Un nuevo comienzo
Seguí la sugerencia de Carmen y me vestí con algo
más acorde al clima, un vestido veraniego por encima de la rodilla y finos
tirantes, después hice lo mismo con mi pequeña, un hermoso vestidito verde con
un bordado de florecitas en la parte inferior derecha y un sombrerito para
cubrirla del sol.
Cuando regrese al jardín había algunos hombres y
mujeres acomodando una pequeña carpa que sería el lugar donde se colocarían las
mesas y las sillas para el banquete. Carmen y Esme se acomodaron en una de las
sillas cerca de la piscina donde podían ver los avances, mientras que yo me
quede con Millie en el césped escuchando los comentarios de ambas mujeres.
—Hola. —levante mi rostro para encontrarme con
Irina, se acomodo junto a nosotras para comenzar a mimar a la pequeña
consentida. —Mamá esta emocionada como si fuera ella la que se va a casar.
—No tengo manera de agradecer que ustedes aceptaran
dejarnos que la boda sea aquí y que Carmen contratara todo de acuerdo a lo que
queríamos.
—Eres de la familia Bella, nosotros hacemos todo
por nuestra familia. —ambas dejamos escapar una pequeña carcajada al ver a
Carmen levantarse y gritar que acomodaran las mesas de manera diferente. —Te lo
dije, cree que es su boda.
Deje que Irina cuidara un poco de Millie mientras
yo me hacía cargo de los últimos arreglos. Junto con Esme escuchamos como
serian acomodadas las sillas y todo para la ceremonia que sería en la playa.
Me perdí mirando la playa e imaginando como seria
cada una de las cosas que me iban diciendo, no pude evita sonreír al saber que
al día siguiente lo descubriría, en menos de 24 horas estaría casada con
Edward.
Deje escapar un grito cuando un par de brazos me
alzaron, sentí miedo por la sorpresa, pero esta desapareció cuando reconocí la
voz femenina que lo reprendió.
—Déjala tonto. —mis pies tocaron el suelo
nuevamente y me gire para encontrarme con Jacob y Leah, detrás de ellos estaba
Sam y Emily.
—Pensé que llegarían junto con Emmett.
—El está dentro con el tío de tu futuro esposo.
—abrace a Lean y después a Emily.
—Y no hay uno para mí. —me lance a los brazos de
Sam y después a los de Jake que me recibió gustoso.
—Aun no puedo creer que no nos dijeras que tu
relación con Cullen era tan seria. — gruño Jake.
—Solo sucedió. —me encogí de hombros.
— ¿Eres feliz? —pregunto Sam sonriendo, era como si
supiera la verdad y solo intentara estar seguro.
—Como no lo era en mucho tiempo, el me ha dado más
de lo merezco. —con un movimiento de cabeza le señale donde estaba Irina
jugando con Millie, que no dejaba de mover sus extremidades ante la risa de
Irina.
—La bebé es…
—Es hija de Edward—lleve mi mano a mi cabello. — la
mamá de la pequeña la dejo como si se tratara de algo sin importancia, y yo me
he encariñado mucho con ella, creo que es lo más cercano que tendré de vivir la
maternidad.
—Disfrútala al máximo. —me abrazo Leah.
Las chicas se fueron junto a Irina para conocer a
mi pequeñita, cruce los brazos contra mi pecho al verme sola con mis dos amigos,
se lanzaban miradas pero ninguno decía nada.
—Van a decir algo o se quedaran ahí solo mirándose.
—Es solo que aun no puedo creer que te vayas a
casar de nuevo, me alegro de ver que ese hombre te haga feliz.
—Su nombre es…—me detuve al ver que se acercaba,
sonreí extendiendo mi mano que el tomo. —Chicos él es Edward.
Los vi evaluarlo con la mirada lo que me hizo
sentir furiosa pero un suave apretón de Edward me hizo tranquilizarme, sus
labios se posaron en mi sien haciéndome cerrar los ojos.
—Ve con a ver que nuestra pequeña siga completa.
—iba a protestar pero los tres pares de ojos que estaban puestos en mi. Me
levante de puntillas y roce la mejilla de Edward antes de ir junto a las chicas
que estaban encantadas con mi pequeña.
EPOV
Después de dejar las cosas de Bella en su
habitación, me había marchado a la que seria mía por esa noche y no pude
reprimir la punzada de dolor al saber que no dormiría con ella, pero solo seria
esta noche y pronto no nos tendríamos que separar.
Me cambie y regresamos a Atenas donde tenía que
arreglar un par de detalles para la boda y de ahí al aeropuerto donde pasaría
por Emmett y un par de amigos más de Bella. El vuelo se había adelantado un par
de minutos así que cuando llegamos los encontramos en la sala de espera, Emmett
se notaba a distancia y me acerque a él quien sonrió, le presente a Eleazar y
el nos presento a sus amigos y las novias de estos. Los chicos no dejaban de
lanzarme miradas evaluadoras y estrecharon mi mano con más fuerza de la
necesaria, era como si estuvieran dejándome claro que poseían la fuerza para
darme una paliza si le hacía algo a Bella, en otra ocasión me hubiera molestado
de la actitud de estos dos hombre pero sabía que lo hacían por que tenían
conocimiento de todo lo que Bella había sufrido y no querían que la historia se
volviera a repetir, ellos solo cuidaban a su amiga.
