecho la mano de mi amigo

—Como olvidarlo, la primera vez que lo vi pensé que era el hombre que había logrado hacer que te olvidaras de mí

—Eso era una tarea difícil, te debo de decir que hubo muchos que lo intentaron, pero nadie lo logro

—Y me alegro de que fuera así— besó mi coronilla— teníamos planeado ir a comer, nos acompañas?

—Muchas gracias por la invitación, pero tengo otros planes— me guiño un ojo— pero me permitirían ir a visitar al enano, tengo mucho sin verlo

—Claro, cuando desees puedes ir, las puertas de nuestra casa están abiertas— sonreí abiertamente al escuchar las palabras de mi esposo

—Gracias, me voy si no quiero llegar tarde a mi cita, creen que pueda a ir a verlo mañana por la mañana antes de que mi vuelo salga

—Claro, a Evan le fascinara verte— tomo su portafolio, beso mejilla

—Un placer el verte de nuevo Edward— estrecho su mano y salió dejándonos solos

—Bueno será mejor que nos vayamos a comer

Fuimos a mi restaurant de comida italiana, amaba ese lugar, aparte me hacia recordar cada una de nuestras salidas, habíamos venido a este lugar un sinfín de veces y lo seguiríamos haciendo, aun nos encontrábamos con un par de fotógrafos de vez en cuando, ya no éramos la novedad por lo que podíamos ser un poco más normales, al que aun no dejaban del todo tranquilo era a Evan, por lo que Edward seguía manteniendo su propio guardaespaldas, la beneficiada en todo esto fue Ángela que comenzaba a salir con el chico Ben, era perfecto para ella, y ambos eran muy responsables no dejaban que los sentimientos interfirieran en sus trabajos.

Regresamos a casa justo cuando Dafne y Vicky se marchaban, fuimos al estudio donde estaba el hermoso árbol de navidad, en solo un par de semanas seria la fecha esperada por nuestro pequeño, sería la primera navidad que Edward pasaría con nosotros y la primera que pasaríamos en familia, tome un libro de la estantería y me recosté en el sillón mientras Edward tocaba una dulce melodía en el piano. Cada nota me hacia relajarme y sentirme bien, aun tenia algunos pequeños asuntos por arreglar pero mi felicidad era casi completa.

Damián había cumplido había ido a visitarlo antes de regresar a Londres, Evan había estado encantado de verlo, en poco rato que mi amigo estuvo ahí nuestro hijo se olvido de nosotros y se dedico a mostrarle todo lo que había hecho en la escuela y lo que había aprendido con sus tíos, después todo había transcurrido como un domingo normal, habíamos estado en la casa de Esme poniéndonos de acuerdo sobre lo que haríamos esa navidad.

La semana paso en un abrir y cerrar de ojos, Ángela había tenido que ir a ver a su familia por algunos problemas que se habían presentado, aunque las chicas y Esme se habían ofrecido a cuidar de Evan, por las mañana estaba conmigo en la oficina mientras que por las tardes estaba con Edward el saldo un estetoscopio roto, no le había hecho mucha gracia pero al ser Evan solo lo había dejado pasar, en la oficina había logrado hacer que una copiadora fallara y mover algunas cosas de la computadora de Megan

El jueves justo después de la hora de la comida, estaba terminando de hacer las cotizaciones por los lugares que me gustaban para la boda, escuche que llamaban a mi puerta un par de veces, y después entraron

—Hola

—Charlie— le señale una de las sillas y el se sentó, tenia mejor aspecto que la última vez que lo había visto pero aun se notaba débil

—Espero no interrumpir, quería hablar de un par de cosas y ya que estaba cerca decidí llegar

—Si quieres hablar de la venta de las acciones solo te puedo decir que será mejor que vuelvas mañana con uno de tus abogados, es lo correcto

—Eso hare— se levanto pero no se movió, levante m mirada para verlo— Eres feliz

—No hablare de mi vida personal contigo

—Solo quiero saberlo

—Soy absolutamente feliz, tengo todo lo que deseo, un esposo maravilloso, un hijo al que amo y la familia que siempre desee

—Supongo que cuando dices familia te refieres a la familia de Edward

—No conozco otra familia que no sean ellos

—Tan mal padre fui

—Te agradezco mi educación sin ti no estaría aquí, pero en los demás aspectos fuiste horrible

—Intente ser el mejor padre

—Pues fracasaste, parecía que te esforzabas por ser el peor, no entiendo cómo es que ambos fueron capaces de hacerme todo lo que me hicieron

—Se que fui un poco duro

—No fuiste un poco duro, fuiste insensible me tratabas como si fuera una basura, delante de ti yo no tenía valor

—Bella…

—No intentes decirme que fue por mi bien o para hacerme crecer, porque esa sería la excusa más estúpida

—Yo…

—Ahora que yo soy madre se que yo no podría hacerle algo a si a mi pequeño y sé que Edward tampoco, él es un padre ejemplar, algo que tu nunca fuiste— me levante

—Tanto es tu odio hacia mí?

