No me dejes caer: Capítulo 51



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Un par de labios en mi nuca, me hicieron despertar, había sido una noche realmente excelente, habíamos hecho el amor un par de veces, lo había mordido para silenciar aquel pequeño grito de placer que inundo mi cuerpo.

—hmm... —fue el único sonido que salió de mis labios, abrace mas la almohada hundiendo mi rostro respirando el aroma de mi esposo que seguía impregnada en ella, el solo rio

—Buenos días hermosa futura mamá— me envolví en la sabana para girarme, ya estaba listo para marcharse al hospital pero el brillo en sus ojos aun continuaba ahí al igual que esa hermosa sonrisa y lo que me hacía sentir más feliz era el saber que yo era la responsable de esa felicidad en él, gire mi rostro hacia el reloj que descansaba en la mesita de noche y me sorprendí al ver que ya eran casi las 8

—Porque no me despertaste antes…—atrapo mis labios en los suyos, recostándome de nuevo, acaricio mi cuerpo sobre la sabana, mordió mi labio y se separo lentamente

—Te hable un par de veces pero estabas bastante cómoda, así que decidí dejarte dormir, yo llevare a Evan

—Pero ese es mi trabajo

—Yo lo llevare, el ya esta desayunando— hice un mohín pero acepte cubriendo mi boca de un bostezo involuntario

—Duerme un poco más

—Tengo trabajo que hacer, además ayer ya no te lo dije pero acepte que fuéramos a cenar con mi papá

—Solo avísame la hora y pasare por ustedes para encontrarnos con Charlie— beso mi nariz

—Que tengas un buen día— sonrió— No olvides que te amo

—También te amo— me beso nuevamente y después acaricio mi vientre, guiño un ojo y salió de la habitación, me estire sintiendo mi cuerpo un poco adolorido, pero estaba satisfecha.

No aplace mas lo inevitable y me levante de la cama, me metí a la ducha para despertar por completo, acaricie mi vientre con una sonrisa tonta, al fin lo habíamos conseguido, una pequeña personita crecía en mi interior. Me envolví en la toalla para salir a mi armario para buscar que me pondría, solo encontré ropa estilizada que remarcada cada una de mis curvas, toda esta ropa me sería completamente inútil en un par de meses, lo que me recordaba que tenía muchas cosas que hacer, la primera y más importante en este momento tenía que hacer una cita con mi ginecóloga para revisar que todo estuviera bien, después vendría la parte que me causaba mas inquietud y era decírselo a Evan, el había demostrado que deseaba tener un hermanito pero seguiría pensando igual, y que decir cuando se lo dijéramos a la familia.

Tome lo primero que tenía en frente, resulto ser un conjunto de falda amplia de color negro y de blusa blanca unas zapatillas negras de tacón de aguja y estaba lista, me maquille un poco y deje mi cabello en sus ondas naturales, tome un abrigo por si el clima nos hacia una mala jugada.

Ya era un poco tarde por lo que opte por llevarme un tazón de fruta a la oficina y ya de ahí vería si encargaba algo más. El trafico estaba algo pesado por lo que me tomo un par de minutos más para llegar a mi destino, tome el ascensor y salude a los empleados que iban en él, sabía que aunque fuera amable todos me respetaban, sabían que era una chica con un carácter demasiado fuerte y que no toleraba que nada saliera mal. Llegue a mi oficina y me tumbe en la silla saque mi tazón de fruta en lo que comenzaba a revisar la montaña de expedientes que se encontraban en mi escritorio, no eran ni las 10 de la mañana y ya tenía trabajo para el resto del día.

—Veo que hoy se te pegaron las cobijas, es eso o es que tuviste una excelente noche con tu esposo— se burlo mientras se sentaba en una de las sillas de enfrente con la agenda en sus piernas, rodé los ojos y me lleve un trozo de fresa a mi boca

—Mejor dime que tenemos para hoy

—Ok eso contesta mi pregunta, la segunda opción es la correcta— me guiño un ojo y comenzó a pasar las hojas hasta llegar a la fecha— tienes una junta con los inversionistas japoneses a las 11, también quedaste de llamar a la casa hogar en Londres para verificar que el dinero fue suficiente y los regalos fueron exactos, a la 1 ir por el pequeño mostrito, y tu padre llamo para confirmar la cena de esta noche y no olvides dejar listos los balances que tienes frente a ti

—Día ocupado y yo llego tarde— me lleve un trozo de mango a la boca antes de comenzar a buscar el expediente de los inversionistas japoneses— llama a Rachel la asistente de Charlie y dile que confirme nuestra cena del día de hoy, dile a Stacy que me comunique de inmediato con Samantha la directora de la casa hogar

—Entendido— salió de la oficina para comenzar a hacer lo que le había pedido, mi teléfono comenzó a sonar indicándome que la llamada estaba lista, hable con Samantha que no paro de agradecer lo que hacía por los niños que estaban a su cargo, le repetí lo mismo de siempre, que me llamara si necesitaba cualquier cosa. La había conocido en una cena de caridad y me había hablado de lo que hacía lo cual era muy noble, lo único malo es que no contaba con el dinero suficiente para solventar los gastos que esto implicaba y fue ahí cuando le dije que quincenalmente le depositaria una suma que le ayudaría a seguir con su labor, pero lo único que pedía es que los medios no se enteraran de que estaba haciendo esta contribución, la razón es que no deseaba que pensaran que me estaba haciendo publicidad al apoyar esta noble causa, lo hacía de manera desinteresada solo por el hecho de ayudar, así que los medios no tenían porque saberlo..

