Arreglos
—Papi tas apastando a mami— apreté los ojos al
escuchar la vocecita seguida de un ladrido, ambos nos quedamos sin saber qué
hacer, él reaccionó primero que yo tomo la bata que siempre descansaba a pie de
la cama y me la entrego, después de bajo de la cama y fue hasta nuestro hijo,
lo escuche decir "No estaba aplastando a tu mami, solo estaba haciéndole
cosquillas" me coloque la bata y la anude, sabía que eso es lo que le
diría
—No tienes sueño amor?— negó— quieres estar un rato
aquí con nosotros
—Max se puede queda comigo— ahí estaba esa mirada
—Claro amor, al fin Max ya es parte de la familia—
lo abrace y vi a Edward suspirar nuestros planes tenían que esperar, nos
acomodamos en nuestra cama y dejamos en el canal de caricaturas, Evan se
acomodo en mis piernas de esa manera manteniendo lejos a su papi
Cerca de una hora después Evan callo profundamente
dormido y Edward también lo estaba, así que solo acomode a mi hijo en la cama,
me asome al borde de la cama y me encontré a Max sobre una de las camisas de
Edward, eso no creo que le gustaría pero qué más da, él tenia la culpa por no
dejar su ropa donde debia.
Me desperté para encontrarme sola en la cama y en
la habitación, revise si al menos Max estaba pero el también me había
abandonado, linda familia la mía, en definitiva hacía falta una niña que me
acompañara. Salí de la cama y me encamine hacia la cocina pero no había rastros
de ellos, era domingo y no entendía como se habían levantado tan temprano, eran
las 9 y ni rastros de ese par, regrese a mi habitación para vestirme un pants y
estaba lista para ver qué desastre podría ocasionar en la cocina, que diga que
podía cocinar para un desayuno.
Me detuve frente al refrigerador por un tiempo
considerable, lo único que se me ocurrió fue preparar omelett, encendí la
maquinita del café, y un poco de música para amenizar el ambiente, elegí algo
un poco más movido como Black Eyed Peas.
Comencé a preparar el desayuno mientras tarareaba
una de las canciones, cuando comenzó Pump it, no pude evitar comenzar a bailar,
eso se sentía tan bien me sentía feliz estaba completa
—Si sigues moviéndote así no respondo amor— solté
la taza y salte asustada, no los había escuchado llegar y mucho menos lo había
sentido estar detrás de mi
—Donde estaban?— intente actuar de la manera más
normal, comencé a levantar los restos de la taza
—Fuimos a llevar a Max al parque, necesitaba
estirar sus patitas
—No sé quien esta mas ilusionado con Max, si tu o
Evan— rodé los ojos, estirándome para alcanzar una nueva tasa, una mano rozo mi
brazo hasta tomar la taza que había intentado alcanzar, su cercanía me erizo la
piel
—Te pongo nerviosa— susurro riendo, le di con mi
codo en las costillas logrando que una exclamación de dolor saliera de sus
labios, me gire roce sus labios y comencé a servir el desayuno, mi hijo llego
huyendo de Max lo abrace, el comenzó a sacarle la lengua mientras Max ladraba
—Edward espero que hayas comprado comida para Max—
asintió sacando un tazón y llevándolo a la terraza, acomode los tres platos,
jugo, leche para Evan y café para nosotros, Evan no espero a que Edward
regresara comenzó a comer sus expresiones me indicaban que le había gustado lo
que estaba comiendo, espere a que mi esposo llegara para comer junto con él, me
felicito porque habían quedado deliciosos y eso era decir mucho ya que la
cocina y yo no éramos lo que se denomina amigas
Con ayuda de Edward limpiamos la cocina, de fondo
solo escuchábamos la risa de Evan y un agudo ladrido, sin duda había sido un
magnífico regalo
—Amor lo de anoche…
—Debiste de asegurar la puerta— lo abrace sonriendo
—Prometo que no volverá a suceder— negué haciendo
que mi sonrisa se hiciera más amplia
—Me encargare de ello amor— me acerque a sus labios
un simple roce y me separe viendo sus ojos que se habían entrecerrado por el
haberme separa— recuerda que tenemos que buscar nuestra pequeña princesa
—Ni que lo digas, aunque debemos de esperar un par
de días para que pase el efecto de las pastillas y sea más fácil lograr nuestro
