Navidad en Familia
—Pensé que no vendrías— observe como Carlisle
saludaba cordialmente a mi padre que seguía sosteniendo a mi hijo
—No lo creía conveniente, pero no deseaba pasar
esta fecha solo, además la llamada de cierto pequeño fue lo que me convenció—
bebí todo el contenido de mi copa
—Y que es lo que ibas a decirnos Emmett— regrese
toda la atención al grandulón, respiro hondo
—Bueno nosotros queríamos decirles que…
—Se van a casar— chillo Alice saltando con su
enorme sonrisa
—No, bueno si— sonrió Emmett, no pude evitar
enarcar una ceja, Emmett estaba nervioso y Rose se estaba sonrojando,
—Lo que queremos decirles es que estoy embarazada—
abrace a mi rubia amiga, al momento se nos unió una Alice que no dejaba de
gritar y decir palabras como ropita, cunas, sillitas, si rosa o azul, nos
separamos para dejar que Giselle abrazara a su hija, ambas comenzaron a llorar,
estaba feliz por mi amiga pero no pude evitar sentir una opresión al recordar
que cuando yo estaba esperando a Evan estaba prácticamente sola, suspire
profundamente
—Se lo que estas pensando cariño pero eso es
pasado, ahora estamos juntos— me intento rodear con sus brazos pero me aleje y
fui a abrazar a Emmett que parecía le costaba respirar y solo veía el rostro de
su suegro que seguía sin reaccionar.
—Felicidades, esto sí que es algo que no nos
esperábamos
—Ustedes no son los únicos que pueden
—Espero que te comportes, Rose te va a necesitar y
te aconsejo que duermas mientras puedas
—Lo tendré en cuenta hermanita
—Brindemos por el pequeño Cullen que viene en
camino— brindamos por la felicidad de los futuros papas, nos sorprendimos al
saber que ya tenía cerca de 4 meses y aun no era notable su embarazo, el brillo
en sus ojos demostraba la felicidad que sentía. Charles y Carlisle comenzaron a
hablar con Emmett, Esme, Giselle y Alice estaban junto a Rose mientras que Edward
y Evan se habían acercado a mi padre, me escabullí aprovechando que todos
estaban lo suficientemente ocupados.
Atravesé la cocina y salí al jardín, me lleve las
manos a mis brazos había olvidado que la temperatura estaba realmente baja,
habían pronosticado que nevería pero aun no sucedía, tome el contenido restante
de mi copa y me senté en la silla, escuche la puerta abrirse, tenía una idea de
quien se trataba
—Solo vete, deseo estar un momento a solas si no te
importa Cullen
—No creo que sea saludable que estés aquí afuera
—Carlisle, yo lo siento, pensé… pensé que eras
Edward
—Puedo sentarme— me señalo el lugar junto a mí y yo
asentí— Hija sabes que puedes hablar conmigo de lo que quieras
—Solo necesitaba un poco de aire
—Es por tu padre no es así, yo lo invite
—Es tu casa, no te preocupes de que haga algo, es
navidad una fecha importante, además no arruinare la felicidad que hay por la
noticia de que serán nuevamente abuelos— mi sonrisa salió un tanto forzada—
será mejor que regresemos
Entramos de nuevo al calor de la casa, ayude a
llevar algunas de las cosas a la mesa, al menos no llegaría con las manos
vacías lo que no los haría pensar que había estado afuera, deje el tazón de
ensalada en el extremo de la mesa, sentía varias miradas puestas en mi, era hora
de la función, momento de poner en práctica mis dotes de excelente actriz, les
sonreía de la manera más normal como si nada estuviera sucediendo
—Vamos a cenar— rodee los ojos al escuchar la voz
de Emmett, si este hombre comía mucho, solo esperaba que ahora que Rose estaba
embarazada no le diera por comer aun mas
—Bella—sentí una mano sobre la mía, una que conocía
a la perfección, me gire para encontrarme con esas esmeraldas sobre su hombro
pude ver a mi padre que hablaba con Evan
—Como pudiste no decirme esto— enarco una ceja y
separo sus labios, pero no le di oportunidad de hablar— solo diré que eres un
traidor
—Mami
—Vamos corazón es hora de cenar— lo abrace y lo
acomode en su lugar el que estaba junto a mí, Edward se sentó justo al otro
lado mío y Charlie al otro lado de Evan, la mirada de Alice iba de mi padre a
mí, yo le sonreí y le indique que estaba bien, pero la verdad es que no lo
estaba, no tenía ni idea de que es lo que había sucedido, su llegada me había
caído como un balde de agua helada, desde cuando Evan le gustaba estar con mi
padre?, porque Edward no me lo había dicho?, debía de tranquilizarme no les
arruinaría el día, no importaba que el mío se hubiera ido a la basura.