Seguí revisando expedientes mientras terminaba de comer mi fruta la cual estaba deliciosa, llame a mi Stacy mi secretaria para que llevara un café, no tardo en dejarlo sobre mi escritorio le agradecí con un simple movimiento de cabeza ya que estaba al teléfono, cuando termine con la llamada tome un poco de mi café lo sentí bajar a mi estomago y de inmediato un horrible movimiento me obligo levantarme y correr al baño, llegue justo a tiempo para vaciar mi desayuno, los adorables malestares habían comenzado, solo rogaba que fueran igual que con mi pequeño, solo el primer trimestre y después me había olvidado de ellos.

La junta con los inversionistas fue a la hora señalada y como siempre había sido un éxito, los había logrado convencer de que debían de invertir una parte conmigo y otra parte con mi padre, en una parte lo hacía para ayudarlo y por otra era realidad que lo mejor es invertir en dos sitios y no dejar todo tu dinero en manos de una sola empresa, firmaron un par de papeles y se marcharon directamente con Charlie para hablar de negocios, baje a mi oficina escuchando como mi estomago gruñía estaba vacío gracias a lo que el café había provocado, nota mental, nada de café por un tiempo, abrí la puerta de mi oficina y ahí dentro me encontré a Megan que veía un enorme arreglo de tulipanes y rosas rojas.

—Llego hace un par de minutos— me entrego la tarjeta que venía adjunta, la abrí con cuidado

Un pequeño detalle para la futura mamá más hermosa, te amo.
Edward

—Edward sí que sabe como consentirte, me alegro porque en verdad te mereces a un hombre como él— asentí

—Megan podrías llamar a Emily y pedir una cita, si es posible para esta misma tarde— le indique tomando asiento en mi silla, abrió la boca para preguntar algo pero mi celular comenzó a sonar y por la melodía supimos de quien se trataba— Hola amor

—Te gusto mi pequeño regalo

—Son hermosas muchas gracias

—Como te has sentido?

—Dios Edward, estoy bien— rodé los ojos y Megan se burlo de manera disimulada

—Segura?

—Absolutamente— había olvidado lo aprensivo que podía llegara ser este hombre, sabía que ahora que sabía que estaba embarazada se las arreglaría para estar el mayor tiempo conmigo, si por él fuera trasladaría su consultorio a esta oficina.

—Vamos a comer ya hice reservaciones en tu restaurant favorito

—Y que hay de Evan?

—Ángela ira por él y estará con él en casa, tengo todo cubierto

—Aunque no lo quiera vas a venir, no es así?

—Exacto, así que llego a las 2, tengo que colgar una emergencia, no olvides que te amo

—Yo también te amo— nos despedimos

—Bueno estábamos en que quieres que llame a Emily "tu ginecóloga"— asentí girándome hacia la computadora y terminar de revisar el archivo que me quedaban— es que al fin se han decidido y le darán un hermanito a Evan

—Hmm…— le extendió la pequeña notita que traía el arreglo floral, lo tomo y al instante su expresión cambio por una enorme sonrisa

—Estas embarazada? – asentí ganándome un chillido de su parte, no me había percatado en qué momento se había llegado junto a mi— Cuando planeabas decírmelo?

—Lo descubrí ayer con los resultados de los exámenes— respondí el abrazo que me estaba dando— pero Edward merecía ser el primero en saberlo

—Y como lo tomo?

—El arreglo no te dice nada, está feliz al igual que yo, honestamente teníamos tiempo buscándolo, mejor dicho buscándola, deseamos que sea una niña

—Y si no lo es?—cuestiono

—De igual manera lo querremos, es solo que deseamos una pequeña

—Ahora mismo hablo con Emily y la convenzo de que te revise hoy

—Gracias— la vi salir con una enorme sonrisa

Llame a Ángela para avisarle que no llegaríamos a comer, pero que quería que le diera una ducha a Evan después de que terminara de comer. Megan me confirmo que la cena con mi padre seria a las 8 en un restaurant nuevo de comida italiana que le habían recomendado.

El día siguió su curso, envuelta entre expedientes, revisando inversiones y atendiendo llamadas, Megan amablemente se había encargado de comprarme un pastelillo ya que le había contado el percance del café, eran cerca de las 2 y ya estaba revisando los movimientos en la bolsa, había un par de perdidas pero nada de qué preocuparse solo asegurarme de que de ahí no pasaran.

—Cuando estabas embarazada de Evan, el café no te dio nauseas o sí?—pregunto después de un largo rato de silencio

—No, de Evan pocas cosas me llegaron a molestar

—Parece que esta vez será un poco más especial, así que nada de café

—Ni que lo digas, no quiero que se repita el incidente de esta mañana— hice una mueca de asco al recordar mi carrera hasta el baño— optaremos por té

—Y que hay del mostrito?— coloque el último punto y guarde el archivo

—No sé cómo se lo diremos, cuando le dijimos que le habíamos hecho la carta a la cigüeña parecía encantado, pero no se ahora

—Carta a la cigüeña?— pregunto de manera burlona

—Pregunto de donde venían los bebes, así que le inventamos toda una historia de que hay que escribirle una carta a la cigüeña ella te trae una pastilla y plop, por arte de magia un bebé crece

—Esa es nueva yo solo conocía la de las abejitas— rodee los ojos y me levante para servirme un poco de agua

—ya te quiero ver cuando te pongan en una encrucijada como esa

—Para eso falta tiempo

—Mejor no hables que no sabes cuándo sucederá— bebí un poco cuando la puerta se abrió y apareció mi esposo con una enorme sonrisa, saludo a Megan y se dirigió hasta mí.

—Como estas?