—Siempre fuiste un ciego cuando se trataba de mi, jamás viste todo lo que hacía y lo que estaba sacrificando para tratar de complacerte y hacer que me mostraras un poco de tu afecto

—Nunca te falto nada, estuviste en los mejores colegios, viajes por todo el mundo, te di un auto que muchos ni siquiera pueden atreverse a soñar con él, asistías a las fiestas más exclusivas y aun así puedes …

—Me encerraron en un internado los mejores años, mientras todos los de mi edad iban al cine, al centro comercial yo estaba encerrada en 4 paredes, lejos de ustedes, jamás fueron a visitarme al colegio, es que crees que una llamada resolvería ese vacío, cuando regrese tu ya habías elegido el camino que yo iba a seguir, no te molestaste en preguntar que deseaba hacer de mi vida, simplemente me impusiste, yo jamás pedí ese auto, detesto los regalos caros y por tu cara sé que no lo sabias

Si nada te gustaba que sea lo que querías

—Me hubiera bastado con un bien hecho Bells, escucharte decir un te quiero, el saber que estabas orgulloso de mí, pero hacías todo lo contrario, no te cansabas de humillarme, de hacerme sentir la chica inservible, no te importo que mi madre se la viviera criticándome, que me pusiera una mano encima

—Sabes que el ambiente laboral en que te desenvuelves es solo para lo más fuertes

—Y para eso tenias que humillarme cada que podías

—Yo solo …

—No tienes una idea de todo el daño que me hicieron, me dañaron de peor manera

—Te hice ser invencible en este ambiente

—Estuvieron por mandarme a la tumba—grite golpeando el escritorio

—No crees que exageras, por el que te hiciera quedar en ridículo un par de veces, y que tu madre…

—Sabias en todo lo estuve envuelta?, tienes una idea de todo lo que ustedes me orillaron a hacer para olvidarme de sus malos tratos, para olvidarme de que yo no era nada, solo me recordaban cuando tenían que estar en algún evento y debía aparecer la fabulosa familia Swan

—Apareciste en un par de portadas en tus noches de fiesta y eso que, no era lo que esperábamos pero ya lo habías hecho que tiene eso de sorprendente

—Que ciegos estuvieron ,a ti no te importaba nada más que tus negocios y Renée no hacia más que pavonearse con sus amigas que no veían lo que realmente sucedía

—Eres una chica inteligente como para hacer algo que te dañara— me reí de manera sarcástica, conteniendo las ganas de llorar

—Sabias que bebía más de la cuenta, que usaba drogas, que gracias a mi madre deje de comer

—Que estás diciendo?

— Ese semestre había tomado la decisión de acabar con mi vida lentamente— sus ojos estaban muy abiertos, había dolor— Recuerdas aquella vez que estuve hospitalizada y que solo me llamaste para regañarme por no asistir a trabajar, ese día había llegado al límite ya no lo soportaba, tome una dosis más alta, busque una sobredosis quería morir ya no soportaba tener esta "maravillosa vida", como tú la llamas

—Eso es imposible

—Eso es lo que sucedió, y si estoy aquí no es por ustedes, si sigo aquí es porque Edward me hizo entrar en razón, estuvo conmigo apoyándome, me obligo a asistir a terapias, cuido mi alimentación, no me dejo sola, su familia también estuvo ahí apoyándome, y que hacían ustedes?, los juzgaban, los trataban como si fueran las peores personas, cuando lo único que hacían era preocuparse por mi

—Yo no sabía…

—Como lo ibas a saber, lo único que te importaba eran los negocios, mi madre solo le importaba sus eventos, cuando se trataba de mi no importaba— las lagrimas bajaban por mi rostro, el pecho me dolía

—Bella…

—No solo me dañaron a mí, humillaron a Edward y no sabes el daño que le hicieron a mi bebé, lo asustaron ese día paso una mala noche, me pegunto que porque no lo querían, podía soportar que me siguieran lastimando a mí, pero que lastimen a mi bebé no tiene perdón

—Se que no hay palabras para decir que lo siento, te lastime de una manera muy profunda

—Si decidí venderte tus acciones es porque no quiero tener nada que ver contigo, quiero cerrar este ciclo, después de esto estaré completa

—Solo quieres olvidarte de mí y de tu madre?

—Como si eso fuera posible, ustedes se encargaron de marcar mi vida

—Bella si pudiera hacer algo

—Ya nada tiene caso Charlie, el daño está hecho, solo quiero entender que fue lo que sucedió?, creí que en algún momento ustedes si me habían querido, pero recuerdo las palabras de Renée para ella siempre implique una carga, como una madre puede decir eso de sus hijos, Evan nació en un momento bastante difícil pero aun así, el fue lo único importante.