La plática se centro principalmente en los planes
que tenían Emmet y Rose, me sorprendió escuchar que ya habían comprado una
casa, que se casarían después de que el bebé naciera, realmente ya tenían todo
arreglado. Alice se emociono al saber que tenía suficiente tiempo para los
arreglos de la boda, Evan se había pasado a mi regazo lo que me facilitaba el
comer mientras lo ayudaba a él, hacia a un lado lo que no le gustaba y
aprovechaba la distracción de Edward para pasarlo a su plato, Jasper y Esme
habían visto lo que estaba haciendo y solo sonrieron. El postre era lo que más
había disfrutado Evan se habían peleado con Emmett por la rebanada mas grande,
pero ninguno de los dos la había obtenido la ganadora fue Rosalie
—Eso no se vale Rose yo quería esa rebanada
—No discutas Emmett— lo señalo con la cuchara en la
mano todos rieron por lo bajo
—Emmett si aceptas un consejo, no discutas con una
mujer embarazada— le dije enarcando una ceja al ver que Evan se estaba comiendo
de mi trozo de pastel, el solo se estiro para darme un beso, sabia la manera de
que no dijera nada
—Pides demasiado amor, Emmett no podrá evitar
pelear por la comida— la mano de Edward se había acomodado en mi cintura, y
beso mi mejilla, le sonreí aunque lo que deseaba era darle un buen golpe en las
costillas y de esa manera alejarlo, pero debía de controlarme
Alice sirvió una nueva ronda de champagne ya que
faltaban escasos 3 minutos para a media noche, Rose hizo un mohín al ver que
ella solo recibía ponche, brindamos al ser media noche por ser la primera
navidad que pasábamos en familia, al fin este año estaba toda la familia
reunida, abrace a mi hijo que envolvió sus bracitos en mi cuello
—Te amo mi pequeño mostrito
—Yo los amo a ambos— Edward nos abrazo a ambos,
Evan soltó mi cuello para abrazar a su papá, yo me mantenía sin moverme no
respondía a su abrazo, se inclino y atrapo mis labios en un profundo beso nos
separamos riendo al escuchar un ugh!
—Evan quien te enseño eso— pregunte mi hijo señalo
a Emmett que no dejaba de abrazar a Rose
—Creo que no deberías de pasar tanto tiempo con tu
tío amor
—Es divetido, puedo id con mi abuedo chali – tome
aire lo baje para verlo correr y abrazar a mi padre, los brazos de Esme me
envolvieron seguidos por los Carlisle y el resto de la familia, mi sonrisa era
real me gustaba estar ahí, aunque no me gustaba ver a la persona que había
llegado, Edward me tomo de la cintura y me llevo a la sala opuse un poco de
resistencia pero era más fuerte, no era competencia para él
—Amor...
—Dime porque no me lo dijiste, dime porque me
ocultaste que Evan se había acercado a mi padre—coloque mis manos en mi cintura
y lo vi fijamente
—Tu padre está arrepentido, que no te das cuenta de
que él lo único que busca es poder acercarse a ti
—Edward como puedes hacerme esto, se suponía que
este sería un día especial, sería la primera navidad que pasamos juntos y tú lo
arruinas trayendo a este hombre
—Ese hombre es tu padre amor, al menos lo
escuchaste
—El daño está hecho y no puedo creer que tú me
hayas traicionado de esta forma
—Mi vida, confías en mi?
—Sabes que lo hago, pero con esto no sé si deba de
hacerlo— sus brazos se acomodaron alrededor de mi cintura pegándome a su
cuerpo, acomode mis manos sobre sus brazos, suspire al sentir sus músculos bajo
la tela de su camisa
—Yo jamás dejaría que alguien se acercara a mi
familia para lastimarla, yo escuche a tu padre y sé que lo que hizo no fue lo
mejor, te hizo mucho daño pero hubo muchos factores que lo hicieron comportarse
de esa manera
—Y tu le creíste?—bufe molesta, el me pego aun mas
a su cuerpo choco su frente con la mía
—Se que era sincero, este tiempo que ha estado
viendo a Evan se ha portado como un gran abuelo, el brillo en sus ojos al
mencionar tu nombre es algo que no se puede fingir
—Edward esto es demasiado
—Una oportunidad amor, eso es lo que él necesita,
dime crees que mis padres lo querrían aquí de saber que es un peligro para ti o
para Evan— negué— es navidad mi vida, tal vez una palabra o un gesto cordial
sería el mejor regalo para Charlie, todos han estado hablando con él menos la
persona por la que está aquí, él esta incomodo, pensó en no venir por que se
sentiría fuera de lugar, pero lo hizo por dos razones, una porque quiere
acercarse a ti y dos porque nuestro hijo lo llamo esta tarde para asegurarse de
que si estaría aquí
—Pides demasiado
—Es navidad amor, lo único que te pido es que al
menos lo veas a los ojos o le digas un hola—rozo mis labios, deje escapar un
suspiro y el compendio que me había rendido, porque era tan difícil molestarme
con mi perfecto esposo— Gracias amor
—Eres…— sonrió besándome de nuevo, esta vez fue un
beso profundo dejando que nuestras lenguas interactuaran
—Pero una cosa si te dejare en claro Cullen, estoy
molestas contigo, muy molesta— su sonrisa torcida apareció, sabía que mis actos
como el besarlo hacían pensar lo contrario, pero estaba molesta y lo pagaría
—Mis intensiones son buenas amor— beso mi cuello y
bajo por el borde del escote de mi vestido, estaba jugando sucio sabia que de
esta manera nublaría mis sentidos y no podría reclamarle, maldita la hora en
que se dio cuenta de todo lo que provocaba en mi
—Mami— vi sobre el hombro de Edward y lo vi de la
mano con mi padre, me tense, cerré los ojos respire un par de veces, intente
decirle algo pero de mi boca no salió un solo sonido
—Enano vamos por la sorpresa de mami— ambos
sonrieron de manera cómplice, yo bufe negando, pero abrí los ojos al comprender
que más que nada lo estaba haciendo por dejarme a solas con mi padre, tome su
mano antes de que se alejara
—todo estará bien amor— beso mi mano y desapareció
llevándose a Evan que saltaba y reía, me deje caer en uno de los sillones y
deje mi vista puesta en el enorme árbol de navidad
—Puedo…— asentí sintiendo como se acomodaba justo a
mi lado, cruce mi pierna, alise la tela de mi vestido— Son muy cálidos
—Aja— comencé a ver la cantidad de regalos que
descansaban bajo el árbol, dio un sonoro suspiro
—Bella, esto es para ti— me gire vi sus ojos
ensombrecidos y baje la vista hasta la caja que sostenía, era de un tamaño
mediano, delgada y envuelta en un papel blanco con un gran moño dorado
—No …
—Acéptalo por favor— lo tome y lo deje sobre mi
regazo
—Gracias
—No vas a abrirlo?