—Lista para que me lleves a comer

—Veo que tienes hambre— beso mi sien

—Como no tenerla si lo único que tiene en el estomago es la mitad de ese pastelillo— Megan señalo el plato que contenía la mitad del pastelillo que me había estado comiendo, Edward apretó mi cintura, levante mi rostro y me encontré con sus ojos entrecerrados, estaba molesto y sabia la razón pero no era mi culpa

—Estas bromeando, solo comiste eso?— me recrimino con su sedosa voz

—No me veas así— me separe de él y fui a tomar mis cosas, metió sus manos en los bolsillos de su pantalón

—Amor, debes de…

—Se lo que debo de hacer, no es la primera vez que estoy embarazada, por si ya lo olvidaste ya pase por ello una vez, Evan no fue por generación espontanea—apague mi computadora y guarde un par de papeles bajo llave en mi escritorio y acomodo los que tenia sobre el escritorio.

—Me queda bastante claro que no es la primera vez lo que no entiendo es cómo sabiendo eso no comiste algo mas nutritivo

—Si lo hice, pero termine devolviéndolo— fruncí el ceño y las facciones del rostro de mi esposo se suavizaron paso de ser severa a una dulce

—Yo lo…

—No hables, tenemos hambre y si eres bueno dejarías de estar regañando a tu esposa y la llevarías a que coma algo — Tome su mano, me despedí de Megan y salí de la oficina, como siempre el ascensor iba un poco lleno, se coloco detrás de mi abrazándome aunque pienso que no era más que una excusa para colocar sus manos en mi vientre donde iban cómodamente apoyadas.

—Te gusta nuestra nueva adquisición— me abrió la puerta de su nueva camioneta, era en un presumido pero debo de admitir que era hermosa

—Que modelo es?

—Es un Porsche Cayenne Turbo S del año— me beso antes de encenderla

—Y que hay de mi auto, no lo puedo dejar aquí— lo señale ya que estaba de su lado

—No le sucederá nada, solo dile a Peter que te lo lleve a casa

—Ya tienes todo planeado

—Solo doy opciones amor—me guiño un ojo y regreso toda su atención al frente, buscando un hueco para poder incorporarse al tráfico que había en ese momento, esta eran una de las desventajas de la ciudad, un tráfico pesado, en otra situación no me importaría pero en este momento tenía hambre

—Puedes tener más cuidado—lo reprendí cuando entro al tráfico de manera brusca y había tenido que frenar en seco para no estrellarse con el auto que estaba detenido frente a nosotros.

—Lo siento de otra manera no me hubieran dejado entrar

— No olvides que llevas carga valiosa, así que maneja como la gente decente Cullen

—Prometo que seré cuidadoso con mis dos princesas— acaricio mi vientre aun plano, yo solo rodé los ojos

—Cullen aun no sabemos si es niña, así que deja de hacer distinciones, él o ella te está escuchando así que se consiente

—Se que será una hermosa niña igual a su mamá— me beso aprovechando una luz roja— me esforcé demasiado para lograrlo

—Veamos que tan bien lo hiciste, eso lo podremos saber en un tiempo, con uno de los ultrasonidos— dije emocionada

—Amor tienes algún ginecólogo que quieras que te revise, si deseas yo puedo sugerirte algunos—presiono mi mano

—Tengo mi ginecóloga y ya hice una cita para esta tarde, me revisara a las 5

—Y cuando planeaba decírmelo Sra. Cullen— entrecerró los ojos entrando al estacionamiento del restaurant

—Tú tienes pacientes, además es solo una revisión nada de suma importancia

—Nada de suma importancia?, es que acaso me estas dejando de lado?

—Claro que no, pero solo es una revisión

—No me importa yo te acompañare, moveré mis citas

—Pero tenemos la cena con Charlie a las 8— bufo mientras se estacionaba

—Es la única vez que vas a ir sola, las próximas quiero que me avises para dejar esa tarde libre y poder acompañarte, entendió Sra. Cullen— tomo mi mentón y me beso suavemente

—Muy claro, ahora podemos ir a comer— pedí de manera tímida, no sabía si era sugestión pero empezaba a tener demasiada hambre, era extraño sentir todos los malestares ahora que sabía que estaba embarazada

Entramos al restaurant, nos guiaron a una sección privada lejos de las ventanas para evitar ser molestados, pedí unos deliciosos Camarones Madeleine y el opto por un corte de carne con verduras de las cuales le robe algunas, el lo acompaño con una copa de vino yo opte por agua mineral

La comida transcurrió entre platicas y comentarios divertidos, ninguno toco el tema del embarazo ya que no sabíamos a oídos de quien podía llegar y de qué manera lo podían utilizar, además queríamos privacidad, no quería verme asediada por algo tan hermoso como lo era mi embarazo, este era un asunto que solo nos interesaba a Edward y a mi así que no tenia porque salir publicado en una revista de espectáculos.

Me dejo de vuelta en la oficina para poder tomar mi auto, me pidió que manejara con cuidado de que no rebasara los límites de velocidad, se lo prometí para que se fuera más tranquilo, además no era necesario que me lo pidiera yo me encargaría de que nada le sucediera a nuestro bebito.

Llegue al consultorio de mi amiga con el tiempo justo, me saludo de manera amable y comenzamos a platicar un poco antes de llegar a la parte importante, me felicito por mi nuevo embarazo, diciendo que me había tardado, le hable sobre el hecho de que me había costado un poco de trabajo concebir, pero me explico que podía deberse a la presión que me había auto—impuesto al quedar embarazada. Me examino y me confirmo que tenía cerca de 8 semana, me mando tomar un par de vitaminas que serian necesarias para ambos, además me felicito por ser de las pocas que toman verdadera conciencia ya que había tomado Ac. Fólico previniendo mi embarazo, esa parte se la debía a Edward que me lo había recetado, me hizo una cita para dentro de un par de semanas en la cual llevaría a cabo el primer ultrasonido, sería la primera vez que podría ver a mi bebé

Llegue a casa cerca de las 6:30, solo para encontrarme con un pequeño de semblante molesto por haber hecho que lo bañaran después de comer, lo bese un par de veces ganándome una hermosa risa que se amplió mas cuando supo la razón de que lo bañaran tan temprano, aunque a veces duraba un tiempo sin ver a mi padre, mi hijo lo quería y le gustaba estar cerca de él.