cometido
—Lo sé Dr. Cullen, yo solo proponía estos días como
practica pero ya que no quieres
—Sabes que no hay mayor cosa que desee, amo estar
contigo, acariciar cada parte de este hermoso cuerpo—sus manos acariciaron mis
costados— el sabor de tu piel y tus labios el sonido que solo yo logro que
emitas
—Edward…— mantenía mis ojos cerrados escuchando
cada palabra, sus manos acariciando mis costados, sus labios sobre mi cuello
—Oh por favor, Max!— me reí ocultando mi rostro en
el pecho de mi irritado esposo, Max estaba mordiendo su pantalón, comenzó a
gruñir
—Creo que el destino se empeña en mantenerte lejos
de mi— me burle, el bufo molesto
—No amor, no es el destino, solo son Evan y ahora
Max— sacudió la pierna, pero eso fue un incentivo para el cachorrito que siguió
aferrado al pantalón de Edward y el parecía más irritado
—El piensa que estás jugando— acaricie sus orejas y
soltó el pantalón de mi esposo e intento tomar mi mano
—Perfecto ahora Max me roba tu atención
—Es muy tierno, vamos Max busquemos a Evan— le
lance un beso, llame a Max que salió detrás de mí, estuve buscando a mi hijo
hasta que lo encontré dormido en el estudio, he ahí la razón de que Max nos
interrumpiera, tome a Evan en brazos y lo lleve a su habitación , Max se
asomaba para ver a mi hijo, no era que me gustara mucho pero quería ver que
haría, subí al cachorro a la cama de mi hijo y note como se acomodaba a los
pies de mi pequeño, ambos estaban cansados y no negaría que yo también lo
estaba.
Entre a mi habitación y ahí estaba Edward revisando
un par de expedientes, me acomode junto a él, solo se giro me sonrió y rozo mis
labios y regreso al trabajo, me las arregle para colocarme detrás de él y mis
piernas a ambos lado de su cuerpo, envolví su cintura con mis manos y bese su
nuca un par de veces
—Creí que ya no trabajarías en casa.
—Solo adelanto un poco, pero ahora mismo lo dejo—
lo lanzo sobre su mesita de noche y se recostó sobre mi pecho sin aplastarme
—Irritado?—introduje mis manos debajo de su
playera, acariciando su abdomen en el que se marcaban ciertos músculos
—Crees que no lo estoy, me están complicando mi
tarea
—Tontito— bese su cuello
—Que quieres hacer mientras nuestros amigos los
inoportunos duermen— aunque no lo vi sabia que en su rostro había aparecido una
sonrisa con solo mencionar esas palabras
—¿Tu qué crees?— quite mis manos de su cuerpo y lo
empuje— asegura la puerta corre
No había tenido que pedirlo dos veces, se había
levantado casi al instante, aseguro la puerta y regreso junto a mí, nuestro
labios se encontraron y tanto sus manos como las mías acariciaban nuestro
cuerpo quitando la ropa que nos estorbaba, cada caricia y cada roce demostraba
el amor que sentíamos el uno por el otro, era una entrega mutua la que había,
muchos a esto lo llamaban sexo, simple sexo, pero nosotros hacíamos el amor,
aunque en ocasiones fuera algo brusco incluso salvaje siempre había delicadeza,
cariño y mucha pasión, esa que emanaba por cada poro de nuestra piel, el sonido
que se desprendía de nuestros labios era como música me incitaba a moverme más
sabiendo que eso desprendería mas de esos dulces sonido, esos que estaba segura
solo yo era capaz de lograr.
Mi pecho subía y bajaba de manera rápida, el
mantenía su cabeza apoyada ahí, era como si estuviera estuchando los rápidos
latidos de mi corazón, este se alteraba con solo un roce de su cuerpo, me tenía
bajo su control.
La siguiente semana fue bastante agitada, ultimando
los últimos proyectos para una mejora en los servicios que ofrecía nuestra
empresa, una posible abertura de una nueva sucursal en Asia y sobre todo lo
referente a nuestra boda, el martes Edward y yo habíamos decidido que nos
casaríamos el 28 de enero, en el momento que lo hicimos oficial y que toda la
familia supo de la fecha que teníamos se alegraron nos abrazaron, pero después
vino la parte que no estaba del todo bien, los gritos de una histérica Alice
por apresurar las cosas, aun así dijo que saldría perfecta.
