Protegiendo a un playboy: Capítulo 15



Hora de la verdad


En fracción de segundos hubo un par de disparos mas, tome la mano de Edward y lo empuje hacia la sala y lo obligue a mantenerse oculto entre las sombras.

—Be…—cubrí su boca con una de mis manos.


—Tienes que salir de aquí y llamar a la policía local. —el negó con la cabeza. —Yo intentare detenerlo.

Antes de que recibiera una protesta me separe de él y lance algo que apenas choco con el piso hizo que nuestro agresor disparara hacia ese lugar y yo aproveché que había dejado al descubierto el lugar donde se ocultaba para atacarlo e intentar quitarle su arma, fue un duro forcejeo pero esta cayo de sus manos y se perdió en el piso.

Su mano se cerró en mi cuello y me empujo hasta que mi cuerpo choco con la pared haciendo un ruido sordo, mis piernas estaban a centímetros del piso, movía mis manos lanzando golpes pero ninguno de ellos lograba dar contra el hombre que me estaba cortando la respiración, escuche que algo se rompía y como el hombre me liberaba. Caí hasta el suelo, instintivamente me lleve las manos al cuello y comencé a toser de manera incontrolable al tiempo que intentaba tomar una gran cantidad de aire.

Fue el ruido de un mesa rompiéndose lo que me hizo recordar que debía de proteger a Edward, me levante aun un tanto mareada por la falta de oxigeno, tome lo primero que tenia a la mano y lo rompí en la espalda del hombre que estaba atacando a Edward, era fácil identificarlos, nuestro atacante era un poco más delgado y más pequeño, pero aun así era peligroso y un poco más fuerte que ambos.

Me lanzo un golpe que me dio en el estomago y me mando de nuevo al piso, pero era más mis desesperación por proteger a Edward que omití la molestia, y trate de hacer que me atacar a mí para que de esa manera Edward pudiera escapar.

— ¡Vete! —le grite a Edward cuando Alec había centrado su atención en mi.

—No va a ningún lado. —la voz de Alec no era tan grave, parecía mas la de un niño.

Logre darle un golpe en el rostro al tiempo que Edward lo hacía caer al suelo. Tome su mano y lo obligué e dirigirse a la cocina donde encendió la luz y miramos como Alec se levantaba, y se lanzaba hacia nosotros, empuje a Edward y caí al suelo cuando Alec tomo mi tobillo, no lo pensé dos veces y le di una patada en el rostro que lo hizo soltar un chillido, las manos de Edward me tomaron de los brazos ayudándome a levantarme y me obligo a saltar sobre Alec para poder salir de la casa, gire para ver cuando el tomaba su arma y disparaba casi logrando lastimar a Edward que se quedo paralizado.

Alec intento hacerlo de nuevo pero al parecer se había quedado sin municiones.

— ¡Bella! —ignore el grito de Edward al ver mi bolso que estaba a solo unos metros de mi.

Al parecer Alec sabía lo que había dentro porque se olvido de Edward y se lanzo para tomar mi bolso antes que yo. Pero fui yo quien lo alcanzo y lo golpee en las rodillas haciéndolo caer y después nuevamente di una patada en el rostro para que se alejara. Saque la pistola y antes de poder usarla Alec se echó sobre mi y comenzó a forcejear por quitármela.

—¡Sal de aquí! —grite al tiempo que Alec me daba un nuevo golpe y yo utilizaba mi rodilla para golpear sus partes nobles haciéndolo chillar de dolor, mas no cedió y siguió intentando quitarme el arma que se acciono y solo escuche a Edward soltar una exclamación de dolor.

El sonido de un par de sirenas y un auto detenerse en seco alerto a Alec de que ya no estábamos solos y era cuestión de tiempo para que entraran en a casa, ahora fue cuando comencé a hacer lo contrario de lo que venía haciendo, en lugar de tratar de alejarlo debía de intentar retenerlo, me dio un golpe en el rostro que me hizo perder la conciencia por unos segundos que el aprovecho para levantarse.