Salí de la ducha y me vestí de manera simple, un vestido de cuello redondo en color negro, manga corta, entallado en la parte superior y se abría en una falda amplia, un collar largo en oro blanco, me acomode el cabello en una coleta baja de lado, me maquille de manera natural, unas zapatillas rojas de tacón de aguja, las cuales debía de aprovechar mientras pudiera ya que cuando el embarazo avanzara no las utilizaría por precaución, lo que menos quería es poner en riesgo a nuestro bebé.

Un par de brazos me rodearon me dio un beso y entro directamente a la ducha, observe mi reloj y apenas eran las 7:10, me senté cerca de mi hijo que veía divertido lo que hacía Bob esponja, acaricie su cabecita y recibí una mirada dulce de su parte

—Amor…— acaricie su mejilla consiguiendo toda su atención, tome aire—sabes que te amamos verdad?

—Si— me sentí nerviosa no sabía que palabras utilizar

—Ven amor— lo hale suavemente para que se acomodara en mis piernas y así lo hizo su mirada seguía puesta sobre la mía, ahora ya me había quedado sin palabras

—Hay algo que tu mami y yo queremos que sepas—me gire para ver a Edward que salía del baño terminándose de abrochar la camisa, amaba a este hombre que estaba ahí para salvarme, se acomodo en cuclillas delante de nosotros y Evan no aparto la mirada de su papa, tomo su manita y le dedico una hermosa sonrisa, se aclaro la garganta y yo deje de respirar— Enano la noticia es que la cigüeña ya trajo la pastillita a tu mami, así que vas a tener un hermanito

—Un hemanito?, vino la ciguaena— sus ojito se abrieron y nos observo a ambos

—Cigüeña corazón—lo corregí besando su mejilla, parecía que la noticia le había agradado, podía volver a respirar tranquila.

—Yo quedia conocela— hizo un puchero, Edward beso su frente

—Solo vino a dejar la pastillita y se fue— dijo Edward guiñándole un ojo

—Cuando voy a conoce a mi hemanito?

—En un par de meses podrás conocerlo, el está seguro aquí— coloque una de mis manos en mi vientre y el coloco la suya sobre la mía

—Y va a juga comigo?— ambos asentimos ganándonos una sonrisa por parte de nuestro hijo

—Así que tenemos que cuidar a mami y a tu hermanito o hermanita— rodé los ojos, ya estaban poniéndose de acuerdo de que manera me mantendrían vigilada, con lo celoso de mi hijo y lo sobre protector que era mi esposo casi me querrían mantener encerrada en una habitación

—Max tabien puede cuida a mami?

—Si enano todos vamos a cuidar que tu mami siempre este bien— perfecto hasta el perro

—Por favor, hablen de eso cuando no esté presente, no quiero saber la manera en que me tendrán vigilada

—Solo te cuidaremos

—Escúchame bien Cullen, estoy embarazada no enferma, así que deseo seguir con mi vida normal— coloque a Evan sobre la cama para poder ponerme de pie— y dense prisa o no llegaremos a tiempo

Ambos rieron ante mi reacción, entre al armario para tomar mi abrigo y uno para Edward que le lance antes de dirigirme a la habitación de Evan y tomar uno para él, me los encontré esperándome fuera de la habitación, mi pequeño tomo mi mano, en la salida nos encontramos con Ángela que estaba esperando por Ben que la había invitado a cenar, se sonrojo al vernos yo solo me despedí y le desee que se divirtiera.

Acomode a Evan en su sillita, me pidió que me inclinara y cuando lo hice me dio un beso y me dijo un te quiero, son estos momentos por los cuales se que mi vida vale la pena.

—Luces hermosa aunque estés enojada por tus hombres sobre protectores— me beso yo solo rodé los ojos.

Condujo hasta el restaurante tomando un par de atajos lo que nos permitió llegar a tiempo, ayude a Evan a salir, apenas estuvo fuera y corrió para abrazar a mi padre que nos esperaba en la entrada, lo tomo con una enorme sonrisa, la mano de Edward se acomodo en mi espalda baja y me guio hasta llegar junto a mi padre, ambos estrecharon sus manos, yo lo sorprendí abrazándolo y él me estrecho entre sus brazos "Tan hermosa como siempre"

—Tengo hamble— todos reímos, tome la mano de mi hijo y seguimos al chico que nos guio hasta nuestra mesa.

Mi padre pidió una botella de vino para a acompañar nuestra cena, pedí una limonada para Evan y otra para mi, mi padre se ofreció a cambiar la botella de vino si no me gustaba, solo dije que no me apetecía beber esa noche, pedimos nuestra comida que agradecí no tardara en llegar ya que al igual que Evan tenía hambre, se me había abierto el apetito con los deliciosos aromas que inundaban el lugar.

Comimos entre platicas sobre todo escuchando a Evan que no paraba de hablar acerca de las nueva cosas que le había enseñado a hacer a Max, Evan y yo compartimos platillos, Edward solo se burlo al vernos a ambos comer del platillo del otro, el momento del postre llego yo pedí pay de manzana y Evan helado de chocolate, se hinco sobre la silla para quedar a la altura de su copa de helado y prácticamente se lo estaba pasando sin saborearlo

—Corazón nadie te lo va a quitar— eso era una prueba más de que mi hijo estaba pasando demasiado tiempo con Emmett.

—Y cerraste el trato con los inversionistas japoneses que te envié— le pregunte a mi padre para romper el silencio que se había formado, me lleve un nuevo trozo de pay a la boca.