Las chicas iban encantadas en el trayecto en barco
y Emmett gritaba al conductor que fuera más rápido por lo que llegamos solo un
par de minutos antes al muelle, desde ahí se podía apreciar la carpa que se
había levantado en el jardín y eso me hizo sentir emocionado, cada vez faltaba
menos para hacer a Bella mi esposa.
Al llegar ya dos chicas de servicio esperaban para
llevar a nuestros invitados a sus habitaciones, me perdí mirando por la ventana
a la hermosa figura de mi futura esposa, ella estaba perdida observando el mar,
mientras que la brisa jugaba suavemente con su vestido y sus cabellos castaños.
Era la mujer más hermosa y sería completamente mía, era una lástima que una mujer
tan hermosa, cálida y tierna no pudiera quedar embarazada, la vida la había
tratado un poco mal pero eso había terminado yo estaba dispuesto a hacer todo
lo que estuviera en mis manos para evitar el mas mínimo sufrimiento de su
parte.
Vi al chico moreno que recordaba como Jacob,
dirigirse sigilosamente hacia Bella y tomarla en brazos logrando asustarla,
ella sonrió complacida saludando a las chicas y después de lanzo a los brazos
de sus amigos.
—Todos quieren a Bella. —escuche la voz de Emmett
detrás de mí.
—Es imposible que no la lleguen a querer, solo la
vi una vez y puedo decir que ella emana una calidez reconfortante. —sonreí
agradecido a las palabras de mi tío. —Ambos pasaron por situaciones duras, pero
el destino los coloco en el camino del otro en el momento indicado y lo mejor
es que ambos decidieron tomar la segunda oportunidad que les brindo.
—Es una chica fuerte, pero nunca debes de olvidar
que detrás de esa mascara esta una mujer frágil. —Emmett presiono mi hombro con
una de sus enormes manos. — Y si me entero de que le haces daño te partiré la
cara Cullen.
Mi tío se echo a reír, pero yo supe que las
palabras de mi amigo eran ciertas.
—No tienes de que preocuparte, jamás lastimaría a
Bella y si me disculpan creo que iré con ella.
Estaba hablado solo con los chicos mientras que sus
novias ya estaban bajo el efecto Millie. nuestros ojos se encontraron, me
sonrió y extendió una de sus manos para que la tomara, en un par de zancadas
estuve junto a ella, pasando uno de mis brazos por su cintura y besando su
sien, me presento a sus amigos, de los cuales recibí una nueva mirada que no
paso desapercibida por mi ángel, así que le pedí que fuera con las demás para
permitirme hablar con ellos, iba a protestar pero basto una mirada de mi parte,
como de sus amigos para que accediera, me dio un beso en la mejilla y nos dejo
solos.
—Creo que estas al tanto de que Bella es hija
única. —asentí ante las palabras de Sam
—Pero eso no implica que no tenga quien se preocupe
por ella, para nosotros Bella es nuestra hermana pequeña.
—Supongo que es su manera de decirme que si hago
algo indebido ustedes estarían más que complacidos de partirme la cara.
—Veo que ya nos entendemos. —sonrió Jacob de manera
petulante.
—Les aseguro que Bella estará en perfectas condiciones.
—lleve una de mis manos a mi cabello. — sé lo que vivió al lado de Demetri y yo
no intentado dañarla, jamás podría hacerle daño a una mujer como ella.
—Entenderás que tengamos nuestras dudas.
—Están en todo su derecho de verme como el enemigo
y portarse de manera algo altanera conmigo, pero solo les pido que me conozcan
y vean con sus propios ojos lo que estoy dispuesto a dar por Bella, ella es muy
importante para mí y solo busco su bienestar es por eso que les pediré que
intentemos llevar la fiesta tranquila que Bella no note su escepticismo hacia
mí. No arruinemos un día importante para ella. —les pedí notando de inmediato
como su mirada viajaba a Bella que se adentraba en la casa con Millie en
brazos, ambas no paraban de reír.
—Apenas hace unos meses que se conocen y ya están a
punto de casarse, no crees que es precipitado. —inquirió Sam y parecía que era
pregunta que había querido hacer desde un principio.
—Puede que lo sea, pero la verdad es que Bella se
ha convertido en parte fundamental en mi vida y en la de mi hija.
—Te casas con ella por lo que ha hecho por ustedes.
—gruño Jacob apretando los puños.
—No sería tan ruin para utilizarla solo por eso,
hay un sentimiento bastante fuerte entre ambos, yo la amo, al igual que se que
ella lo hace.
— ¿Y que hay de tu ex esposa? —y ahí estaba la
pregunta del millón.
—Victoria no fue lo que creía, pensé que lo que
sentía por ella era amor pero no lo fue. Comprendí que lo nuestro no era algo
tan fuerte cuando ella nos dejo, ella amaba mas su carrera que a Millie, no le
importo dejarla.