—No sé qué fue lo que nos sucedió, trabaje tan duro para que nada les faltara que cuando me di cuenta tu ya no eras mi princesa que saltaba a mi alrededor, que me pedía que le contara un cuento, te habías alejado

—Tu me alejaste, nunca tenias tiempo, no había nada más importante que tus negocios, Renée no hacia más que socializar , después m enviaron lejos y pocas veces los veía, con suerte pasaba mis vacaciones con ustedes, tienes una idea lo fue quedarse en el colegio en las vacaciones, rondando sola en los pasillos, prácticamente se olvidaron de mi

—Mi Bells

—No me llames así

—Bells…— se levanto con intensión de acercarse

—Vete, quiero que te vayas, tu y yo no hablaremos de nada que no sea trabajo, después de que veamos lo de las acciones quiero que salgas de mi vida y de la mi familia

—Bella por favor

—Vete, es que no es suficiente el daño que me causaron— oculte mi rostro en mis manos, sentí su mano en mi cabello— NO ME TOQUES, LARGO!

—Perdóname hija

—Hija?— me reí de manera irónica— solo vete

Lo escuche abandonar la oficina, mordí mi labio inferior ahogando el grito de rabia que quería salir de mi garganta, al fin había sacado todo lo que sentía, le había dicho cada una de las cosas que había acumulado, el escuchar llamarme Hija había hecho que la opresión en mi pecho se intensificara, esas palabras las había esperado por tanto tiempo y ahora las decía, ahora que estaba dispuesta a dejarlo.

EPOV

Como ya algunas noche me había quedado revisando un par de expedientes, ahí junto a mi estaba la mujer más hermosa que descansaba plácidamente, siempre me había intrigado como una mujer de apariencia tan angelical podía ser de carácter tan fuerte, era el diablo en persona para muchos, pero para mí era un ángel, mi diosa.

Desde hace un par de noches había estado algo intranquila en sueños para ser más exactos desde que habíamos tenido nuestra pelea, sé que no había tenido el suficiente tacto para decirle las cosas pero no tenía otra alternativa, aun seguía siendo esa madre amorosa y la esposa que adoraba, pero su deseo de venganza no dejaba de asustarme, a veces tomaba actitudes que me desconcertaban, era tanto el afán de vengarse que no le importaba lo que tuviera que hacer, me había dolido el escuchar como hablaba, como se expresaba de esa manera tan fría, en ese momento la sentí perdida, y no se me ocurrió otra cosa más que huir, necesitaba pensar que es lo que debía de hacer para lograr que entrara en razón, no me había dolido el golpe me había lastimado mas su actitud.

Se había alterado y con el golpe que había recibido debía de tener un horrible dolor de cabeza, aunque no me agradaba la idea de llegar y discutir de nuevo regrese para verificar que estuviera bien, entre intentando hacer el menor ruido pero la casa estaba en silencio, fui directo a la habitación y estaba vacía, fui a la de Evan baje las escaleras para ver si estaba en la sala o el estudio pero me llamo la atención que la puerta de la terraza estuviera abierta, y ahí la vi en el suelo tan vulnerable y con la ropa más delgada, es que no se daba cuenta de que estábamos a —4º, me asuste al notar que estaba fría y no respondía, encendí la chimenea y la cubrí con una manta, intentaba hacer que me hablara pero nada me decía, estaba dispuesto a llevarla al hospital cuando se puso de pie y lo siguiente estaba sobre mi llorando, la apreté contra mi pecho intentando tranquilizarla, amaba a esta mujer aunque tuviera sus arranques bipolares, sabía que ella había crecido en u ambiente muy conflictivo y todo eso le trae repercusiones en este momento.

Intente resistirme a sus intentos de seducción, pero quien pude negarse teniendo a una mujer como ella en sus brazos y con tan solo un diminuto conjunto de ropa interior, ella estaba insegura de su cuerpo, creo que toda mujer lo estaba después de un embarazo, decían que su cuerpo no era el mismo y de verdad que no lo era, a ella le había favorecido había resaltado sus bellas curvas, sus senos se habían hecho un poco más prominente, su cadera más ancha, su cintura aun era pequeña, toda ella era perfecta, y era mía, solo mía, sin contenerme la hice mía como desde hace tiempo lo deseaba, la casa era solo nuestra no había peligro de interrupciones y mejor aun no había quien pudiera escuchar esos hermosos jadeos que yo provocaba, mi nombre salir de sus labios, el sabor de su piel y el estar dentro de ella la convertían en mi droga, no había mejor sensación que sentirnos como uno mismo, me preocupaba el lastimarla pero parecía que ella lo estaba disfrutando tanto como yo, que su herida la había olvidado.