—Y para todo esto donde será la boda, aun insisten
que sea en Venecia
—No, Venecia no será, es un lugar hermoso y mágico
pero me trae malos recuerdos y por eso decidimos hacerlo en un lugar nuevo
—Y ese lugar es…— pregunto Rose que comía una
gelatina de limón
—Sera en Francia, en la región del Loira, un
castillo llamado " Chateau Anjou"—Edward presiono mi mano y ambos
sonreímos
—Tendremos que buscar un buen decorador, las
flores, las invitaciones debemos de mandarlas hacer de inmediato— asentí— esto
es una locura porque no esperar un poco más, ya están casado por lo civil
—Solo queremos hacerlo de una vez, queremos que sea
algo discreto, evitar lo más que podamos a la prensa
—Ténganlo por seguro— aseguro mi amiga
Al día siguiente habíamos mandado hacer las
invitaciones, solo serian las personas más importantes y allegadas a ambos, no
serian más de 200, mi sonrisa no abandonaba mi rostro, había tantos motivos por
los cuales sonreír, al fin cumpliría mi sueño, las mañanas me dedicaba al
trabajo y por las tardes a los preparativos de la boda con ayuda de las chicas,
ambas chicas se habían empeñado en diseñar mi vestido, asegurando que en a mas
tardar en dos semanas lo tendrían listo al igual que sus vestidos.
El fin de semana abría una cena por ser fin de año,
lo que me salvaría para comenzar con un par de compras, me estaba desesperando
porque no lograba encontrar un buen decorador en Francia, bueno a lo que me
refería era a un decorador que captara lo que quería, todos los que había
contactado eran demasiado simples o se iban al extremo, quería algo sencillo
pero elegante con estilo, tenía que encontrarlo pronto antes de que me volviera
loca, estaba exhausta, deje descansar mi rostro sobre mis brazos que estaban
apoyados en mi escritorio
—Debes de descansar un poco amor
—si lo que tu digas— levante mi cabeza y lo vi
inclinado viendo mi computadora, donde estaba revisando la propuesta de uno de
los decoradores
—No crees que exagera?
—Ese es el problema amor, o son simples o demasiado
exagerados— me levanto de la silla para sentarse y acomodarme en su regazo
—Y que propones, si quieres puedo cambiar la fecha
—No podemos hacerlo, en primero porque ya mandamos
hacer las invitaciones las cuales tendrán dentro de dos semanas, y segundo
porque no quiero seguir atrasando nuestra boda
—Entonces que es lo que harás?
—dejare todo listo y viajare a Francia la próxima
semana, lo mejor es que me encargue de ello directamente—suspire cerrando mi
Laptop
—Iremos a Francia
—Solo iré yo amor, le diré a las chicas, aunque
creo que solo Alice aceptara ya que Rose no debe de agotarse demasiado por su
condición, y creo que es mejor si tú te quedas con Evan, ya lo dejaremos solo
cuando nos vayamos de luna de miel
—Y planeas que este lejos ti por no sé cuánto
tiempo
—Sera un par de días amor, es la única manera que
tengo de encontrar quien decore, además también puedo arreglar lo del hospedaje
de nuestros invitados, el lugar solo será para la familia
—Sabes creo que esto de una boda tan rápido no fue
tan buena idea después de todo, estas demasiado tensionada—negué
—Así lo dejáramos en 3 meses sería lo mismo, me
tensionaría, es solo cuestión de encontrar un buen deco… como no lo pensé antes—
tome el teléfono
—Y ahora que es lo que recordaste cielo— me acomode
a horcadas rozando sus labios
—Damián tiene un par de conocidos en Francia, un
par de ellos se mueven entre un grupo selecto de la alta sociedad y
aristocracia francesa, seguro que me puede ayudar en esto— coloque un dedo en
sus labios cuando mi amigo contesto mi llamada, hablamos por un par de minutos,
como lo suponía el conocía quien me podía ayudar en eso, pero el viaje seguía
en pie, se apunto para acompañarme un día de los que estuviera además el lugar
no estaba tan lejos de Londres así que no tendría que viajar tanto, Edward hizo