—Lo acepte, eso no quiere decir que tenga que ver
de qué trata, ya hiciste tu obra de caridad—lo deje en el espacio que nos
separaba
—Se que me merezco todo ese odio que sientes por mi
—No hagas esto más difícil, me cuesta demasiado el
fingir que no me afecto tu presencia, se suponía que esta sería la mejor
navidad, la primera que pasaría con mi familia unida
—Y yo he venido a arruinarlo, es lo que menos
quería, intente negarme a venir esta noche para evitar que te sintieras
incomoda, pero Carlisle y Esme insistieron, además de que a ese pequeño
diablillo no se le puede negar nada— sonreí al saber que se refería a mi hijo
—Es difícil negarle algo a ese mostrito—conteste
con una enorme sonrisa yo mejor que nadie sabía lo que era que Evan te pidiera
algo con esa dulce voz y no poder negarte
—Tiene tu mirada
—Por si no lo has notado sus ojos son verdes, del
mismo color que los de Edward
—Se que son verdes como los de su papá, pero a lo
que yo me refiero que su mirada es dulce y profunda como la tuya, demasiado
expresiva, cuando eras pequeña podías mentir pero tu mirada te delataba— sonreí
de lado al recordar eso
—Siempre me descubrías— suspire, tome el regalo y
deshice el moño con sumo cuidado, retire el papel y abrí la caja y saque un
libro no era un libro, era un álbum acaricie la pasta antes de abrirlo,
necesitaba valor para hacerlo no sabía qué era lo que me encontraría dentro
—Creí que tal vez te gustaría tenerlas, las
encontré mientras acomodaba algunas cosas en mi estudio
Abrí el álbum y la primera imagen era mía cuando
tenía escasos días de nacida, otra en sus brazos, seguí pasando las hojas, era
un recuerdo de mi infancia plasmado en imágenes, me detuve en aquellas de la
vez que habíamos estado en Disney, estaba en sus hombros, como es que todos
esos hermosos momento se habían esfumado, un par de hojas después estaban
algunas de mis fiestas de cumpleaños, cuando me regalo una bicicleta
—Recuerdo que esa bicicleta no duro más de dos
semanas, apenas aprendiste y no parabas de tener accidentes, aun no comprendo
cómo fue que te fuiste contra el árbol— reí al recordar ese momento, había sido
doloroso pero él había estado ahí para ayudarme a levantar, después de ese
accidente no había querido volver a subirme, pero él me alentó y me cuido de
que ningún árbol se volviera a poner en mi camino
—Y esta fue cuando fuimos a Hawái e intente surfear
pero solo conseguí que las olas me arrastraran— el rio abiertamente
—Intente evitar que te subieras a las tablas, pero
me ignoraste y el saldo una rodilla lesionada
—Al menos no fue la nariz, pero estuvo cerca—
sonreí
—Recuerdas cuando estábamos haciendo tu castillo de
arena y un perro arruino nuestro trabajo de toda esa tarde
—Era realmente grandioso y ese animalito lo
arruino, y también recuerdo que te rehusaste a hacerlo de nuevo
—Ya era tarde
—Eso lo dijiste para no ayudarme— seguí viendo las
fotografías y me encontré una en la que estaba sobre en hermoso caballo— Oh!
Era un hermoso caballo, fue la vez que estuvimos en aquella villa en Francia?
—No Bells, fue cuando fuimos a visitar el viñedo en
Italia
—Es verdad me enojo porque no me dejaron probar el
vino
—Tenias apenas 5 años no te dejaría probar el
alcohol
—Pensé que habían roto esta fotografía
—Imposible, fue cuando estabas aprendiendo a
esquiar lo máximo que te mantenías de pie eran 2 minutos
—Oye eran 3— reí al ver la imagen y recordar como
tenía que estar sosteniéndome de mi instructor para no volver a caer pero
siempre regresaba a la nieve— Ese fue el último viaje que realmente disfrute
—Eso fue cuando tenias 7
—Tenia 9 y fueron las ultimas en las que realmente
me la pase bien, pude ser yo, disfrutarlas como una niña de 9 años, después de
esas se me comenzó a exigir comportarme como alguien mayor y después me
mandaron a suiza al magnífico internado condenándome al olvido— cerré el álbum
de golpe suspirando, me había hecho recordar momento en los cuales de verdad
había disfrutado estar con ellos, lo curioso de ese álbum es que en ninguna de
ellas había incluido una foto de mi madre
—Siento el dejar que todo esto pasara, en
convertirme en esa clase de hombre que te orillo a pasar por el infierno que
viviste, por colaborar al daño que tu madre te hizo y no intervenir
—Hay heridas demasiado profundas que jamás cierran—
me encogí de hombros
—Todas cierras, algunas necesitan más tiempo, se
que no me lo merezco pero deseo estar cerca de ustedes, me gustaría recuperar
el tiempo que perdí contigo, además que deseo estar en cada una de las
travesuras de ese pequeño
—Yo…
—Hora de abrir los regalos— escuche gritar a Emmett
y varios pasos dirigirse a la sala el lugar donde estábamos
Les sonreía al verlos entrar, Edward inmediatamente
me abrazo y yo me aferre a él, hundí mi rostro en mi pecho, él siempre era mi
soporte, sabía que teniéndolo ahí conmigo nada malo sucedería.