—Si, debo de agradecerte que los enviaras conmigo, pero desearía que no habláramos de negocios, es un momento para disfrutar de su compañía, hace mucho arruine un par de cosas por no saber separar el trabajo de un momento agradable

—Tienes razón— le sonreí, me agradaba escuchar eso

—Mejor cuéntenme que has hecho en esta semana que no los había visto

—Mi mami se comió a mi hemanito— contesto mi hijo logrando que todos lo viéramos

—Evan!— le susurre y él se cubrió la boquita con sus manitas

—Que dijiste pequeño, que tu mami hizo qué?

—Mi mami se comió la patillita de la ciguaena, así que tiene a mi hemanito en su badiga como mi tía dous— me sonroje y note que mi padre veía a Edward que solo sonrió y después se giro hacia mí, baje mi rostro como si mi pay pasara a ser sumamente interesante, apretó mi mano suavemente y levante el rostro.

—Estas embarazada?—pregunto en un susurro,

—Si— sonreí abiertamente, y ahí en su rostro apareció también una hermosa sonrisa, se levanto y me abrazo

—Me alegro mucho por ustedes, ya era tiempo de que le dieran una compañía a ese revoltoso
— me susurro, después abrazo a Edward y finalmente a Evan que había aprovechado que estábamos distraídos para robar de nuestros postres.

Nos despedimos en la entrada cuando llego nuestro auto, vi que mi padre le decía algo a Edward que asintió y se despidió para subir y llevarnos a descansar, nuestro pequeño se quedo profundamente dormido, intente tomarlo en brazos cuando llegamos, pero Edward me lo impidió y fue él quien lo abrazo, iba a protestar solo me dio un beso "nada de esfuerzos amor" me susurro antes de entrar y llevarlo hasta su habitación, lo cambiamos entre ambos y lo arropamos para ir a nuestra habitación.

—Edward puedo preguntarte algo

—Solo pegunta amor— me acurruque entre sus brazos

—Que te dijo Charlie cuando nos despedimos

—Cosa de hombres— hice un mohín, beso mi nariz— Solo me dijo que te cuidara mucho y que cualquier cosa que necesitara no dudara en pedírselo

—Te dijo eso?

—Si, él solo se preocupa por ti, ha cambiado

—Lo ha hecho— susurre dejando que mis parpados se cerraran.

La semana paso de manera rápida, como cada domingo asistimos a casa de Esme para compartir un desayuno en familia, ayude a Esme a llevar todo a la mesa, habíamos decidido que ese les diríamos a todos la nueva noticia, sabía que todos se alegrarían con la llegada de un nuevo Cullen

Estábamos riendo de las ocurrencias de Emmett y de la manera tan graciosa en que se transformaba su rostro al notar cualquier sonido que hiciera su esposa, Rose estaba en tiempo para tener a su bebe, solo faltaba que este se decidiera a llegar.

—Deberías de relajarte Em, solo logras poner nerviosa a Rose— le dije notando la mirada de frustración de mi amiga, que al escuchar mis palabras solo dijo un gracias

—No puedo evitarlo— lo vi colocar su brazo en el respaldo de la silla de su esposa que se removió un poco en señal de que lo quitara de ahí, todos reímos ante la mirada de Emmett, mi risa se detuvo al percibir una aroma bastante familiar, mi estomago se comenzó a revolver y me levante casi tropezando con la silla, solo escuche un par de voces que me llamaban, entre al baño y lance la puerta pero no la escuche cerrarse, me desplome vaciando todo mi desayuno, un par de manos retiro mi cabello, estire mi mano para alejarlo.

—Vete— fue lo único que pude decir antes de sentir una nueva ola de espasmos

—No

—Está todo bien?— escuche la voz preocupada de Esme al otro lado

—Está bien

—Le preparare un té

—Gracias mamá— me ayudo a levantarme, me enjuague la boca y moje mi rostro sintiendo sus manos en mi cintura y sus labios en mi nuca— te sientes mejor?

—No deseo que estés conmigo cuando suceda esto, es asqueroso Edward— le reproche pegando mi rostro en su pecho su risa en vez de relajarme me hizo enfurecer ahora se burlaba de mi, le parecía gracioso tener que pasar por esto, me libere de su agarre y Salí del baño

—Bella, amor

—Nada de amor, te parecía muy gracioso—me corto el paso y me obligo a mirarlo

—No me reía de ti, siento si pensaste que lo hacía, es solo que he visto cosas más asquerosas que eso, además amor como me pides que no esté junto a ti sí creo que yo soy un poco responsable de eso

—Un poco?, ¡Cullen, eres el único responsable!— golpee su pecho y él me abrazo besando mi coronilla acariciando mi espalda

—Si acepto la culpa— me guio hasta la sala que estaba sola y me acomodo en uno de los sillones, no le importo que estuviera protestando, me obligo a recostarme, en ese momento entro Esme seguida por los demás, me extendió la taza y acaricio mi rostro

—Que fue eso?— le di un pequeño sorbo a mi té sintiendo la mano de Edward acariciar mi espalda, me gire para ver a Edward que solo sonrió y rozo mis labios

—Estas embarazada!— grito Alice, acomode mi cabeza en el hombro de Edward y él me envolvió en sus brazos

—Seremos papas de nuevo— coloco su mano en mi vientre y sonreí al ver a todos alegrarse y mi pequeña cuñada saltar

—Esto es grandioso, nosotros pensamos esperar un poco mas pero …

—No es verdad— me levante y abrace a mi duendecilla

—Si voy para los tres meses— la observe incrédula de que no haber notado el pequeño bultito que comenzaba a asomarse— y tu cuanto tienes?