un mohín al escuchar que aceptaba la idea de que me acompañara, cuando colgué
note que seguía con su mirada fija en mi
—Porque Damián si puede acompañarte y yo no— acune
su rostro entre mis manos
—Porque no se me hace justo dejar a Evan solo,
prefiero que se quede contigo y así de esa manera tus vacaciones no se verán
afectadas y por lo tanto no se afectara nuestra luna de miel, la cual por
cierto quiero conocer su destino
—Tus razones son buenas pero eso no quita que me
sienta desplazado— lo bese dulcemente— y ese beso no es suficiente, pero tienes
razón me quedare con Evan con la condición de que me llames o yo te estaré
llamando
—Edward, solo será un par de días y ya te estas
poniendo sensible que sucede contigo
—La sola idea de saber que estarás lejos me aterra
—No planeo dejarte amor, te dejo lo mas preciado
que tengo—bese su cuello— a nuestro hijo, los amo demasiado amor, no los dejare
—Se que no lo harás pero siento esta opresión y una
inquietud que me hace temer
—Nunca los dejare, siempre estaré aquí— coloque mi
mano sobre su pecho donde sabia se encontraba su corazón que sentía palpitar
debajo de mi mano
El viernes habíamos salido a almorzar con las
chicas, les había hablado de mi viaje a Francia para arreglar lo que necesitaba
y como lo supuse Alice se propuso pero Rose se negó diciendo que ella prefería
hacer ese viaje solo una vez ya que no quería fatigarse demasiado por el bebé,
que ella se encargaría de que cuando regresar mi vestido estuviera listo, pero
por el hecho de que ella no estuviera presente no debíamos de olvidarle, quería
que antes de elegir algo le enviáramos una fotografía o algo para ella dar su
punto de vista, ambos aceptaos gustosas.
Ese mismo día cenamos en la casa de Esme
nuevamente, era el último día del año, un año que había estad lleno de
sorpresas y nuevos retos, si hace un año me hubieran dicho que todo esto iba a
suceder no lo hubiera creído, no creía poder regresar con Edward, solo pensaba
en la manera de vengarme de todos los que me habían lastimado, y aunque lo
había hecho con algunos había entrado en razón gracias a mi amado esposo que me
mantenía con los pies bien plantados sobre la tierra evitando que me
convirtiera en eso que siempre me había quejado y que inconscientemente había
estado por ser.
La cena paso entre platicas bastante divertidas,
Rose se notaba feliz veía esa mirada brillante la misma que se desprendía del
rostro de Em, ambos estaban emocionados por la llegada de su bebé, esa pequeña
personita que les cambiaria la vida, se las haría bastante interesante, sonreí
ante este pensamiento veía a mi hijo que se encontraba en las piernas de
Carlisle platicando animadamente y como siempre su abuelo no dejaba de
prestarle atención.
En algún punto de la velada mi hijo estuvo hablando
con Emmett, la carita de Evan pasaba de sorprendido, feliz, pensativo, enojado
y de nuevo feliz, le lance una mirada de advertencia, su mirada me mostraba que
lo que le estaba diciendo no me iba a gustar, escuche la voz de Alice planeando
aprovechar nuestra visita a parís para ir a comprar un par de cosas, rodé los
ojos, había intentado que solo fuéramos por lo de la boda pero mi querida
cuñada había hecho nuestro itinerario y sorpresa aparecía un día de compras en
Paris y de ahí regresaríamos a Nueva York.
—Así que parís?— Edward me beso en la mejilla,
apretando mi cintura y mi rodilla
—Tu hermana, yo solo planeaba hacer lo
estrictamente necesario
—Vamos Edward veras que no te vas arrepentir, es
mas sé que me lo agradecerás— le guiño un ojo, todos rieron, comenzaron a hacer
algunas preguntas que el felizmente contestaba, mientras jugaba con el anillo
de Alice ya que estaba en sus piernas, note que se giraba para ver a Emmett se
cubría la boquita mientras sonreía y asintió.