— ¿Y como estas seguro de que lo que sientes por
Bella es amor y no solo otra falsa creencia? —levante la vista al cielo.
—Lo que siento por Bella es muy intenso, hay
sensaciones que no conocía hasta que Bella entro en mi vida. Es difícil de
describir, pero estoy seguro de lo que siento.
—Bella parece más feliz de lo que la había visto en
mucho tiempo y eso debo de agradecértelo, pero no olvides que nosotros seremos
su sombra a la mas mínima señal de dolor de Bells acudiremos.
—Espero que tú no arruines las cosas y sepas lo que
tienes en tus manos.
—Sé lo que tengo en mis manos y lo protegeré con mi
vida. —ambos resoplaron t palmearon mi espalda para dirigirse donde estaban sus
novias, al fin pude respirar tranquilo, esto había sido como si ambos fueran
los padres de Bella, era difícil lidiar con uno y yo me había enfrentado a dos.
Parecía que la plática surgió efecto ya que ambos
hombres habían dejado de lado sus semblantes altaneros y ahora parecían
verdaderamente relajados, poco después de la hora de la comida llegaron mi
padre, la duende con Jasper y Rosalie, y por supuesto la madre de Bella junto
con su padrastro.
Bella se vio envuelta en abrazos y después fui yo
el que siguió, el rostro de Bella resplandecía y sonreía de manera nerviosa, mi
hermana se acerco a ella y la abrazo para después mostrarle a Joshua que seguía
dormido en sus brazos.
La hora de la cena llego y yo esperaba impaciente a
mi futura esposa que estaba en manos de su rubia amiga y mi hermana, la vi
llegar con un vestido verde por encima de la rodilla(esta en mi perfil),
finamente maquillada y con el cabello acomodado hacia la izquierda, me acerque
a ella para envolverla en mis brazos y rozar sus labios.
—No acapares toda su atención. —protesto Emmett
logrando que todos rieran.
—Luces hermosa. —ella se sonrojo a agradeció
suavemente.
Disfrutamos de la compañía de todos, intentamos
mantenernos juntos el mayor tiempo posible, pero hubo momentos en los que fue
robada de mis brazos y capturada en las garras de la duende. Se acerco a mi
poco antes de la cena para decir que llevaría a Millie a la cama ya que se
había quedado dormida en los brazos de Renee, asentí y la vi salir junto con
Alice que al parecer también dejaría a Joshua junto a mi hija.
La cena fue exquisita, acompañada de un buen vino y
de las ocurrencias de Emmett y para mi sorpresa Jasper se unió al grandulón que
parecía disfrutar de no ser el único en poner un poco de humor en el ambiente.
La hora de marcharnos a la cama llego y ese fue el momento más difícil, me
acerque a Bella que me abrazo y nos fundimos en un beso.
—Déjala respirar. —sentí el puño de mi hermana.
—Solo me despido de ella, ya que no nos dejaran
dormir en la misma habitación. —le recordé.
—Es la tradición y mañana no la veras hasta la hora
de la ceremonia. —me dio unas palmaditas en el hombro tomo la mano de Bella y
la aparto de mi.
Me quede hasta tarde bebiendo con los chicos y pude
conocer un poco mejor el carácter de los "hermanos" de Bella, eran
chicos agradables y muy divertidos, comenzamos a hablar de nuestro trabajo y
terminamos riendo y contando las anécdotas más embarazosas de la universidad,
era como nos conociéramos de toda la vida. Nos marchamos a nuestra habitación
cuando mi madre y Carmen nos enviaron a ellas, ya que al día siguiente
tendríamos cosas que hacer. Solo un par de horas y estaría junto con Bella.
BVOP
Fui despertada por los sollozos de mi pequeñita
quien había dormido junto a mí, el tenerla cerca es lo que me había hecho poder
dormir un poco más tranquila aun con la falta del calor de Edward. Hoy era el
día en que mi vida cambiaria nuevamente, esta vez era de la manera que siempre
había esperado.
Me levante y fui por las cosas para cambiar a mi
pequeña que estaba segura solo estaba mojada y ya se acerca la hora de su
primera toma. Fue cambiándola como me encontraron mis amigas en compañía de mi
madre.
—Nosotras queríamos despertarte. —anuncio Rosalie.
—Alguien les gano— acaricie mi nariz contra la de
mi bebé que emitió una dulce risita y dejo sus manitas en mi rostro.
—Nosotras nos haremos cargo de esta princesita ya
que debes de arreglarte. —hice un mohín se separarme de mi bebé que al parecer
comprendió que la idea no me gustaba porque dejo de reír.
—Pero si están sincronizadas. —se burlo Alice.
— ¿Es necesario? —me levante tomando en mis brazos
a mi pequeña dejando que acomodara s cabecita en mi hombro por unos segundos y
después de enderezara.