Había intentado que fuera a ver a su padre no estaba en el mejor de los estados, pero estaba arrepentido, el mismo se había sorprendido que era yo el encargado de estar al pendiente de que su salud fuera en progreso, era mi trabajo eso era cierto, había jurado proteger la vida y eso era lo que estaba haciendo.

Deje mi expediente en la mesita de noche y me acomode en la cama atrayéndola a mi pecho, hundió su rostro en mi pecho logrando que mi piel se erizara, su mano quedo en el borde de mi pantalón, esto sí que era una tortura, su respiración era normal y mi nombre salió de sus labios y un Te amo, al menos sabia que hasta en sus sueños estaba presente, como cada noche me quedaba dormido y en la madrugada escuchaba la puerta abrirse una pequeñas pisadas, había cambiado lo de recorrer un banquito para subirse, ahora en cambio se acercaba a mi lado y tiraba de mi mano, amaba la palabra "papi", lo ayudaba a subir y lo dejaba junto a Bella él se acurrucaba junto a su mami buscando ese calor que ella desprendía, era una escena que no me cansaba de ver, los dos personas más importantes y las que había jurado proteger, había pensado un par de veces que sería bueno darle un hermanito a Evan, pero aun no se lo proponía a Bella, le estaba dando tiempo a que las cosas tomaran su rumbo. Me alegre cuando Bella había ido a visitar a su padre, se había preocupado un poco por el pero su orgullo le impedía darse cuenta de ello, pero al menos ya habían hablado una sola vez.

Un par de semanas habían pasado y al fin había dado de alta a Charlie, lo mantendría en vigilancia por cerca de un mes para ver que no hubiera algún problema, las tardes en mi consultorio se habían convertido en mi hora favorita la razón Evan estaba conmigo, las enfermeras lo adoraban y es que era imposible no amar a este pequeño, si hacia algunas travesuras la peor arruinar uno de mis estetoscopios especiales, cuando lo vi me moleste pero al ver la carita de mi pequeño y que parecía asustado desistí de dejar salir el enojo solo le dije que tuviera más cuidado y el asintió, a Bella le había parecido muy gracioso y no había dejado de reír cuando se entero, había dejado a Evan con mi papa en lo que estaba en una cirugía, me encantaba ver que mi hijo adoraba pasar tiempo con mi padre a veces solo lo tomaba de la bata o revoloteaba a su alrededor.

Iba caminando rumbo a mi consultorio, había ido a recoger unos estudios al laboratorio, saliendo del ascensor me encontré a Charlie que estaba mas pálido y con la mirada perdida, coloque mi mano sobre su hombro y él se giro sorprendido

—Buenas tarde, se siente bien?

—Si solo que tuve un par de…— se cayó sabiendo que no debía de hacer eso

—Dije que nada de emociones fuertes, vamos al consultorio para revisarlo— camine a su lado ambos no decíamos una sola palabra, me extraño llegar y no ver a mi secretaria solo le deje una nota avisándole que estaba con un paciente para que no pasara a nadie mas

Abrí la puerta lo deje pasar, vi que su mirada se ensombrecía y note que veía al pequeño que felizmente dibujaba, ni siquiera se había percatado de nuestra presencia

—Enano, eres tu el que atenderá a mis pacientes?— levanto la mirada con su característica sonrisa pero al ver a Charlie se borro, bajo de la silla y se escondió detrás del escritorio, ambos nos sorprendimos, le indique a Charlie que se sentara cuando estuve cerca el salió de su escondite extendiéndome sus bracitos— que te sucede?

—Él lastimo a mami y gito muy feo— me susurro sin girar para verlo

—Vamos campeón, él no te hará daño— se aferro a mi cuerpo el semblante de Charlie era triste al ver que su propio nieto le temía, me senté en mi silla con Evan en mis piernas

—Evan, estoy en lo correcto— pregunto tímidamente, mi hijo levanto la mirada para verlo, después me vio a mí y le señale a Charlie, el solo asintió

—Bueno enano tu sigue en tu dibujo en lo que yo reviso a tu abuelo— vi la sorpresa en el rostro del hombre, me levante dejando a mi hijo para que siguiera dibujando, hice el chequeo de rutina y notaba que Evan no perdía detalle.

—He seguido cada una de las indicaciones

—Según escuche cuando salía del ascensor tuvo un par de emociones y esas no iban en las indicaciones, especifique nada de emociones fuertes

—Fui a hablar con Bella— levante la mirada al escuchar el nombre de mi esposa, por su cara no había salido nada bien, negué regresando al expediente y seguir con las anotaciones— me dijo algunas cosas que no puedo creer

Tome a mi hijo en brazos que hizo un mohín al quitarlo de mi lugar, tome su hoja y los colores que tenia ahí para él, salí para encontrarme con Anne que se encargo de cuidar a mi pequeño hijo, esta platica él no la tenia porque escuchar, no sabia como iba a terminar, aunque no sabía si era el momento, su corazón aun estaba en recuperación.