—Mami…
—Dime amor
—Quiedo un hemanito— todos se rieron y Evan se
sonrojo se había avergonzado, se bajo del regazo de Alice, se metió debajo de
la mesa y lo sentí llegar hasta mi, Edward lo ayudo a salir y me abrazo, estaba
avergonzado por que todos se habían reído— de que de dien mami
—No es de ti corazón— levante mi mirada y la fije
en Emmett que se detuvo de reír, acaricie la mejilla de Evan le sonreí y él me
devolvió la sonrisa
—En verdad quieres un hermanito?— asintió con una
enorme sonrisa
—Pues tu mami y yo ya le enviamos una carta a la
cigüeña, solo hay que esperar que traiga la pastillita— le guiño un ojo a
nuestro hijo que salto de la silla y salió corriendo hacia donde estaban sus
abuelos
—Buedita mis papis pidiedon un hemanito pada mi—
todos rieron
—Ya lo habían pensado – corto Emmett entrecerrando
los ojos porque su plan de avergonzarme se le había ido a la basura
—No solo pensado ya estamos trabajando en ello— lo
dije de tal manera que solo nuestros amigos lo escucharan ya que Carlisle y
Esme estaban escuchando a Evan
—Bella!— me reí al escuchar las voces de todos,
Edward solo sonrió y me beso en la mejilla
—Emmett no olvides que no debes de provocar a Bella
en estos asuntos
—Pensé que habías cambiado
—Solo me renové
Después de callar un par de veces a Emmett, de
preguntarle a Alice que cuando seria ella la que diera la noticia de la llegada
de un nuevo Cullen, en su rostro había aparecido una enorme sonrisa y había
abrazado a Jasper, y como era de esperarse aparecieron los hermanos celosos
frases como "Como le preguntan eso a Ali", "Mas vale que
mantengas lejos tus manos de mi hermana", "Ni se te ocurra
tocarla", Jasper en vez de parecer molesto estaba divertido al ver el comportamiento
infantil de sus cuñados.
Evan se quedo profundamente dormido en los brazos
de Esme y esta vez no hubo manera de que nos dejara marcharnos, no había
pretexto y mas porque Max también estaba ahí, nuestro hijo se negaba a
separarse de él, Edward subió a Evan y a Max hasta su habitación, regreso para
estar un poco mas con su familia, cerca de las 4 fue que nos retiramos cada uno
a su habitación, tuve que utilizar una playera de Edward como pijama.
El lunes por la noche salía nuestro vuelo, me había
parecido una excelente idea pero ahora que lo iba a hacer me dolía tener que
dejar a mi familia, Edward mantenía mi mano entrelazada mientras Evan iba en su
sillita en el asiento trasero, no podía evitar sentir un vacio en mi estomago
por dejarlos.
Apenas entramos vi a una muy entusiasmada
duendecilla que brincaba haciendo señas, en mis brazos llevaba a Evan que no
dejaba de acariciar mi rostro, y sus ojitos se veían algo tristes, era lo que
me lo haría mas difícil pero tenía que hacerlo, además solo serian un par de
días, Esme estaba ahí, le pedí que estuviera al pendiente de ambos ya que no
sabía qué locura se les ocurriría en mi ausencia.
Comenzaron a llamar para abordar el avión, bese a
Evan en la mejilla, me envolvió con sus bracitos y sus piernitas se enrollaron
en mi cintura, un par de besos y decirle lo mucho que lo quería acepto que su
abuelita lo abrazara su rostro se notaba triste, "Cuida a papi" le
susurre y el asintió y sonrió pero no era esa sonrisa que lo caracterizaba
ambos ya nos echábamos de menos y aun no nos separábamos.