—Ambas tienen que estar listas para la boda, esta
pequeñita tiene un vestidito hermoso esperándoles. —anuncio Rosalie con
emoción. —se que habías comprado uno, pero yo le diseñe uno exclusivamente para
ella. ¿Crees que lo pueda llevar?
—Por supuesto que sí. —abrace a mi amiga y ella
aprovecho para sacar a Millie de mis brazos, amenazo con llorar pero
rápidamente fue tranquilizada cuando mi amiga comenzó a hacerle gestos.
—Entra a darte una ducha, cuando salgas el desayuno
estará en la terraza y a las 10 el estilista estará aquí para arreglarte.
—suspire asintiendo.
—Yo junto con Esme nos aremos cargo de que las
flores los arreglos de mesa. —me aviso mi mamá.
—Me siento avergonzada porque no he hecho casi nada
en la organización de mi boda, se que con Edward dimos una idea pero ha sido
Carmen en conjunto con Esme y contigo que hicieron todo esto. —me deje caer
sobre la cama.
—Lo hicimos porque lo queríamos, además es algo
sencillo y no podíamos arriesgarnos a que tu nombre o el de Edward apareciera
en alguno de los contratos, es por eso que nosotros nos hicimos cargo de todo.
—mi madre me beso en la frente. — ahora mueve ese trasero y metete debajo de la
ducha cuando regrese te quiero encontrar lista para desayunar.
Me relaje con el agua cayendo sobre mi cuerpo, deje
que el tiempo transcurriera sin pensar en nada más que la boda y que Edward
estaría esperando por mí. Salí envuelta en una bata y secando el pelo con una
toalla, cuando mi teléfono comenzó a sonar, y mi corazón comenzó a latir de
prisa.
—Hola. —salude sin poder ocultar mi emoción.
— ¿Que tal dormiste? —pregunto en un susurro.
—Bien con Millie junto a mí, pero te extrañe.
—suspire.
—Yo también te eche de menos, al menos sentía que
escucharte y saber que no habías huido de la isla por la noche.
—No podría hacer algo como eso, ¿Por qué hablas en
susurros?
—Porque se supone que no debía de hablarte pero
aproveche que todos están… —se quedo en silencio y escuche la estruendosa voz
de Emmett, "lo encontré debajo de la cama hablando con Bella", solté
una carcajada y le dije que lo amaba para después dejar el teléfono de lado y
salir a la terraza.
Veía a varias personas andar de un lado a otro, en
la playa se alcanzaba a ver como estaba tomando forma el lugar donde se
llevaría a cabo la ceremonia.
Desayune junto con las chicas Rosalie se encargo de
contar de uno de mis tantos accidentes según ella para intentar aligerar el
ambiente. Alice estaba riendo a más no poder y seguía insistiendo que no podía
ser posible que a mí me ocurrieran tantas cosas tan embarazosas.
A las 10 en punto el estilista entro en mi
habitación en compañía de Esme, le mostraron mi vestido y sostuve la
respiración esperando escuchar algún comentario reprobatorio de las chicas.
—Cuando dijiste que era corto no me gusto la idea
pero ahora que lo veo es original y no cabe la menor duda que te veras bien.
—hablo Rose que analizaba el vestido. —el encaje es suave lo
que indica que es de muy buena clase.
—Yo también opino que original, si me permites
opinar creo que el cabello suelto remarcando sus ondas naturales te hará lucir
simplemente magnifica. — sonreí ante la idea de Alice.
Me deje arreglar por el hombre que rápidamente
extendió todos sus instrumentos de trabajo sobre el tocar y comenzó a trabajar,
las chicas desaparecieron para ver que los chicos ya estuvieran arreglándose y
Alice prometió ir a ver a Edward.
Al medio día al fin me dejaron mirarme en el espejo
y quede maravillada con mi reflejo, el maquillaje era muy natural, el cabello
caí en cascada sobre mi espalda finalizando en unos hermosos rulos, había
acomodado el cabello de ambos lados de mi rostro con horquillas para que no se
vinieran a mi rostro y finalmente coloco una tiara que Esme en conjunto con mi
madre me habían regalado.
Cuando pregunto si me gustaba solo pude asentir con
una enorme sonrisa en mi rostro, ni en mis sueños hubiera imaginado algo tan
perfecto. Se despidió y me dejo de nuevo sola a solo unos minutos del gran
momento.
—Te ves muy hermosa. —mi madre me dio un beso en la
mejilla y me ayudo a ponerme en el vestido seguido de las zapatillas. Mis manos
temblaban cuando intentaba ponerme los pendientes.
—Maravillosa, Luka logro hacerte ver aun más linda
de lo que eres. —agradecí el cumplido de Carmen.
Las chicas junto con Esme irrumpieron en mi
habitación justo a diez minutos de la ceremonia, me sentí abrumada con tantos
cumplidos pero solo quería salir y ver a Edward, era el único que podía calmar
mi ansiedad.
— ¿Y Millie? —pregunte al no verla en brazos de
ninguna de las mujeres en esa habitación.
—Fue la encargada de mantener tranquilo a su papá.