—Enano que esperas aquí hay muchos regalos para ti—
mi hijo se acerco junto a Emmett que le extendió una enorme caja y rompió la
envoltura dejando a la vista un auto de control remoto que había pedido, así continuo
abriendo regalos y repartiéndolos, mi padre se sorprendió al recibir un regalo
le sonrió de manera cortes a Esme que había sido quien se lo había entregado
Edward me quito del centro y me llevo hacia la
ventana, detrás de nosotros apareció nuestro pequeño que pidió que Edward lo
abrazara, le pregunto algo en secreto y ambos sonrieron, me pidieron que
esperara desaparecieron de mi vista y los vi regresar con una cajita con un
listón rojo,
—Es nuesto degalo mami— los bese antes de tomar mi
regalo, lo abrí de manera impaciente me extraño que dentro había un sobre, lo
saque observando las miradas cómplices, dentro había solo un papel, el acta de
nacimiento de Evan, levante mi vista enarcando una ceja, ellos sonrieron, abrí
nuevamente el sobre pero ya no había nada mas en su interior, no sabía cuál era
la sorpresa en darme esta acta, fue en ese momento que comprendí, leí
detenidamente y ahí encontré la diferencia "Evan Cullen" era el
nombre que aparecía y ya no llevaba el Swan
—Te gusto nuestro regalo—escuche la aterciopelada
voz de mi esposo, parecía nervioso
—Es maravilloso, pero como lo lograste?— lo bese
ignorando la mueca que hacia Evan
—Emmett me ayudo, ya era hora de que este enano
llevara el apellido Cullen
—No había pensado en eso, ya me había acostumbrado
—Lo imagine, pero oficialmente este pequeño ya es
un Cullen, mi hijo— sonreí al notar que la otra diferencia era que también ya
aparecía el nombre de Edward plasmado
—Ustedes porque se apartan que clase de regalo es—
chillo Alice, Edward me tomo de la cintura y nos acerco a donde estaban todos
—Solo el hecho de que Evan ya es un Cullen
—Ese es mi enano, y pronto tendrá con quien jugar—
dijo Emmett acariciando el vientre de Rose que se sonrojo de una manera que
nunca había visto en ella, mi hijo nos vio interrogante al no saber a qué se
refería Emmett con que pronto tendría con quien jugar
—Tía Rose y Tío Em, van a tener un bebé y el va a
poder jugar contigo
—Comigo?— Edward y yo asentimos—Donde esta?
—Amor el todavía es muy pequeñito, está en un lugar
seguro, está en la pancita de tu tía Rose— abrió los ojos sorprendidos ante mis
palabras
—Papi— tomo el rostro de Edward entre sus manitas
obligándolo a que lo viera— poque el bebé ta ahí
—Bueno…— todos reímos Edward enarco una ceja y Evan
hizo un mohín al ver que todos seguíamos riendo, soltó mi cintura y salió de la
sala llevándose a Evan, lo seguí me detuve en el marco de la puerta del
comedor, lo vi dejo a Evan en una de las sillas y él se coloco en cuclillas
—Papi, de donde vienen los bebés— cruce mis brazos
sobre mi pecho y note que Edward se revolvía el cabello señal de que estaba
nervioso, en este momento agradecía de que Evan lo hubiera cuestionado a él y
no a mí
—Para tener un bebé tiene que haber un papi y una
mami que se quieran, ellos hacen una cartita a la cigüeña…— se detuvo y se
apretó el puente de la nariz se había quedado sin palabras
—Así que la cigüeña trae una pastillita que la mamá
debe de tomarse y listo el bebé crece— me apoye en el respaldo de la silla
viendo a Evan que no dejaba de observarme
—Y de donde tae la pastillita la cidiguena
—Es cigüeña enano y viene desde Paris— completo
Edward la boquita de Evan fue una hermosa "O"
Escuchamos a Emmett llamar a nuestro pequeño porque
había encontrado otro regalo que le pertenecía, no lo dudo un segundo y se fue
en dirección a donde sabía que estaban los demás, Edward se levanto llevándose
una mano al cabello y esa sonrisa torcida en su rostro yo solo sonreí
—Gracias, me salvaste
—Fue bueno que te lo preguntara a ti y no a mí,
pero al menos se quedo conforme con la maravillosa explicación
Regresamos junto a los demás y abrimos nuestros
obsequios, ropa, accesosorios, reservaciones para un lujoso spa, cosas que no
eran realmente necesarias pero se agradecía el detalle, después de que no hubo ni
un solo regalo debajo del árbol y que el momento se había vuelto mas intimo mi
padre anuncio que él se marcharía, se despidió de todos bueno casi de todos, a
mí solo me dijo "Cuídate Bells", Evan lo abrazo y le dio un par de
besos para después regresar a jugar con sus nuevos juguetes junto a Emmett.