—Ahora si podemos hablar con libertad— me acomode en mi silla y deje mis manos entrelazadas sobre mi escritorio

—Como fue que conociste a mi hija?

—La primera vez que la vi fue un bar, ella estaba con sus amigos si así le podríamos llamar

—Ella me dijo que… es que no puede ser cierto— enarque una ceja, el tomo aire— dijo que llego a beber de mas, que uso drogas

—Lo hizo, la primera vez que hable con ella, fue cuando la sacamos de un bar

—Como nunca me di cuenta de ello

—Creo que para usted eran más importantes sus negocios que lo que pasaba con su hija, lo hacía a menudo y había señales muy claras que usted ni notaba

—Como cuales

—Un día que llego con los ojos irritados, ella le dijo que se había desvelado y le creyó, la realidad es que es un efecto secundario de algunas drogas

—Y lo de la sobredosis y el dejar de comer

—Es verdad, la encontramos a tiempo, ese día Jasper nos hizo ir por unas cosas que había olvidado y al verla supe que no estaba bien, ella era una bomba de tiempo por eso intentamos acercarnos a ella, pero fue demasiado tarde, ella tuvo que tocar fondo para comprender, y si recuerda el desmayo del baile, la razón fue la anorexia que comenzaba

—Y no te importo estar con una chica como ella— entrecerré los ojos al escuchar esas palabras

—Yo siempre vi a la hermosa mujer que había en su interior, a esa chica que usted humillaba y hacía sentir inferior, nunca me explique como usted podía tratarla de esa manera, y más me sorprendía saber que usted permitía que su madre le pusiera una mano encima, fue varias a veces a su departamento, le gritaba, la llego a llamar prostituta, pero eso es algo que usted sabe por qué la escuche, ella no solo iba a hablar iba a lastimarla, dígame como un padre puede hacerle eso a su propia hija

—La amas?—su mirada se poso en la mía

—Con toda mi alma, por ella sería capaz de cualquier cosa

—Si la amabas porque la dejaste

—Por una mentira, caí en una trampa y la lastime, pero ahora estamos juntos y nada me alejara nuevamente de ella

—No sé qué fue lo que me sucedió, intente darle lo mejor, nunca le falto nada

—Le falto lo más importante, el saber que ustedes la amaban, el dinero no da la felicidad

—Notaba lo que le sucedía pero Renée siempre me decía que era solo para llamar la atención y yo le creía

—Creo que no puede culpar de ello solo a Renée usted la lastimo, la humillaba, ella siempre se esforzaba por obtener un poco de reconocimiento, aunque no lo dijera o se negara a aceptarlo yo sabía que ella solo quería escuchar que usted la consideraba buena, pero eso jamás ocurrió.

—Los celos son los peores enemigos— enarque una ceja, tomo aire y tomo el porta retrato que había sobre mi escritorio, ese en el que estábamos los tres— ella es una empresaria formidable, no hay quien se le resista, llego a cerrar tratos que ni yo mismo había logrado y de nuevo Renée me lleno la cabeza de ideas, diciéndome que posiblemente estaría utilizando otros métodos

—Bella siempre ha sido una mujer integra, jamás se acostaría con alguien por conseguir cerrar un trato— gruñí al escuchar lo que habían llegado a pensar de ella

—La hice perder tantas cosas, la obligue a madurar y la convertí en una mujer fría

—Ante ustedes se colocaba esa mascara de frialdad y arrogancia, fue difícil hacerla confiar, ella se comportaba como esa niña superficial, pero solo era una barrera para no ser lastimada, implico un gran trabajo pero me permitió ayudarla, lo único que ella necesitaba era sentir ese cariño que le habían negado

—Es increíble ver la clase de mujer que es, ya no es la niña a la que le iba a contar cuentos que saltaba cuando me veía llegar, en sus ojos ya n veo esa dulzura y el amor que los embargaba

—Ella es la mujer más hermosa a pesar de lo que Renée le hacía creer, es inteligente, responsable, es la mejor en su área y aun así no descuida a su familia, está al pendiente de nuestro hijo y cuida nuestra relación, mantiene un equilibrio

—Es tarde para darse cuenta de todos los errores que cometí, la manera en la que la descuide, como me deje envolver por las palabras de Renée.