La puerta se abrió de golpe y Alec corrió hacia la cocina, al no encontrar salida rompió una de las ventanas y salió por ella, yo junto con un par de los policías locales fuimos detrás de él pero se interno en el bosque y pronto lo perdimos.

Antes de que alguno de los policías me hiciera alguna pregunta regrese a la casa para asegurarme de que Edward estaba bien y cuando entre nuestros amigos estaban junto a él. Rosalie estaba revisando la herida que tenía en uno de los brazos y que sabía era a causa de mi arma, deje caer la pistola que aun había mantenido en mi mano y me acerque a Edward para ver que la herida solo era una rozadura y no algo mas grave como le lo había imaginado.

— ¿Están bien? —pregunto Emmett que parecía igual de desconcertado que el resto.

—Mi bolso. —mire hacia ambos lados ya que después de sacar el arma lo había lanzado y no sabía donde había caído.

—Deja de preocuparte de un estúpido bolso y alégrate de que están bien. —me reprendió Alice.

— ¿Esto es lo que busca? —asentí al ver uno de los oficiales con mi bolso.

—Sera mejor que nos explique porque ese hombre los ataco…

—Esa arma es mía. —dije al ver que uno de los oficiales la iba a tomar y esas palabras formaron un silencio y provocaron que las miradas se posaran completamente en mi.

— ¿Tuya? —escuche la voz de las chicas

—Creo que será mejor que nos acompañe. —intento tomar mi brazo pero yo retrocedí.

—No iré a ningún lado. —le dije son superioridad, le arrebate mi bolso al oficial que aun lo tenía en sus manos, lo abrí saque mi placa que le entregue y no encontré el móvil. — ¿Dónde está mi móvil?

— ¿Agente Swan? —dijo un tanto sorprendido. — ¿FBI?

—Necesito mi móvil. —lo busque con la mirada y lo encontré cerca de la escalera.

Llame a Demetri que respondió al quinto timbrazo.

—Alec estuvo aquí. —fue lo primero que dije y escuche como daba un par de indicaciones como si se hubiera olvidado de mi. —Demetri.

— ¿Qué tan grave? ¿Cullen está bien?

—Cullen fue herido, pero solo es una rozadura. Sobrevivirá. —apreté el puente de mi nariz y mire a nuestros amigos observar a Edward, parecía que habían entendido de quien hablaba.

—Acabamos de avisar a las autoridades en Seattle que ya van en camino, estarán ahí en un par de horas. No pierdas de vista a Cullen. —corte la llamada.

— ¿Qué es todo esto? —chillo irritada Rosalie que nos mirada a Edward y a mí.

—Mi nombre no es Marie Masen, soy Isabella Swan y soy agente del FBI. —Los cuatro parecían sorprendidos y al mismo tiempo en su mirada se notaban decepcionados, los habíamos engañado. —Pueden darnos privacidad. —les dije a los agentes que estaban muy atentos a nuestras palabras, cuando nos dejaron a solas volví mi atención a nuestros amigos. —El no es Anthony Masen, es Edward Cullen.

— ¿Edward Cullen? —chillo Alice llevándose las manos a la boca.

—No queríamos engañarlos, pero no podíamos revelar nuestra identidad. El hombre que nos ataco lo quiere muerto. —las chicas palidecieron.

— ¿Por el caso en el que tiene que testificar? —pregunto Jasper rodeando a su esposa.

Hicieron un par de preguntas más y solo conteste sin dar más detalles. Las chicas insistieron que debía de ser revisada por un medico pero me resistí ya que no podía alejarme de Edward, el era mi responsabilidad.

Cuando los agentes del FBI llegaron hicieron que nuestros amigos se marcharan, me había sentido mal por la manera en que se habían dado cuenta de las cosas. Relate los hechos mientras curaban a Edward y aseguraban que solo era algo muy superficial.

En la madrugada llegaron Demetri, Jake y un par de agente de nuestra agencia.