—se burlo Alice de su hermano. —Estaba más nervioso que tu, y parece que la
pequeñita lo tranquilizo.
Una de las chicas de servicio nos anuncio que el
juez había llegado y que ya todos nos estaban esperando, en sé momento mi
corazón comenzó a latir de manera acelerada y tenía ganas de llorar pero las
reprimí por temor a arruinar mi maquillaje.
Como mis damas de honor serian Alice, Rose y mi
amiga Tanya quien al parecer no había llegado, pero ella me había advertido que
por su agenda le sería un poco complicado pero que lo intentaría.
—Respira profundamente antes de que te de algo.
—pidió Rose abanicándome con la mano.
—Estoy bien, es solo que…
—Olvídate de lo que sucedió la vez anterior, el que
te estará esperando al final del camino es Edward. —asentí abrazándola.
— ¡Bella! —me gire para ver a mi amiga correr con
las zapatillas en la mano y tropezar pero sin llegar a caer. — casi me voy de
boca contra la arena.
—Llegaste. —di pequeños saltos de alegría.
—Dije que lo intentaría y aquí me tienes, tuve que
volar justo cuando se termino la sesión de fotos en Alemania y me cambie en el
pasillo. —se sostuvo de Rose para colocarse sus zapatillas y después abrazarme
de manera cálida. — Luces preciosa.
Presente a Alice y Tanya, ambas se dedicaron una
amplia sonrisa e intercambiaron un par de halagos.
—Creo que llego el momento. —tome una enorme
bocanada de aire y asentí, dándoles la indicación de que ya podíamos comenzar.
Las chicas fueron primero y el quedarme sola me
lleno de pavor, solo rogaba el poder llegar junto a Edward sin caerme a mitad
del pasillo, pequeñas notas se escucharon y yo comencé a caminar por el pasillo
que parecía crecer a cada paso, evite mirar a ambos lados concentrándome en
respirar y cuando vi quien me esperaba al final una sonrisa se apodero de mi
rostro y todo a mi alrededor desapareció, extendió su mano cuando estuve cerca
y la tome sintiéndome completa y mi corazón saltar de emoción.
La voz del juez era lejana yo estaba perdida en la
mirada de Edward que me veía con devoción pero sobre todo amor. Firmamos el
acta y también nuestros testigos y finalmente sentí como deslizaba la alianza
en mi dedo acto que después seguí yo y sonreímos al escuchar que estábamos
casados, al fin éramos uno.
Una ola de aplausos y ovaciones se escucharon, me
envolvió en sus brazos pegando nuestros rostros mientras escuchaba algún clic
de alguna cámara.
—Bésame. —le pedí en voz suave.
Mis labios se encontraron con los suyos, estaban en
el lugar que pertenecían, envolví mis brazos en su cuello y sentí que apretaba
su agarre en mi cintura y me levantaba del suelo, doble mis rodillas
disfrutando de la sensación.
—Se van a ahogar. —ambos reímos al escuchar la voz
atronadora de Emmett, me separe de Edward justo para ver el momento en que
Rosalie le daba un golpe en la cabeza y el la tomaba de la cintura.
—La amo Sra. Cullen. — roce sus labios nuevamente y
volví a pisar sobre mis pies.
—Un par de fotos. —pidió Alice que estaba al lado
de un fotógrafo que habían contratado, me ruborice pero acepte que nos tomaran
unas cuantas, en la primera fila estaba Esme junto Carlisle y mi madre, pero me
enterneció ver a mi pequeña que llevaba un hermoso vertidito blanco con un
listón que atravesaba su pechito y terminar en un moño, era sin manga y tenia
pequeños bordados en la parte inferior, a juego con un sombrerito que adornaba
su cabecita.
—Se ve preciosa. —se la señale a Edward.
—La mamá también se ve preciosa. —beso frente y me
presiono en sus brazos.
La mirada de Millie se cruzo con la mía y esta vez
no solo me sonrió si no que me tendió sus bracitos esperando que la tomara en
los míos y al ver que no me acercaba se lanzo a llorar. Esme que comprendió
cual era el problema me la llevo y la dejo en mis brazos, donde de inmediato se
tranquilizo.
—Veo que alguien tiene serios problemas con estar
lejos de mamá. —le dijo Edward limpiando sus mejillas.
Dejamos que nos tomaran un par de fotografías más
con nuestra pequeña y después fuimos hasta la carpa donde ya estaban todos
esperando por nosotros, Rose tomo a Millie de mis brazos para que pudiéramos
bailar nuestra primera pieza.
Nos colocamos en la mitad de la pista improvisada y
con solo escuchar las primeras notas comprendí de que canción se trataba,
oculte mi rostro en su pecho, apretando su mano y pegando mas mi cuerpo a él.
Me erizo la piel cuando él comenzó a cantar en mi oído la hermosa letra.
Tu lugar es a mi lado,
Hasta que lo quiera Dios,
Hoy sabrán cuanto te amo
Cuando por fin seamos dos
Yo nunca estuve tan seguro
De amar así sin condición
Mirándote mi amor te juro,
Cuidar por siempre nuestra unión
Nuestros cuerpos estaban completamente unidos, el
roce de nuestra ropa combinado con su voz al cantarme en el oído y su
respiración golpear mi cuello, me estaban acelerando el pulso y la respiración.