—No solo puede culpar a Renée de lo que sucedió, es un error mutuo

—Lo sé estoy consciente de ello, nunca me quise dar cuenta de la clase de mujer en la que se convirtió Renée, ambos éramos muy jóvenes cuando nos casamos, y también fuimos padres a muy temprana edad, ella quería a Bella pero se arrepentía de haberse embarazado tan rápido, cuando subimos de posición ella comenzó a vivir una vida llena de lujos dejando de lado a nuestra pequeña, no la culpe ya que ella se había sacrificado algunos años cuidando solo a nuestra hija

—Pero no es un motivo para ser una arpía

—Hasta ahora me doy cuenta de que ella estaba celosa de nuestra hija, recuerdo cuando descubrimos que se había marchado a vivir ella sola de manera totalmente independiente, las palabras de Bella la lastimaron porque fueron realidad, Renée sentía celos de ella por a simpe razón de que en ella veía todo lo que había deseado, Bella es una chica de una belleza natural, es inteligente, sobresale entre la multitud, tiene gracia y elegancia innata, pero sobre todo es una mujer exitosa

—Así que los celos son la razón de los malos tratos a mi esposa?— se me hacia increíble estar escuchando eso, no sabía si debía de creer o no, pero que se ganaba Charlie con mentir, ya iba a obtener de vuelta su empresa que más le daba, lo único que realmente llamaba mi atención era ver ese brillo en sus ojos cuando hablaba de Bella

—Los celos y el que me supieran manipular, yo amaba a Renée pero ahora no se si ella en algún momento lo hizo, no sé si lo único que la mantenía junto a mi era el dinero y la posición social que yo le daba

—Creo que ella lo dejo en claro con lo que hizo

—Es una pena que tuviera que perder mi empresa y a punto de morir para darme cuenta la clase de monstruo en la que convertí, quisiera recuperar a mi pequeña Bells pero eso es demasiado tarde ella no me quiere en su vida y quien me querría después del daño que le provoque, no obstante con eso también perdí mi oportunidad de disfrutar de mi nieto

—Bella es una mujer orgullosa eso lo debes de saber, es dura a veces un tanto cerrada pero en el fondo una gran mujer, solo es cuestión de encontrar la manera de acercarte y no cometer un solo error, y que te puedo decir de mi hijo, el no te odia, el solo esta asustado por lo que recuerda de ti, la ventaja es que aun es pequeño y fácilmente puedes recuperar lo que perdiste.

—No puedo estar más orgulloso de la elección de mi hija, aunque jamás creí que diría esto— tomo aire y dejo el porta retrato en su lugar— Bella no pudo encontrar mejor hombre con quien formar una familia, tú me has demostrado que eres un hombre recto, responsable de muy buenos principios, otro en tu lugar me hubiera dejado morir y no me estaría escuchando como lo estás haciendo y mucho menos me estaría intentando ayudar para recuperar a mi hija y estar junto a mi nieto.

—No mentiré diciendo que eres una persona de mi total agrado, no lo puedo ver con buenos ojos no después de saber que usted fue uno de los responsables de las acciones que llevaron a mi esposa casi a la muerte, pero noto el arrepentimiento en su mirada se que habla con sinceridad, además de que le debo mucho

—Porque me debes algo?

—Porque usted me dio a la mujer perfecta, a mi compañera, sin ella no tendría a mi otro gran amor, a mi pequeño— me importaba muy poco el escucharme cursi o que se yo, era la verdad, aunque fuera unos monstruos como padres había hecho a criatura más perfecta, habían traído a este mundo a mi esposa.

—Hare hasta lo imposible por obtener su perdón, una tarea difícil pero que debo de cumplir para poder tener paz y tranquilidad, además me interesa conseguir que Evan me vea como su abuelo y no como el monstruo que cree que soy

—Evan es pequeño, es fácil hacer que se acerque a ti, pero Bella es cosa totalmente diferente, y en la que prefiero no intervenir, con mi hijo le puedo ayudar

—Deja de tratarme de usted, solo dime Charlie— asentí

—Puedes venir mañana por la tarde a un electrocardiograma y quizá puedas traer una pequeña caja de chocolates rellenos, que le encantan a tu nieto— el sonrió, por primera vez veía una sonrisa real en aquel rostro demacrado, porque debemos de esperar al borde de la muerte para recapacitar sobre nuestros errores, para darnos cuenta de la clase de personas que somos en realidad, jamás comprenderé eso.