Edward que se ofreció a acompañar a mi padre me llevo con él, intente
resistirme pero me tomo firmemente de la cintura y me obligo a acompañarlos,
Charlie no paraba de agradecer por el detalle de haberlo invitado y por
tratarlo tan bien
—Muchas gracias por esta agradable velada
—No tienes de que agradecer— estrecho su mano y
ambos sonrieron
—Buenas noches Bells
—Buenas noches— lo vi unos segundos a los ojos y
después solo recargue mi cabeza sobre el pecho de Edward, se abrocho su abrigo,
bajo los primeros escalones se detuvo y regreso hasta quedar de nuevo frente a
nosotros, me tense pero no lo deje verme insegura
—Se que no estoy en condiciones de pedir nada, pero
solo quisiera…—Enarque una ceja— puedo darte un abrazo
—Yo…— levante mi rostro para ver a Edward que
sonrió y me indico que lo hiciera, pero yo no sabía qué hacer, la mano de
Edward que estaba en mi cintura me empujo suavemente, deje escapar el aire que
había en mis pulmones y di un paso acortando la distancia que había, el sonrió
y me abrazo, deje mis brazos a mis costado en verdad que no sabía qué hacer,
envolví su cuello y me apretó mas contra él, era un abrazo cálido
—Siento decírtelo hasta ahora, pero luces hermosa
esta noche Bells, ya no hay rastros de mi pequeña, ya eres toda una mujer— me
susurro y yo no pude más que apretar mas nuestro abrazo, pequeñas lagrimas
comenzaron a bajar por mi mejilla, me separo suavemente para limpiar las
lagrimas, un sollozo se escapo de mis labios
—Gracias
—Te quiero Bells— beso mi frente y se fue rumbo a
su auto, un par de brazos me envolvieron, me gire en su abrazo y pegue mi
rostro a su pecho, esto había sido demasiado, sus palabras habían sido sinceras
lo sabía por su tono y por la manera en la que las había dicho, escuche el
ruido del auto al alejarse, se había ido.
—Todo está bien amor?— tome su rostro entre mis
manos y lo obligue a inclinarse un poco para poder dejar mis labios sobre los
suyos, enterré mis manos en su cabello atrayéndolo más a mí, era un beso demandante
solo necesitaba saber que estaba ahí, nos separamos jadeando por la falta de
aire, bese su cuello—Mi vida…
—Uhm— abrí los ojos y me encontré con su dulce
mirada
—Sera mejor que regresemos dentro con los demás—
asentí y me deje guiar hasta la sala, donde se estaban despidiendo los padres
de Rose y Jasper.
Estuvimos un rato mas entre platicas y disfrutando
el ver a Evan jugar con sus nuevos juguetes, no sabía que se me hacia más
gracioso si ver a mi hijo o a Emmett comportarse como un niño de tres años,
supe que era hora cuando mi pequeño comenzó a tallarse los ojitos y bostezar,
unos minutos más tarde se levanto ignorando a Emmett y extendiéndole los brazos
a Edward para que lo acunara en sus brazos, no tardo absolutamente nada en caer
profundamente dormido
—Porque no se quedan a pasar la noche— pidió Esme
—Lo siento mamá, pero Evan no nos perdonara si lo
alejamos de los regalos que le esperan debajo del árbol, además está el regalo
de Bella— beso mi mejilla
—Hermano esa es demasiada información, no quiero
imaginar qué clase de regalo es— sonrió de manera burlona
—Eso es algo que no te incumbe Em, además yo
también le tengo un regalito
—Bella!
—Pero mañana los esperaremos para comer—
interrumpió Esme antes de que Emmett y yo comenzáramos una pelea de indirectas
—Es en unas horas mamá— corrigió la pequeña Cullen
—Lo que sea, los esperaremos para comer, mañana que
vengan se llevan los regalos no quiero que se les haga más tarde
—Nos vemos— me despedí de cada uno y abrace a Rose
quien respondió
El camino fue tranquilo y en silencio, esta vez
lleve a mi pequeño en brazos ya que al quererlos dejar en su sillita había
estado a punto de despertar, no me cansaba de decir que era el pequeño más
hermoso, mantenía mi vestido firmemente agarrado entre sus mantas y su carita
enterrada en mi pecho, su respiración era tranquila
—Yo lo llevo— fue en ese momento que me di cuenta
de que ya estábamos en casa y Edward se había inclinado para quitar a Evan de
mis brazos, me negué y baje sosteniéndolo, le colocamos su pijama y lo
arropamos, solo esperaba que no se levantara temprano
—Tienes algo en mente para cerrar esta maravillosa
noche— mordió el lóbulo de mi oreja cuando estuvimos en nuestra habitación—
Este vestido es sumamente tentador
—Te parece— deslice un dedo por mi cuello siguiendo
el escote de mi vestido, el siguió la trayectoria, antes de volver a besarme
con pasión, delineo la línea de mi mandíbula bajo por mi cuello su lengua
acaricio la línea de mi escote, mordí mi labio y respire profundo
—Detente— levanto su mirada sin comprender porque
lo había detenido de su tarea me libere de su abrazo fui hasta donde estaba
nuestras pijamas
—No creo que la necesite cariño, para lo que tengo
en mente no la necesito
—Yo creo que si la necesitaras— se la entregue
junto con una almohada y una manta
—Que se supone que debo de entender por esto—
levanto ambas manos donde sostenía lo que le acababa de entregar— me estas
echando de nuestra habitación
—Lo que hiciste fue muy bajo y estoy molesta
contigo, tan moleta que no puedo dormir contigo en la misma cama, así que
espero que el sillón de la sala o el del estudio sean lo suficientemente
cómodos
—Bella…
—Habíamos quedado que no había secretos y tú me
ocultaste que mi padre se había acercado a nuestro hijo—le reproche
—Amor, tu padre está arrepentido ya te lo había
dicho y te lo repito, no dejaría que nadie se acercara a nuestra familia si
supiera que la va a lastimar
—Pero es que no entiendo porque confías en él
—Bella, solo sé que hago lo correcto, deberías de
intentar ser un poco más flexible
—Y regresamos a donde mismo, no Edward, no está en
mis planes perdonarlo
—No te estoy pidiendo que lo perdones solo un trato
más cordial
—Ni te acomodes en la cama Cullen tu no dormirás
aquí
—Vamos mi vida, no puedes estar hablando en serio
—Acaso me estoy riendo— comencé a quitarme los
pendientes y la fina gargantilla
—No me puedes echar de mi habitación, es navidad
—Tus caras no me convencerán— abrí la puerta, el
bufo tomo sus cosas de mala gana y salió, lo llame se giro con el semblante
molesto— Feliz Navidad Edward
No había tenido que hacer eso pero se lo merecía,
eso le enseñaría que debía de hablar las cosas conmigo y más si estas me
involucraban, no solo debía de actuar, sabía que lo había hecho con buena
intención pero no debía de forzar las cosas, no era fácil perdonar a mi padre
después de todo el daño que e hizo.