—Estará bien, ambos te vamos a extrañar amor
—Y yo a ustedes, estaré de vuelta el jueves por la
noche— lo bese ignorando que era un lugar público, me apretó contra su cuerpo y
yo profundice nuestro beso, la respiración comenzaba a faltarnos pero parecía
que no nos importaba ambos continuábamos hasta que fue inevitable, beso mi
cuello aun con su respiración entrecortada
—Te amo mi vida, te estaremos esperando, no olvides
llamar cuando llegues
—Los estaré llamando— un roce, me despedí de todo,
Alice tomo mi mano y me arrastro a nuestra puerta , Evan ,me había dicho adiós
moviendo su manita y me había gritado antes de que desapareciera por la puerta
"Te quiedo mami"
El vuelo fue tranquilo pero bastante cansado habían
sido 7 horas, seguí en consejo de Edward y me tome una pastilla para dormir la
iba a necesitar ya que cuando llegáramos en Paris serian las 10, así que no
abría oportunidad de nada. Bajamos del avión, recogimos nuestro equipaje y ahí
ya nos esperaba un chofer contratado por Damián, nos llevo a un bello
restaurante cerca de la Torre Eiffel, espere que fueran las 6 en NY para llamar
a Edward mi cuada solo rodo los ojos pero se sonrojo al escuchar su teléfono
sonar y ver que se trataba de su prometido
—Hola amor, como estuvo el vuelo?
—Perfecto tu píldora mágica me ayudo a descansar,
mi bebé sigue dormido?
—No, el enano se acaba de despertar al escuchar tu
voz, cuídate mucho no olvides que te amo— me reí al escuchar a Evan exigir que
le diera el teléfono.
—Mami!— grito provocando que separar mi teléfono de
mi oreja
—Hola amor, dormiste con papi?
—Si y Max también dumio comigo
—Te amo mi pequeño mostrito—lo escuche suspirar
—Te estaño mami
—Yo también corazón, te diviertes con papi en el
hospital no hagas muchas travesuras— comenzó a reír— te llamo mas tarde o
puedes llamarme ya sabes que botón presionar en el celular de papi
—Te quiedo musho mami
—Y yo a ti amor— colgué y seguí desayunando junto
con Alice, apretó mi mano para reconfortarme, el hablar con ellos me hacia extrañarlos,
"Recuerda él porque estamos aquí", fue lo único que me dijo y asentí
Revisamos nuestro itinerario, después de terminar
nuestro desayuno nos iríamos a la central de trenes ahí nos encontraríamos con
Damián, tomaríamos el que saldría al medio día y cerca de las 2 estaríamos
llegando a la ciudad de Angers, nos hospedaríamos en un hotel en la ciudad,
Hotel DE FRANCE, nos hospedaríamos ahí por la razón de que quería ver de
primera mano los servicios y el estado en que se encontraba, ya que es el que tenía
previsto para que nuestros invitados llegaran.
En todo el camino no paramos de platicar, este
viaje era exclusivamente para la boda, así que no se tocaría otro tema que no
fuera con respecto a la boda, Damián se llevo de maravilla con Alice, llegamos
media hora antes y nos fuimos directo a nuestro hotel, Alice y yo compartimos
habitación, nos dimos una ducha y nos preparamos para estar a las 3 en el lobby
del hotel ahí nos encontraríamos con Pierre que era la propuesta de Damián.
Estaba nerviosa sentada en uno de los sillones del
lobby, rogaba que este hombre fuera lo que había estado buscando, a las 3 en
punto vi a mi amigo levantase y saludar a un hombre muy bien vestido y que nos
saludo a Alice y a mí con un beso en la mejilla, fuimos a comer y ahí hablamos
de los detalles que deseábamos. Después de la comida fuimos al lugar donde
seria la boda, seria e el jardín ya que eran maravillosos y espalda a nosotros
estaría el castillo dándole ese toque como de un cuento de hadas, escuche cada
una de las ideas y cada una de ellas eran grandiosas, en algunas hice un par de
modificaciones que el acepto, ahora solo faltaba dejar listo las flores, elegir
todo los detalles de la recepción así mismo como los arreglos de la capilla
donde seria la boda religiosa.
Acordamos con Pierre encontrarnos al día siguiente
para arreglar todo ya que debíamos de regresar a Paris, Damián también había
enviado a una de sus asistentes que se quedaría aquí para verificar que las
cosas se estuvieran realizando de acuerdo a lo pactado, les haríamos firmar un
contrato de privacidad ya que no queríamos que la prensa se enterara y nos
arruinara el día.
Veía a Alice acomodarse en las cobijas después de
haber hablado con Jasper por cerca de una hora, yo estaba esperando que fuera
hora de que mis dos amores estuvieran en la cama, les llame y el teléfono
apenas y timbro cuando escuche la voz de mi hijo
—Mami?
—Hola corazón, como te fue en tu día?