—Y con Bella que me propones— pregunto tímidamente

—Ella es algo más complicado que una caja de chocolates, ella es un tanto extraña, detesta los regalos caros, creo que solo es cuestión de que te acerques paulatinamente, que seas honesto y que las palabras que le días se las digas de corazón, porque realmente te nace decirlo y no solo para obtener su perdón, debes de estar consciente de que no creo que sea algo rápido, esto tomara tiempo un largo tiempo

—Gracias, a pesar de haberte tratado como lo hice me estas ayudando para recuperar a mi hija y a mi nieto

—Solo dos cosas, la primera y la más importante, no dejare que lastimes a ninguno, no olvides que son lo más importante que tengo y por ellos soy capaz de hacer cualquier cosa— asintió— y segundo Bella jamás debe de enterarse de esta conversación bueno al menos no por ahora, si lo hace puedo estar seguro que me tomara como un traído por ayudar al enemigo y me mandara a dormir a la sala si bien me va

—Así que mi hija te da un poco de miedo— se burlo

—Digamos que su temperamento es algo con lo que no me gusta enfrentarme a menudo, amo a Bella y no me gusta pelear con ella

—Se dice solo es precaución— reí abiertamente, mi esposa era un ángel pero tenía un temperamento que hacía temblar a cualquiera.

Evan se había despedido de Charlie con un simple movimiento de su muñeca, el hombre se notaba un poco más tranquilo después de nuestra charla, había hablado con mi papa de lo que había hecho y el solo me dijo que no podía estar más orgulloso de mi, esas palabras me habían indicado que había hecho bien, que no estaba traicionando a Bella como lo había llegado a pensar. Apenas llegamos a casa Evan corrió al estudio donde sabia que estaría Bella, la encontramos en el sillón revisando un reporte, nuestro pequeño se había acomodado junto a ella, me incline para besarla y sonreí al ver que Evan solo se cubría el rostro, ya no se enojaba se había acostumbrado a ver la cercanía entre ambos.

Después de dejar a Evan en su habitación Bella me había contado lo que había sucedido con su padre, ella estaba tranquila porque al fin le había dicho a su padre todo lo que sentía, pero estaba molesta porque no sabía que pensar, eran demasiadas emociones las que sentía y podía asegurar que así era, si a mí me había desconcertado el cambio era más que obvio que a ella la había dejado en shock.

Al día siguiente Charlie fue puntual al llegar a su cita, sonreí al notar la cajita con un moño que traía en sus manos, al entrar a mi consultorio vimos a Evan en el piso apilando bloques, un regalo de Alice para mantenerlo entretenido en el hospital, Charlie lo saludo y él le respondió tímidamente, cuando le mostros lo que le había llevado no dudo en levantarse, pero se giro para verme yo le sonreí y asentí a lo que él los tomo diciendo un "Glacias". La semana paso, mi padre lo había citado un par de veces, yo desconocía de lo que hablaban pero todas esas veces le servian para mantenerse cerca de Evan, ahora ya no solo seguía a uno de sus abuelos andaba detrás de los dos mientras andaban por los pasillos. Charlie había asistido a un par de chequeos mas conmigo y en cada uno de ellos le había llevado un regalo, Evan ya no le temía la última vez que se lo había encontrado había soltado mi mano para correr y abrazarlo, la sonrisa que había en el rostro del hombre era de felicidad, al menos se había ganado a uno, ahora solo le seguía faltando la más importante y las más complicada.

BVOP

Con mi padre habíamos llegado a un acuerdo sobre el cómo serian los pagos de las acciones, le daría un plazo mayor para que cubriera su deuda, se las había vendido al mismo precio en que las había conseguido, solo quería recuperar mi dinero ya no me importaba ganar, ese día mi por la tarde había llegado un enorme ramo de tulipanes, no había visto la tarjeta ya que sabía de parte de quien eran, le mande un mensaje agradeciendo por el detalle y solo había contestado "Yo no te he enviado nada amor", abrí la tarjeta

Espero que aun sean tus flores favoritas, gracias por ser tan considerada
Charlie

Aun recordaba cuales eran mis flores favoritas, no sé qué es lo que estaba tramando pero no planeaba averiguarlo, hice que las flores las sacaran de mi oficina, durante el resto de la semana llegaron un par mas, hubo invitaciones para cenar que rechace.

Esa semana le había mostrado a Edward los lugares en los que deseaba que fuera nuestra boda, se había sorprendido porque no se había dado cuenta de que había estado trabajando en ello, había insistido en saber qué lugar quería yo pero me negué a decirle porque quería que el dijera cual le parecía mejor, quedo en pensarlo, al día siguiente estaba en nuestra habitación recostada viendo la televisión cuando llegaron, Evan subió inmediatamente a mi cama para darme un beso y bajar para que Edward le diera un baño

—Esto te pertenece amor— me beso entregándome un sobre y salió rumbo a la habitación de Evan

La curiosidad era demasiada, lo abrí con cuidado y leí cuidadosamente los papeles que estaba ahí, sonreía al ver las imágenes y las formas para llenar, fui hasta la habitación de mi hijo y quede detrás de la puerta al escucharlos discutir

—Quiero mis muñecos

—Es un baño rápido enano, debemos de bajar a cenar con tu mami

—Quiero mis muñecos

—Evan— reí por lo bajo al notar la voz de fingido enojo

—Po favo papi

—Quieres que tu mami nos regañe por dejarla sin cenar

—Como si yo…— me reía al ver a Edward intentando separar a Evan de sus piernas, le entregue lo que pedía y entro a la tina sin que se lo pidiéramos nuevamente, los deje para no interrumpir ese momento.