Me coloque uno de los camisones que Alice me había
dado no tenia opción de algo mas, nota mental debía de conseguir algo mas
decente para dormir, lave mi rostro y me metí entre las mantas, me hacía falta
mi esposo, suspire y solo abrace una de las almohadas que era de él, su aroma
se desprendía de ella, me removí por la cama sin poder conciliar el sueño, vi
el reloj de mi mesita de noche y marcaba 3:43 am, tenía que dormir ya que en
unas horas tendríamos que levantarnos para ir a comer con nuestra hermosa
familia, fui cayendo en un profundo sueño.
Me vi en la entrada de aquel lugar donde se llevo a
cabo el baile temático, aquel sitio que me mando al exilio auto impuesto, que
me mantuvo alejado de todos mis seres queridos, los veía a todos sonreían,
entre al salón abriéndome paso solo buscaba a una persona, busca a Edward
—Bella, amor…— me gire al escuchar su voz
aterciopelada, me sonrío, me tomo de la mano y me llevo hasta el centro de la
pista, tomo mi cintura con una de sus manos presionándome contra su cuerpo con
la otra tomo mi mano, el se movía de una manera delicada me guiaba, sus ojos
mantenían ese brillo que me hipnotizaba su sonrisa torcida enmarcaba su bello
rostro.
Su rostro estaba a centímetros del mío podía sentir
su respiración chocar con la mía, sus labios rozar los míos y ambos nos
fundimos en un beso lento, disfrutábamos el sabor del otro, la sensación
placentera de su lengua moverse junto con la mía, abrí los ojos y me separe de
inmediato ya no era Edward era Demetri que sonreía de maneta burlona, me quede
de piedra y sentí sus labios posarse sobre los míos su lengua rozar mi labio,
coloque mis manos en su pecho y lo avente alejándolo de mi cuerpo, abrí los ojos al escuchar un
golpe sordo, encendí la luz de mi lámpara para encontrar a mi dios griego en el
suelo frotándose la espalda
—Que haces aquí?— mi respiración estaba
normalizándose
—Tan molesta estas, que tienes que lazarme de mi
cama?— se levanto, enarcando una ceja
—Yo estaba dormida, espera… si yo te lance eso
quiere decir… me estabas besando?
—Estabas muy inquieta, te bese y te relajaste pero
de pronto me empujaste— me acerque dejando la manta de lado, note que su mirada
me recorría, lo tome del elástico del pantalón y hale de él hacia mi— Me dirás
que soñabas?
—Un mal sueño, uno que no quiero recordar— acaricio
mi mejilla, subió a la cama y se quedo frente a mi
—Intenta vo…— lo bese no lo deje terminar, solo
necesitaba sentir que era real, sonare como una loca pero cada vez que tenía
esa clase de sueños necesitaba saber que él estaba ahí conmigo que era real,
que estábamos juntos.
—Estas cansado?— sonreí mientras jugaba con el
elástico de su pantalón, beso mi cuello y su bajo por mi pecho hasta llegar a
mis senos, hizo de lado mi camiseta dejando al descubierto mis senos, su lengua
acaricio alrededor de mis pezones para después intrudicirlo en su boca logrando
que mi espalda se arqueara y un gemido saliera de mis labios
—Eso responde a tu pregunta— asentí sonriendo,
lleve mis manos a la parte superior y lo desabroche para darle mayor acceso.
Su sonrisa se amplio, continuo besando mis senos,
lo hacía de una manera lenta que me provocaba morder mi labio para evitar que
gimiera de la manera que deseaba hacerlo, su boca siguió su camino bajo dejando
pequeños besos en mi vientre, alce mi cadera al sentir sus manos tomar los
extremos de mi panty, la quito de una manera lenta que me estaba torturando,
subió besando mis piernas, sus manos iban separando mis piernas, apreté la
sabana debajo de mi cuerpo y gemí al sentir su lengua rozar mi intimidad.
—Edward…— arquee mi espalda disfrutando de cada
roce de su lengua con mi intimidad, se detuvo en aquel punto que me inundaba de
placer, que lograba que mi mente se pusiera en blanco, cerré mis ojos, hundí
mis dedos en su cabello y me deje llevar por el placer que me estaba provocando
Iba a protestar porque se había separado de mi
centro, pero sus labios chocaron con los míos "Sh… estás haciendo
demasiado ruido mi vida", mordí mi labio al escuchar sus palabras, su voz
era ronca y sus ojos reflejaban el deseo y el grado de excitación.