Hoy te prometo amor eterno
Ser para siempre, tú y yo en el bien y en el mal
Hoy te demuestro cuanto te quiero
Amándote hasta mi final
Dejo descansar su frente contra la mía obligándome
a abrir los ojos y sentir mis ojos humedecerse con cada una de las siguientes
palabras de la canción.
Lo mejor que me ha pasado
Fue verte por primera vez
Y estar así de mano en mano
Es lo que amor, siempre soñé
Hoy te prometo amor eterno
Ser para siempre, tú y yo en el bien y en el mal
Y hoy te demuestro cuanto te quiero
Amándote hasta mi final
Nuevamente todo a nuestro alrededor había desaparecido
y solo existíamos los dos, sus labios rozaban los míos con cada palabra que
seguía saliendo de su boca, deje escapar un suspiro y me uní a él repitiendo
las líneas de la melodía que aun nos envolvía.
Hoy te prometo amor eterno
Ser para siempre, tú y yo en el bien y en el mal
Hoy te demuestro cuanto te quiero
Amándote hasta mi final
Hoy te prometo amor eterno
Amándote hasta mi final
Al final de la canción me había hecho girar y en
seguida volvió a apretar su agarre para estrellas sus labios sobre los míos que
lo recibieron con atenta devoción, acune su rostro hasta que recordé donde
estábamos, me sonroje y oculte mi rostro en su pecho intentando tranquilizar mi
respiración.
Ese pequeño incidente no paso desapercibido por
nadie, nuestros padre solo sonrieron con alegría, por otra parte el rostro de
Emmett se mostraba que estaba dispuesto a comenzar a burlarse.
—puedes decir lo que quieras Emmett, pero este día
no conseguirás hacerme enfadar. —le di un beso en la mejilla para ir por mi
pequeña que seguía en el regazo de Rose.
Entre los invitados también me encontré con el
amigo de Edward y su novia, algunos hombres que no conocía y que resultaron ser
primos y tíos de mí ahora esposo. Tanya iba en compañía de su actual novio Alec
quien era hijo de uno de los dueños de una revista de fama internacional, pero
no por eso ella había obtenido tantas portadas, su relación no influía en el
trabajo.
Baile con mis amigos que no paraban de halagarme y
desearme lo mejor, así como también no paraban de recordarme que no dudara en
llamarlos cuando los necesitara. No podía más que agradecer su preocupación,
pero sabía que no sería necesario, Edward me cuidaría.
Estaba terminando de bailar con Jasper cuando vi a
Edward sentado y sosteniendo a Millie de ambos lados de su cuerpo dejando que
las piernitas de Millie tocaran el suelo y ella comenzara a impulsarse para
saltar lo que parecía tenerlo fascinado.
—Crece rápido.
—Para mi sigue siendo pequeña. —me apoye en mi
amigo, sin dejar de ver a mis dos amores.
— ¿Ya tiene 7 meses?
—No, acaba de cumplir los 6 meses. —lo corregí.
—Joshua apenas tiene el mes y siento que ha crecido
mucho.
—Recuerdas cuando nos juntábamos después de clases
y hablábamos de nuestro futuro, ninguno acertó a lo que esperaba, pero aunque
hubo momentos delicados ahora son tiempos mejores.
—Estoy feliz de ver lo bien que estas con Edward,
ambos se complementan. —asentí dándole un beso en la mejilla cuando la canción
termino, el fue junto a Alice que tenia a Joshua en sus brazos y yo fui junto a
Edward que alentaba a Millie a que saltara.
—Alguien tiene complejo de ranita. —mire ceñuda a
Emmett por llamar ranita a mi princesa. —Que mal caracter. Pero tengo que
admitir que es la ranita mas encantadora que he conocido.
—No la llames ranita. —le golpee el brazo ante la
risa de Edward, me incline y tome a mi bebita en brazos. — vamos por nuestra
comida.
Alimente a Millie y después nos vimos envueltas en
los brazos de Edward para bailar con él, ya que en sus palabras quería bailar
con sus dos mujeres favoritas. Dejamos que mi madre se encargara de hacer que
Millie durmiera la siesta en lo que ambos seguíamos disfrutando de la fiesta,
le presente a Tanya que era a la única que me hacía falta, pero me sorprendí al
ver ya se conocían.
Ambos se quedaron en silencio y supe que era por
Victoria, cuando les pregunte ambos asintieron.
Cuando estuve de nueva cuenta solas con mi amiga
ella me explico que lo había conocido en uno de los desfiles que había
compartido con Victoria y que aun seguía sin entender como Edward la había
soportado por tanto tiempo, que tenía un par de semanas que la había visto y
estaba terminando con su carrera, que estaba saliendo de fiestas arruinando su
imagen y se había visto enredada en algunos chisme con varios hombres del medio
con los que ella supuestamente se había acostado para obtener alguna portada o
una campaña publicitaria, pero que nadie se quería arriesgar por malos pasos en
los que estaba en este momento, nadie quería manchar la imagen por una modelo
descontrolada.