La cena fue tranquila, escuchaba los nuevas travesuras de mi hijo, en este momento es cuando amaba que Carlisle fuera el jefe del hospital de otra manera no soportarían las travesuras que mi pequeño diablillo hacia, como cada noche Edward se quedo en la habitación de Evan para contarle un cuento.

Apenas la puerta se abrió le salte encima, adoraba los buenos reflejos que poseía, me sostuvo con una enorme sonrisa y lo bese hasta que la falta de oxigeno nos hizo separarnos

—Veo que acerté— asentí

—Les dije que seria a finales del próximo mes— abrí los ojos sorprendida— tengo que llamar el martes para confirmar la fecha

—Como lo supiste?

—Te conozco amor, así que tal vez merezcas un premio esta noche

—Si creo que te lo mereces— sonreía de manera sensual, el solo aseguro la puerta antes de comenzar a besarme.

Al fin había llegado navidad y nos estábamos preparando para marcharnos a casa de Esme, a mi me habían encargado el postre, un par de pasteles por petición de Emmett y de Evan, las chicas me habían enviado el vestido que utilizaría, no me quejaba me habían evitado el quebrarme la cabeza pensando que utilizaría, además era un diseño de ellas así que era divino era de un hermoso color rojo, con un escote bastante pronunciado, y abombado de la parte inferior, me hice medio moño dejando que el cabello callera en sus ondas naturales, me estaba colocando mis zapatillas cuando por la puerta entraron los hombres más guapos.

—Simplemente divina

—Gracias, ambos lucen muy guapos— Edward me beso y fue al armario por nuestros abrigos

—Mami— gire mi atención a mi pequeño que me extendía un tulipán y una hermosa sonrisa— pala ti

—Muchas gracias amor, vamos a ponerla en agua— tome su mano y fuimos a buscar un florero donde ponerla, estos detalles eran los que me encantaban, eran las sorpresas que tenia día a día con mi hermosa familia.

El trayecto fue corto, había tomado otra ruta para evitar el tráfico, Evan había entrado corriendo a la casa directamente hasta el árbol y un gritito de emoción nos indico que ya había descubierto que los regalos ya estaban debajo, salude a cada uno, debo de decir que cada una de las chicas lucia realmente divina, cada vestido mostraba su personalidad Esme me había abrazado y había susurrado "Gracias por el mejor regalo de navidad, el tenerlos aquí es lo mejor que me pudieron dar"

Todos estábamos en la sala conversando, Evan estaba probando los bocadillos y él que no le gustaba se lo deba a Edward para que se lo comiera, mi esposo mantenía su brazo firmemente en mi cintura, bese su mejilla y un cojín nos golpeo, mi hijo se comenzó a reír pero se tapo su boquita al ver que lo observábamos.

Me levante por mas bocadillos y un poco de agua, ahí en la cocina estaba la nueva cocinera con su hija según nos había informado Esme, ambas me sonrieron al verme entrar, la chica inmediatamente dejo lo que estaba haciendo para servir un poco mas de bocadillos, un par de brazos rodearon mi cintura y sus labios besaron justo detrás de mi oreja

—Cullen pueden comportarte— las mujeres sonrieron y se giraron para darnos un poco de privacidad

—Es que luces irresistible y no te lo había podido decir

—Puedes comportarte— le señale a las mujeres que estaban dándonos la espalda

—Te he dicho que te amo

—Me lo has dicho unas 10 veces desde que me levante esta mañana— sonreí rozando sus labios, le entregue una de las charolas para que me ayudara a llevarlas a la sala.

Una hora más tarde llegaron los Hale, ya estábamos completos no sabía quien estaba más ansioso por cenar si mi hijo o Emmett, pasamos al comedor que estaba finamente arreglado, flores de diferente colores que inundaba la habitación con un dulce aroma, estábamos por sentarnos cuando Emmett se aclaro la garganta

—Familia…— la voz de Emmett había sido casi un susurro, abrace a Edward que me sonrió

—Pueden ponernos un poco de atención— grito Emmett logrando que todos lo observáramos, tomo a Rose por la cintura y beso su coronilla, tomo aire

—Buenas noches— Edward me apretó más contra su cuerpo y sostuvo la copa antes de que esta se resbalara de mi mano

—Charlie— fue lo único que pude decir, pero me sorprendí más al ver que mi hijo corría hasta sus brazos


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