—Fui con papi al hospital y llevamos a Max al paque
y ensucio la bata de papi— se burlo "quien es enano", lo escuche de
fondo—MAMI— respondió sin separar el auricular
—Corazón ya es hora de que te duermas, sabes que te
quiero , que tengas dulces sueños
—También te quiedo—me envió un beso
—Hola hermosa…, que tiene de malo que le diga así a
tu mami— me reí— no te burles me pego porque te dije hermosa
—Como estuvo tu día?
—Normal, solo que me hiciste falta
—A mí también me hiciste mucha falta, pero ya
encontré a nuestro decorador y mañana veremos los detalles
—Eso es fantástico amor, eso quiere decir que si llegaras
el jueves por la noche?
—Espero que sí, Alice aun no abandona la idea de ir
de compras a Paris
—Aprovecha que estas ahí, además puedes comprar un
par de cosas lindas para nuestra luna de miel
—Como saber que debo de comprar si no se el destino
—Alice te orientara amor
—Eso es injusto, ella ya sabe el destino y yo no
—Es sorpresa, solo compra algo lindo aunque en ti
todo luce bien, te amo
—Yo también te amo, hablamos mañana aquí es de
madrugada y mañana hay muchas cosas por hacer
—Descansa mi vida
Me costó un poco de trabajo el dormir sin sentir el
calor de su cuerpo, quería tenerlo junto a mi pero había cosas por hacer y que
no podían esperar, como lo había predicho fue una mañana bastante agitada,
elegir entre flores, mantelería, cubiertos, porcelana, iluminación, las carpas
que se colocarían, entre las demás cosas que se necesitaban, era una verdadera
locura y mi cabeza estaba por estallar, agradecí que Pierre me disminuía el
trabajo me daba pocas opciones pero sin duda las mejores, comenzamos a firmar
contratos y ver los precios, eran un poco elevados pero bien lo valían, saque
mi chequera para hacer el cheque cuando vi que Alice me la arrebataba y ella
llenaba otro que le entrego, cuando proteste por lo que acababa de hacer
"Edward me dijo que no te dejara pagar, esta es una cuenta suya que me
autorizo para esta ocasión", me disculpe con Pierre y salí al exterior del
lugar para llamarlo, tres timbres después
—Ho…
—Como te atreves Cullen
—Ya te habías tardado amor, esperaba esta llamada
antes, pero veo que las elecciones no han sido tarea fácil
—Es inaceptable— chille
—Has las compras que necesites, corre por mi cuenta
mi vida, y olvídate de protestar cuando regreses veremos cómo nos arreglamos
ahora solo dedícate a que todo sea como lo deseas el dinero no es problema
—Me vas a escuchar cuando esté de vuelta
—Nos vemos amor, te amo
—Yo también
El resto del día se fue en terminar de ver los
detalles, como lo habíamos prometido enviábamos imágenes a Rose antes de hacer
alguna elección, Edward las vería cuando estuviera con él si él deseaba algo
cambio lo haríamos con solo una llamada, sabía que él estaba lo suficiente
ocupado para estar recibiendo fotografías cada 5 minutos y decir algo
coherente.
Esa noche me quede profundamente dormida hasta que
mi teléfono comenzó a sonar era Edward estaba tan cansada que apenas mi cabeza
había tocado la almohada y había caído en un profundo sueño, ambos solo me
había deseado buenas noches y enviado un par de besos les agradecí que me
dejaran dormir, al día siguiente las primeras horas terminamos de ver lo que
nos había hecho falta para regresar a Paris y empezar con las compras, Damián
se fue directamente a Londres perdiéndose nuestra magnifica tarde de compras,
apenas sentía mis pies, no habíamos parado de entrar y salir de toda tienda que
se cruzaba en nuestro camino, tuvimos que comprar un par de valijas para llevar
nuestras compras, algunas de ella eran bastante atrevidas pero eran para la
luna de miel, serian perfectas ahora sol estaba el detalle de esconderlas de mi
adorado esposo, era raro mencionar esa palabra cuando se estaba preparando una
boda, descanse durante la cena que fue de los poco momento que pude sentarme,
de ahí nos fuimos al aeropuerto y regresamos a casa, dormí todo el camino
gracias a la duendecilla que estaba en el asiento contiguo
Me importo poco aventar a las personas que estaban
delante de mí para abrirme paso, ahí en medio de la sala de espera estaba
Edward sosteniendo a Evan, me sonrió y le indico a Evan donde estaba y me
extendió sus brazos, lo apreté contra los míos y lo llene de besos haciéndolo
reír. Edward me abrazo y me beso ignorando las quejas de nuestro hijo que aun
se encontraba en mis brazos. Recogimos nuestras valijas, para salir del
aeropuerto, oculte a Evan contra mi pecho debido a los fotógrafos que nos
acechaban, Edward tomo mi mano guiándome, ignoramos las preguntas hasta llegar
a su volvo.