—Casi dos

—Y yo estoy por reventar— intervino Rosalie que se había levantaba para abrazarnos y golpear a su hermano por no decirle nada de que sería tía, Esme estaba llorando mientras abrazaba a Carlisle que la consolaba

—Sucede algo?— me acerque a ella, levanto su mano y acaricio mi mejilla

—Es solo que estoy muy feliz, estaba acostumbrada a tener a Evan corriendo y me había hecho a la idea de un nuevo integrante pero vienen dos en camino, me emociona ver mi familia crecer— beso mi frente y me dio un abrazo para después abrazar fuertemente a Alice que no paraba de llorar

—Quien se murió?— entro Emmett con mi hijo sentado en uno de sus hombros y Max mordiéndole el pantalón

—Siempre con tus comentarios tan oportunos

—Es solo que todas están llorando— enarco una ceja, vi a Rose hacerle una seña a mi hijo y este obedeció golpeando a Emmett— que sucede contigo enano

—Mi tía dous me dijo— el grandulón vio a su esposa que asintió

—No le hagas tanto caso a tu tía, no debes de golpearme ni golpear a nadie porque es malo

—Peo tu dijiste que debía de golpea a los niños que me molestadan— me acerque a Emmett que retrocedió un par de pasos

—Enano eso no se dice, ahora ayúdame a que tu mamá no me golpee

—Creo que no te dejare pasar tanto tiempo con mi hijo

Lo vi acercarse a donde estaban los demás chicos y preguntarles de manera bajita que es lo que estaba sucediendo o es que estaba en una dimensión desconocida, me reí al escuchar que hacia el sonido de ese programa de televisión

—Son solo las hormonas— respondió mi esposo de manera casual, le lance una mirada de advertencia y el solo se encogió de hombros

—Que escondidito te lo tenias Eddie— lo abrazo y revolvió su cabello

—Ya sabias que seremos tíos— le dijo para desviar la atención de él y lo logró ya que el grandulón lo soltó, su cara era digna para una fotografía, era de total sorpresa, veía a Alice y después se fue contra Jasper

—Que le hiciste a mi hermana— Edward se coloco entre ambos, me sorprendí ante esta reacción

—Te aseguro que no más de lo que le hiciste a la mía— me reí al escuchar la respuesta de Jasper, el tenia razón de otra manera Rose no estaría en el estado que estaba en ese momento

—Puedes dejar de ser tan infantil, por si no te das cuenta Jasper es mi esposo así que no tienes porque decir nada— lo golpeo y el solo sonrió haciendo que Alice se molestara

—Deja de meterte con una chica embarazada, te recomiendo que no juegues con nuestras hormonas— le advertí llevándome a Alice fuera de la sala y la guie a la cocina al instante llego Rose quien parecía algo apenada

—Que le pasa a ese grandulón cerebro de hormiga, como se puede enojar porque este embarazada, es normal o no?— le extendí un vaso con agua

—Lo siento, hablare con el descerebrado de tu hermano, mira que decirte eso cuando yo estoy así— señalo su barriga todas reímos

—Alice tengo una pequeña duda

—Que sucede?

—Acabas de decir que tienes 3 meses

—Y que tiene eso de extraño tu casi tienes dos

—Que hay de eso de que ustedes no lo intentarían antes de estar casados, tiene un poco más de un mes que se casaron y tú 3 meses – enarque una ceja y ella solo rio de manera nerviosa

—La tentación fue mucha y la carne es débil— Rose y yo estallamos en carcajadas

—No te recrimino nada, me alegra de que estés embarazada, eras la única que nos faltaba

—creo que ambas podemos ir a comprar todas las cosas para nuestros bebes

—Yo puedo ayudar, se los debo después de todo lo que hicieron por mi— se ruborizo, Alice, Esme y yo nos habíamos encargado de ayudarle a comprar todo para la habitación de su pequeño porque sería un niño, en definitiva seria hermoso teniendo los genes Cullen y los Hale no se esperaba menos.

—Nos divertiremos mucho— chillo Alice

—Además creo que ahora más que nunca debemos de apresurarnos para sacar nuestra colección de ropita de bebe— señalo Rose

—Están creando una línea para bebes?

—Si y una de maternidad, solo hace falta un par de detalles para comenzar a crearla, después la sacaremos al mercado y las modelos seremos nosotras

—No cuenten conmigo

—Tendrás que hacerlo

—No lo hare, me rehusó a participar en esas torturas

—Lo harás, o me dejo de llamar Alice—levante mis manos aceptando con resignación y como no hacerlo ante las miradas asesinas que me lanzaron

Rose se despidió ya que le dolía un poco la espalda y solo quería recostarse, Alice solo tuvo que gritar Rose! Para que Emmett apareciera por la puerta llevándose un par de cosas en el camino, pero al menos sabíamos que reaccionaria con rapidez, los acompaño hasta su habitación mientras regañaba a su hermano por su comentario. Yo por mi parte me quede en la cocina buscando algo que pudiera comer ya que mi desayuno se había arruinado, pique un poco de fruta y me fui hacia la sala donde creí que estarían el resto de los Cullen pero no había nadie, aun así me senté saboreando mi nuevo desayuno

—Parece que esta deliciosa— le extendí el plato y el tomo un trozo de manzana antes de acomodarse a mi lado

—Esta deliciosa— le dije saboreándola

—Lo note desde que no parabas de hacer ruiditos algo extraño, me dejo claro que disfrutabas lo que comías

—Siento lo que paso

—¿De que hablas?

—Del incidente del desayuno o mejor dicho de cómo finalizo mi desayuno— hice una mueca de asco

—Tú no tienes la culpa, son los síntomas normales amor

—Es solo que el olor a café me revuelve el estomago

—No tomaremos café hasta que lo toleres

—Gracias— observe las fotos que había en la mesita, eran de cuando aun Vivian en Londres y recordé lo que le había querido preguntar hace un par de días— Edward puedo hacerte una pregunta

—Claro— coloco su brazo detrás de mis hombros y su otra mano tomo mi una de las mías

—Prometes no molestarte?