—Te amo
—Y yo a ti mi amor— mordí su labio al sentir la
punta de su miembro en mi entrada, empujo suevamente hasta estar dentro de mí,
gemí ante la ola de placer de sentirlo estar dentro, se giro dejándome sobre
él, me incline para rozar sus labios, comencé a mover mi cadera sintiendo una
de sus manos acariciar mis senos y la otra fue directo a mi clítoris, grite sin
poder evitarlo había sido una sensación electrizante que me recorrió todo el
cuerpo
—Muevete amor— comencé a moverme más rápidamente el
movía su cadera al mismo ritmo que el mío, sus jadeos llegaban directamente a
mi oído, era una dulce melodía me uní a él, en verdad que lo estaba disfrutando
—Mas, hmm…— cambio de posición dejándome de nuevo
debajo de él, comenzó a moverse mas rápido a un ritmo que me hacía imposible el
no gritar, mordí la almohada ahogando los sonidos que pugnaban por salir de mi
boca, Edward escondió su rostro en mi cuello sus jadeos eran fuertes, ambos nos
tensamos y alcanzamos un maravilloso orgasmo, apenas podía respirar
—Es un hecho mi vida, me gustan las
reconciliaciones— lo abrace riendo
—Te amo
—También yo amor—beso mi cabello y me apretó contra
su cuerpo— duerme amor
Me acurruque contra su cuerpo, su aroma, su
respiración y el sonido de su corazón fueron suficientes para dejarme dormir
tranquila, estaba segura, junto a él nada malo sucedería, el nos cuidaría de la
misma manera que yo los cuidaría a ellos, abrí los ojos al escuchar que la
puerta quería ser abierta
—Vamos enano— me beso antes de salir de la cama y
tomar su ropa, me paso la mía pero en definitiva es algo que no usaría menos
delante de mi hijo, Evan seguí insistiendo así que tome lo primero que
encontré, un short y una playera de Edward, cuando estuve vestida Edward abrió
la puerta y dejo entrar a un mostrito
—Papi, hay degalos bajo nuesto abol— chillo
emocionado
—Vamos a verlos
—Vamos mami— tomo mi mano y me llevo hasta el
estudio donde estaba el árbol, ahí había cerca de 10 regalos, de los cuales 6
eran de Evan, comenzó a abrirlos ilusionado Edward y yo solo nos acomodamos en
el sillón observándolo, sus caritas iban de la emoción, a la sorpresa
—Mida mami como el tío Em— me mostro una bola de
beisbol
—Ya podrás jugar con ellos— le sonreí
—Dale este a mami— vi que Edward le entregaba una
cajita finamente envuelta en papel rojo
—Gracias amor— bese mejilla de mi hijo, le indique
cual era el regalo de Edward y se lo entrego, espero a que lo abriera, le había
comprado un Rolex, sus pupilas se dilataron y se giro para verme yo solo le
sonreí
—Que es papi?
—Un reloj— no le intereso tanto y volvió a uno de
sus regalos, una pista de autos— y aun falta uno, pero primero veamos que es el
regalo de tu mami
—Abelo mami— quite la envoltura , abrí la caja y me
encontré con otra más enarque una ceja y Edward solo se encogió de hombros,
abrí la siguiente cajita y sorpresa me encontré con otra, Edward estaba
conteniendo las ganas de reír, si había otra dentro juro que se la lanzaría en
la cabeza a mi adorado esposo, pero no solo me encontré con una nota y un par
de pendientes
Si quieres descubrir el resto de tu regalo en tu
auto lo encontraras
Te amo
—Que es mami?— se acerco a mí y tomo la notita pero
aun no sabía leer— que dishe?
—Que mi verdadero regalo está en mi auto
—Esperen aquí y cierren los ojos falta un regalo
para el pequeño de esta casa— le cubrí los ojos a Evan y cerré los míos, no sé
qué es lo que estaba tramando este hombre pero solo esperaba que no sobrepasara
los limites con sus gastos excesivos.
—listo pueden abrirlos— el pequeño corrió junto a
Edward que había dejado una caja de un tamaño considerable en el suelo, comenzó
a intentar deshacer el moño de la caja pero fallo así que Edward termino
quitándolo pero no abrió la caja, ese fue el trabajo d nuestro pequeño
—Es un cachodito— grito emocionado, me levante para
ver en el interior de la caja un cachorro, un labrado chocolate para ser
exactos, parecía que había estado durmiendo porque bostezo y enfoco sus grandes
ojos azules hacia nosotros
—Te gusta?—Pregunto Edward clocándose en cuclillas
saco al animalito de la caja y lo dejo en el piso se acerco a Evan extendió su
mano y se la lamio
—Es mío
—Si, es todo tuyo— me acomode en cuclillas y el
cachorrito se me acerco, era lindo lo único que le encontraba de malo es que el
necesitaba un jardín y este era un Pent—house, creo que ese detalle se le había
escapado a mi amado esposo
—Solo debes de buscarle un nombre a nuestro nuevo
integrante—acaricie la cabecita del perrito, comenzó a correr por la casa y
Evan detrás de él
—Él quería una mascota
—Si amor, pero no tenemos un jardín
—Ya no las arreglaremos— me beso levantándome del
piso
—Me puedes decir cuál es mi otro regalo y porque
está en mi auto
—cuando lo veas lo comprenderás cielo
Nos fuimos a dar una ducha, estaba cansada apenas
habíamos dormido, pero eso no importaba nos esperaba un gran día por delante,
Evan fue un poco más difícil de convencer ya que no quería dejar a su nuevo
amigo solo ya que según él podía perderse, lo maravilloso fue tener que ir a
casa de Esme con nuestro nuevo integrante.