Fue una magnifica noche, después de que Evan se
había dormido nosotros habíamos regresado con nuestra búsqueda, como siempre
había sido simplemente perfecto.
La semana transcurrió mostrándole a Edward todo lo
que había elegido cambiamos un par de cosas que a él no le había gustado del
todo, aunque había insistido que si lo quería dejar así lo podía hacer que eran
cosas simples no algo de vida o muerte, pero también quería que fuera perfecta
para él. La cena seria preparada por un chef que nos habían recomendado, era
francés y estaba en la ciudad así que amablemente nos dio una muestra de sus
platillos, en este detalle fueron toda la familia con nosotros para ayudarnos,
me termino de gustar al saber que haría un platillo especial para niños, aunque
eran pocos los que asistirían era lo mejor mi hijo estaba fascinado con los
platillos que probo.
La mayoría de las invitaciones las enviamos ya que
eran del extranjero, las demás las repartimos personalmente, la mas difícil y
en la que me debatí fue en si invitar a mi padre o no pero finalmente lo hice,
el se había alegrado y nos había abrazado, Edward le pidió realizarle unos
estudios para saber que estaba en condiciones de volar.
Evan era el único angustiado, la razón era de que
Max se debería de quedar, claro que no lo dejaríamos solo, Vicky estaría al
pendiente de que alimentarlo durante nuestra ausencia, solo serian unos cuantos
días, todos se regresarían el domingo y estarían en Nueva York el lunes
temprano, Esme y Carlisle se habían ofrecido a quedarse con Evan y Max, claro
que Ángela estaría ayudándola, y Ben no se alejaría para evitar que los medios
se acercaran a nuestro hijo.
Era 25 de enero y ya estábamos en el aeropuerto,
Evan estaba en las piernas de Edward jugando con su camisa, ahí frente a mi
estaba Charlie quien me sonreía tímidamente, le sonreí de vuelta y un brillo en
sus ojos se mostro, aparte mi mirada al escuchar la risa de mi hijo, Edward
estaba haciéndole cosquillas y le hacía gestos que hacían que su risa se
escuchara por toda la sala, una azafata se acerco a Carlisle se inclino a
decirle algo y asintió.
—Es hora de abordar— anuncio Carlisle
—Vamos amor— sentí que Edward se levantaba y me
tendía la mano sin dejar de sonreír ante mi total desconcierto
—Edward no me dirás que contrataste un avión—
enarque una ceja, dejándome guiar hasta la puerta donde nos esperaba la azafata
que se había acercado a Carlisle
—Para nada amor, es el jet de la familia
—Tienen un jet privado — abrí los ojos sorprendida
—No nos gusta usarlo con regularidad solo en
ocasiones importantes y esta es una de ellas mi vida— me guio hasta uno de los
sillones junto a las ventanillas, se acomodo en el que estaba frente a mí, dejo
a Evan en el que estaba junto a él y abrocho su cinturón, le entregue su osito
y lo abrazo, Edward lo rodeo con su brazo en lo que el avión despegaba.
Evan pidió que le quitara el cinturón y se fue en
busca de su abuelita, lo supe porque apenas se había bajado del sillón había
comenzado a gritar por Esme, me perdí viendo por la ventanilla, unos labios en
mi mejilla me hicieron reaccionar, acune su rostro y lo bese, estaba muy feliz
y sabia que el también lo estaba, al fin íbamos a cumplir uno de nuestros
sueños, en menos de tres días estaríamos cansados ya no solo al civil sino
también ante la iglesia, y solo quedaba un pequeño detalle la búsqueda de
nuestra princesa.
...
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