—Que es lo que pasa ahora por esa linda cabecita— beso mi sien

—Solo me he estado preguntando… se que has trabajado mucho pero… de donde has conseguido todo el dinero que has invertido en nosotros, ya sabes la boda, la casa, los autos

—Me dedico al lavado de dinero, se suponía que no debías de saberlo, pero ahora que lo sabes creo que debo de buscar la forma de que no se lo digas a nadie y tengo una idea— coloco sus labios sobre los míos y me beso de una manera demandante, me deje levar disfrutando el movimiento aunque algo agresivo no era menos placentero, la falta de aire nos hizo separarnos jadeando, me sonrió y tomo un trozo de fresa de mi plato

—Estoy dispuesta a guardar silencio de esa manera

—No debiste decir eso— se acerco pero lo detuve

—No evadas mi pregunta

—Una parte me la he ganado con el trabajo, las investigaciones y otra es parte de la herencia que me dejo mi bisabuelo

—Nunca habías hablado de una Herencia

—No acostumbro hablar mucho de mi bisabuelo, todos tomamos la decisión de que no queríamos que se dieran cuenta de que la importancia de nuestro apellido, queríamos tener una vida normal lejos de todos los lujos que podíamos tener, guardamos ese dinero para utilizarlo de una mejor manera y eso es lo que he hecho, lo estoy utilizando para que a mi familia no le haga falta nada

—Sabía por Esme que tenías familiares importantes, pero no sé hasta qué nivel

—Mi bisabuelo Anthony Cullen fue uno de los hombres más ricos de Inglaterra, su fortuna se fue incrementando a los buenos manejos que han hecho todos, cuando murió mi abuelo, mi padre y mis dos tíos decidieron que era momento de dividir la fortuna y los bienes— acaricio mi mejilla— así que nosotros los resguardamos sabiendo la cantidad que le corresponde a cada uno, todos contamos con la misma cantidad, solo te diré que son demasiados ceros

—Así que eres millonario

—No me gusta decirlo de esa manera pero es así, pero prefiero que solo me conozcan como un medico reconocido y que crean que mi fortuna sale de mi trabajo y no del resultado de una herencia, en el testamento mi bisabuelo dijo una frase con la que estoy totalmente de acuerdo "El dinero solo rendirá si es utilizado de la manera correcta, recuerden que el dinero no compra la felicidad puede traer muchas desgracias si no lo saben manejar, sean sencillos y disfruten de los placeres de la vida, esos que son gratis son los mejores"

—Muy ciertas esas palabras, pero creo que no deberías de gastar tanto en nosotros

—Bella cuantas veces debo de decirte que ustedes son lo único que me importa, el dinero es algo que me es sumamente indiferente, pero puede mejorar la vida de eso estoy seguro , no quiero que se vean privados de nada si está en mis manos poder dárselos

—Gracias, pero no olvides que yo también tengo mis pequeños ahorros

—Sigue guardándolos, te puedo decir donde puedes invertir una parte y sé que te dará grandes ganancias, es una mujer que sabe mover el dinero y otras cosas

—Edward!— lo golpee al comprender sus palabras con un doble sentido

El resto de la tarde fue demasiado tranquilo, Rose pidió que le llevaran de comer a la habitación ya que se quejo un poco de la espalda, sabia lo incomodo que era eso por esa misma razón estuve con ella haciéndole compañía, sabía que en un inicio nuestra relación no había sido la mejor si no todo lo contrario y ahora las dos nos llevábamos de maravilla la consideraba una hermana mas.

Dos semanas habían pasado había dormido con una enorme sonrisa al saber que al medio día tenía cita que había esperado con impaciencia, esta era para que me realizaran mi primer ultrasonido y poder ver por primera vez a mi bebé. Como cada mañana desde hace cerca de una semana me separe de Edward de manera brusca, pase sobre su cuerpo, corrí hasta el baño y me deshice de la cena de anoche, el espasmo era doloroso y las nauseas seguían ahí, pequeñas lagrimas bajaban por mis mejillas debido al esfuerzo, limpie mi boca, intente levantarme pero todo me dio vueltas

—Cuidado mi vida, ¿estas bien?— me había atrapado antes de caer

—Solo necesito lavarme los dientes y recostarme un poco y estaré como nueva— me sostuvo en lo que me lavaba los dientes y el rostro, me extendió la toalla para que secara el exceso de agua y después me tomo en brazos y me dejo con delicadeza sobre la cama

—Segura que estas bien, parece que este día fue más duro que los anteriores

—Si fueron más las nauseas pero estoy bien— le sonreí

—Me daré un baño rápido quiero que te mantengas recostado un momento mas

—Evan…

—Voy a despertarlo no te preocupes de nada amor— me beso y salió para despertar a nuestro pequeño, cerré los ojos y me quede dormida un poco más, los abrí al escuchar la puerta del baño abrirse, lo vi salir con una toalla envuelta en la cintura, lucia realmente sexy, me levante con cuidado

—Adonde crees que vas?

—Quiero darme una ducha para ir a desayunar, muero de hambre.

—No tardes, voy a revisar que Evan este desayunando— me dijo mientras terminaba de abotonarse la camisa

Me di una ducha rápida disfrutando la sensación del agua tibia, tenía razón al decir que había sido peor que otros días pero eso no me importaba soportaría eso y más por traer un pequeño a este mundo.

La verdad hoy no tenia juntas ni nada importante que realizar así que opte por algo casual o mejor dicho algo cómodo, un jeans una bonita blusa un saco a juego y unas bailarinas, me maquile y agarre mi cabello en una coleta floja de lado, baje a la cocina donde escuchaba la voz de Edward, Ángela y de mi hijo, mi esposo me sonrió al verme entrar, Ángela se levanto para acercarme mi desayuno, me senté junto a Edward no sin antes saludar a mi pequeño que me abrazo y me beso.