—Dime que le diste su merecido a ese malnacido. —susurro Jake que había acunado mi rostro y beso mi frente.

Hablamos un poco con Demetri antes de que llevaran a Edward a su habitación y fueran un par de agentes los que lo protegieran.

Antes de hablar conmigo dejaron que me revisaran y curaran las heridas que tenia, mas debía de ir al hospital a realizarme unas radiografías para verificar que no tenía ningún hueso roto. Cuando regrese Demetri y Jake estaban en la sala hablando en susurros.

— ¿Algo que quieran compartir con la clase? —ambos levantaron el rostro, la mirada de Demetri era algo dura y Jake parecía un tanto molesto.

— ¿Tienes una idea de cómo Alec dio con su paradero? —pregunto Demetri poniéndose de pie.

— ¿Por qué debía de saberlo?

—Recuerdas que te dije que parecía que alguien en la empresa de Cullen había avisado a Alec. —me recordó Jake.

—Eso no es algo absurdo, ¡nadie lo sabia!

—No estés tan segura. —me entrego un sobre que abrí y me encontré con una hoja que la copia de un correo electrónico y me quede de piedra al ver el remitente y a quien ya dirigido a demás de la fecha. —Tienes muchas cosas que explicar Isabella.

—Demetri…—intente hablar pero el levanto la mano para evitar que hablara.

—Bella sabes que eres mi amiga, pero soy tu superior y no soy condescendiente cuando alguien rompe las normas. Ese e-mail fue enviado el mismo día que tu realizaste compras, ¿estaba Cullen contigo?

—No lo estaba.

—Sabes que con eso faltaste a tu trabajo. —asentí. Levanto mi rostro y me miro con dulzura — ¿Qué sucedió contigo Bells?

Me soltó y me dio la espalda por unos segundos antes del soltar el aire y volver a verme.

—Explícame porque tus cosas están en la habitación de Cullen.

—Eres una mujer inteligente y no te pudiste involucrar con un testigo, no con él Bella. —me dijo Jake que soltó una maldición al interpretar mi silencio.

—Tienes muchas cosas que explicar ya que has cometido muchas faltas.

EVOP

Estaba en mi habitación sentado en la cama, mis codos apoyados en mis rodillas y mi rostro oculto en mis manos, no podía olvidar como Bella se había enfrentado a ese hombre para protegerme, en más de una ocasión pude haber huido , pero no lo pude hacer ya que no podía dejarla a ella con ese hombre que la mataría.

Me había demostrado que era una excelente agente. Antes de subir a mi habitación la había visto por última vez mientras hablaba con el que recordaba como Demetri. Mire mi reloj por milésima vez y note que ya eran cerca de las 3 y no sabía nada de ella, tal vez la hubieran llevado al hospital ya que había recibido muchos golpes.

Me levante de un salto cuando la escuche hablar con el par de hombres que estaban fuera de la habitación cuidando que no saliera.

—Bella…

—Tienes que cambiar de habitación. — me indico que fuera a la que había sido suya y sin protestar la seguí. —es más pequeña y tienes menos posibilidades de escapar de esta.

—Be…—mi frase se vio interrumpida cuando la puerta se cerro de manera brusca.

— ¡Confié en ti! —me dijo apretando los dientes y evitando que me acechara a ella. —Pudiste decirme que te pusiste en contacto con tu asistente. ¡Mandaste al diablo esta misión! y solo queríamos protegerte.

—Yo no me puse en contacto con mi asistente. —ella soltó una carcajada y golpeo mi pecho con el sobre que tenía en sus manos.

Lo leí y me quede en silencio al ver que era el que le había enviado a mi asistente.

—Tú no entiendes Be…

—No me llames Bella, soy Isabella. Y claro que entiendo perfectamente. Nunca cambiaste, siempre fuiste el maldito millonario mimado que cree que las cosas deben de ser como él quiere. —se llevo la mano al cabello y golpeo el suelo con el pie. — ¡Te vendió!

—Andrew jamás me vendería, es de mi absoluta confianza.