—Bella cierra los ojos— negué pero obedecí a la
petición que me había hecho, escuche el sonido de las puertas abrirse , tomo mi
cintura y sabia que con la otra tenia tomado a Evan, me detuve cuando escuche
la pequeña exclamación de Evan solo había dicho "Wow", eso no era
nada bueno
—Puedo abrirlos
—Adelante amor— abrí los ojos pero no vi nada
relevante de pronto solo unas llaves bailaron frente a mis ojos me gire para
entender el significado y ahí a mi derecha estaba una camioneta negra
—Edward que es esto?
—No te gusta es una Mercedes GLK 280
—Edward es demasiado no puedo aceptarla, puedes
quedarte con ella
—No amor, yo estoy esperando que la mía llegue—
abrí los ojos sorprendida— Yo comprare una para mí, pero de eso hablaremos más
tarde es hora de irnos
Nos fuimos en mi nueva camioneta, el a tenia todo
listo la sillita de Evan ya estaba en el asiento trasero, me sorprendió ver que
su mascota fuera tan tranquilo ya que se mantuvo junto a él durante todo el
trayecto, había sido muy buena elección simplemente perfecta además de que era
sumamente espaciosa.
Apenas llegamos Evan corrió y su perrito detrás de
él, los encontramos en el comedor Esme abrazando a Evan y Emmett abrazando al
animalito , después de casi una hora Emmett había ayudado a mi hijo a ponerle
un nombre "Max", y parecía que le gustaba.
La tarde paso entre platicas y viendo como los
hombres intentaban ayudar a Evan para que el cachorrito hiciera alguna pirueta
como sentarse cuando se lo pedían, rodar, lo divertido de ello era ver que
ellos lo hacían, por ejemplo Emmett le decía rueda pero Max lo ignoraba así que
se puso delante de él y comenzó a rodar, gano un par de lengüetazos del
cachorro y la carcajada de todas.
Como siempre las despedidas eran las más difíciles
Evan nunca se quería ir, pero solo Edward menciono que se podía quedar pero que
nosotros nos llevaríamos a Max y cambio de opinión, subimos todos los regalos
nos despedimos de todos y nos marchamos de regreso a casa, todo el camino Evan
fue platicándole a Max sobre su escuela, sus amigos y todo lo que se le
ocurría, mi hijo era simplemente adorable.
Intentamos hacer que Max durmiera en el cuarto de
lavado pero Evan se empeño de que durmiera con él y como siempre gano, esperaba
que esa manera de lograr convencernos solo fuera a esta edad y no cuando fuera
mayor, ya que si era así, fuera un grave problema.
—Buenas noches mami
—Descansa corazón— lo bese y note que Edward
acomodaba la que sería la cama de Max, después se despidió de Evan y nos fuimos
a nuestra habitación, me coloque un camisón logrando que Edward centrara toda
su atención en mi, nos pusimos a ver un rato televisión no había mucho que ver,
me acurruque dejando mi cabeza en su pecho y mis brazos rodeándolo, lo escuche
aclararse la garganta un par de veces y cuando preguntaba si quería hablar de
algo negaba
—En serio no quieres hablar de nada?
—No amor
—Mientes, lo sé porque no me vez cuando respondes—
tomo una bocanada de aire
—Tienes razón, es solo que ya no es como decirlo,
pero solo es algo que he pensado si no quieres lo entendere, solo quiero que me
escuches, no es que …— coloque uno de mis dedos sobre sus labios para que
dejara de decir tantas cosas incoherentes, me acomode a horcadas sobre él— Mi
vida, así no haces las cosas más fáciles
—Pero si mas entretenidas— se movió de manera que
le permitía estar cómodo, recargando su espalda sobre las almohadas, dejando
sus manos sobre mis piernas desnudas, se inclino hacia adelante para besarme,
envolví su cuello y deje que se nos terminara el oxigeno para poder separarnos
y ahora si hablar
—Es que he pensado que quizá, bueno…— enarque una
ceja, tomo aire— podemosintentartenerotrobebé
—Lo puedes repetir de una manera entendible amor—
le pedí, no sabía si había entendido bien o solo se trataba de algo que
esperaba escuchar de sus labios
—Lo que quise decir es que si... claro si tú
quieres, tal vez podríamos intentar darle un hermanito a Evan
—Otro bebé?— lo vi directamente a los ojos y el por
primera vez en mucho tiempo se sonrojo
—Es solo una idea que paso por mi cabeza, pero tu
estas en todo tu derecho de rechazarla, al fin de cuentas la que lo lleva en su
vientre eres tu— sonreí al sentir sus manos sobre mi vientre
—Es por eso que compraste una camioneta para mí y
planeas comprar una para ti, quieres autos familiares, es eso?
—Debí de hablarlo antes contigo, de hecho mucho
antes de que comprar la camioneta y no es para que te sientas presionada
—Hablas demasiado Cullen— lo bese de manera
apasionada, acaricie sus brazos sintiendo los músculos conforme estos se
cerraban alrededor de mi cuerpo
—Eso es…
—Un sí, vamos a buscar nuestro segundo bebé
— Esta vez quiero mi mini Bella
—Sabes que esa es tu tarea, tú eres el que define
el sexo del bebé
—Cierto, trabajare duro para tener mi princesa, le
parece si comenzamos la búsqueda Sra. Cullen— asentí divertida
—Sí, hora de olvidarnos de todas las medidas
anticonceptivas — le sonreí, se inclino hacia adelante logrando que el colchón
chocara contra mi espalda y su cuerpo callera sobre el mío sin hacerme daño,
deje escapar una risita tonta, esta vez lo estábamos planeando no sería una
sorpresa, bueno en parte lo seria por qué no sabíamos cuando seria que
sucedería.
—Papi tas apastando a mami— apreté los ojos al
escuchar la vocecita irritada de mi hijo seguida de un ladrido.
...
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