Esa mujer había abandonado a su hija por una
carrera que se estaba desmoronando, pero ella había elegido y tenía que
enfrentarse a sus decisiones.
Las chicas me empujaron lejos del bullicio de la
fiesta y me llevaron a mi habitación donde me obligaron a cambiarme ya que iba
a pasar la noche fuera con Edward en Atenas.
—Deben de estar bromeando no podemos irnos de
"luna de miel".
— ¿Por qué no? —cuestión Rose.
—¿Que hay de Millie.?
—Millie tiene brazos de sobra, están sus abuelitas
y muchas tías dispuestas a cuidarlas, además solo será esta noche ya que Edward
sabía que no te querrías separar de tu pequeña consentida. —resignada me
termine de cambiar y cuando salí vi que Tanya salía con una bolsa lo que debía
de ser mi ropa y un frio recorrió mi cuerpo.
—Díganme que no fueron ustedes quienes hicieron la
bolsa. —todas asintieron con una sonrisa.
— ¿Qué tan malo puede ser? —pregunto Alice
sonriendo como si de verdad no fuera tan malo cuando de verdad era algo malo,
no sabía que podía esperar de todas juntas.
Edward llegó por mí a la habitación y antes de
bajar fuimos a la habitación de Alice donde junto a Joshua dormía nuestra
pequeñita, le dimos un beso y prometimos regresar al día siguiente temprano
para estar con ella. Entrelace mis dedos con los de Edward y al final de la
escalera vi a nuestra familia que se despedían de nosotros y pedían que no nos
preocupáramos por Millie que ella tenía quienes la cuidaran.
Con ayuda de Edward subí a la pequeña embarcación,
el trayecto fue relajante, Edward mantenía su brazo sobre mis hombros y sus
labios continuamente chocaban contra mi sien y susurraba palabras de amor al
oído. Cuando llegamos ya nos esperaba un auto que nos llevo a uno de los
hoteles más lujosos de la ciudad mis protestas fueron detenidas por los labios
de Edward que me obligo a salir del auto y entrar al hotel para registrarnos y
después ir a nuestra habitación.
La suite era amplia y tenía una hermosa vista de la
ciudad, el hombre con nuestras bolsas las dejo en la recamara y se marcho
dejándonos completamente solos.
A mis espaldas escuche el tintineo de un par de
copas y sonido del corcho cuando abrió la botella, me gire para verlo servir
dos copas.
— ¿te gusta? —asentí tomando una de las copas de
sus manos.
—Al fin estamos casados, aun parece un sueño.
—sonrió de lado y rozo mis labios.
—No es un sueño, eres mía completamente. —Choco su
copa contra la mía—Por nosotros.
—Por nosotros. —repetí bebiendo el contenido. — iré
a cambiarme.
—No tardes. —me sonroje con su mirada.
Abrí la bolsa y me encontré con un par de prendas
que dejaban muy poco a la imaginación, al menos se habían tomado la gentileza
de dejarme elegir entre varios camisones que al final de cuentas no cubrían
nada, pero como si fueran a durar mucho.
Me sentí algo osada así que opte por uno pequeño
negro que se abrochaba por delante, me desvestí y coloque el camisón o mejor
dio las pequeñas prendas y me mire al espejo para ver que lucía bien, el negro
contrastaba con mi piel, un golpeteo en la puerta me hizo saltar.
—Cariño, regreso en un segundo. —solo pude aceptar
y escuche cuando se marchaba. Rápidamente acomode mi cabello y me observe en
diferentes ángulos sintiéndome satisfecha.
Me sentía nerviosa porque a él no le gustara la
elección que había hecho, pero todo se esfumo al escuchar la puerta abrir y
cerrarse, me acomode en la cama justo cuando él iba a entrar, levante mi mirada
y me encontré con la suya mirándome fijamente, me incomodo un poco porque no
decía una sola palabra.
—Me has dejado sin palabras. —se acerco hasta
llegar al extremo de la cama, me acerque sin apartar la mirada de él y notar
como momentáneamente sus ojos dejaban los míos para observar otras partes de mi
cuerpo.
— ¿Te gusta? — deslice uno de mis dedos por mi
garganta pasando por entre mis senos hasta llegar a la unión de mi camisón,
murmuro algo por lo bajo haciéndome enarcar una ceja.
—¿Te das cuenta de lo que estas provocando en mi?—su voz salió gruesa por la excitación.
—Solo fue una pregunta amor. —coloque mis manos
sobre su pecho y subí lentamente notándolo tensarse.
Se inclino y capturo mis labios de una manera
violenta pero sin hacerme daño, sus manos acariciaron un poco mi cuerpo y
después deje de sentirlas y note que había comenzados a desvestirse.