—Si es igual que tú, no debes de confiar en él.

—El jamás me vendería. —le dije molesto de que se atreviera a decir algo de uno de mis más leales trabajadores.

— ¿Entones explícame porque Alec nos encontró y, él parece haber desaparecido? —no podía creer lo que me estaba diciendo.

— ¿Andrew no está? —ella negó con la cabeza y un frio se extendió por mi cuerpo. No podía creer que mi asistente me vendiera.

—Esta noche la pasaras aquí y ya mañana sabremos qué es lo que debes de hacer. —anuncio tomando el pomo de la puerta. —Buenas noches Cullen.

—Isabella. —dije pero ella me ignoro y salió de la habitación al tiempo que escuchaba le daba órdenes a los hombres que estaban fuera de la habitación.

Le di una patada a la base de la cama, era un estúpido por lo que había hecho. Ella tenía razón en estar tan molesta conmigo, pero era muy difícil explicar mis razones, siempre había obtenido lo que había deseado y con ella era diferente, lo que mas temía era su rechazo y sabia que si le decía lo que había hecho ella se alejaría, pero lo había descubierto y aun así se había alejado, pero en cuento la viera intentaría arreglar las cosas, me arriesgaría a decirle porque lo había hecho aun cuando sabia que posiblemente me rechazaría.

No supe en que parte de la noche me quede dormido, pero desperté cuando escuche el sonido de la Pick up al ser encendida. Cuando abrí la puerta los dos hombres de la noche anterior seguían ahí y me permitieron ir al baño, después baje esperando encontrar a Bella.

Me detuve al llegar y ver que había cuatro oficiales en el pasillo vigilando la puerta, pero los ignore al escuchar ruidos en la cocina y no pude evitar una sonrisa al saber quién era la que estaba ahí. Pase la mano sobre mi cabello y me dirigí a la cocina repasando la disculpa que había preparado durante toda la noche.

— ¿Dónde está la agente Swan? —pregunte al ver a Demetri abrir las gavetas.

—No tienen nada decente de comer. Creo que me tendré que conformar con esto. —tomo un paquete de galletas.

— ¿Llevaron a Isabella al hospital? —me miro con los ojos entrecerrados y asintió. — ¿Está bien?

—Tiene varias contusiones y un par de huesos dañados, pero es una chica fuerte y sobrevivirá. Ha pasado por cosas peores. —le dio un sorbo a su café.

El silencio era incomodo, y solo escuchaba los murmullos de los agentes que estaban en el pasillo y los ruidos del exterior.

— ¿Podre verla? —pregunte aun con la clara determinación de arreglar las cosas.

—Ella se ha marchado.

— ¿Marchado? ¿A dónde? —esa respuesta no me la esperaba y no entendía porque ella no me lo había dicho.

—Regreso a New York ayer después de hablar contigo y que confirmara que si habías enviado el e-mail. —me deje caer en una de las sillas y segundo después Demetri se sentó frente a mí. —Nosotros nos iremos después del medio día.

—Regresare a New York. —el asintió moviendo la cabeza. — ¿La agente Swan seguirá en el caso?

—No. —dijo de manera cortante.

—Era importante para ella. —lo mínimo que podía hacer era intentar que la regresaran, aunque sabía que estaba siendo egoísta y lo único que quería era tenerla junto a mí.

—Es por lo que no entiendo lo que hizo. —lo mire y el pareció comprender que no comprendía sus palabras. — Ella rompió normas y falto a la ética de su trabajo. En este momento ella tiene cosas más importante a las que enfrentarse que estar protegiéndote.

— ¿Enfrentarse?

—Se enfrenta a una destitución. — al escuchar esa palabra me quede helado y solo me tomo unos segundos el comprender.

Ellos se habían enterado de lo que había sucedido entre nosotros y ahora Bella no solo había perdido el caso, si no también posiblemente perdiera su trabajo y todo sería mi culpa. Yo había arruinado su carrera.


Gracias por seguir leyendo mis locuras

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