—Simplemente divina— me susurro yo solo me aparte de inmediato y el pareció extrañado ante mi reacción, como había olvidado algo esencial

—Ni te atrevas a besarme si tomaste café, no quiero salir corriendo al baño de nuevo

—Amor…

—Hablo en serio Cullen apártate, me estas revolviendo el estomago— coloque una mano en su pecho y gire mi rostro cubriendo mi nariz con la mano libre, el bufo y se marcho de la cocina

—No crees que fuiste un poco dura con él— me indico Ángela, asentí suspirando

—Pero en verdad que no soporto ese olor, terminaría vomitando de nuevo y ya suficiente tengo con hacerlo cuando me despierto— comencé a comer mi desayuno y agradecí el que Edward ya hubiera terminado, me sentiría culpable de que lo hubiera hecho irse sin terminar.

—Anda Enano a lavarse los dientes para irnos— me gire para ver a Edward que se acerco a mí y beso mi mejilla, ayudo a Evan a bajar de la silla y salió corriendo

—Lo siento no quise ser tan grosera pero…

—No te preocupes lo entiendo, lo olvide por un minuto y bebí café para despertar, estas en todo tu derecho de hacerme que me alejara no queremos otro incidente— me beso comprobé que ya no tenía el sabor a café sabia a menta

—Listo!— grito Evan entrando en la cocina, Edward lo levanto para que me besara, quedo de pasar por mí a la oficina y de ahí marcharnos a mi cita con Emily para ver por primera vez a nuestro bebé

En la oficina apenas me pude concentrar estaba sumamente ansiosa por lo que sucedería en menos de 3 horas, agradecía que no hubiera casi nada que hacer porque aunque lo hubiera no lo abría hecho por los nervios, a las 11 Edward llego y nos fuimos tranquilamente hasta el consultorio de mi amiga, debido al tráfico tardamos un poco más de media hora lo cual hasta cierto punto fue bastante bueno ya que no nos toco esperar tanto, note las miradas brillantes de las mujeres que estaban ahí, en su mayoría estaban por la misma razón que yo, mantenía mi mano entre la de Edward y mi cabeza en su hombro cada minuto estaba más nerviosa, y Edward lo noto porque comenzó a acariciar el dorso de mi mano con su pulgar y besar mi frente en repetidas ocasiones.

—Sra. Isabella Cullen— me levante, la enfermera me pidió que entrara a una habitación para que me cambiara, me coloque la bata que me había entregado, me indico que me sentara en una camilla que estaba junto al aparato de ultrasonido, le pedí que llamara a Edward y me sonrió saliendo y dejando entrar a mi esposo que acorto la distancia y me beso, no fue un beso que podemos denominar casto

—Buenas tardes— me separe sonrojada mi amiga solo me guiño un ojo y saludo

—Emily yo…

—Listos para ver a su bebé— corto mi frase restándole importancia lo cual agradecí ya que me permitió relajarme al saber que no se había molestado por encontramos en un beso como aquel

—Listos— me acomode con ayuda de Edward que se coloco a un lado mío sosteniendo mi mano, se llevo mi mano a sus labios para tranquilizarme.

—El gel está un poco frio— me aviso antes de colocar esa cosa viscosa en mi vientre, apreté la mano de Edward que sonrió y beso mi mejilla— el momento llego, veamos cómo esta ese pequeñín

Encendió el aparato y lo dirigió a mi vientre, me gire para ver el rostro de mi amiga y no me gusto ver que parecía algo contrariada, sentí el apartito moverse varias veces por el mismo sitio

—Que es lo que sucede?

—Tranquila, es solo…

Emily seguía revisando mas minuciosamente, es que había algo malo?, me gire para ver a Edward y me dijera que no era nada de qué preocuparme pero al contrario de lo que esperaba me encontré con que mantenía la vista fija en la pantalla, se giro levemente pude ver sus ojos vidriosos y la manera en que presionaba mi mano me estaba asustando

—Edward que tiene mi bebé— mi voz salió entrecortada, no podía pasarle nada a mi bebé, no ahora que lo habíamos conseguido, una lagrima bajo por mis mejillas, Edward se inclino su mejilla dio contra la mía mientras que sus labios estaban en mi oreja, solo sentía su respiración

—Solo escucha mi amor— susurro al momento de presionar mi mano y que un sollozo se escapara de mis labios—Todo está bien

Solo escuche un pequeño pitidito emitido por el aparato del ultrasonido, era un ruidito extraño, no era como el que recordaba de Evan, eso quería decir que había algo mal con mi bebé, tendría algún problema?

—Edward…— separe su rostro del mío y lo obligue a verme, estaba llorando al igual que yo, eso solo hacía que mi miedo se incrementara, él sabía de estas cosas y debía de saber que algo le pasaba a nuestro pequeño

—Escuchas eso— porque no dejaba de repetir eso, es que quería torturarme

—No se escucha como el corazoncito de Evan, dime qué le pasa a nuestro bebé— termine gritándole

—Tranquila Bella— pidió mi amiga, intente tranquilizarme pero seguía escuchando el mismo sonido irregular, intente apartar la mano de mi amiga que sostenía el aparatito sobre mi vientre, pero Edward me lo impidió.

—No le sucede nada cariño

—Entonces porque no se escucha como el de Evan, es un sonido irregular— tomo mi rostro entre sus manos, limpio mis lagrimas con sus pulgares y me beso dulcemente

—No se escucha como con Evan porque estamos esperando gemelos mi amor—abrí los ojos con sorpresa tenía que haber escuchado mal, había dicho gemelos?— el sonido que llamas irregular es el sonido de dos corazones, de los corazoncitos de nuestros dos bebes.


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