—Déjame hacerlo. —le pedí sosteniendo sus manos y
retirándolas de los botones de su camisa, conforme abría un botón dejaba un
beso en la piel desnuda que aparecía frente a mí, cuando llegue cerca de su
ombligo lo escuche gemir arrancando un sonrisa de satisfacción, subí mis manos
acariciando su abdomen, rozando sus pezones hasta sus hombros y de ahí por sus
brazos hasta quitarla de su cuerpo.
Intento besarme nuevamente pero se lo impedí
colocando una mano en mis labios y negando con la cabeza. Bese la base de su
cuello dejando que mis manos hicieran ceder el botón de su pantalón y seguir
con la cremallera logrando que gimiera ante mi tacto.
—Bella…—hundí suavemente mis dientes sin lastimarlo
en donde lo estaba besando logrando que gimiera aun mas fuerte. —Estas jugando
con fuego mi amor.
— ¿en serio? —lo mire de manera divertida, rozando
su erección con mi mano.
Grite ante la sorpresa cuando e abalanzo sobre mi
atrapándome bajo su cuerpo y sosteniendo mis manos a los lados de mi cabeza.
—Creo que llego mi turno de jugar. — su lengua
delineo mis labios que se entreabrieron pero él los ignoro y bajo a mi cuello,
dejo un camino de besos hasta llega a la sensible piel entre mis senos que me
hizo removerme, aflojo su agarre de mis muñecas acariciando mis brazos hasta
llegar a mis costados.
Beso el contorno de mis senos sin tocar la punta
que ansiaba un poco de su atención, el que sus labios estuvieran tan cerca
evocaba recuerdos de veces anteriores donde su boca de adueñaba de las puntas
rosadas que habían endurecido, acaricio mi abdomen hasta llegar debajo de mis
senos, desato el pequeño cordoncito dejándome al descubierto.
—Eres tan perfecta. —con el dorso de su mano
acaricio las puntas endurecida haciéndome dar un respingo. Arquee mi espalda y
gemí cuando sus labios aprisionaron uno de los pezones, hundí mis manos en su cabello
y continuaba jadeando ante sus caricias, succiono suavemente ganándose un
gemido con su nombre, que lo incito a seguir en su tarea, dejo en el que estaba
para darle atención al otro logrando el mismo efecto en mi.
Su mano viajo hacia el sur tocando la pequeña
prenda que cubría el centro de mi femineidad logrando un nuevo movimiento de mi
cuerpo que pedía mas de sus atenciones, levante su rostro para poder besarlo
con la pasión y desesperación de ese momento, su lengua entro en mi boca sin
pedir permiso y fue acogida por la mía, nuestros jadeos eran muy altos y
nuestros cuerpos se movían en una perfecta sincronía, pero ambos seguíamos
portando ciertas prendas que impedían nuestra unión.
Se levanto para retirar la prenda de mi cuerpo que
le impedía tener completo acceso, solo escuche la tela rasgándose pero no me
importo, yo lo ayude a quitarse el pantalón junto con el bóxer y liberarlo, me
quite la parte superior del camisón lanzándola fuera de la cama.
—Cuando te lo propones eres increíblemente seductora
e irresistible. —gruño rozando nuestros sexos logrando que gimiera y me
acomodara para darle mayor acceso. Se acomodo sobre mi me beso con pasión y
gemí en sus labios y me sostuve de sus hombros al sentir como se adentraba
lentamente en mi, logrando enviar señales a todo mi cuerpo que se contraía,
rompí el beso arqueando mi espalda y dejando caer mi cabeza hacia estar al
momento que comenzó a moverse.
Solo podía gemir y decir su nombre, cada vez más
alto y con más dificultad, la respiración era acelerado y errático. Capturo
nuevamente mis labios cuando mis gemidos se volvieron bastante fuertes, me
aferre a el cual sentí la intensidad del orgasmo golpear mi cuerpo.
Él se dejo caer sobre su espalda dejándome sobre
él. —inclínate hacia mí. —pidió a lo que yo obedecí para permitirle moverse aun
mas rápido y llegar a la cima en un gruñido que jamás había escuchado. Me quede
tendida sobre él hasta que al fin mis extremidades y mi cuerpo reaccionaron ya
que los sentía como gelatina. Me deje caer junto a él boca abajo.
— ¿Cansada Sra. Cullen? —gire mi rostro hacia él y
deje mi mano en donde sentía su corazón latir.
—Solo un poco, dame unos minutos y me recupero. —
sonrió cubriéndonos a ambos con las sabanas y obligándome a recostarme sobre su
pecho. —Edward…
—Dime amor. —me pegue mas a él cuando comenzó a
acariciar mi pie desnuda.
—Gracias. —murmure besando su pecho que era lo más
cercano.
— ¿Por qué agradeces pequeña?
—Por quererme y aceptarme como soy. —suspire
dejando que el sueño me invadiera.
—Eres perfecta mi amor. —sonreí ante sus palabras.
—ahora duerme un poco que aun nos queda una larga noche que disfrutar.
Deje escapar una risita ante sus palabras, eran una
promesa de que esta noche aun no había terminado y que aun había más que
disfrutar, era el comienzo de nuestra vida juntos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario